
༺ᑭᖇOᖴᗴᑕIᗩ ༻
El teléfono de Yoongi no paraba de sonar, las Moiras y Teresias necesitaban alertar de lo sucedido.
Los cuatro estaban juntos cuando Tae tuvo la visión de un futuro sin Amatista, y a la vez, las Moiras oyeron los estruendos en el cielo.
— Hasta que contestas —le reclama Tae— Ve a Hye, Zeus está con ella.
Min dejó caer su teléfono y corrió lo más rápido que pudo, si algo le sucedía su amigo viviría en la desgracia de sin un amor, él sabía a la perfección que era eso, lo vivía cada día y no se lo perdonaría ni el mismo.
Al cruzar la puerta no había nadie, más que una mancha negra en la alfombra blanca, su corazón se apretó, una impotencia ante su intento de cuidar a la Venus de su amigo.
— ¿Yoongi? —sonrió con suavidad a su espalda.
— Hye! —camino a ella y con la vista la reviso por si algo tenía.
— ¿Qué sucede?
— N… Nada, ¿Estás bien?
— A la perfección —camino por su lado, un aroma familiar emanaba, pero no el de aquella tierna muchacha, en su lugar, estaba la altanería — Que bueno que Jungkook haya echado a todas esas zorras con las que tuvo sexo —tomo asiento en la silla principal— eso me pone de muy buen humor.
— Así es —dijo él— solo falta que quite a Ecos de la lista. —volvió a ver su reacción, esta lo vio con molestia— No te preocupes, pronto, le dará su merecido.
— ¿No tienes trabajo que hacer?.
— Lo tengo —confirmo sus sospechas— Nos vemos más tarde
Al salir por la puerta le dio orden al secretario de despejar la agenda, cancelaría todas las reuniones habidas y por haber, no dejaría que esa usurpadora se hiciera cargo de las cuentas de su amigo.
Camino de vuelta, tomo los papeles que le autorizan a tomar decisiones y rompió en mil pedazos, IU, se había sobrepasado a ella misma.
Su puerta se abrió de golpe, Las Moiras entraban preocupadas junto a Tae.
— No es ella… —dijo Lisa.
— Zeus la suplantó con IU —siguió Jennie.
— El propósito es casarse con Jungkook —Remato Rosé.
— Si lo hace —Tae interrumpió.
— Hye morirá — dijeron las Moiras a la vez.
— Llamemos a Namjoon, debemos hacer una reunión, solo nosotros, sin que IU se entere, no puede saber que sabemos la verdad — Yoongi sentía un nudo en su pecho.
— ¿Y Jungkook? … Se molestará si no le decimos.
— Se lo diremos, espero pueda actuar tan bien como nosotros, necesitamos tiempo para saber dónde la tiene.
— Es lógico —La puerta se abrió de golpe.
— Nam…
— Sentí la presencia de mi padre, supe que no era nada bueno.
— ¿Dónde crees que la tiene? —el teléfono de Yoongi sonó.
— Es Jungkook. … Dios que le diré —Min se llevó las manos a su rostro.
— No fue tu culpa, amigo, pudo pasarnos a cualquiera.
Indeciso, miro la pantalla, no podía hacerlo, se sentía culpable, sin ganas y esperando una pronta reprimenda, deslizó la pantalla, puso el altavoz, del otro lado, solo había silencio.
— ¿Se la llevó? —dijo casi inaudible.
— Lo hizo, Zeus se llevó a Hye. —un quejido doloroso se sintió, a todos les erizó la piel al solo oírlo.
— Jungkook, lo lamento, no quise oírla, ella dijo que el cielo estaba mal, dijo que llovería, pero, no imagine jamás…
— Está bien, hyung, no fue tu culpa.
— ¿Qué hacemos?
— No tengo idea —dijo del otro lado— Volveré en el próximo vuelo, espérenme.
— Perseo —dijo Lisa antes de colgar.
— Debes buscarlo —siguió Jennie.
— Él puede saber dónde la tiene. — Rose soltó asombrada.
— Ve por Hades —dijeron a la vez.
— ¿Están locas? — grito Min— No se puede confiar en ese maldito, es un tramposo que podría incluso el tenerla en uno de sus calabozos. No confíes en el Jeon. Y si lo haces, olvídate de mi ayuda.
— Volveré en el próximo vuelo.
— Jungkook, debes saber esto … IU se está haciendo pasar por ella, debes actuar normal cuando la veas, o todo se irá al carajo.
— Actúen normal también, no le den indicios que sabemos todo. —corto la llamada molesto.
— ¿Cómo demonios le piden que vaya por ese idiota?
— Es su padre. —contesto con molestia Lisa
— ¿No han pensado que él puede tenerla?… ¿Puede estar involucrado en esta miseria?
— Tienes razón, puede, pero y si no — Rosé lo hizo dudar.
— Escucha Orfeo … Lamentamos lo que sucedió con Eurídice, pero, creo que no está en esto, lo podemos sentir — respondió Jennie con suavidad—
Yoongi refunfuño para el mismo, hasta él tenía esa duda. Hades era un excelente padre con sus hijos. Solo que, jamás los ha visto.
Zeus se encargó de ello, necesitaba que Hades fuera el verdadero Dios del infierno, un dios despiadado y sin una gota de amor, solo así lo usaría para su deleite como y cuando el quisiera.
Entonces, tomo cada hijo de él e hizo desaparecer, nadie nunca supo donde los puso, así, el corazón de su hermano, jamás se doblegaría.
Un hombre corrió entre la oscuridad, por cavernas y lava, su ropa se quemaba y su piel caía mostrando su verdadero aspecto.
Llegó al inframundo, agitado, la espalda de su amo lo hizo temblar.
— Cerbero —dijo estruendosamente, las bestias que le acompañaban, bajaron su cabeza en sumisión.
— Se la llevo, amo. —el Dios giro en su eje, sus ojos estaban en llamas, su mirada quemaba a quien la posaba sobre él.
— Te ordené que la cuidarás!! —grito con molestia
— Mi, Señor, recibiré el castigo que quiera darme —se arrodilló en su frente esperando el escarmiento.
— Está bien, mi hermano me ha engañado hasta mí, es lógico que lo haría contigo… ¿Dónde está el semidiós?
— Vuelve en un avión privado.
— Bien —soltó en un suspiro— Tendremos que subir a ese maldito lugar… No permitiré que mi hermano me quite a Hye, también.
— Mi señor… —bajo su cabeza— La niña esperaba un bebé
Todos hicieron silencio ante sus palabras, un bebé entre ellos solo podía tratarse de aquella profecía del final de los días.
— Es el fin de Zeus… Por eso la quiere muerta.
— Debemos encontrarla antes de tres semanas.
— ¿Por qué?
— Es la fecha del matrimonio, es la emoción de Hye, si llegan las tres semanas, y Jungkook no se da cuenta de su ausencia, ella morirá de pena.
— ¿Pero él lo sabe?
— Hay una Elfa, Ecos, tomo la apariencia de Hye, se está haciendo pasar por ella. Si el semidiós no apresura su búsqueda, Zeus le mostrará que Tiene a otra mujer parecida a ella y morirá.
— Ese maldito, lo tenía todo planeado —las llamas de sus ojos crecieron aún más— Juro, que lo mataré, por la memoria de mis hijos, lo quemaré con el fuego azul para que muera al fin.
— Pero Señor, eso también lo mataría a ud.
— Entonces moriremos los dos… Pero mi Amatista debe vivir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro