"Entonces... Si yo muero ¿La familia sería feliz?" soltaste una risa algo extraña, tus mejillas pálidas se tiñeron de rosa, te veías muy alegre como para hacer esa pregunta tan de repente. Nunca creí que esa pregunta era una señal de auxilio. 

"Oye, el juego de hoy será complicado, alguien como yo... No voy a servir de mucho ¿Entiendes? ¿Podrías alejarte de mí?"  Tomaste una katana muy peculiar para mi vista, se podía notar que el arma no tenía filo ¿Por qué lo hiciste?

Todo es un completo caos, veo como todos caen al suelo derrotados, aquellos yokai son más fuertes que nosotros ¿Por qué? ¿Por qué enfrentarnos a estas bestias? Observo a lo lejos como tú eres el más afectado, iniciaste el juego dudando de tus capacidades, pero cuando tú hermana fue atacada, no dudaste ni un segundo en enfrentarte al monstruo y no habló de los yokai, habló de esa extraña mujer .... La miraste con rabia ¿Ocurrió algo antes?

Estoy aterrado, recuerdos de mi pasado están llegando a mi mente, no puedo quedarme congelado más tiempo, no es el futuro que deseo, no quiero que se repita otra vez.

Cerró sus ojos, concentró su energía espiritual en el centro de su cuerpo, no era la primera vez que meditaba enmedio de una batalla, esa era su habilidad secundaria, transmitir su energía a su compañeros de batalla para mantenerlos firmes ante la pelea.

Siento mi cuerpo más débil, pero no me importa, creo que al menos hice bien mi trabajo de hoy, veo como estas en el suelo herido, puedo sentir una débil energía, es como un lamento, un llanto, Derek... Tú tienes un animal ¿Verdad? Siempre lo has negado, no se si lo haces para sobrevivir o por qué ocurrió algo más, quiero saberlo, quiero la respuesta.

La familia Tachibana, terminó ayudando a los miembros de la familia Minamoto, ese juego en realidad fue un circo para la encargada, un entretenimiento.

....

El templo esta más silencioso desde la partida de Alex, aún no puedo creer lo que ha sucedido, una parte de mí quiere culparte por lo que hiciste, pero se que no fuíste tú, no estabas consiente y no pude hacer nada por evitarlo.

Alex ¿Estas enojada con nosotros? Yo creo que si. Me siento culpable, por que cuando eramos niños... Me pediste que te ayudara a cuidar a tú hermano, pero nunca lo logré, incluso cuando fue vendido a esa persona, yo no pude hacer nada... Solo observar como te derrumbabas en lágrimas por su partida, mientras yo estaba en el suelo, incapas de detener lo que ocurría, viendo con mis propios ojos como me arrebataban a una persona importante para mí .... Ahora los papeles se invierten, Derek se derrumba en lágrimas en aquel cuarto solitario, pidiendo que regreses.

Un castaño caminaba por los pasillos de la casa, se encontrba fumando, nunca en su vida creyó que llegaría a fumar, de hecho, lo aborrecía, pero ahora mismo el humo del tabaco le estaba calmando los nervios, estaba muy alterado por todo lo que había pasado en tan poco tiempo; exhaló el humo, en cuanto terminara el cigarrillo, tiraría la caja completa de los cigarros a la basura, le daba asco.

—Otra mala noche sin duda... Uhm, me pregunto... ¿Tendrá otra vez pesadillas?

Caminó tranquilo hasta el tercer piso, el único piso donde nadie más subía a excepción de su abuela y una que otra doncella capacitada; el tercer piso le correspondía en su totalidad a Derek Akiyama, alguien muy especial para tener que usar todo el piso de una casa, las doncellas que subían las podía contar con los dedos de su mano derecha, no todas tenían la capacidad para lidiar con el castaño, era exigente, según las doncellas que lo atendían.

—Este piso está más solitario ahora...

Murmuró para sí mismo, se acercó a la puerta para tocar, sin embargo, está se encontraba entre abierta.

—¿Saliste?

Rigel dio una calada al cigarrillo, cerró la puerta y caminó con dirección al jardín.

Alex, esta es el doceavo o treceavo día desde tú partida y tú hermano enserio que ha caído en una depresión, la última vez que lo vi, se veía tan frágil y delgado como una hoja seca, podía derrumbarse con la más mínima corriente de aire y desvanecerse. El día del juego, cuando todo terminó... Sentí que una pequeña ave lloraba ¿Tú sabes qué le pasó? Me gustaría saber...

Camino por los jardínes del templo, buscandote con la mirada y a lo lejos te veo caminar bajo la mirada de las doncellas... Derek ¿Qué estas haciendo?

Se detuvo al ver como Derek se detenía en el puente del lago de la residencia, un gran lago de agua cristalina donde las estrellas se reflejaban en ella, era una escena muy bonita.

Sabes, te vez muy lindo así... Una expresión serena, calmada, tus ojos brillan junto a las estrellas del lago... Derek, ¿Puedes decirme que te sucede?

Te veo a lo lejos, estas ahí pero... ¡Derek!

—¡Derek no saltes!

Grité...

Era tarde...

Quien lo diría, la noche era tan hermosa...

... Tan hermosa que no sabía que te marcharías, tus ojitos que brillaban se despedían de mi con una mirada.

El grito de una doncella lo sacó de la escena de terror que vivía.

Derek se había suicidado frente a sus ojos y él, nuevamente no pudo hacer nada por salvarlo.