Una vez, hace mucho tiempo... Tengu arrojó a su hijo a un estanque de agua, se dice que el pequeño renació como un ave de entre las aguas.

Intentó volar al cielo para estar junto a su padre, sin embargo, las estrellas se lo impedían, ¿Por qué no podía subir al reino celestial? Entonces Tengu le dijo:

Eres mi regalo para los humanos, tienes el don de la Creación y la Destrucción, sin embargo, hay ciertas condiciones de tú poder...

"Si creas vida, tú vida se reduce"

"Si regalas tú energía, tú vida se reduce"

"Tú eres capas de engendrar, pero una energía opuesta debe ser quien te complemente"

"¿Entiendes lo qué te digo? Este don de la creación es especial y es mi regalo para los humanos" habló Tengu a su hijo a través de un sueño, más no fue lo único que dijo...

"Matar es un pecado, arrebatar un alma ya es un acto terrible, el poder de la destrucción no debe servir para matar, sin embargo, este poder puede ser manipulado, entonces la condición de las 100 almas se activa... Una vez arrebates 100 almas con tú habilidad, perderas todo rastro de humanidad..."

Cerró su libro, dejó la pluma a un lado y comenzó a caminar por la desolada habitación.
En la ventana un colibrí moría congelado, el invierno era más crudo que el de otras temporadas, cubrió al animalito con una mano y usando su energía lo trajó a la vida.

—Un último acto antes de morir

Comentó enmedio de la soledad, el colibrí se resguardo dentró de la cabaña y Masaru Minamoto se recostó a esperar su muerte.

[ .... ]

Arrebate 100 almas, la guerra hizo que rompiera la ley de las 100 almas... Pero no debería afectarme, después de todo soy un monstruo, no importa cuanto trataran de convencerme que era diferente, que era como ellos... Nunca lo fui y nunca lo seré.

Hubo una persona, una joven de la que me enamoré, ella veía lo lindo en mi, no entiendo como no me consideraba un monstruo, tal vez por que le mentí, por que mi deseo egoísta era estar con ella y por eso nunca le conté lo que realmente era....

Se dice que los ojos son el reflejo del alma y es verdad, no voy a mentir, mis ojos nunca fueron comúnes, solo sabía ocultarlos tras unos lentes que reducían su color... Arrebatar 100 almas hizo que aquellos anteojos ya no sirvieran de nada, esta es mi naturaleza.

Su pie rompió los cristales de unos lentes, caminó con determinación su destino.

—Soy Minamoto Touma, maté a más de 100 humanos en esta sanguínarea guerra... Una vez arrebates 100 almas con tú habilidad, perderas todo rastro de humanidad... Nunca fui humano, no lo seré y eso ya no me importa...

Declaró ante su rival, un monstruo de gran fuerza y una amenaza para la familia, él se encargaría de matarlo.

"Una vez arrebates 100 almas con tú habilidad, perderas todo rastro de humanidad...." Se rompió, el sello que guardaba al espíritu del ave se había roto, el verdadero poder del ave se reveló.

[ .... ]

Dolor, realmente esa regla es dolor... Tocas fondo y no sabes que hacer, mi hermana fue mi víctima número 100, ahora entiendo por que Touma Minamoto decidió matar a aquel monstruo... Fue un suicidio... Él se suicidó.

Hermana, perdón por todo lo que te hice... Yo también quiero morir....