Hermione había estado callada toda la noche, manteniendo las distancias con Snape pero sin ignorarlo.

La interrupción había dejado a la bruja totalmente confundida sobre cómo proceder, toda la confianza sustituida por la duda y el nerviosismo.

¿Estaba realmente interesado en ella de esa manera? ¿Y si había malinterpretado totalmente la situación? O peor, ¿y si ella era sólo un polvo rápido para él?

"Tenemos que hablarlo" la voz de Snape sacó a la brujita de sus pensamientos y dio un pequeño grito. "Lo siento" murmuró él, acercándose a sentarse junto a ella en la mesa de la cocina.

"Así que..." Empezó Hermione, insegura de qué decir pero también sin querer que el silencio se alargara más.

"Así que" repitió Snape.

"¿Qué pasó antes de que Minerva decidiera ponerse al día con sus deberes y nos informara de lo que ocurría en el colegio?" Hermione se sonrojó, anunciando su mirada en su regazo al recordar el incidente. "No hay necesidad de ser tímida ahora, tuviste tu mano en mis pantalones no hace ni dos horas" dibujó, levantando su ceja en forma de pregunta.

La bruja no dijo nada, sólo siguió mirando su regazo nerviosamente. "Hermione" la voz de Snape tenía una nota más suave ahora.

"¿Qué quieres que te diga?" soltó finalmente aunque sus palabras no tenían ninguna mordacidad. Sólo sonaba... ¿desesperada? ¿nerviosa?

Él no podía precisar exactamente sus emociones en ese momento.

"Lo siento", dijo finalmente, con la voz apenas por encima de un susurro.

"¿Por qué lo sientes, amor?" Hermione se sonrojó ante el apelativo cariñoso antes de sacudir la cabeza y con ella su sonrisa. "¿Puedes decirme claramente lo que quieres de mí?" Preguntó después de otro silencio estirado.

"Yo sólo, yo.." la vio tropezar con sus palabras su rubor se profundizó.

Qué interesante, ella era tan atrevida esta tarde y ahora seguía sonrojándose y lanzándole tímidas miradas como si fuera virgen.

Decidiendo que era más fácil investigar por sí mismo que esperar a que ella diera una respuesta coherente, se acercó a ella haciendo que sus piernas se rozaran.

"¿Te gustan los abrazos?" Le ronroneó suavemente detrás de la oreja. Su voz era tan baja que parecía seda rozando su piel.

No ayudaba el hecho de que "abrazar" no fuera precisamente una palabra sacada de su vocabulario habitual. Hizo que Hermione se estremeciera de excitación, lo que no pasó desapercibido para el hombre en cuestión.

"¿Te gusta cuando recorro con mis dedos tu espalda?" Emitió su pregunta dejando que su mano recorriera su columna vertebral de forma burlona.

El aleteo de sus párpados y la forma en que respiraba agitadamente le hicieron saber que ella estaba disfrutando de esto tanto como él, si no más.

Bajó la cabeza para que sus labios pudieran rozar la piel de su cuello mientras seguía hablando.

"Eres una chica traviesa, ¿verdad, Hermione? Tirándote en seco a tu antiguo profesor de la forma en que lo has hecho esta tarde". Ella gimió mientras su lengua lamía su cuello.

Hermione no sabía qué la excitaba más, si sus palabras sucias o sus dulces atenciones.

"Te gusta eso, ¿verdad?" Mordió suavemente la unión de su hombro y su cuello, arrancando un jadeo de ella. Se levantó de la silla y se colocó detrás de la bruja para susurrarle al oído, "¿Acaso a nuestra pequeña golosina le gustó que la directora la atrapara?" La bruja rizada negó con la cabeza, medio escandalizada por sus palabras, medio expectante de que continuara. "Oh, pero yo creo que sí" retumbó él antes de gustarle la concha de la oreja.

Hermione se retorcía en su silla, gimiendo suavemente mientras él continuaba torturándola con sus ligeras caricias.

"Por favoor" gimió finalmente después de que Snape hubiera chupado un punto dulce justo debajo de su barbilla.

"¿Por favor qué, señorita Granger?" la retó pareciéndose al cruel profesor de su juventud.

"Por favor, más" susurró ella, avergonzada por la forma en que su voz sonaba tan jadeante.

"Oh, ¿pero no te estoy cuidando bien ya?" Preguntó con falsa confusión.

Ella se limitó a negar con la cabeza, con los ojos cerrados en lo que parecía ser una mezcla de excitación y mortificación.

"Dime", dijo él, alejándose de ella, "¿Te conmueves al pensar en mí?" Hermione asintió sin abrir los ojos.

Él gimió satisfecho por su respuesta.

"Dime lo que quieres Hermione" volvió a incitar pero esta vez parecía que la pregunta implicaba algo más que el procedimiento inmediato.

"¡Estoy enamorada de ti!" Ella casi le gritó antes de salir disparada de su silla. Sin embargo, no se apartó de su presencia. "¿Eres feliz ahora? ¿Es eso lo que querías? ¿Y ahora qué, vas a burlarte de mí por ello?" Su voz temblaba de excitación y miedo.

"Hermione" Snape habló suavemente desde detrás de ella, su fuerte brazo rodeando su centro, "Yo también estoy enamorado de ti" susurró suavemente mientras la atraía hacia él.

La bruja emitió un ruido estrangulado, algo entre un jadeo sorprendido y un resoplido de incredulidad.

"Eres una Gryffindor testaruda" murmuró antes de plantarle un beso en la cabeza. Su mano se escabulló lentamente por debajo de la blusa de ella para acariciar sus pechos cubiertos de sujetador. "Eres tan hermosa cuando estás excitada" le susurró al oído. "Una cosita tan sexy. Y qué provocador", gimió Snape al sentir que ella empujaba su trasero hacia él. "¿Tienes la menor idea de la tortura que he tenido que soportar durante estos últimos meses?" Gimió mientras ella seguía frotándose contra él. "Lo hacías a propósito, ¿verdad?", gruñó él mientras su mano se deslizaba por detrás de ella para frotar su creciente bulto.

"Sí", respiró ella, y él no estaba seguro de si le estaba respondiendo o si estaba reaccionando a sus caricias.

En cualquier caso, su respuesta fue suficiente para que él pasara al siguiente nivel.

Oh, él era un escurridizo Slytherin y ella pronto descubriría lo escurridizo que podía ser...

Mañana público los 2 últimos capítulos de esta hermosa historia💚