Gimió de dolor, agarrándose la cabeza. Tenía los ojos cerrados mientras estaba acurrucada encima de la manta.

Hermione jadeaba en silencio, y de vez en cuando se le escapaban gemidos que intentaba contener mordiéndose el labio con tanta fuerza que le hacía sangre.

Snape estaba sentado a su lado, su rostro era una máscara sin emociones mientras sus ojos mostraban su preocupación y su miedo. No se atrevía a tocarla durante esos ataques de migraña, no se atrevía a hablar. Se limitaba a sentarse junto a ella, su presencia le proporcionaba cierto grado de confort.

Al notar que ella seguía a su lado, alargó la mano con cuidado y la puso en la espalda para medir su reacción.

Ella pareció relajarse ante su tacto, así que él continuó frotando su espalda en lo que esperaba que fuera una forma de calmarla.

Esto se había convertido en una especie de ritual en esta última semana en la que sus migrañas se habían acumulado e intensificado. Ella sufría tranquilamente el ataque por su cuenta y confiaba en su consuelo tan pronto como terminaba. Sin embargo, hoy resultó ser diferente. En lugar de permanecer en su posición habitual, tumbada boca abajo, se subió a su regazo. Sus manos agarraban débilmente su camisa de vestir mientras la cabeza de ella se apoyaba en su hombro.

Como no podía rechazarla después de una mañana tan dura, la rodeó con sus brazos y apoyó su barbilla en su cabeza.

Podía sentir su respiración en forma de bocanadas y había un poco de humedad que atravesaba su camisa. Seguramente unas cuantas lágrimas perdidas que se habían filtrado en sus atados ojos.

Las manos de él se movían de arriba a abajo por la espalda de ella, acariciándola suavemente.

"¿Severus?" Ella pronunció su nombre tan suavemente que él se preguntó si lo había imaginado. "¿Severus?" Ella lo intentó de nuevo, con la voz quebrada por el esfuerzo de hablar más alto.

"Shhh" Le susurró suavemente, "Necesitas descansar, fue una mañana agotadora"  Hermione se limitó a sacudir la cabeza contra su hombro.

"¿Recuerdas aquella noche en el hostal, cuando te hablé de mis padres?" Preguntó con voz ronca. Él tarareó un sí mientras subía una de sus manos para jugar con su pelo.

Era la primera vez que se atrevía a tocarlo y le sorprendió positivamente su suavidad.

"No me arrepiento de haber borrado sus recuerdos de mí. Al menos no tienen que ver esto ahora. Aquella noche no les dije de qué me arrepiento. Me arrepiento de haberles fallado", dijo en voz baja, acurrucándose más en su pecho, aspirando su aroma. "No conseguí que estuvieran orgullosos. Nunca fui lo que ellos querían que fuera. Simplemente... Los decepcioné en muchas cosas y ahora no puedo superarlo. No puedo nombrar una sola cosa que haya hecho bien como hija. Me arrepiento de no haber sido lo que ellos necesitaban"

Pudo oír cómo se le cerraba la garganta mientras luchaba contra la avalancha de emociones.

"No digas eso" reprendió Snape en voz baja, "Estoy seguro de que estaban muy orgullosos de ti, Hermione. Fuiste una estudiante brillante y te convertiste en una joven hermosa e igualmente brillante. Deberías estar orgullosa de ti misma. Eres tan joven y sin embargo ya has logrado mucho y lograrás mucho más en el futuro"

Ella resopló una risa sin humor pero no dijo nada, sólo lloró en silencio en su hombro. "No llores" le dijo en voz baja como si fuera un animal asustado.  Pensar en ello sólo la hizo sollozar más fuerte. "Oh, Hermione" sonaba tan diferente al Snape de sus días de escuela, tan diferente al hombre que la insultó aquel fiel día en la enfermería.

Como si leyera sus pensamientos, continuó hablando,

"Siento lo de aquella noche, en el hostal. Cuando me hablaste de tus padres... Yoo... Me di cuenta de lo duras que habían sido mis palabras en el internado, de lo hirientes y... me enfadé. No contigo. Conmigo mismo. Fui insensible e ignorante y no tengo excusa para ello". Suspiró, haciendo girar un mechón dorado alrededor de su dedo. "Estaba confundido. No entendía por qué volvías a la enfermería, por qué volvías a mí... No quería ser uno de tus proyectos favoritos, no quería que te fueras una vez que arreglaras lo que se podía arreglar. No quería gustarte... ni admitir que me gustabas" Murmuró la última parte pero Hermione la escuchó de todos modos.

"No eras mi mascota de proyecto"

susurró suavemente.

"Me gustabas de verdad. Me gustas de verdad. Yo sólo... Sólo quería ayudarte a ponerte bien, quería asegurarme de que te recuperaras. Estaba preocupada por ti" admitió en voz baja.

"Oh Hermione" repitió suavemente, abrazándola un poco más mientras los mecía suavemente.

No pasó mucho tiempo cuando la brujita en sus brazos se revolvió hasta quedar exhausta, con la boca ligeramente abierta mientras roncaba suavemente.

Snape por su parte estaba bien despierto, pensando en su conversación y tratando de entender los sentimientos que revoloteaban dentro de su estómago.

Estaba más asustado que nunca, más decidido que nunca. Encontraría la manera de curarla, la encontraría sin importar el costo.

Últimos capítulos

Nuevo capítulo de ⬇