×07×
Félix se movía descaradamente sobre la entrepierna de Changbin, que no sabía hacer nada más que gemir y mover sus manos sobre las piernas del menor. El pelirrojo cerraba sus ojos debido a la excitación y la urgencia de poder sentir más de Changbin. El mayor empezó a besar el cuello descubierto de Félix, usando su lengua en algunos puntos, dejando húmeda la zona.
Los botones de la camisa de Félix empezaban a desaparecer uno a uno gracias a las hábiles manos del más bajo. La ropa les estaba estorbando.
Pero su excitante momento fue interrumpido abruptamente gracias al sonido del auto de Minho. Félix bajó rápidamente de las piernas de Changbin, arreglando su ropa y su cabello que de seguro era un desastre, solo que no sabía cómo ocultar su erección y el sonrojo de sus mejillas, solo esperaba que no se dieran cuenta.
Al abrir la puerta, Minho vio a Félix con sospecha, dándose cuenta rápidamente de la situación, ese chico no era ni un poco disimulado.
ㅡH-Holaㅡsaludó Félix con nerviosismo, se sentía horriblemente avergonzado.
ㅡ¿En dónde está Changbin?ㅡpreguntó con una sonrisa divertida.
ㅡ¿Changbin? ㅡrepitió en forma de pregunta el pelinegro.
ㅡEstá en la salaㅡrespondió rápidamente, tomando el brazo de Jisung para guiarlo a su habitaciónㅡBajaremos en un momento.
Félix desapareció en el segundo piso junto a Jisung con nerviosismo. Minho entrecerró sus ojos con sospecha, dirigiéndose hacia la sala en donde su mejor amigo estaba sentado como si nada, pero se notaba nervioso y sospechoso.
ㅡ¿Qué pasa entre tú y Félix?ㅡpreguntó Minho, sentándose a un lado de su mejor amigo.
ㅡNadaㅡapartó la mirada de la de Minho.
ㅡAy por favor, ambos están emocionados y sonrojados. No me digas que...
ㅡ¡No, claro que no! Ya sé lo que estás pensandoㅡdijo rápidamente el más bajoㅡÉl me seduce, Minho, tienes que creerme.
ㅡ¿Ese niño te seduce?ㅡempezó a reír.
ㅡSi, idiota. Sabes que soy débil, es muy buen seductor.
ㅡEstás loco, parece muy tímidoㅡdijo con sorpresa, era difícil imaginarse a Félix en una situación así por su rostro tan angelicalㅡEn todo caso, deja de hacer tus cosas aquí, no es tu casaㅡlo regañó, dándole un leve golpe en la parte trasera de su cabeza.
ㅡNo seas groseroㅡse quejó, sobando la zona en donde había sido golpeado.
ㅡSilencio que ya vienen ㅡsusurró Minho, acomodándose mejor en el sofá, observando a Félix aparecer junto a Jisung.
Minho miró con detenimiento a Jisung, nunca lo había visto con otra ropa que no sea el uniforme, y debía admitir que ese pantalón flojo, esa camisa blanca holgada y el cabello ligeramente despeinado se le veían realmente bien.
Changbin se dio cuenta de la situación, y sonrió con picardía, dándose cuenta de que ahí había algo más.
ㅡYo... Quería saber si quieren quedarse a comer algoㅡdijo Jisung con timidez. Había estado pensando en que debía cambiar su actitud y ya que estaban las únicas personas que le hablaban, tenía que intentarlo por mucha vergüenza que le dieraㅡPero ustedes cocinan, obvioㅡsonrió con nerviosismo con los ojos puestos en algún punto de la sala.
ㅡ¿Hablas en serio?ㅡpreguntó con sorpresa Changbin, era algo repentino.
ㅡSi, en serio. Mejor digan si lo harán antes de que me arrepienta.
ㅡ¡Claro que si, Sunggie!ㅡexclamó con emoción el pelirrojo, tomando la mano de Jisung y llevándolo hacia la amplia cocinaㅡUstedes también vengan, ni crean que no van a ayudarㅡse giró hacia los mayores antes de seguir caminando.
Tomaron la decisión de hornear algunas galletas. Jisung le indicó a los demás en donde estaban todos los ingredientes. Con ayuda de Félix, logró sentarse en una silla del desayunador que estaba en el centro de la cocina, escuchaba los utensilios chocar y las risas de los presentes. Un sentimiento de tristeza empezó a alojarse en su pecho, deseaba con todas sus fuerzas poder ayudar en algo más que en indicar en donde estaban las cosas.
Los demás se escuchaban animados, en especial Félix, como siempre. El chico estaba tan concentrado haciendo el glaseado junto a Changbin que no se dieron cuenta de que Minho había tomado algunos ingredientes para preparar la masa.
Minho se dirigió con las cosas hacia el desayunador en donde se encontraba Jisung que solo se limitaba a sonreír al escuchar la emoción de sus acompañantes. Puso las cosas frente a él para empezar a preparar la masa.
ㅡ¿Puedes ayudarme?ㅡpreguntó Minho, tomando asiento en una silla a un lado del castaño.
ㅡClaro, aunque no creo que pueda hacer mayor cosa.
ㅡMe ayudarás a separar la masa para ponerlas en las bandejasㅡindicó, poniendo frente a él un recipiente grande con la masa preparadaㅡTomaㅡle entregó una bolsa llena de chispas de chocolate.
ㅡ¿Cuánto le pongo?ㅡpreguntó tanteando el recipiente y tomando un puñado de chispas de chocolate con sus manos que estaban cubiertas por unos guantes.
ㅡLo que quieras, depende de cuanto chocolate comas.
ㅡNo me digas eso porque pondré toda la bolsaㅡrió el menor.
ㅡEntonces hazlo, creo que todos aquí amamos el chocolate.
Luego de eso, Jisung tomó dos puñados chispas de chocolate y empezó a mezclarlas con la masa recién preparada. Al terminar, con cuidado separó pequeñas porciones de masa, tal y como Minho le iba explicando para luego ponerlas en la bandeja y hornearlas.
En ese momento, Jisung dejó de sentirse triste, estaba emocionado por poder ayudar en algo, aunque sea mínimo, era mucho mejor que sólo estar sentado imaginando a base de sonidos lo que sus compañeros hacían.
Minho notó la emoción del menor con lo poco que estaba aportando, sabía que debía de ayudarlo a no sentirse marginado o inútil cómo él mismo se decía. Sabía que Jisung necesitaba que le tuvieran paciencia, que lo integraran, y al ver lo feliz y concentrado que estaba, no pudo evitar sentirse bien ante tal imagen, porque había visto sonreír a Jisung muy pocas veces o sus sonrisas eran con sarcasmo, pero definitivamente la forma en la que su sonrisa salia tan genuina era de las mejores cosas que Minho tenía la suerte de presenciar.
Poco a poco se estaba dando cuenta de que Jisung era un chico muy sensible que se emocionaba fácilmente, botando totalmente la imagen que tenía de él hace un tiempo, simplemente tenía que aprender a llevarse con las personas y entender que el talento, la belleza, la inteligencia y el dinero no lo son todo.
Y Jisung se estaba dando cuenta de eso.
La noche empezó a caer sin que se dieran cuenta, habían pasado la tarde dentro la habitación de Jisung que era lo suficientemente grande para estar cómodamente, así que estuvieron comiendo, hablando y escuchando música hasta que en un momento todos cayeron dormidos.
Chan entró a la casa un poco confundido ya que todas las luces estaban apagadas, con un poco de preocupación subió hacia la habitación de su hermano menor, rogando que estuviera ahí y que no se hubiera salido por su cuenta, pero al entrar a su habitación y encender la luz, su pecho se llenó de alivio, sonriendo con ternura ante la imagen del grupo de chicos dormidos en el alfombrado piso tan plácidamente, pero se estaba haciendo tarde.
Al sentir la luz, Félix abrió sus ojos poco a poco, entrecerrándolos para tratar de acostumbrarse a esta, Changbin y Minho hicieron lo mismo. Pero Jisung seguía profundamente dormido, porque claro, todo seguía oscuro para él.
ㅡLo siento chicos~ㅡsusurró con una sonrisa, Chan, saliendo de la habitación.
ㅡSolo vino a despertarnosㅡrió Changbin, arreglando su rubio cabello ya que estaba totalmente desordenado.
ㅡ¡Solo mira que tarde es!ㅡdijo con sorpresa Félix, observando en su reloj que ya eran las siete y quince de la noche.
ㅡPero tú vives al lado.
ㅡLo digo por ustedes porque ya está oscureciendo.
ㅡNo importa, Minho tiene que llevarmeㅡdijo despreocupado el más bajoㅡ¿Cierto, Minho?ㅡpreguntó, dirigiendo su mirada hacia el mayor que estaba ignorando al par de chicos que estaban hablando.
Minho estaba demasiado concentrado en el bonito rostro de Jisung mientras dormía como para ponerle atención a su molesto amigo. No supo en qué momento, Jisung había quedado justo frente a él mientras dormían, pero no se quejaba, ser lo primero que sus ojos veían al despertar no era algo que le disgustaba en lo absoluto. Con sus dedos quitó suavemente el cabello que caía en la frente del menor, sintiéndose perdido en sus bonitas pestañas. Se estaba perdiendo en Jisung más de lo que creía.
ㅡ¿Minho, me estás escuchando?ㅡpreguntó Changbin viendo a su mejor amigo.
ㅡSi, si, yo te llevo a casaㅡle respondió sin verlo.
ㅡVes, es mi chófer asignado para toda la vida o hasta que consiga un autoㅡle dijo al pelirrojo.
Minho empezó a mover con delicadeza a Jisung para despertarlo sin asustarlo, con la intención de acomodarlo en su cama, pero Jisung se negó, el podía hacerlo solo, aunque no pudo evitar sonrojarse. Minutos después, Changbin y Minho se encontraban camino a sus respectivas casas, dejando a Félix y a Jisung solos en la habitación.
ㅡ¿Qué te traes con Minho?ㅡpreguntó directamente el pelirrojo, sentándose a un lado de Jisung que se había puesto un poco nervioso con la pregunta.
ㅡNada, en serio que no es nada.
ㅡNo te creoㅡrió FélixㅡSi supieras como te mira.
ㅡ¿Con lástima? ¿Con burla?ㅡfrunció el ceño el castaño mientras se cruzaba de brazosㅡQuiero ponerme la pijama, ayúdameㅡpidió, levantándose.
ㅡNo seas ridículo, él ha sido muy bueno contigo últimamenteㅡFélix se levantó y empezó a buscar en el armario de Jisung algo para dormir. Al encontrarlo, se acercó a Jisung con la intención de ayudarlo.
ㅡDéjame hacerlo solo ésta vez, pero date la vueltaㅡle dijo, ignorando lo que le había dicho sobre Minho, no quería aceptarlo, pero era cierto que el castaño había estado muy atento con él.
ㅡBien ㅡsuspiró el pelirrojo, dándole la espalda a Jisung que había empezado a desvestirseㅡPero no me cambies el tema, sabes que tengo razón, además, ya no parece que te odie tanto.
ㅡEs obvio, ya no siente que sea competencia para élㅡfrunció el ceño, terminando de vestirseㅡMírame, ¿me la puse bien? Dime que si.
ㅡTienes la camisa al revés.
ㅡDate la vuelta, me la pondré de nuevo.
ㅡNo seas ridículo, ya te vi mil vecesㅡrióㅡEn fin, siguiendo con lo de Minho. No creo que sea por eso que sea así, a lo mejor vio la oportunidad para llevarse bien contigo.
ㅡSi, solo porque estoy en este estado, porque de otra manera jamás se me hubiera acercado.
ㅡJisung deja de ser tan negativo, las cosas ya están, solo date cuenta de lo que está pasando en este momentoㅡdijo con un poco de molestia, no le gustaba cuando Jisung se ponía en ese plan porque se cerraba en esa idea de que nadie querría estar con él o que si lo estaban solo era por lástima.
ㅡ¿Ya me puse bien la ropa?ㅡpreguntó en un susurro Jisung, ignorando lo que Félix le estaba diciendo, no era tan fácil como él decía.
Félix suspiróㅡSi, ya lo hiciste bienㅡse acercó al pelinegro y agarró sus manos, tomándolo por sorpresaㅡLamento haberme exaltado, pero no quiero que tengas esa mentalidad siempre, tu vida es así ahora y aprovecha la oportunidad que tienes para cambiar las cosas o mejorar.
Jisung quería llorar, sabía que tenía que acostumbrarse a su vida de esa manera, acostumbrarse a no tener a su madre, a que su padre a penas le hablara, a que tuvieran que ayudarlo para hacer casi todo. No tenía más opción, pero Chan y Félix tenían razón, ya había empezado a cambiar con su actitud ante las demás personas, pero había algo todavía dentro de él que no estaba seguro de las actitudes de Minho, no esperaba algo así de su parte, tenía derecho a dudar un poco del mayor. Aunque tampoco quería aceptar que específicamente esas acciones estaban causando estragos en él.
A eso de las nueve de la noche, Jisung bajó con sumo cuidado hacia la cocina, sabía que si Chan lo veía haciendo eso en la noche, lo iba a regañar, así que hizo todo el silencio posible. Guiándose con las paredes de su casa logró llegar hacia donde quería, rebuscó con cuidado hasta que encontró las galletas que habían preparado esa tarde, quería darle unas a su hermano y a su padre que no tardaba en llegar.
Agarró el recipiente en donde estaban guardadas las galletas y caminó hacia la sala, esperando con ansias a su padre.
Había empezado a sentir impaciencia cuando por fin escuchó el auto estacionarse frente a la casa. Jisung estaba emocionado, por lo menos así su padre no saldría con alguna excusa para no saludarlo.
El señor Han entró usando su llave, suspirando por el cansancio del día de trabajo. Estuvo a punto de subir las escaleras cuando se dio cuenta de la presencia de su hijo menor. Su corazón dolió cuando lo vio sentado en silencio, murmurando alguna canción, con la mirada perdida, pero no podía irse cuando de seguro ya sabía que estaba ahí.
ㅡJisung... ¿Qué haces aquí?ㅡpreguntó el hombre, acercándose con duda hacia el castaño que sonrió tan pronto escuchó su vozㅡ¿Chan te ayudó a bajar?
ㅡMmm... No, yo puedo bajar solo, pero no lo regañes, estoy bienㅡsonrió hacia donde creería que su padre estaba, pero eso no hacía nada más que entristecer al señor Han.
ㅡBueno... Iré a descansar, ¿quieres que te ayude a subir?
ㅡAhora estuvieron unos amigos aquí en casa y preparamos estas galletasㅡle dijo, señalando las galletas en sus manosㅡY creo que deberías probarlas, quedaron muy bien porque yo ayudé a hacerlas.
El señor Han lo miró con ojos tristes, ver a su hijo de esa forma era terriblemente difícil y por eso evitaba hacerlo, sabía que estaba haciendo mal, pero aún no podía lidiar con la situación.
ㅡPrometo que mañana las probaré, por ahora quiero descansarㅡdijo el hombre empezando a subir las escalerasㅡLe diré a Chan que te ayude a subir, no me gusta que andes solo por la casa.
ㅡNo pretendas que te preocupa mi estado, papá. Sé que estás evitándomeㅡsoltó directamente el menor con tristezaㅡNo le digas nada a Chan, yo subiré en otro momento.
El señor Han no supo que decir, simplemente se retiró y se dirigió hacia la habitación de Chan para avisarle que debía de llevar a su hermano a su habitación.
Chan bajó con pereza a la sala, su padre lo había regañado por haber descuidado a su hermano menor de esa manera, repitiéndole los riesgos de dejarlo caminar solo por la casa. Al llegar a la sala se encontró con Jisung muy inexpresivo.
ㅡMocoso, te llevaré a tu habitaciónㅡdijo, parándose frente al menor que tenía los ojos cristalizadosㅡHey, no lloresㅡle susurró, sentándose a su lado para envolverlo en sus brazos.
ㅡNo quiso comer mis tontas galletasㅡdijo con más enojo que tristezaㅡEntonces que no las coma, me las comeré todas yo solo y no me importa si me duele el estómago despuésㅡlas lágrimas habían empezado a salir.
ㅡYo también quiero, no seas egoístaㅡdijo el mayor, separándose de su hermano para tomar las galletas y empezar a comerlas.
Y así estuvieron en silencio ambos hermanos comiendo las galletas de las que estaba tan orgulloso el pelinegro por haber ayudado. Chan dejó que Jisung llorara lo que quisiera hasta que empezó a darle sueño.
Odiaba ver a su hermano sufrir a causa de la actitud estúpida de su padre, suficiente tenía con todo lo que ya habían pasado. De seguro si su madre estuviera ahí, Jisung no estaría tan triste.
ㅡVen, vamos a dormir que ya estás cansadoㅡhabló Chan, levantando a Jisung con cuidado.
ㅡYo puedo subir solo, de verdad puedo andar en mi propia casa.
ㅡLo sé, pero quiero llevarte yo ¿No puedo ser amable con mi tonto hermanito?
ㅡTú eres más tontoㅡdijo Jisung con un pucheroㅡPero bien, si vas a ayudarme, entonces cárgameㅡextendió sus brazos para que el mayor hiciera lo que estaba pidiendo.
ㅡLo haré solo esta vez, no te acostumbres que estás empezando a pesar muchoㅡempezó a reír, cargándolo entre sus brazos hasta su habitación.
ㅡDices eso porque me tienes envidia.
ㅡClaro que siㅡrespondió Chan, dejando a Jisung en su camaㅡHablaré con papá, te prometo que todo estará bienㅡtrató de animarlo, esperaba que su padre quisiera escucharlo.
Jisung asintió con una media sonrisa, teniendo la esperanza de que su padre dejara de evitarlo por algo de lo que no tenía la culpa.
Que mala onda el señor Han👎🏼
Ando muy nerviosa porque veré el concierto😭❤️
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