Jimin era alguien muy tranquilo, no grosero, como algunos pensarían por sus malas miradas, solo no sabía expresar sus emociones con claridad al  ser criado sólo por su padre alfa, se perdió de varias cosas que los hijos omegas hacen con sus padres o madres omegas, el Señor Park KangMin era alguien igual de malo con sus emociones que su hijo, una extrella en el mundo de la lucha libre, enseñándole a su hijo como defenderse de un ataque por la espalda, pero no a como expresar correctamente los sentimientos.

Yoongi entendía todo eso, aún se estaba dando el tiempo de conocer a la pequeña familia park, KangMin a pesar de ser malo con las palabras, era un hombre divertido, justo como jimin a veces.

Para yoongi era una ilusión cada palabra linda que jimin le decía, yoongi era un romántico, al haberse criado con su padre alfa, su madre omega y sus 9 hermanas, igual de fans del romance, inculcandoselo a yoongi, que era el único hombre de la familia, después de su padre.

— Yoon... — llamó jimin en un susurro, volteando a mirar a yoongi.

— Dime, amor. — contestó yoongi, volteando también para poder ver los ojos de jimin.

estaban acostados en el enorme patio de la casa de yoongi, uno junto al otro, viendo la luna y las estrellas en los ojos del otro.

— Te amo ¿lo sabes? — dijo jimin, yoongi sintió su corazón palpitar con fuerza y una sonrisa se dibujó en su rostro.

— Lo sé, también te amo ¿hay una razón para que me lo digas tan de repente? — pregunto yoongi, porque no era tan usual escuchar esas palabras de jimin.

— Solo, a veces tengo miedo de que puedas olvidarlo, ya sabes, no soy un omega normal, a veces me estreso si me abrazas, y casi no te digo cuanto te quiero pero tu siempre estas ahí con tus regalos y palabras bonitas... a veces tengo miedo de que te canses de mí. — dijo jimin, desviando su mirada al cielo, para que yoongi no se diera cuenta de las lágrimas que amenazaban en salir de sus ojos.

Yoongi se sentó, mirando a jimin un poco preocupado.

— Amor... sé lo mucho que me amas, y no eres un omega normal, eres mucho mejor que eso, no necesito que me digas a cada rato que me amas, se que lo haces, con solo dejarme estar a tu alrededor me doy cuenta de que me quieres, mi amor, yo nunca voy a dudar de lo que siento por ti. — Yoongi tomó discretamente la mano de jimin entre la suya, y no supo en qué momento jimin ya había comenzado a llorar.

— Lo siento, no soy un buen omega, ni siquiera puedo prepararte algo bonito, lo siento... — Yoongi abrazo a jimin con fuerza, acariciandole la espalda, apaciguando el llanto.

— No necesito que seas un buen omega, solo necesito que seas jimin, mi lindo omega, tampoco tienes que prepararme cosas lindas si no te sientes bien, jimin eres precioso y te amo justo como eres ahora, incluso si cambiás te seguiré amando, pero no cambies por mí, si deseas cambiar, hazlo por ti mismo, porque enserio, como sea te voy a seguir amando. — decía yoongi al oído del omega, quien aún soltaba pequeñas lágrimas.

jimin se alejó un poco de yoongi, estirando se para tomar su mochila, porque desde que llegaron a casa de yoongi habían estado en el patio. Busco un poco y sacó algo, una cajita mediana Azúl oscuro, con dibujos de conejitos, entregándosela a yoongi a la par que secaba sus lágrimas.

— Yo trate de hacerlo por mí mismo, no me salió bien así que me frustre y solo lo compré. — dijo cuando yoongi tomó la caja, abriéndole y viendo el contenido, trufas de chocolate, las favoritas de yoongi.

Yoongi dejó la caja cuidadosamente sobre el césped, lanzándose a jimin en un abrazo y agradeciéndole con fervor y diciéndole que era el mejor omega del mundo, el más lindo, el más perfecto.

y jimin sonrió en grande, aunque yoongi no podía verlo, jimin sonrió, porque con Yoongi se sentía completo.

 𝙱𝚞𝚗 𝙱𝚞𝚗𝚗𝚢

Esta historia es amor, diosmio.

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