El cortejo entre jimin y yoongi no había durado mucho, sólo un mes, un mes les pareció suficiente para ser pareja, además yoongi era muy rápido también, porque había investigado todo lo que a su omega le gustaba y eso a jimin le había cautivado pues le gustaba que la gente mostrara interés.

Se habían convertido en una pareja envidiable, porque los dos eran realmente populares en el instituto, yoongi porque a parte de ser un gran deportista, era el alfa soñado de cualquier omega o beta, todo un caballero que te deslumbraba con su sonrisa y amabilidad, y jimin, por ser un omega fuera de lo común, demasiado sexy incluso para el propio bien del omega, un poco tierno a veces, pero que podía matarte con la mirada si te cruzabas en su camino.

— Amorcito ¡Te traje ésto! — Yoongi le entregó una cajita color verde menta y adornada con un lazo blanco.

Jimin tomó la caja que el alfa le entregó y la abrió, encontrándose una porción de pay de limón, su postre favorito, sonrió y dejó un beso en los labios de yoongi, quien le sonrió de vuelta.

— Gracias yoon... — fue lo único que dijo jimin, empezando a comer el postre, y ofreciendole a yoongi algunas veces, quien aceptaba gustoso

Jimin no era muy bueno con las muestras de afecto, para yoongi estaba bien así, no le molestaba, le parecía lindo y divertido como jimin aveces se contenia de hacer algunas cosas solo por mantener su postura, sin embargo a veces jimin le consentía con sus dulces te amo, sus cálidos abrazos y bellas sonrisas, y yoongi sabía que era amado

En cambio yoongi no es que fuera una bomba de emociones, sin embargo no era difícil notar los cambios de humor en el alfa, aunque casi siempre mantenía una postura neutra, con su omega era todo un pastelito, no era un alfa temible, no le gustaba ese aspecto, pero se daba a respetar y estaba bien con eso, tampoco era muy afectivo con gente que no era de su círculo social.

Se complementaban bien.

— ¿Quieres venir a mi casa luego? papá no va a estar, podemos jugar un rato. — propuso jimin, comiendo el último bocado de su postre.

El conejito de yoongi alzó sus orejas, más que interesado.

— Que atrevido eres amorcito, pero está bien vamos, ayer me pagaron las pasantias en el estudio, ya podemos subir a diamante en league of legends. — dijo yoongi, orgulloso de tener su propio dinero y poder darse gustos con su omega.

— No me refería a ese juego yoonie... — jimin ronroneo un poco para que yoongi comprendiera sus intensiones, supo que lo había captado cuando las mejillas del alfa se tiñeron de un potente rojo.

— Aaaah, bueno, hubieras dicho desde antes, ese juego también me gusta bastante. — dijo yoongi, tratando de verse relajado.

Jimin le sonrió a yoongi, coqueteandole un poco, para luego empezar a reírse juntos.

sí, una pareja que muchos envidiaban.

 𝙱𝚞𝚗 𝙱𝚞𝚗𝚗𝚢

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