yoongi recuerda perfectamente el día que conoció a su hermoso jimin, apenas había ingresado a la escuela , así que no conocía a nadie y le daba un poco de vergüenza preguntar dónde quedaban los salones.

Según su horario, le tocaban clases en el auditorio y el profesor que le había "mostrado" las instalaciones el día anterior le había dicho que habían dos ¡Dos! ¿como iba a saber yoongi a cuál debía ir? ¡ni siquiera sabía con certeza dónde quedaban!. Caminó a pasos rápidos por los pasillos, buscando algo que le indicará que estaba yendo a lugar correcto, de repente, una enorme puerta se iluminó en su camino, debía ser ese, tenía pinta de auditorio, yoongi estaba seguro.

entró casi corriendo y pidiendo una disculpa ahogada, pero calló cuando una melodia suave lo envolvió y su mirada se fijo en el esbelto cuerpo de un chico bailando en el escenario del auditorio, con movimientos delicados y ágiles a la par perfecta de la música.

Divino.

pensó yoongi.

- ¿Buscas algo? - una voz un poco tosca, pero extrañamente suave, lo sacó de su trance, haciéndolo mirar en esa dirección.

Quién antes bailaba, ahora lo miraba a lo lejos, con los brazos cruzado y el ceño fruncido (deducia yoongi, por su silueta, puesto que la lejanía no lo dejaba verlo bien)

Yoongi bajó un poco las escaleras para llegar al escenario, tratando de ver mejor la figura que lo había cautivado.

- Lo siento, no quería interrumpir, soy nuevo y buscaba el auditorio. - Dijo yoongi.

y joder, que hombre tan bello, su rostro tan divino y esa figura desligada pero con algunos músculos marcados, cabello oscuro y esos ojos tan brillantes que le hicieron sentir una estampida de elefantes en su estomago.

- Las clases fueron cambiadas de este auditorio a el escenario en el patio. - Fue lo único que dijo, para luego bajar de un saltito del escenario y tomar su botella de agua.

-... Creo que ya no quiero ir a esa clase. - murmuró yoongi, totalmente embobado por la belleza de ese hombre.

- ¿Disculpa? - preguntó él, pues no le había escuchado.

- Nada, lo siento, es solo que eres divino y amé tu manera de bailar. - mencionó yoongi y el bufó, sin decir nada al respecto. - Soy Min yoongi.

- Jimin. - fue lo único que dijo, para luego tomar su mochila y botella de agua, y caminar hasta la salida trasera del lugar.

jimin, jimin.

jimin.

oh mierda, jimin, habías encantado el corazón de ese pobre chico.

o pobre jimin, que había ganado la atención de yoongi.

El día siguiente a ese, fue raro para jimin, pues yoongi le había saludado en la mañana y en el primer descanso, el mismo le había regalado un agua de fresa.

y así el día siguiente, yoongi siempre le saludaba en las mañana y se acercaba a él en los descansos.

y jimin quería patearlo, pero también quería que se quedara a su lado.

- ¿Podrías quitarte? - se alejó del abrazo del que hasta ahora reconocía cómo un alfa.

- Lo siento, solo que hoy estas muy bonito. - halago yoongi, y jimin solo volteó sus ojos, molesto.

Molesto pero con el corazón latiendo fuerte.

Pero es que para yoongi, desde el primer día, jimin le pareció divino.

 𝙱𝚞𝚗 𝙱𝚞𝚗𝚗𝚢

Jqldqldoqla m gusta actualizar

spoiler: /desaparece un mes

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