El sonido de una llamada lo despertó, se zarandeo molesto entre las sábanas, buscando su teléfono entre las almohadas con pereza, puesto que era domingo y precisamente ese día no quería existir.

— Ah. — murmuró al contestar, ni siquiera sabía quién era.

— Soy yo. — dijeron del otro lado, era jimin, y yoongi soltó un suspiro para luego sentarse en la cama y  tallarse los ojos con cansancio.

— Buen día amorcito ¿por qué estas despierto tan temprano? — le preguntó, porque jimin amaba dormir.

— Son la una de la tarde, yoon. — respondió jimin, y yoongi alejó su teléfono para ver la hora y confirmar que así era.

— Lo siento, me acabo de levantar. — dijo y se deleitó con la risita de jimin — pero ¿pasó algo, amor? — preguntó, porque jimin usualmente no lo llamaba mucho.

— ¿Saldremos hoy? — preguntó jimin y yoongi hizo una mueca.

realmente no tenía ganas de existir ese domingo.

— ¿Quieres ir a algún lado? — jimin hizo un sonido de negación y yoongi festejó, en su mente, porque no quería moverse ni un poco. — ¿'tonces? —

— Me refiero a ¿tu tienes algo que hacer? ¿trabajo? —

— No príncipe, hoy no tengo nada que hacer, por eso dormí hasta ahora, pero si quieres salir hoy podemos hacerlo. — Yoongi rogó porque jimin negara, no es que no quisiera verlo, solo que enserio, muy enserio, no tenía ganas de existir ese domingo.

— Voy a tu casa, tampoco tengo nada que hacer y no quiero salir, pero tampoco quiero estar solo — y yoongi no dijo nada, porque jimin ya le había colgado.

soltó un suspiro y solo volvió a dormir, cayendo en un sueño profundo del cual sabía que no despertaría hasta algunas horas después.

[...]

Yoongi despertó con una molestia en su nariz y varios toquesitos en su pecho y cuello, se removió un poco, y arrugó su nariz por las ganas de estornudar, pero le daba flojera, se acababa de levantar. No fue hasta algunos minutos de meditación después, que yoongi de dio cuenta de la razón de su cosquilleo en la nariz, era el cabello de jimin, y los toques que sentía en su cuello, era él mismo repartiendo besos.

Tierno, dioses, jimin había ido a su casa solo para dormir junto a él.

— Amor... — llamó, y jimin hizo un sonido con la garganta, dándole a entender a yoongi que le prestaba atención, pero sin salir de su escondite entre el hombro y cuello de su novio conejito. — ¿Llegaste hace mucho? me hubieras despertado.

— Estabas durmiendo y yo también quería dormir. — jimin pasó sus brazos lado a lado alrededor del torso del alfa, también subiendole su piernita, quedando casi encima de yoongi.

yoongi también se acurrucó, poniendo una de sus manos en la cintura de jimin, y la otra en su cabello, dejando leves caricias, muy leves, porque aún no se quería mover.

— ¿Hora? —

jimin miró su reloj, que no se había quitado, porque no llegó muy bien a la residencia Min y se durmió junto con su novio.

— Cinco y cuarenta y tres. —

yoongi soltó una queja, porque había dormido mucho y probablemente en la noche no tendría tanto sueño.

jimin no dijo nada más, solo dejó otro beso en el cuello de yoongi.

unos minutos de más tranquilidad pasaron cuando la puerta de la habitación de yoongi se abrió con fuerza, dejando ver a chaeyoung, una de las hermanas de yoongi.

— ¡Hey! ¿Hasta cuando van a dormir, uh? Papá dijo que bajen de una vez a comer algo, porque yoongi no desayunó y probablemente ninguno de los dos comió algo aún. — reclamo la chica, para luego marcharse dando un portazo no intencional, pero que hizo que la pareja se quejara por el fuerte ruido.

— ¿Subo la comida? — preguntó jimin, y yoongi negó, jimin no tenía por qué hacer eso.

— No príncipe, vayamos los dos a comer algo, papá cocinó así que debe estar delicioso. — jimin asintió y se sentó en la cama, frotando sus ojos y estirandose.

yoongi sólo se limitó a ponerse sus pantuflas y esperar a jimin para bajar.

una vez llegaron al salón de comedor, donde se encontraban todas sus hermanas, y sus padres, jimin saludo a algunas de las hermana de yoongi y tomaron asiento en la Gran mesa.

— ¡Wah, luces tan muerto! — se burló Jihyo, haciendo reír a los demás en la mesa.

— Oh, jimin, no te veo desde hace unos días ¿como estás cariño? — saludo la señora Min.

y la atención se fijó totalmente en jimin, quien a pesar de estar un poco abrumado, contestaba alegre las preguntas y escuchaba lo que todos tenis para decir.

así nadie se daba cuenta que yoongi se estaba quedando dormido de nuevo mientras masticaba.

 𝙱𝚞𝚗 𝙱𝚞𝚗𝚗𝚢

jaldqldlwls me desaparecí un tiempo. pero ya saben, les amo

porfavor si lees también gimme milk, dame un tiempo y estaré publicando el epílogo 😔😔😔😔

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