—Entonces, ¿nos acompañarás esta noche a la fiesta de Jackson? — me preguntó Hyunjin tras girarse hacia a mí.

—¿Qué has dicho?

—Fiesta de Jackson esta noche, ¿vendrás?

—No lo creo— murmuré.

—¿Qué? ¿Cómo puede ser posible que no asistas a la fiesta de Jackson? ¡Son épicas! — preguntó Jisung con incredulidad.

—Tan épicas que se intoxicaron cien personas en la última fiesta y otras tantas terminaron en la cárcel— dijo Felix. —Además, incendiaron la mansión de Jackson puesto que prendieron fuegos artificiales en la cocina. 

—Pero, ¿te moriste? — le preguntó Seungmin. —No sé de qué te quejas si tú fuiste uno de los que dio la idea de prender los fuegos artificiales.

Felix se giró hacia a Seungmin. —Es cierto— concordó —, sin embargo, les pedí que fuera en el patio y no en la cocina.

—Hyunjin fue quién dijo que en la cocina— dijo Jeongin tras tomar asiento junto con Seungmin que se encuentra al lado de Felix.

—Jeongin, eso quiere decir que tu novio fue el culpable del incendio— se burló Changbin.

—¡Estaba ebrio! — soltó Hyunjin con frustración.

—¿Solamente ebrio? — Jisung preguntó con tono burlón.

—Ya. Dejemos eso atrás— suspiró con pesadez —Minho, ¿vendrás?

—Tengo asuntos pendientes esta noche— mentí. —El lunes me cuentan lo que sucedió. ¿Ok?

—¿A dónde irás?

—No te diré— saqué la lengua y me giré hacia las puertas de la cafetería.

—¡Tendrá una cita con un pito! — gritó Hyunjin a todo pulmón logrando que todos los estudiantes se giraran hacia la mesa. —¿Qué? Como si nunca hubiesen visto uno.

—¡Dios mío, es culpa tuya que nos miren así! — se quejó Felix —¿Por qué gritas eso?

—¿Estás tímido, Felix? — preguntó con tono burlón Hyunjin —Porque no creo que lo estés cuando Changbin te está follando duro.

—¡Claro que no es tímido! — intervino Jackson tras hacer acto de aparición —Felix grita: ¡DIOS! ¡SÍ! ¡DAME MÁS! ¡AH! ¡AH!

Una mochila voladora le dio directamente en la cara a Wang y esté simplemente tomó asiento mientras se carcajeaba junto con el resto de los chicos.

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Me detuve frente las puertas del lujoso hotel y sin pensarlo más, me adentré en el edificio de más de treinta pisos y caminé directamente al elevador. Oprimí el botón con el número veinticinco y suspiré cuando las puertas se cerraron.

Las puertas se abrieron y caminé a paso lento por el largo pasillo hasta llegar a la puerta con el número que me fue enviado por aquel hombre apuesto. No puedo negar el hecho de que me siento sumamente nervioso puesto que nunca ha visto mi rostro y tengo la inseguridad de que podría rechazarme ya que no podría cumplir sus posibles actas expectativas.

La puerta fue abierta y me quedé helado al encontrarme con una brillante mirada que me estudia con lentitud y hambre. Habíamos estado enviándonos fotos y teniendo una que otra conversación caliente, pero en estos momentos esa pasión que habíamos sentido se elevó al doble y me siento terriblemente deseoso de ser poseído por él.

Entré a la habitación y tomé asiento en la cama esperando por las indicaciones del apuesto hombre que se ha parado frente a mí. Su porte de elegancia y autoridad le hacen ver mucho más atractivo y caliente, así que espero con ansias sus órdenes. Algo entre mis piernas me duele demasiado y pide a gritos ser tocado por ese maravilloso hombre que me ha vuelto loco por completo.

Como si hubiese leído mis impuros pensamientos se acercó a mí y comenzamos a besarnos como si no hubiese un mañana. La lengua de Bang Chan me invadió la boca por completo y los dos rodamos sobre el colchón, lamiéndonos. La erección de Chan se me clavó en la cadera cuando se colocó encima y sentí una deliciosa corriente embriagadora recorrer todo mi cuerpo. Nos frotamos una vez... dos... tres... es sumamente placentero. Pasé las uñas por su espalda después de que se deshizo de la camisa y el saco a una velocidad impresionante y ronroneó de gusto a la vez que fingía una embestida entre mis muslos.

—Quítate el pantalón— le pedí entre ligeros gemidos de placer.

Chan se quitó el pantalón junto con su bóxer y con gusto tomé su duro y erguido miembro que esperaba gustosamente por mi atención. Chan gimió cuando empecé a mastúrbalo despacio como si estuviese conociendo lentamente el territorio sin prisa alguna.

—Chúpamela— pidió con un gesto provocador.

Bang Chan es increíble y musculoso que me deja sin aliento puesto que es perfecto e ideal para comer aquí y para llevar. Bajé mi rostro hasta su miembro y comencé a chupárselo. Lo tragué hasta el fondo y succioné con hambre mientras la sacaba de mi boca gimiendo en el delicioso proceso porque de pronto hacerle una mamada era lo único que realmente deseo en este mundo.

—Dios... Minho— gimió envuelto en placer —. No pares.

Quizá ha sido a causa del placer que me ha cegado por completo que no presté atención a un punto de importancia: Bang Chan ha dicho mi nombre y yo no se lo había dicho puesto que quería evitar posibles problemas.

Le pasé la lengua casi tímidamente por todo el tronco antes de tragármelo de nuevo. Lo escuché maldecir entre dientes y me agarré a sus piernas para ayudar a impulsarme hacia delante y hacia atrás cubriendo mis dientes con los labios. Chan empujó un poco más su cadera hasta el fondo de mi garganta con un gruñido y contuve una arcada; miré hacia su rostro a través de mis pestañas y lo vi morderse el labio.

—¿Te gusta? — asentí. La saqué y succioné nuevamente con fuerza —. Oh, Dios... — gimió con satisfacción moviéndose hacia el fondo de mi garganta —¿Sabes lo bien que lo haces? ¿Sabes lo jodidamente bien que me lo chupas?

Debo aceptar que me siento como todo un maldito dios de las mamadas y eso me agrada demasiado puesto que no sentirá lo mismo cuando su asquerosa y patética novia le dé una mamada sin gracia ni mucho menos pasión. Si hubiese podido sonreír lo hubiera hecho. Volví a meterme su erección en la boca. Gimió con los dientes apretados y empezó a jadear. Me apartó del pelo y empujó hacia el fondo de mi boca con cuidado y me miró, como preguntándose si podía correrse pronto. Respondí de la mejor manera posible ya que me metí de nuevo su miembro en la boca y comencé a succionar, lamber y jugar con mi lengua alrededor de la cabeza de su falo, ayudándome con la mano hasta que explotó lanzándome su orgasmo en lo más hondo de mí garganta. Tragué sin pensarlo y tragué más hasta que lo limpié todo. Dejé un beso juguetón en la punta y me separé.

Se movió con celeridad para quitarme toda la ropa; besó mi abdomen y después bajó directamente a mi miembro. Me acarició con sutileza y después lo metió en su boca mientras gemía a causa del placer. Su lengua se movió de arriba abajo y después de sacarlo de su boca mordisqueó con cuidado la cabeza de mi pene y sonrío abiertamente tras verme desfallecer a causa del placer que me está dando. Mientras que se encargaba de darme placer con su diestra dirigió su lengua hasta mi entrada y la introdujo allí un par de veces.

Vibré entero. Me aceleré. Chan se aceleró. Intenté alejarlo, pero él me alejó con su mano y movió de nueva a cuenta su lengua dentro de mi agujero que lo espera gustosamente. Bang me penetró con un dedo y después con dos con la ayuda de su saliva y el líquido pre seminal que ha hecho acto de presencia. Sacó los dedos y volvió a juguetear con su lengua que se dedicó a ejercer presión y fricción continua en mi agujero y luego introdujo nuevamente sus dedos una y otra vez dentro de mí. Las constantes caricias me hicieron explotar por completo en un orgasmo brutal.

—¿Terminarás con tu novia? —le pregunté tras recostarme en su pecho.

—¿Debería hacerlo? — preguntó tras darme un rápido beso en los labios. 

—¡Claro! ¿No ves que soy mejor que cualquier otra persona? — sonreí con falsa timidez mientras lo montaba para iniciar con la segunda ronda de sexo que lo dejará más satisfecho y, será mío para siempre.

—Me gusta que seas así.

—¿Sí? — le besé con pasión. —Entonces, seré solamente tuyo si tú eres mío.

—Trato hecho— sonrió —¿Recuerdas el trato de confidencialidad? — asentí a modo de respuesta —Iba a pedirte que lo firmaras para evitar que hablaras sobre nuestros encuentros casuales, pero creo que ya no es necesario. Por ahora vamos a disfrutar...

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[✐━] Capítulo corregido: mayo 3, 2022.