16. Inicio de algo.
Simplemente no sabía como dejar ese sentimiento de lado, estaba desesperado, quería saber que fue lo que hablo con su padre.
Gon era muy, pero muy importante para él, estaba preocupado, ¿Que tal si su padre lo lastimaba de nuevo?, a pesar de estar preocupado, tampoco quería llamarlo, tenía miedo.
- ¡Killua! —gritó Alluka.
- ¿Qué pasa? —respondió el albino mirando a su hermana.
- ¿Qué si me veo bien? —preguntó rodando los ojos.
Ambos hermanos habían salido a petición de la azabache para buscar que ponerse el día de la fiesta, cosa que no quería el albino pero al ser petición de ella, no pudo negarse.
- Si, te ves bien —dijo el albino.
- Oh vamos, solo llámalo —dijo con una sonrisa.
- No —dijo negando con la cabeza.
- ¿Acaso quieres que Gon siga sintiéndose mal pensando que te gusta Hanako? —preguntó la azabache como si nada, mirando un nuevo vestido.
- ¿Que dijiste? —preguntó el albino sorprendido.
Alluka se quedó muda, la había cagado. Trataba de buscar las palabras correctas para decir que era un malentendido.
- ¿Yo? —preguntó señalándose con una mirada que denotaba confusión, fingida.
- Si tú —dijo el Zoldyck alzando una ceja.
- Ohhhh yo nada —dijo la chica volteando hacia otro lugar.
- Alluka, dime —ordeno el albino.
- No —dijo la chica, pero antes de que su hermano hablara, hablo — No sé de qué me hablas.
- ¡Oh vamos, Alluka! —gritó el chico.
- No sé de qué hablas —dijo la chica dándole una sonrisa de oreja a oreja.
Y así paso Killua, toda la tarde pidiéndole, no, rogándole a su hermana que le dijera que demonios había sido eso que dijo. Sin embargo, no logró sacarle nada a su adorable hermanita.
Gon por otro lado estaba hablando por teléfono con Bisky, después de haber terminado de comer con su abuela y tía, llamo a su mejor amiga, más que eso, hermana.
Bisky: Dile a Mito-san que lo siento, iré después.
Gon: Sabes que no hay problema, a ella le gusta que vengas.
Bisky: Y a mi me gusta ir, por cierto, ¿Que sucedió con tu padre?.
Gon: Me invito a irme con él, ¿Recuerdas lo de nuestros planes?, era sobre eso, me negué.
Bisky: ¿¡Que hiciste que!?, ¡Gon!, ¡Ese era tu sueño, desde que nos conocimos hablabas de ello con tanta pasión, tienes la oportunidad, ¿Por qué te negaste?.
Las palabras de su amiga resonaron en su cabeza, ¿Por qué?, eso ya estaba decidido, no podía, simplemente no podía abandonar a su familia.
Sabía que si él decidía irse, Bisky, su tía y su abuela lo apoyarían, pues en el pasado ya habían hablado de ello y ellas habían aceptado; incluso Bisky ya se había hecho la mentalidad de que Gon se iría y ella debía apoyarlo sin importar dónde estuviera.
Lo único que quería ahora... Era una disculpa de su padre, solo eso.
Además después de que su padre se fuera y jamás regresará, se hizo a la idea de que ese sueño no lo lograría solo y no ahora, así que comenzó a pensar en opciones, al único fue difícil, pues, abandonar un sueño que tenías desde niño no es muy fácil y lindo que digamos... Pero encontró algo que ahora también anhelaba hacer.
Gon: Porque no, porque estoy bien así, porque ahora tengo más cosas en mente, además no perdonaré a Ging tan fácilmente.
Bisky: Piensa las cosas bien, no quiero que tengas una vida infeliz por no seguir tu sueños.
Gon: ¿Y quién dice que no los estoy siguiendo?, tranquila Bisky, todo está totalmente pensando.
Bisky: Jamás te había escuchado hablar tan seriamente, bueno también hablaste así cuando dijiste lo de Killua.
Gon se quedó estático en el momento en el que había escuchado el nombre del albino. Estaba tan metido en sus pensamientos llenos de su padre, sus metas y sueño que había olvidado el pequeño detalle de la mañana.
Gon: ...
Bisky: Oh vamos, en serio puedo imaginar tu cara en estos momentos.
Gon: N-no es gracioso.
Bisky: Claro que lo es, dimeeee, ¿Aún sigues con la idea de olvidar a ese chico?.
La vos de Bisky sonaba de una forma tan burlesca, que a Gon no le faltaban las ganas de colgarle.
Gon: Eso sigue en pie.
Bisky: Espera un momento, ¿Gon, Gon Freecss se dará por vencido?, ¡Esto sí que es un milagro!.
Gon: Ya te lo dije, no quiero perderlo y si el es feliz yo seré feliz.
Bisky: Que romántico nos salió este pequeño, le creería si no supiera que ese pequeño niño es un egoísta que muy seguramente quiere a Killua para él solito.
Gon estaba sonriendo, le daba mucha risa como es que Bisky hablaba, además debía admitir que lo conocía muy bien, claro que quería a Killua para él, pero... No, no podía, ni siquiera sabía cómo llegar a su corazón.
Gon: Estoy a nada de colgarte.
Bisky: Hazlo, de todas formas ya tengo sueño y... Cumplí mi misión, ahora te quedarás toda la noche pensando en esto, como sea, descansa idiotaa.
Dicho esto la rubia colgó, Gon solo pudo reír, Bisky era rara y sentía que algo le escondía, pero tampoco pensaría mucho en eso.
De todas formas... ¿Cómo podía acercarse a Killua de esa forma?, él nunca había coqueteado con nadie, ni siquiera con Kiyoshi de hecho el castaño era quien comenzaba, Gon solo le seguía la corriente.
Su cabeza divagó mucho, imaginando situaciones con Killua, pero que definitivamente nunca de los nunca haría, era vergonzoso, además solo lo había visto en películas de romance chica y chico, ¿Se vería bien haciéndolo?. Soltó un suspiro lleno de frustración y de pronto a su mente llegó ese momento en la escuela, en la que de verdad quería besar a Killua y que él pensaba que ese albino también quería.
Se sonrojo, se tocó las mejillas, efectivamente se sentían cálidas. Dió pataleadas en su cama, se sentía tan nervioso de ir mañana a la escuela, era como cuando de niño no podía dormir porque sabía que Papá Noel llegaría por la noche a entregarle sus regalos; la sensación era parecida.
Vio su reloj, las 10 de la noche, salió de su habitación y bajo las escaleras, tenía sed. Al bajar vio a su tía sentada, mirando la televisión, su tía siempre veía las películas románticas que salían a esta hora. Tomó un vaso de agua que bebió rápidamente.
Miro a su tía que estaba muy concentrada en lo que veía, ¡Perfecto!, ¡Su tía!, ¡Ella podría ayudarle!.
- Mito-san —dijo el moreno, sentándose en el sillón alado de ella, la mujer lo volteo a ver indicándole que tenía su atención y que hablara.
- ¿Alguna vez te has enamorado? —preguntó el chico. La mujer se sorprendió por la pregunta del chico, puesto que él nunca había hecho este tipo de preguntas.
- Si, pero hace mucho tiempo —dijo la mujer recordando algún amorío que tuvo de joven.
- ¿Cómo le hacías saber que te gustaba? —preguntó muy curioso.
- ¿Cómo?, veamos —la mujer se quedó pensativa, está plática le daba mucha risa —Bueno, siempre le dejaba notas en su butaca, era algo tímida.
La mujer cabellos naranjas rió para si misma al recordar aquella, luego miro a su sobrino que la miraba confundido y sonrió divertida.
- Ya sabes, algo así como "Me gustas, pero lo quiero que sepas" —dijo la mujer.
- ¿Cómo por qué no quisieras que supiera? —preguntó Gon aún más confundido.
- Ay Gon —la mujer rió — Precisamente por eso, yo no quería que supiera, así que le daba cartas diciéndole lo mucho que me gustaba y listo, veía su reacción.
Gon se quedó pensando, lo que hizo que Mito sonriera de forma burlesca.
- Dime, ¿Por qué tantas preguntas acerca de eso? —preguntó riendo.
Inmediatamente Gon, al escuchar la pregunta, su mejillas se pusieron de un color carmín, que obviamente no paso desapercibido por Mito.
- P-por nada —dijo el moreno.
- ¿Te quieres declarar? —preguntó sonriendo.
- No, no —depronto sus mejillas se colorearon más de rojo, estaba avergonzado por hablar de ellos con su tía — Más bien quiero que sepa que me gusta.
- Ohhh, quieres conquistarlo —dijo su tía con una sonrisa coqueta. Gon asintió.
- Mmm las cartas funcionarían pero sabiendo como eres... Mmm que tal si eres más cariñoso —dijo la mujer sonriendo.
- No sé cómo hacerlo —dijo Gon, con un adorable puchero.
- Mmm entonces... Solo se tu mismo con él, no creo que él se resista a tu bella sonrisa —dijo la mujer. Gon sonrió ante el elogio.
Después de un rato, hablando, Gon entro a su habitación, dispuesto a dormir, aunque... Vio su libreta en el escritorio, se sentó , tomo un bolígrafo y escribió.
"Me gustan mucho tus ojos."
Gon sonrió, al recordar los ojos azules de su amigo, eran tan lindos y profundos, después de ello, ahora sí, se acostó a dormir.
Al día siguiente, Gon caminaba directo a su salón de clases, bostezando. De pronto vió a Killua no muy lejos de él, así que se apresuro a caminar a su lado, pero antes de llegar una chica se paró frente a él. Gon comenzó a caminar despacio, aunque quería escuchar que le decían. Pudo ver qué la chica le acercaba algo pero Killua no lo acepto.
Gon suspiro aliviado, aunque... Killua era muy guapo, era obvio que tuviera chicas atrás de él, todo sería más fácil si Gon fuera niña.
Killua comenzó a caminar dejando a la chica con aquella ¿carta?, en sus manos, otras dos chicas se acercaron parecía consolarla. Gon camino rápido para ir con el albino.
- Buenos días Killua —dijo Gon viéndolo con una sonrisa, mientras seguían caminando.
- Buenos días Gon —dijo el albino bostezando.
- ¿Cómo estuvo tu día, ayer? —preguntó el moreno.
- Bien aunque estuve preocupado —dijo dando otro bostezo.
- ¿Por qué?, ¿Que paso? —preguntó el moreno.
- Pues por ti, ¿Por quién más? —dijo el albino sin mucho interés, hasta que callo en cuenta de lo que dijo, sus mejillas se tornaron un poco rojas y volteo a ver a Gon, para arreglar su malentendido, sin embargo, al mirar al moreno, vio esa sonrisa que siempre lograba cautivarlo y esos ojos color miel que destellaban un brillo único.
- Gracias por preocuparte —dijo Gon, el moreno aún no decifraba como es que con unas simples palabras si corazón palpitaba demasiado rápido.
- Si am... Oye —Killua no sabía que demonios iba a decir, solo hablo, estaba nervioso, tener a Gon de una forma tan dulce ante sus ojos, hacia que su cerebro no respondiera correctamente.
- ¡Hey, Gon! —se escucho un grito, era Kiyoshi. Killua miro al castaño, con odio, había olvidado aquella declaración de guerra, que aunque no había aceptado directamente, él sabía que no quería perder, menos contra él, ese chico había jugado con Gon y él lo escucho, aquella vez en la cafetería.
El castaño se acercó a ambos y abrazo por los hombros a Gon, quien se veía desconcertado.
- ¿Escuchaste los CDs? —preguntó sonriendo, sin siquiera saludar a Killua.
- Oh sí, mañana los traigo, gracias —dijo sonriendo.
Killua miraba a ambos con celos, ese chico abrazaba a Gon y lo arrimaba más a su cuerpo.
- Ohh claro, ¿Que tal si me lo devuelves mañana en la cafetería a la que siempre íbamos? —preguntó sonriendo de lado. Killua seguía en silencio, rogando porque Gon dijera que no.
- Mmm tal... —antes de que contestara Killua, lo tomo de la muñeca y lo jaló hacia él, haciendo que Kiyoshi lo soltará.
- Lo siento mucho, ya tiene planes —dijo Killua, sonriendo, pero... A los ojos de Gon esa sonrisa era rara.
- ¿Así? —preguntó Kiyoshi con una ceja alzada y una sonrisa de lado.
- Si, tal vez, algún día —dijo sonriendo.
- ¿Gon es verdad? —preguntó al moreno, quien solo asintió con la cabeza, Kiyoshi sonrió asintiendo.
- Bien, pero no te me escaparás una vez más —dijo con una sonrisa coqueta, haciendo que Killua se molestaste una vez más — Y tu, Killua, tienes un punto.
Fue lo último que dijo antes de irse, Killua suspiro enojado, ese chido era un completo estúpido, soltó el agarre que aún tenía Gon.
- ¿Así que tengo planes? —preguntó Gon sonriendo divertido.
- ¿Acaso no quieres tenerlos? —le preguntó algo serio.
- ¿Que quieres decir?, No los tengo Killua, solo te seguí la corriente —dijo con una sonrisa.
Killua chasqueo la lengua y miro al moreno quien aún lo veía.
- ¿No quieres tener planes mañana a las 3 de la tarde? —preguntó rascándose la cabeza nervioso. Gon sonrió, era su imaginación o Killua lo estaba invitando a salir.
- No, no me importa —dijo con una leve sonrisa, avergonzado.
- Entonces te parece a las 3 en la plaza del centro —dijo Killua con un leve sonrojo.
- Te veré ahí —dijo Gon sonriendo.
- Está bien, ¿Sólo tú y yo? —preguntó Killua, aún nervioso.
- ¿Quieres que invitemos a los demás? —preguntó Gon, algo desanimado, aunque ir con los demás no había problema pero... Sería una de las veces que irían solos, sin compañía de absolutamente nadie.
- No, digo —dijo el albino mirándolo, Killua quería estar a solar con Gon.
- Entonces nos vemos mañana a las 3, iré a clases, nos vemos luego—dijo el moreno, sonriendo para luego caminar hacia su salón.
Killua sonrió, era un paso, un buen paso adelante. Camino hacia su salón, iba casi brincando de la alegría; aunque él no lo había llamado cita, así lo sentía.
Entro a su salón y se sentó en su lugar, sin que la sonrisa de sus labios se fuera.
- ¿Que pasa con esa sonrisa? —preguntó Leorio — ¿Acaso Gon te dijo que si y vivirán felices?.
- Baja la voz —dijo Killua mirando hacia los lados para saber si alguien había escuchado al tonto de su amigo.
- ¿Entonces...? —preguntó sentándose en su banca.
- Invite a salir a Gon —dijo sonriendo, triunfante.
- ¿Tu?, ¿En serio? —preguntó Leorio incrédulo, Leorio pensó que su amigo se atrevería a invitarlo.
- ¿Por qué dudas?, idiota —dijo Killua con el ceño fruncido.
- ¿Osea cita? —preguntó el alto.
- Algo así —dijo Killua.
- ¿Cómo que algo así? —preguntó Leorio confundido.
- Es que no le dije que tuviéramos una cita, solo le dije que fuéramos juntos a la plaza —dijo Killua algo avergonzado.
- Ohhh, es indirectamente una cita, te felicito, jamás tuve esperanzas en ti pero me has sorprendido —dijo sonriendo.
- ¿Acaso quieres morir? —preguntó Killua enseñando su puño.
- Aprecio mi vida, aún quiero seguir molestando a Kurapika —dijo riendo.
- ¿Así que Kurapika hee? —preguntó ahora Killua sonriendo.
- No cambies el tema, espero que no la cagues con Gon, solo recuerda, si de verdad vas en serio con él no caigas en el juego sucio de Kiyoshi —dijo Leorio ahora más serio.
- Lo se —dijo Killua suspirando.
- Recuerda, si algo sale mal, tal vez Gon piense que es solo un capricho tuyo ganarle a ese tipo —dijo hablando seriamente.
Y es que para Leorio, ambos chicos eran importantes y no quería que hubiera malentendidos si algo se lograba entre ellos.
- Lo se, seré serio en esto —dijo con una sonrisa decidida.
Killua siguió pensando, después de todo esto era realmente agradable, su corazón estaba feliz, Gon le había ayudado mucho sin siquiera saberlo.
Pero... A su mente llegó Hanako, maldita sea, no quería casarse y esa chica ya los vio con hijos y un perro.
Odiaba la idea de casarse y aún estaba pensando en cómo quitar ese matrimonio, porque no quería.
Además... Muy pronto llegaría su dolor de cabeza: Illumi, en serio que no quería ver el rostro de su hermano.
Menos ahora que estaba tan feliz.
Muchas gracias por seguir la historia, en serio que cuando veo sus comentarios me pongo muuuy feliz.
Y perdón xd, trataré de publicar más rápido xd, pero es que jamás pensé en subir la historia, quería que se quedara como borrador pero decidí probar suerte 💖, así que ya tenía varios capítulos escritos pero ahora sí me quedé sin ni uno xd.
Aún así aprovéchare la cuarentena.
Cuidense mucho 🥺💖.
Les dejo está imagen, me dió mucha risa xd.
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