Al dia siguiente Diana y Peggy estaban en la tienda de ropa mientras que Howard buscaba información de Steve Trevor.

–Esta cosa esta muy pegada a mis piernas–Se queja Diana mirando la falda.–No puedo moverme mucho con esto.

Llevaban mas de 3 horas y a Diana no le convencía ninguna de las prendas.

–Tranquila búscaremos algo mas–Habla Peggy antes de salir a buscar mas ropa.

Al principio la agente Carter no creia lo que Stark le decía de Diana. Era imposible.

Pero al escuchar las palabras también del Doctor Abraham Erskine y la demostración de Diana.

No tuvo dudas.

Mientras tanto Howard pasaba por la calle donde estaban las chicas, pero se detiene al escuchar como hablaban de algo que cayo del cielo y una fuerte luz cegadora.

Específicamente hablaban del Bisfrost

Al parecer una pareja lo vio a lo lejos, pero por suerte no puieron ver a Diana.

Ve cuando Diana y Peggy salían de una tienda con muchas bolsas.

–¿Por qué llevas lentes?–Preguntó Stark al ver a Diana con lentes

–La Señorita Carter me dijo que no debía llamar mucho la atención–Contesta antes de ponerse también un sombrero.

Peggy niega divertida mientras que Stark la mira con obviedad.

–Si, con eso pasarás de desapercibida–Dice Howard con claro sarcasmo antes de ponerse serio y empezar a caminar–Tenemos un problema.

Peggy y Stark empiezan a caminar mientras hablaban pero Diana mira a unos metros lejos de ella.

Eran personas vestidas con uniformes militares.

–¿Quienes son esas personas?–Preguntó Diana sin dejar de ver a los hombres.

Carter y Stark voltean a verla.

–Son soldados–Contesta Peggy–Estamos en Guerra.

–No la guerra ya paso, yo estuve ahí–Comenta Diana viendo a la agente antes de ver a los Soldados–O al menos eso creo.

Stark y Peggy se miran entre ellos antes de verla.

–Estuviste en la Primera Guerra Mundial en 1918–Murmura Stark–Esta es la Segunda.

–Entiendo–Habla Diana volteando a verlo antes de asentir y empezar a caminar hacia ellos.–Lonque no entiendo por que tuve que dejar mi espada y escudo

Antes de Salir Howard y Peggy hicieron que Diana dejara a regañadientes sus armas y salir con una gabardina que le oculatara su armadura nada conservadora.

–Diana, no puedes traer armas–Explica Howard–Además seria extraño que una dama traíga espada en su mano y un escudo en su espalda.

–Los Midgardianos tienen costumbres extrañas.

Howard, él Doctor Abraham y Peggy hablan sobre el proyecto en el que trabajan.

El coronel Philips lo estaba presionando al no ver a avances aún.

Los tres estaban en el despacho mientras que Diana usaba su nueva ropa y guardando su armadura.

Al bajar ve a Peggy y Él Doctor Abraham salir del despacho y saludar a Diana antes de salir de la mansión.

Ella vio a Stark observando papeles.

–¿Estás bien?–Preguntó Diana acercándose a él. Se veia tensó y estresado.

Él suelta un suspiro antes de verla.

–Diana, todo lo que he hecho en mi vida es crear destrucción.–Manifestó Stark–El Proyecto Renacimiento hiba hacer...lo unico que... que hubiera hecho bien al mundo.–Él niega bajando la mirada–Esto ayudaría a terminar la Guerra.

–Crecí en el lado Este.–Comenta Stark mirando a Diana–Mi padre vendía fruta, mi madre cosía camisas en una fábrica. ¿Sabes qué? No puedes escalar en este país sin adoptar un par de malos hábitos.

–Te refieres a las armas que fabricas–Asegura Ella recibiendo la mirada confusa de Howard–Peggy me comento. También me dijo que tu ayudas en la guerra.

–Intento acabar con ella.–Susurra.

–Entonces te ayudaré–Dijo Diana con seriedad.

–Diana...

–Ya lo hice una vez–Interrumpe–Si nadie va a defender el mundo, entonces lo haré yo.

–Te descubríran, no sabes lo que haran contigo en cuanto vean lo que puedes hacer. Te usaran como experimento –Intenta hacerla entrar en razón–Los humanos le temen a lo diferente y desconocido. Y adivina que...tu lo eres.

–Es nuestro deber sagrado defender al mundo, y eso es lo que haré.

–Nisiquiera es tu mundo.–Dijo Stark.

Diana cierra los ojos antes de contestar.

–Lo fue–Susurró–Viví en Midgard muchísimo antes de que existieras.–Explicó con un nudo en la garganta–Pase la mitad de mi vida en una isla habitada por mujeres, este también fue mi hogar.

–Te reconoceran, sabran quien eres–Contestó afligido–Eres una heroina Diana.

–No lo entiendes.–Dice negando–Luchar no te convierte en un héroe Stark.

Dijo Diana antes de salir. Mientras caminaba saco el reloj de Steve Trevor.

–Como quisiera poder recordarte Steve–Susurró con un dolor en el pecho.

Aún que no lo recordaba podia sentir lo importante que fue para ella.

Al dia siguiente Diana, Peggy el Doctor  Abraham y Howard discutian sobre la decisión que habia tomando Diana.

– No creo que sea buena idea–dice la Agente Carter–Sería muy arriesgado.

– Lo primero que haran es usarte como experimento–Dice esta vez él Doctor Abraham tocando su barbilla pensativo.– La Agente Carter tiene razón, seria muy arriesgado.

–La gente hara muchas preguntas, se supone que tienes que tener como 50 años.–Murmuró Howard– Y te vez de 24.

–Ya pensaré en algo–Responde Diana sin cambiar de parecer.

–Que hay del Proyecto Renacimiento –Sugiere Peggy.

Todosnde miran entre si anyes de que todas las miradas cayeran en Diana.

Como es que no lo habian pensado antes, faltaba solo una formula oara crear el suero.

–Creo que tengo una idea.–Habla Howard mirando a Diana.