parte 40✨
Regresando un poco al pasado hablaremos de la vida de jaekyung.
Jaekyung creció en un hogar donde la violencia y el miedo eran constantes. Su padre, un hombre cruel y despiadado , golpeaba a Jaekyung y a su madre sin motivo alguno. La madre de Jaekyung, una mujer débil y sumisa , nunca se atrevió a denunciar los abusos ni a dejar a su esposo.
Jaekyung recuerda las noches en las que su padre llegaba a casa ebrio y comenzaba a golpear a su madre. Él lloraba y se escondía bajo la cama , escuchando los gritos y los sollozos de su madre. A veces , su padre también lo golpeaba a él.
Jaekyung, con solo 8 años , se escondió debajo de la cama, escuchando los gritos y los golpes que su padre le propinaba a su madre. Se sentía pequeño y indefenso, pero quería ayudarla.
—Mamá, ¿estás bien? —preguntó Jaekyung, con voz temblorosa.
Su madre, con la voz débil y llena de lágrimas, respondió:
—Sí, cariño, estoy bien. No te preocupes por mí.
Jaekyung se arrastró fuera de debajo de la cama y se acercó a su madre, que estaba sentada en el suelo, con un ojo hinchado y sangre en la boca.
—Mamá, ¿por qué no te vas conmigo? —preguntó Jaekyung, con lágrimas en los ojos—. Podemos irnos lejos de aquí.
Su madre sonrió débilmente y acarició el cabello de Jaekyung.
—Mi amor, no podemos irnos. Tu padre necesita de nosotros. Y yo te necesito a ti.
—Pero, mamá, él te hace daño —dijo Jaekyung, con desesperación—. No quiero que te haga daño.
Su madre suspiró y miró a Jaekyung con tristeza.
—Lo sé, cariño. Pero es mi responsabilidad protegerte a ti. Tú eres mi razón de vivir.
Jaekyung se abrazó a su madre, llorando.
—No quiero que te haga daño, mamá. Quiero que estés a salvo.
Su madre lo abrazó también, y por un momento, se sintieron seguros.
—Estoy a salvo contigo, Jaekyung. Tú eres mi fuerte.
Ese momento de tranquilidad duró poco. El padre de Jaekyung regresó, y la violencia continuó.
Pero Jaekyung siempre estaba allí para su madre, consolándola y limpiándole las lágrimas después de cada episodio de violencia. La madre de Jaekyung le decía que todo iba a estar bien, que ella lo amaba y que nunca lo dejaría.
Sin embargo, un día, la violencia alcanzó su punto máximo. El padre de Jaekyung fue infiel a su madre, y cuando ella se atrevió a reclamarle, él la mató a golpes en frente de Jaekyung.
Jaekyung recuerda la escena con horror: la sangre, los gritos, la desesperación. Se sintió completamente impotente y solo.
"Esa noche, mi padre llegó a casa ebrio, como siempre. Mi madre trató de calmarlo, pero él no quería escuchar. Comenzó a golpearla, y yo me escondí debajo de la cama, temblando de miedo.
Pero esa vez fue diferente. Mi padre estaba más enfurecido que nunca. Golpeaba a mi madre sin parar, y ella no podía defenderse. Me arrastré fuera de debajo de la cama y corrí hacia ellos.
—Papá, por favor, detente! —grité, tratando de intervenir.
Mi padre se volvió hacia mí, con los ojos inyectados de rabia.
—Cállate, Jaekyung! —me gritó, y me dio un golpe en la cara.
Caí al suelo, pero me levanté de inmediato y corrí hacia mi madre.
—Mamá, no te rindas! —le dije, tratando de sostenerla.
Pero era demasiado tarde. Mi padre le había propinado un golpe fatal en la cabeza. Mi madre se desplomó en el suelo, y yo la abracé, llorando desesperadamente.
—Mamá, no te vayas! —le supliqué, pero ella ya no respondía.
Mi padre se quedó de pie, mirándonos con una expresión vacía. Luego, se dio la vuelta y se fue, dejándonos solos.
Yo me quedé allí, abrazando a mi madre, sintiendo su calor desvanecerse. Lloré hasta que no pude más, y mi cuerpo se convirtió en un saco de huesos sin vida.
Mi madre, mi única fuente de amor y consuelo, se había ido. Y yo me quedé solo, con la sensación de que nunca podría recuperarla."
Después de ese día, Jaekyung se convirtió en un niño solitario y callado. Fue enviado a un orfanato, donde creció con la sensación de que no era querido ni merecedor de amor.
Con el tiempo, Jaekyung se convirtió en un joven fuerte y reservado, determinado a no dejar que nadie lo lastimara de nuevo. Aprendió a defenderse y a mantener a la gente a distancia
En el orfanato, Jaekyung conoció a un entrenador de boxeo que se convirtió en su mentor. El entrenador, un hombre fuerte y sabio, vio el potencial en Jaekyung y lo guió en su camino hacia el boxeo.
Jaekyung se entrenó con dedicación y pasión, convirtiendo el boxeo en su escape y su razón de vivir. Aprendió a defenderse, a no dejarse golpear por nadie y a encontrar la fuerza en su debilidad.
Con el tiempo, Jaekyung se convirtió en un boxeador formidable, conocido por su velocidad, agilidad y resistencia. Pero más importante aún, encontró una sensación de control y empoderamiento en el ring.
Fuera del ring, Jaekyung seguía luchando con sus demonios. La memoria de su madre y la violencia que había presenciado seguían atormentando. Pero en el boxeo, encontró una forma de silenciar sus voces y encontrar la paz.
Jaekyung había encontrado su pasión en el mundo de las artes marciales mixtas y estaba en la cima de su carrera. Pero más importante aún, había encontrado a Hae-rin, la chica que había capturado su corazón.
Para Jaekyung, Hae-rin era su primer y único amor. Se enamoró perdidamente de ella y pensaba que había encontrado a su alma gemela.
Juntos, vivieron momentos inolvidables. Jaekyung nunca había sentido una conexión tan profunda con alguien antes. Hae-rin era su todo.
Pero una noche, Jaekyung recibió una llamada de una amiga de Hae-rin. La amiga le reveló un secreto que destrozó el corazón de Jaekyung: Hae-rin solo lo quería por su dinero y fama.
Jaekyung no podía creerlo. Sentía que su mundo se derrumbaba. La persona que más amaba en el mundo lo había engañado.
—¿Cómo pudo hacerme esto? —se preguntaba Jaekyung, sintiendo una dolorosa sensación de traición.
La amiga de Hae-rin le contó que Hae-rin siempre había estado con otros hombres ricos y famosos, y que Jaekyung solo era otro trofeo en su colección.
Jaekyung se sintió utilizado y humillado. Su primer amor se había convertido en una pesadilla.
—Nunca más —se juró Jaekyung—. Nunca más dejaré que alguien me lastime de esta manera.
Jaekyung se cerró emocionalmente, decidido a no dejar que nadie se acercara a él de nuevo. Pero el dolor de la traición de Hae-rin seguía presente, recordándole que el amor podía ser una ilusión peligrosa.
Después del incidente con Hae-rin, Jaekyung se sumergió en su carrera de boxeador de artes marciales mixtas. Sin embargo, con el tiempo, comenzó a sentir una soledad profunda. Quería tener alguien que lo acompañara, alguien que lo amara incondicionalmente.
Un día, mientras reflexionaba sobre su vida, Jaekyung tuvo una idea: quería tener un hijo. Pero no quería lidiar con las complicaciones de encontrar a una madre y volver a enamorarse. La experiencia con Hae-rin lo había dejado cicatrices profundas.
Entonces, Jaekyung consideró una opción alternativa: alquilar un vientre. Buscó información sobre la gestación subrogada y encontró una agencia especializada en omegas.
Fue allí donde conoció a Dan, un omega joven y saludable que estaba dispuesto a ser padre subrogado. Dan era amable, inteligente y tenía un corazón cálido.
Jaekyung se sintió atraído por la calma y la serenidad de Dan, pero no quería complicaciones emocionales. Aclaró que su relación sería estrictamente profesional.
Dan aceptó los términos y firmaron un contrato. Jaekyung proporcionaría el material genético y Dan llevaría al bebé a término.
Durante el embarazo, Jaekyung y Dan se mantuvieron en contacto, pero Jaekyung mantuvo su distancia emocional. No quería arriesgarse a sentirse vulnerable de nuevo.
Sin embargo, a medida que el embarazo avanzaba, Jaekyung comenzó a sentir una conexión inesperada con Dan. Empezó a cuestionar su decisión de mantener la distancia emocional.
Hola hola 👋, cómo están? , espero les haya gustado el capítulo, bye bye besitosss✨
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