Silence, Please|R.T
De: Richie Tozier.
Partes: 1/1.
Escritora: yo.
Creador: yo.
Advertencia: smut moderado.
Jenn Well era la chica perfecta de la escuela. Esa que es la presidenta estudiantil, que ayuda en todos los eventos de la escuela y que es la predilecta de los profesores.
Richie Tozier era un desastre y...si no fuera porque su castigo fuera ordenar los libros de la biblioteca, jamás hubiera conocido con más profundidad a la "perfecta Jenn".
El castigo de Richie Tozier transcurrió un día martes en que, por alguna razón, nadie se había comportado de mala manera y los Bower's Gang habían faltado, así que él fue el único dirigiéndose a la biblioteca después de clase.
Entró y se encontró con que no había nadie más que la bibliotecaria, la anciana lo miró con seriedad a través de sus anteojos.
-Hola, señora Higgins-saludó.
-Hola, Richard, ¿te volvieron a castigar? ¿esta vez qué hiciste?
-Bueno...no quiero entrar en detalles vulgares con usted-dijo acomodandose los anteojos.
La mujer sonrió y volvió a mirar su libro.
-Ya tienes 17 años, señor Tozier, debería madurar.
-M...no sé, el mundo adulto me parece aburrido.
-Algún día te gustará, tenemos cosas buenas. Pero por ahora, ve a ordenar los libros infantiles, son los que están en los estantes del fondo a la izquierda.
Richie dejó su mochila en una silla y caminó por la biblioteca, que era tan grande que la señora Higgins ya no estaba a la vista por culta de los altos estantes.
Él no pudo terminar con su cometido ya que vio a la chica que tanto le gustaba buscando unos libros de historia.
Jenn se encontraba tan sumergida en los títulos de los libros que no sintió cuando Richie Tozier la abrazaba por la cintura y apoyaba el mentón en su hombro.
-Hola, Jenns-susurró.
Well dio un leve salto en su ligar por culpa del susto.
-¡Ah!-exclamó.
Se dio la vuelta encontrándose con su odiado pero también amado Richie Tozier. Sí, a la perfecta de la escuela le gustaba el desastre en persona.
Jenn no quería que Richie le gustara, pero fue más fuerte que ella el sentimiento.
-¿Qué quieres, Tozier?-preguntó de mal humor.
-Nada...¿acaso no te puedo hablar?
-No, no puedes-susurró, ambos lo hacían, estaban en una biblioteca después de todo, Jenn se dio la vuelta para marcharse-ahora, silencio, estamos en una bibliotec...-antes de terminar de hablar sintió como la mano de Richie tocaba con muchas ganas su trasero por sobre su falda, con encojo y el corazón a mil de la bronca, volteó hacia donde él estaba y lo miró con enfado-¿Qué haces, idio...?
Antes de terminar de hablar, Richie Tozier la tomó de la cintura y la estrechó contra su pecho para después besarla con desesperación y ancias...
Al principio Jenn trató de apartarse, pero él incistió tanto en no dejarla que terminó enredando sus brazos en la nuca de Richie y siguiendo el beso con el mismo ritmo hambriento.
De un giro él ya la tenía contra una de las estanterías, mientras tanto, una mano escurridisa resbaló desde la cintura de la chica hasta su pierna derecha y la subió a su cadera.
La otra mano se permitió a sí misma explorar bajo la falda a cuadrille de Jenn.
-Me gustas-susurró Richie al separarse-, mejor dicho me encantas y para esto debemos estár en completo silencio para que no nos interrumpan-sonrió-asi que...-dijo recorriendo con su mirada la figura de la chica-silencio, por favor.
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