De: Sophia Lillis.
Partes: 1/1.
Advertencia: algo de smut al final, pero nada explícito ni al estilo 50 Sombras.

Vi a Samantha entrar furiosa en una de las habitaciones de mi casa. Estuve pendiente de ella toda la noche, se veía tan linda, siempre se vé linda...pero hoy estaba hermosa.

—Ve por ella—dijo Wyatt.

Quité mi mirada de la puerta para dirigirla a mi amigo, ¿acaso estaba loco?

—¿De qué hablas, Wyatt?—lo miré espantada—¡Samantha es novia de Jaeden! ¡De uno de nuestros mejores amigos!—exclamé—ya la besé una vez y fue un gran error.

La música estaba demasiado alta como para que alguien escuchara nuestra charla. Todos los de la fiesta ya debían de estár borrachos viendo que eran las cuatro de la mañana.

—Sí, ¿y? está mal, eso seguro, pero lo que él hace también—habló con seriedad—, Jae no ama a Sam y jamás lo hará—señaló el lugar en donde se encontraba nuestro amigo parado hablando con alguien—a ti te vuelve loca esa chica, te carcome por dentro no decirle lo que sientes—suspiró—así que, hazte un favor a ti misma y dile que la quieres.

—Pero ella es la "chica de Jaeden"—hice comillas.

—Deja de pensar eso, Jae lo entenderá si le hablas y le explicas que te enamoraste.

Sonreí con nerviosismo y alegría.

—¡Te adoro, Wyatt!

—Sí, sí, ahora ve a buscarla antes que Jaeden.

Corrí por el pasillo hasta llegar a la habitación en la que vi entrar a Sam anteriormente. Abrí la puerta con lentitud encontrándomela sentada en mi cama observando una foto mía, se notaba que estaba llorando.
Entré y cerré la puerta despacio, ella al instante se dio vuelta y me miró con los ojos rojizos por el llanto.

—¿Qué haces aquí? vete—se notaba molesta.

La música de la fiesta se escuchaba distante en la habitación.

—Te vi entrar y me preocupé por ti, ¿estás bien?—pregunté acercándome levemente.

—¿Te parece que estoy bien?

Me senté sobre la cama, Sam me daba la espalda. Desde que nos besamos hace dos semanas no volvimos a hablar del tema porque ella me evita.

—¿Sabías que él está enamorado de ti?—dijo con un tono irónico—¿cómo no estarlo? eres super bonita y tienes una personalidad increíble.

—Sam...yo...no quise...

No sabía qué decir. Ahora me odiaría.
Sam se dio la vuelta y se acercó a mí de forma peligrosa.

—Eso no quiere decir que yo sienta lo mismo por él—bajé la mirada enfocándome en la alfombra del piso.

Sentí la fina mano de Sam en mi mentón, obligándome a mirarla, ella estaba de rodillas a mi lado en la cama, su mirada estaba posada en mi boca y con su pulgar acarició mi labio inferior.

—No lo digo por Jaeden, lo digo porque lo entiendo—sus ojos se dirigieron a los míos—, yo me enamoré de las mismas cosas.

Entonces sus labios se encontraron con los míos de una forma lenta, suave y sensual que sabía a labial de frambuesa.
Sin dudar seguí el beso con la misma intensidad pacional que ella.
Su mano resbaló de mi mentón, pasó por mi cuello y hombro terminando el recorrido en la tira de mí sostén.

—Te quiero—susurré al separarnos.

Sam me mostró una sonrisa llena de felicidad.

—Y yo a ti—contestó.

Sin más quité su blusa. Luego veríamos cómo decirle a Jaeden, ahora no quiero pensar en eso sinceramente.