El grupo de escapados decidió moverse antes del amanecer. El frío y la humedad eran implacables, pero nadie se atrevía a detenerse. Sabían que el tiempo no estaba de su lado y que I.Español enviaría a sus hombres tras ellos tan pronto como la luz del día iluminara el paisaje.

Guaraní lideraba al grupo, con Paraguay a su lado, aunque notaba el cansancio de su hijo. A pesar de su juventud, Paraguay intentaba mantenerse firme.

—"Roheka peteĩ tekoha oporokañy haguã, che sy. (Busquemos un lugar seguro, madre.)" murmuró Paraguay, apretando los dientes mientras cargaba un saco que había tomado durante su huida.

Guaraní asintió, deteniéndose un momento para mirar alrededor.
—"Upéva hína. Ñamoĩpy'a ramo, rotopa peteĩ tape pyahu. (Así es. Si seguimos con fe, encontraremos un nuevo camino.)"

El grupo finalmente llegó a un pequeño claro donde podían descansar momentáneamente. Guaraní inspeccionó a los demás escapados, asegurándose de que nadie estuviera herido de gravedad, mientras Paraguay se apoyaba contra un árbol, respirando profundamente. 

En la fortaleza de I.Español

La rabia de I.Español seguía creciendo. Desde su ventana, miraba los preparativos de sus hombres para salir en busca de los fugitivos.

—"Quiero que busquen en cada rincón, revisen cada aldea, cada escondite. Esos dos no pueden desaparecer como fantasmas."

Uno de los capitanes dudó antes de hablar.
—"Señor, si se han adentrado en el bosque, podrían contar con la ayuda de otros indígenas. Conocen estas tierras mejor que nosotros..."

I.Español giró hacia él, con una mirada de acero.
—"¿Y eso qué importa? El bosque no es invencible. Lo quemaremos si es necesario. Pero esas bellezas no serán desperdiciadas."

Desde un rincón de la sala, Italia seguía la conversación con una sonrisa burlona, jugando con una daga entre sus dedos.
—"Qué interesante. Tu obsesión con ellos podría llevarte a hacer cosas extremas. Quemar el bosque, ¿eh? Qué drástico."

I.Español lo ignoró, volviendo su mirada hacia la ventana. Sus labios se curvaron en una sonrisa oscura mientras pensaba en lo que haría una vez que los encontrara.

En el campamento de los escapados

Al caer la noche, el grupo se instaló en una cueva oculta entre las colinas. Guaraní ayudó a Paraguay a acomodarse sobre un manto improvisado.

—"Repytu, che ra'y. Ko'ẽrõ pyahu ñañepyrũta. (Descansa, hijo. Mañana empezaremos de nuevo.)"

Paraguay asintió, pero sus ojos mostraban preocupación.
—"Che sy... ¿mba'éicha jaheka ñande yvy pyahu? Ñande... jahechakuaa ha'e peteĩ ára katuete orejuhu hikuái. (Madre... ¿cómo encontraremos un nuevo hogar? Ellos... tarde o temprano nos encontrarán.)"

Guaraní se inclinó hacia él, colocando una mano firme en su hombro.
—"Natekotevẽi rekyhyje. Ñande yvy ñande protehéta. Jajapo ikatu haguéicha guive. (No tienes que temer. Nuestra tierra nos protegerá. Haremos lo que sea necesario.)"

Los demás escapados asentían en silencio, compartiendo el mismo miedo y determinación. Aunque estaban lejos de estar a salvo, sabían que cada día que pasaba era una pequeña victoria en su lucha por la libertad.

En algún momento de la noche, Guaraní se apartó un poco, sentándose en la entrada de la cueva. Observó las estrellas, buscando en ellas una señal, una respuesta a sus oraciones silenciosas.

—"Ñandejára... toĩ hendape. Ñande py'a guive rojerure... (Dios... que todo esté en su lugar. Desde el fondo de nuestro corazón, te rogamos...)"

Mientras tanto, I.Español enviaba más patrullas al bosque, y Italia, aún disfrutando del espectáculo, comenzaba a urdir planes propios.

Hello alguien me da una idea no se como continuar TnT, para el que lea esto: Nde ha'e peteĩ tapicha hechapyrãva, iporãva, ivalioso, iporãva.♡ ya ya pero gracias por leer ^^