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Epílogo



— Hay partes de mí que solo existen cuando estoy contigo.

Ron Israel


Si las personas pudieran leerse a sí mismas como se leen los libros, quizá muchos de nosotros no hubiéramos podido resistir el deseo de saltar los momentos difíciles e ir hasta la última página. Deslizaríamos hoja por hoja, sin preocuparnos de arruinar nuestros bordes con tal de evitar el sufrimiento, con tal de agarrarnos del futuro para enfrentar el presente. 


Cuando supere todo esto solo será un mal recuerdo. Lo soportaré para ser feliz en un futuro. Si hago esto, podré tener lo que deseo. Mis pérdidas se volverán en ganancias. Mañana todo esto solo me causara risa. 


Como ese dicho; "Después de la lluvia siempre sale el sol"


Y claro que la vida es así. Se basa en la ley de dar y recibir, acción y reacción. Si te esfuerzas, algún día obtendrás frutos y las vivencias dolorosas se volverán recuerdos.


Sí, el sol sale luego de la lluvia. Sí, la tristeza no es eterna y no hay nada que permanezca eterno e inamovible en nuestra existencia. Entonces, siguiendo ese mismo orden, la felicidad seguiría el mismo patrón ¿No?


Después de que la lluvia se detenga quizá anochezca, quizá el sol se cansará de brillar tanto que preferirá darle el paso a la luna, o puede que su luz no alcance a dar calidez a quienes buscan refugio bajo su presencia, puede que el viento este siendo más fuerte que él en esta ocasión o que la sombra de los arboles y edificios tapen mucho su paso, incluso puede que vuelva a llover durante días antes de volver a verle. 


¿Cómo le dices a la tristeza que no duela? ¿Por qué pactamos el poner música feliz cuando te sientes triste? ¿Acaso no puedes desacomodar tus piezas cuando sientes que no encajan? ¿Tienes que sonreír incluso cuando estas deprimido? ¿Debes llegar al punto de no reconocerte para entender que eres un ser sentimental intentado no sentir? Es como decirle a la lluvia que no moje, al sol que no de calor, que el viento no sople y el fuego no queme. Simplemente no puedes.


Y Jeno se encargaría se hacerle entender aquello a Jaemin, sin importar que este se enfadara con él.


Era obvio que estaba afectado por todo lo que estaba pasando. Habían sido semanas muy estresantes para todos, pero por alguna razón Jaemin se negaba a mostrar lo afectado que estaba.


Jaemin el omega ajustó su corbata mirándose en el reflejo que el mediano pizarrón de anuncios le otorgaba con su tapa de cristal Nana Jeno continuó intentando llamar su atención desde su asiento, pero la elegante figura de traje negro no parecía tener intención de responderle —  Habibi ese último si pareció surtir efecto. Jaemin suspiró derrotado antes de girarse.


¿Habi- qué? ladeó su cabeza, entrecerrando sus ojos ante las bolsitas que se comenzaban a formar bajo las pestañas de Jeno. ¿Qué significa eso?


Si vienes a sentarte aquí, te lo diré Jeno acarició suavemente uno de sus muslos,  provocando de inmediato un sonrojo en su omega.


Jaemin negó, pero no dijo nada mientras se acercaba. Solo miró por unos segundos a la persona que se encontraba sentada un par de asientos más lejos de Jeno.


— Te estoy escuchando, idiota la cabeza de Jeno se inclinó bruscamente hacia adelante ante el golpe en su nuca. Jaemin se hizo a un lado justo cuando el alfa, sin querer, estuvo por darle directo en el estomago, y de inmediato sintió como la manga de su saco era jalada hasta ubicarlo en el asiento del medio, justo entre ambos Sigue siendo mi hermano, así que controla tus hormonas si no quieres que te las controle yo. — el cuerpo del omega cayó en seco en el acolchado ante un último tirón por parte de Hyunjin, quién ahora se dirigió a él — Y tú no le hagas caso tan ciegamente.


Jaemin acarició la zona del golpe con su ceño fruncido, la mano de Jeno cubrió la suya mientras masajeaba la zona. Entonces se giró, sin separarse del alfa y le dio un fuerte apretón a la zona interna del brazo de Hyunjin.


— No lo golpees — reprendió con voz aguda, encargándose de otorgarle a Hyunjin una cercana mirada de ojos entrecerrados.


— ¡Ouch! — se quejó, acariciando su brazo — ¡Mírate, defendiéndolo!


— ¿Y? ¿Hay algún problema con eso? — preguntó altanero, levantando sus cejas con una falsa inocencia que hizo irritar a su hermano.


— Jaemin... — susurró Jeno.


— Bájame eso tono o-


— ¿O qué? — le cortó. Su cuerpo entrando en calor fácilmente ante el esfuerzo de mantener sus emociones bajo control los días pasados, se sentía estúpido por estarse enojando verdaderamente, pero no estaba logrando mantenerse a raya. — Ya soy mayor, no esperes que obedezca todo lo que me digas.


— Mayor mis huevos. — se burló Hyunjin, sin ser verdaderamente consciente de la pequeña fiera que se movía dentro de su hermano menor, la cuál no hizo más que alimentar cuando, con su dedo índice, empujó de manera suave el amenazante rostro hacia atrás.


Los dientes de Jaemin rechinaron, su cuerpo moviéndose por inercia para saltar sobre su hermano en el segundo siguiente, su lengua preparándose para exteriorizar la duda con respecto a la existencia de tales huevos, pero el momento nunca llegó. Lo siguiente de lo que fue consciente fue de la mano ubicada bajo su oreja que presionaba parte de su cuello, de su nariz acariciando de arriba hacia abajo la suave piel, el sonido de un resoplido y pasos alejándose por el pasillo.


¿En qué momento?


— ¿Ya estás mejor? — la mano de Jeno, que hasta ahora pudo percibir, comenzó a moverse de forma circular sobre su hombro, mientras la otra presionaba su rostro más cerca a la vez que rascaba parte de su cabeza. Jaemin inhaló gustoso, tragándose el gemido de comodidad que sus labios quisieron expulsar.


— Mmmh — afirmó, casi como un ronroneo. Su mano se agarró firmemente del cuello de la camisa, sin importarle realmente el estarla arrugando, la culpa era de Jeno por no llevar corbata y estarlo seduciendo. — Hueles muy bien. — murmuró, lo que resultó en palabras incompresibles al estar su boca tan pegada al cuello del alfa.


Jeno se aclaró la garganta antes de preguntar; — ¿Qué cosa? — no recibió respuesta. — No entendí qué dijiste, ¿Me lo repites? — aún nada — ¿Nana?


Jaemin sentía la voz de Jeno muy lejos, como cuando te estás quedando dormido y todo se siente distante, hasta tu propia respiración. Sus ojos se cerraron y suspiro, justo antes de que el calor que le estaba rodeado se dejara de sentir de un momento a otro. Su cuerpo estaba moviéndose por propia voluntad y el peso de su cabeza lo llevaba lentamente hacia adelante. Sintió su frente chocar contra alguna parte del cuerpo de Jeno y unos fuertes dedos se ciñeron en su mandíbula.


— Nana — se escuchó más claro esta vez — Abre los ojos.


Hizo un esfuerzo descomunal por cumplirlo. Sus pestañas aletearon unos segundos antes de finalmente permitir el paso de la luz, teniendo que pestañear varias veces para enfocar su vista.


— ¿Qué paso? — preguntó somnoliento, situando aún con dificultad sus pupilas en el atractivo y preocupado rostro frente a él. Jeno le observaba con las cejas y labios fruncidos, preocupado por el color negro que cubría gran parte del iris de Jaemin. Sus ojos estaban muy dilatados para ser normal.


— Te desmayaste por unos segundos — murmuró despacio, analizando si realmente Jaemin no se volvería a desmayar otra vez.


— De seguro fue el estrés — dice, dejando caer de forma leve su rostro hacia un costado, pero siendo detenido por la mano de Jeno que fuertemente sujetaba mandíbula ante otro posible desmayo. — Estoy bien — aseguró. Su mano acariciando desde la muñeca hasta la punta de los dedos que presionaba parte de sus mejillas también.


Jeno le observó fijamente mientras le acariciaba las mejillas. Se acercó solo para besar la punta de la nariz del bonito omega antes de volver a como estaba.


— ¿Sabes que no tienes que fingir ser fuerte por mi, cierto? — su otra mano, ahora libre, la utilizo para apartar algunos de los desordenados cabellos que habían caído sobre los oscuros ojos del menor. — Si quieres llorar o gritar, debes hacerlo. El aguantar lo que sientes solo te va a corroer desde adentro, hasta que termine por salir a la fuerza, como pasó ahora.


¿Cómo sabes que fue por eso y no por tu olor? Estuvo a punto de preguntar, más la mirada de Jeno le dio a entender que estaba completamente seguro de lo que decía. Entonces no quiso hacer el intento de aliviar el ambiente tan tenso.


— Creí que no te gustaba verme llorar. — se apoyó aún más en las caricias que le eran otorgadas, apreciando la manera en la que Jeno pasaba de uno de sus ojos al otro mientras hablaba.


— Y créeme que no me gusta, pero prefiero verte llorar frente a mi ante que te escondas para no preocuparme por sentir tristeza — una dulce sonrisa se asomó en los antes fruncidos labios. — Se que puedes estar acostumbrado a afrontar tus problemas solito, pero ahora me tienes a mí. Al menos déjame ser testigo de como superas estos momentos, ¿Esta bien?


Jaemin no pudo resistir la tentación de cubrir los labios contrarios con los suyos, moviéndolos suave y sin prisa, solo amando la manera en que parecían encajar. Jeno parecía saber que decirle en cada momento para hacerle sentir mejor.


¿Almas gemelas, recuerdas?


No hacia ni falta mencionarlo. No había necesidad de hacerlo cuando era demasiado claro y evidente para ambos.


— ¿Cómo puedes ser tan lindo? — chilló, situando sus manos en las mejillas de Jeno y luego apretándolas juntas — ¿Cómo es posible que, con tan solo unas palabras, logres que mi estrés desaparezca?


— Es natural, supongo — los ojos de Jeno se curvearon de una manera demasiado tierna para la cordura de Jaemin, ante lo que no pudo resistir el impulso de picotear sus labios mientras mantenía sus mejillas apretadas. Luego, apoyo su frente en uno de los hombros del alfa y le rodeó con sus brazos, recibiendo lo mismo a cambio — ¿Sabes? Conozco también otras maneras más efectivas para quitar el estrés.


Los ojos de Jaemin se abrieron exageradamente antes de separarse del abrazo con un sonrojo cubriendo sus mejillas. La expresión de Jeno delataba que había entendido exactamente lo que había querido decir. La mano del omega cubrió rápidamente sus mejillas al sentir el calor expandiéndose, de seguro estaba rojo tomate ahora.


— Eres un... un- mnh


Sus labios no tuvieron otra opción más que abrirse para permitirle el paso a la lengua invasiva del alfa. Los fuertes y delgados dedos guiaban sus movimientos al estar aferrados a la piel bajo su mandíbula, al igual que le inhibían un poco el paso del aire, razón por la cuál soltaba leves jadeos en busca de oxigeno, aunque, solo lo justo, porque Jeno volvía a forzar sus labios para recorrer su cavidad con la lengua.


Fue como un shock energizante que le recorría todo el cuerpo, haciéndole incluso curvear los dedos de los pies ante la sensación tan placentera. Ni siquiera era capaz de recordar de que estaban hablando antes de que le devoraran la boca.


Al menos aquello le sirvió para lo que venía después. 


Incluso cuando tomaba su asiento entre el público asistente al juicio, aún podía sentir sus labios hormigueando y piernas temblorosas. Jeno le observó burlón desde su lugar, asegurándose de que Jaemin fuera testigo de la manera en que su lengua se asomaba por entre sus labios.


El omega resopló y desvió la mirada.


Entonces el juez entró listo para dar su resolución.


Repasaron lo hechos, el juez golpeó el martillo contra la mesa y decretó; — Queda bajo arrestó por homicidio en primer grado y se le condena a cadena perpetua sin posibilidad a libertad condicional.


Entonces su máscara cayó una vez más. Sus manos temblaron de manera incontrolable y sus ojos picaron. Tuvo que bajar su mirada, incapaz de mirar como los policías le ponían las esposas.


¿Todo acabaría así, sin más?


Pero incluso cuando él se estaba desmoronando en el público, su mirada nunca fue devuelta.


Hyunjin fue lo último que SangHan vio cuando los policías la escoltaron fuera de la sala.


Así que había sido por él, pensó Jaemin, recordando el momento donde SangHan entró hecha una furia a la sala donde Hyunjin se estaba recuperando.


Nunca fue por lo que me hicieron. Fue por que se atrevieron a tocar a Hyunjin.


Quiso golpearse por pensar que había sido por él, pero mirando hacia atrás se preguntaba si realmente valía la pena sentirse mal por alguien que lo vendió en primer lugar, alguien que jamás lo cuido ni le demostró la menor pizca de cariño.


¿Valía la pena sentirse miserable por alguien que ni siquiera era su madre real?


Claro que no lo valía, pero de igual manera dolía.



Jaemin no quería volver a su casa, sin importar que su padre se lo rogara porqué según tenía algo muy importante que decirle. Sentía que no estaba listo para tener que afrontar otra cosa tan pronto, aunque no supiera con certeza si se trataba de algo bueno o malo. Él solo quería pasar el día sintiéndose cómodamente miserable en el sofá de la casa de Jeno.


Como lo hacia justo ahora.


— Creo que en tu vida pasada fuiste un gato — murmuró, las vibraciones de su voz sintiéndose desde su pecho, donde Jaemin se encontraba recostado. 


Su movimiento estaba reducido debido a la pierna que descansaba sobre su regazo, misma que no había aguantado las ganas de acariciar. Jaemin llevaba ya un tiempo en la misma posición, con uno de sus brazos rodeando sus clavículas para descansar en su hombro y su cabeza escondida entre el cuello de Jeno y el respaldo del sofá.


— Miau — fue su perezosa respuesta, recibiendo la risa divertida de Jeno y un pequeño beso en la parte superior de su oreja. Jaemin levantó sus comisuras sin poder evitarlo, le estaba gustando mucho eso de ser mimado por Jeno. — Joder, que asco. Me tienes todo mimosos y pegajoso.


— ¿Y eso es malo por qué...?


— Porqué es justamente lo que siempre quise evitar ser — su rostro emergió de su refugio para observar la cara de Jeno y la mano que se mantenía rodeando las clavículas descendió para quedarse acariciando el estómago y pecho de su alfa. — Desde que paso lo que ya sabes, tenía la intención de ignorar la parte del romance en mi vida. Sentía que las relaciones solo eran cadenas que te ataban tan cuidadosamente que ya no podías notar donde terminabas tu y empezaba el otro, que era como vender tu alma al diablo porque es extremadamente difícil que un omega pudiera combatir la fuerza de un alfa.


— Es cierto lo que dices, pero según mi punto de vista, siento que aquello no debería ser algo realmente malo — su mano lentamente entrelazó sus dedos con los que acariciaban su cuerpo, era demasiada distracción y de verdad quería exponer lo que pensaba. — Una buena relación jamás debería de hacerte sentir limitado, deberías de sentirte potenciado y apoyado, no como si estuvieras en una batalla por supervivencia. Si, se dice que un alfa tiene mucho más poder en la relación a comparación de un omega, pero esa fuerza no tiene porqué ser algo que te ponga en una posición menor, sino en algo que te de seguridad.  ¿Acaso no suena tentador el poder refugiarte cuando te sientas débil, sabiendo que tienes un arma secreta tras de ti? — Jeno acarició con total dulzura sus nudillos — Bonito, el sentirte mal en una relación no quiere decir que el amor no vale la pena, sino que estás con la persona incorrecta, y el hecho de que ahora estés actuando en contra de tus pensamientos solo es una prueba de que en ese entonces no fuiste tratado como una cosita bonita como tu merecía.


— De verdad te odio — su sonrojado rostro se escondió bajo la barbilla de Jeno, logrando causarle cosquillas debido a la forma en que restregaba sus mejillas por su pecho. La respiración de Jaemin estaba muy inestable, tanto que sus exhalaciones salían entrecortadas, claro, hasta que se aclaró la garganta — ¿Q-quieres ser mi novio, así como o-oficialmente?


Pudo sentir como la respiración de Jeno se detenía en seco, al igual que su risa. Las feromonas del alfa se expandieron más rápido que un halo de luz en la oscuridad y Jaemin juraría haber escuchado como intentaba poner los engranajes de su cerebro en funcionamiento otra vez. Habría reído de no ser por el rápido movimiento que le dejo de espaldas al sofá y con un sonrojado alfa alzándose sobre él.


— R-repite eso, por favor. — los ojos negros de Jeno centellaron. Jaemin no pudo evitar subir sus manos y colocar las palmas en las mejillas del alfa. — Vamos, repítelo. — los labios juntos de Jaemin fueron obligados a abultarse por la mano de Jeno presionando sus mejillas, desesperado por obtener lo que quería. — Nana, por favor. 


Jaemin se estaba divirtiendo, sus ojos entrecerrados lo dejaban mas que claro y eso estaba desesperando a Jeno.


— Ahg, Jeno... — se quejó con dificultad, intentando moverse a un lado para que el peso del alfa dejara de presionarlo contra el sofá, porque sí, Jeno se había dejado caer sobre él — Me estas aplastando.


— Entonces apresúrate y dilo antes de que te quedes sin aire. — se burló, gruñendo cuando el omega comenzó a retorcerse bajo él.


— Está bien, lo repetiré — se rindió, sintiendo como Jeno colocaba sus antebrazos a cada lado de su cabeza para poder verle. Jaemin colocó de vuelta sus manos en las mejillas del alfa y le besó de manera breve, dejando sus labios a tan corta distancia que se rozaban al respirar. — Te preguntaba si querías ser mi novio. — susurró inentendible. Jeno le otorgó un pequeño pellizco en la cintura antes de volver su mano al lugar donde estaba.


— Dilo bien, pequeño bravucón — sus ojos se entrecerraron aún más.


Jaemin suspiró, llenándose de aquel aroma dominante que activaba correctamente todas sus terminaciones nerviosas: — ¿Quieres ser mi novi-?


— Sí — y sus labios devoraron los de Jaemin como si no pudiera resistirse a hacerlo. Jaemin jadeó ante la forma tan invasiva en que introducía su lengua para recorrerlo.


La piel se le puso de gallina y sintió la necesidad de encoger su cuello. Últimamente la manera de besar de Jeno había cambiado. Ya desde antes había notado ese deseo por someterlo, pero recién ahora podía asegurar que no era una ilusión. Jeno realmente parecía querer devorarlo.


— Pero... no, no me dejaste terminar — jadeó al separarse. Los labios de Jeno estaban brillantes y rojos, de seguro los suyos no estaban muy alejados.


— Solo quería confirmar que no había escuchado mal — exhaló inestable, sin apartar su mirada del omega a su merced — Ya lo confirme, ahora déjame terminar de arruinar esa boquita.


Los labios de Jaemin se separaron en automático para recibir los de Jeno. Él alfa introdujo una de sus manos bajo la delgada camiseta, que por cierto era suya, y acarició el suave estomago, succionó el labio inferior, su lengua se abrió paso entre los labios del omega y...


Tuvo que contestar el maldito celular en su bolsillo. Jaemin protestó ante la perdida de contacto en su boca y le otorgó una mirada de ojos entrecerrados a Jeno, quién con pesadez se retiraba hasta quedar sentado sobre sus talones.


— Diga — gruño, sin dejar de acariciar bajo la camisa del aún recostado y acalorado omega. Su ceño se mantenía fruncido inconscientemente mientras hablaba — ¡Oh! Abogado Choi, es un placer-... ¿Cómo? — Jaemin volvió a su posición sentada ante el silencio de Jeno. Parecía sorprendido de lo que sea que estuviese oyendo.


Se suponía que su caso había estado en pausa desde que SangHan le disparó a sangre fría al señor Lim, por lo qué, aún no sabían con certeza lo que iba a suceder con Jeno. La demanda había sido por planificar la muerte de su hijo, pero en el juicio había quedado más que claro que fue en defensa.


— Eh, si claro. Lo veo más tarde entonces. Adiós — Jeno colgó el teléfono, pero se quedo mirándolo incluso cuando la pantalla se bloqueo.


— ¿Qué pasó? — preguntó ansioso, siendo testigo de como Jeno suspiraba profundamente antes de mirarle.


— El caso fue desestimado — la boca de Jaemin se abrió emocionada. Jeno tampoco podía creérselo — Tal parece que Layla pudo ser ubicada y presentó su declaración en la estación. El señor Choi dice que no tiene mucho de que temer puesto que hay demasiadas pruebas en contra de SeongJin y no cree que la arresten o multen. Los dueños del hotel se atrevieron a testificar y contar que ella estaba siendo extorsionada con sus cachorros.


Jaemin se tapo la boca emocionado, su torso meciéndose sin terminar de creerlo.


— ¿Eso significa que... significa que somos libres?  


¿Qué hubiera hecho si Jeno terminaba en prisión? ¿Cómo sería tan fuerte para ir a visitarlo cada cierto tiempo y con vigilancia? ¿Hubieran podido continuar su relación a pesar de todo? ¿Jeno hubiera logrado defenderse de otros presos?


Jeno le miró con grandes ojos brillantes.


— Sí, somos libres.


Libres.


— ¡Ouch! ¿Qué cosa tienes con golpearme la cabeza, Na Jaemin? — Jeno acarició la zona de su cien, donde el omega acabada de darle un cabezaso sin querer. 


Jaemin no le contestó, se encontraba muy entretenido sobre su regazo mientras repartía miles de besos sobre el rostro de Jeno.


Ambos eran finalmente libres.



Los meses pasaron volando tan rápido que Jaemin no pudo ni procesarlos correctamente.


En un pequeño pestañeo ya se encontraba en fin de año, a punto de recibir su diploma por haber finalizado su educación.


Muchas cosas había cambiado en los meses anteriores.


La formalización de su relación con Jeno, su mudanza oficial a la casa de su alfa, la mudanza de Hyunjin con Seungmin, el reencuentro de su padre con un amor de su juventud, el descubrimiento de quién era su verdadera madre. Todo en menos de un año.


Jaemin había decidido posponer sus estudios universitarios para más adelante. No se sentía preparado mentalmente, además de que aún no lograba encontrar alguna carrera que le llamara la atención como para dedicarle su tiempo. Sus bajas notas y poca probabilidad de obtener una beca no tenían nada que ver, claro que no.


Su única meta por el momento era encontrar un trabajo para ayudar a estabilizar los gastos y conseguir que Jeno cambiara de opinión con respecto a marcarlo. Él alfa era un romántico que quería hacer de ese momento uno especial, mientras Jaemin lo único que quería era que Jeno tomara su cuerpo de una vez por todas. Quería portar una marca para presumirla, quería disfrutar del proceso de obtenerla, de haberla deseado, de haber sido hecha por alguien a quién podía jurar amaba con todo su corazón, alguien que le enseño los colores vibrantes que podía tener la vida.


— Si soy sincero, nunca esperé estar aquí arriba despidiendo mi último año — habló a través del micrófono. Su timidez era visible incluso desde el asiento de Jeno entre el público. — Hubieron muchas cosas que sucedieron en mi vida el último año, cosas que me hicieron pensar en encerrarme en mi burbuja y dejar de tener contacto con el mundo exterior, al menos por un tiempo, pero como habrán estado adivinando, hubo personitas que no me lo permitieron y decidieron pinchar ese globo en contra de mi voluntad. — Jaemin señaló con sus dedos a los dos alfas que le sonreían inocentemente — No puedo decir que el proceso de recuperación fue siempre bueno. Claro que hubieron momentos donde extrañe, eché de menos al Jaemin que solía ser, a ese estudiante sin preocupaciones, a familiares, e incluso a amigos. — no pudo evitar fijar su mirada en el asiento vacío que conservaba el nombre de quién una vez fue amigo; Huang Renjun — Supongo que es lo normal. Extrañar significa que estoy mejorando. Creo que es parecido a ese sentimiento que te da cuando relees un libro, esa sensación de que nada es igual cuando lo lees una segunda vez. Quizá nuestra historia esta para ser vivida solo una vez, y es justo por eso que debemos sentirla con toda la intensidad que guardamos dentro de nosotros. Nunca volverás a experimentar la escuela por primera vez, nunca serás amado de la misma manera por todos, nunca sabes si tu familia puede desmoronarse o si tu mismo estés para lamentar las cosas que no hiciste. Así que, espero que de aquí en adelante todos seamos capaces de reír, de gritar, de llorar, de sentir, de ser libres. Ojalá que la próxima vez que recordemos este momento seamos capaces de recordar cuan vivos nos hizo sentir. Muchas gracias.


Jeno y Hyunjin fueron los primeros en aplaudir, siendo seguidos por estudiantes, maestros y el resto del público. Algunas luces de las cámaras también se hicieron presentes, pero con moderación. Era obvio que los periodistas querrían estar en la graduación del omega que había movilizado y visibilizado los montones de injusticias realizadas por alfas que se creían dueños del mundo.


Para cuando Jaemin bajo del escenario, los brazos de Hyunjin ya lo estaban esperando para abrazarlo, claro, después de haber empujado a Jeno lejos.


— Estoy tan orgulloso de ti — sollozó el alfa en su hombro, incapaz de ocultar el como sus lagrimas caían sin parar. — ¿No puedes hacerte más pequeño para llevarte siempre en mi bolsillo, porfis? Prometo que te alimentaré bien y nada va a faltar. No les hagas caso a tus profesores, ellos están locos por entregarle un diploma a un niño.


Y es que Hyunjin aún veía a un pequeño niño de seis años frente a él, con uno de sus dientes faltantes, los cabellos desordenados y la ropa puesta al revés. No podía comprender que ese niño acababa de graduarse frente a sus propios ojos, que ya no vivía con él y que esta vez era oficial que ya no lo necesitaba más.


— Creo que aún no estoy listo para verte crecer, Nana — Hyunjin se aferró con más fuerza a los hombros de su medio-hermano con la palabra medio invisible. Jaemin era su hermano al cien por ciento y punto. — ¿No puedes esperarte un poco más?


No fue necesario responderle. Era obvio que su petición era imposible. El tiempo no espera a nadie.


Los ojos de Jaemin picaron.


— Lo estas acaparando, ya suéltalo — Jeno tironeó el brazo de Hyunjin, intentando separar a los hermanos llorones. — ¡Ya!


— ¡Tu, maldito idiota! — allí iban, Jaemin rodó los ojos — Tu me quitaste a mi pequeño, maldito depravado.


La forma en la que Hyunjin saltó hacia Jeno fue demasiado rápida. Su mano se situó en la oreja de Jeno, la cuál se encargo de tironear incluso mientras escuchaba las quejas de su amigo. Jaemin iba dispuesto a resolver la situación. Arremango su saco, dio unos pasos y... unos delgados brazos rodearon su cintura. Cierto, había alguien más con ellos.


Cuando se dio la vuelta pudo apreciar por completo a la delgada figura de cabello recogido. Se notaba que estaba haciendo un esfuerzo por sentirse cómoda en su ropa, pero era evidente que vivir durante años en el bosque le había generado conflictos con la ropa en general.


— Felicitaciones... Jaemin — Layla le sonrió, sin estar segura de si abrazarlo sería lo correcto. Jaemin era su hijo, sí, pero él hasta hace poco ni siquiera era consciente de su existencia, así que muchas cosas serían incomodas de seguro.


— Muchas gracias — le sonrió de vuelta, aquella expresión haciéndolo ver tan parecido a la última vez que Layla había podido apreciarlo que sus manos hormiguearon por acariciarlo. 


Jaemin pudo oler aquel aroma maternal de la omega y no se resistió a rodearla con sus brazos. Layla se tensó en primer lugar, demasiado desacostumbrada a cualquier tipo de contacto humano. Luego rodeó también a Jaemin.


— Si quieres, puedes decirme hijo. Es.. extraño para mí aún, pero me puedo acostumbrar — le susurró.


Layla no pudo evitar la emoción que aquellas palabras le causaron, y tal como en aquella cueva, olfateó el cuero cabelludo de Jaemin hasta que el olor de su acondicionador la hizo estornudar. Entonces ambos se separaron con una sonrisa y antes de que pudiera añadir algo más ya estaba siendo arrastrado fuera del auditorio, en dirección a las mesas exteriores.


— Mi turno — se sentó en la banca, acomodando de inmediato a Jaemin sobre una de sus piernas y rodeando su cintura de manera posesiva.


Jaemin rio mientras terminaba de acomodarse.


— Tu me ves prácticamente todo los días — se quejó — Tú eres el verdadero acaparador.


— Eso no viene al caso. Si lo vemos de esa manera, Hyunjin te acaparó por casi veinte años de tu vida. Un día no le hará daño. — Jeno se encogió de hombros, puchereando de manera divertida.


— Ajá, como tu digas — Jaemin giró el rostro de Jeno hacia él, otorgándole un largo beso con lengua incluida, pero a pesar de haber tomado la iniciativa, Jeno dominaba completamente la caricia. Con un chasquido se separaron — ¿Cómo crees que estuvo mi discurso?


— Estuvo increíble — el alfa se encargo de limpiar una de las húmedas comisuras del su novio — ¿De verdad creer que nuestras vidas son como los libros?


—Pues sí. Si te das cuenta, en los libros puedes volver hacia atrás pero jamás podrás cambiar lo que esta escrito. Así como tampoco puedes vivir una situación con la misma intensidad, porque ya sabes como ocurre. —Jaemin acarició el corto cabello de la nuca del alfa, mirando sus ojos sin titubear.


Se miraron en silencio durante un tiempo, ambos incapaces de romper el contacto entre sus almas.


— ¿Qué clase de libro crees que sería yo? — le preguntó Jeno de pronto.


Jaemin meditó la respuesta durante unos segundos.


— Serías esos típicos clichés adolescentes. El chico malo y frío que se enamora del chico estudioso y tímido. Un rompecorazones que se vuelve una masita cuando le demuestran un poquito de amor — dulcemente golpeó la punta de la nariz del alfa con su dedo, siendo testigo de como este cerraba sus ojos.


— Tiene sentido para mí.


— ¿Y yo? ¿Cómo crees que sería?


Jeno pestañeo en su dirección.


Si Jaemin fuera un libro, sería de esos con tipografía cursiva, esos que en muchas ocasiones utilizan frases complejas de entender, esos que pueden cortar tus dedos si no los tratas con delicadeza, esos con palabras incompletas por el desgaste, esos de tapa dura pero hojas frágiles, esos que se mantienen escondidos en las estanterías por el miedo a hacerse polvo, esos que esperan a que alguien lea su contraportada y se enamoren de ellos.


Si Jaemin fuera un libro, Jeno estaba seguro de que su portada sería del más cálido amarillo.


Porque Jaemin era como el sol. 


Cálido, a veces ausente, a veces tedioso, a veces acogedor, pero siempre, siempre, siempre libre y acompañado por su fiel marcapáginas, quién se aseguraría de minimizar todas las arrugas en sus hojas.  


Jaemin era su sol, y el mundo de Jeno orbitaría a su alrededor hasta el final de los tiempos.


— Sí, luz de sol creo que te definiría bien.



FIN



Me niego a despedirme sin haber subido los extras, así que no me echen todavía.

Tengo planeados al menos 2, uno para terminar de solucionar lo de Layla y Renjun y otro para lo de la marca (!!!!!!!!!!) jsjsjsj

No puedo soltar esta historia amistades.

Otra cosa. En mi perfil deje un aviso hace unos días, sobre que estaba pensando seriamente en cambiarle el nombre a la historia, pero quería saber que opinaban ustedes antes de hacer algo.

Esoooo. Los amooo muucho mucho mucho. 

(psd: me rompí en la parte que Hyunjin le dice que no esta listo para verlo crecer)





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