Capítulo 7
Yunyin ☠☢
Hoy saldré temprano
11:30 am ✔✔
Se leía en la brillante pantalla del celular. Jaemin maldecía el hecho de que los horarios de las universidades fueran tan flexibles como para dar posibilidad a que estas cosas sucedieran.
Esta bien
11:32 am ✔✔
Hoy vienes solo supongo (≖_≖ )
11:32 am ✔✔
Supones bien, Jeno estaba un
poco ocupado, se le perdió algo.
11:33 am ✔✔
Okey, nos vemos en casa
11:34 am ✔
Apago el celular y lo lanzó hacia la cama, cayendo este justo sobre la prenda de color negro que reposaba ahí completamente arrugada. Jaemin entrecerró los ojos mirando acusadoramente el objeto.
— Traidor — le dijo a la prenda como si esta tuviera vida. — Te odio, pero no me puedo deshacer de ti.
Tomó el suéter entre sus manos llevándolo hacia su pecho, presionándolo contra si mismo mientras olfateaba un poco de la fragancia que aun emanaba, provocando que su lobo hiciera una corta aparición al sentir el olor. De cierta forma le parecía extraña la forma en la que su omega interno parecía reaccionar y animarse con el aroma de Jeno, como si el solo hacer eso le hiciera sentirse seguro y protegido, algo que no sentía desde hace unos años atrás.
Sus mejillas se sonrojaron levemente por la vergüenza que su comportamiento le estaba generando, prácticamente tenía de rehén la ropa que Jeno le había entregado la noche anterior para que colocara en su nido y así de esa forma no se sintiera abandonado cuando se fuera a su casa, nido que por cierto aún no desarmaba porque el olor de Jeno aún se sentía con fuerza.
— Sera nuestro pequeño secreto — colocó su dedo índice frente a sus labios antes de colocarse a chillar y saltar con la prenda robada.
Ningún otro aroma lograba causar eso en él, ni siquiera el que sus compañeros soltaban intencionalmente para atraerlo.
Resultó ser que su hermano era un impostor, y uno de los peores cabe aclarar.
Le había dicho que no llevaría a nadie a casa, pero ahí estaba Jaemin, oculto en la parte superior de las escaleras mientras escuchaba el tintineo que las llaves hacían contra la cerradura. Alcanzaba a escuchar unos murmullos, pero no podía decir con exactitud a quienes pertenecían.
Cuando la puerta se abrió, Jaemin se movió un poco más atrás para pasar más desapercibido, viendo como entraba su hermano con su típica sonrisa de idiota junto a un chico desconocido. La decepción fue automática, pues aunque sus acciones demostraban todo lo contrario, el no ver a Jeno lo entristeció.
Ahora, ¿Quién era el extraño en su hogar?
Su cabello era de color castaño, igual a la tonalidad que portaban sus grandes ojos. Era atractivo, debía admitirlo, su rostro era pequeño y parecía juguetón como un cachorro, aún no podía decir a que clasificación pertenecía debido a la distancia, pero apostaría que era un omega por su voz dulce.
— Minnie, ¿Quieres un vaso de agua? — preguntó su hermano entrando a la cocina, mientras tanto el intruso dejaba su bolso sobre el sofá. Siguiendo a su hermano inmediatamente.
— Si, pero me gustaría pasar al baño primero — rio avergonzado.
— Adelante, puedes usar el que esta arriba en mi habitación — le recordó, debido a que el de abajo se encontraba en reparación.
"Maldición" susurró el omega menor cuando Minnie asintió y comenzó a subir las escaleras justo hacia la dirección donde el fugitivo Jaemin estaba. Si descubrían que falto a las clases, su hermano con complejo de padre lo castigaría.
De forma sigilosa caminó hacia la vacía habitación de invitados frente a la suya, dejó la puerta entreabierta para observar como -el ahora confirmado omega por su olor- se dirigía directamente hacia la habitación de su hermano, como si ya hubiera estado con anterioridad por ahí.
Seungmin se refrescó la cara con el agua de la llave. Repentinamente estaba comenzando a sentirse caliente, quizás debido a la caminata que hicieron desde la parada hasta el hogar de su alfa, o también podía ser el hecho de estar rodeado completamente por el olor de su pareja.
Cuando salió de la habitación de Hyunjin se detuvo un poco para sacudir sus manos ya que no encontró una toalla dentro del baño, soltó un suspiro tratando de tranquilizar su por alguna razón alterado corazón, aspirando el aroma perteneciente a su alfa que estaba impregnado en la casa, junto a otro que se le hizo levemente conocido.
Observó la puerta que correspondía a la habitación del hermano de su pareja, frunció su ceño confuso por el aroma que de ahí parecía escapar. Se acercó a paso lento para asegurarse de que su olfato no estuviera fallando, pero no, no estaba equivocado; la habitación estaba apestada con el olor de Jeno. Quizás estaba siendo muy chismoso, pero la curiosidad le ganó al confirmar su sospecha de que ese aroma pertenecía al chico que rechazaba a todos sus pretendientes porque; "No me interesa tener pareja"
— ¿Qué crees que haces? — Seungmin se sobresalto al escuchar la voz desconocida tras él — Esa es mi habitación.
El castaño volteo su cuerpo, quedando frente a frente con el omega peliazul y de ojos que, en ese momento, tenían un leve toque de morado al sentirse amenazados por el extraño que quería entrar donde aún tenia su nido con la ropa de Jeno. Y no solo eso, si no que también reconoció aquel aroma que el castaño emanaba como el extraño olor que Jeno tenia impregnado cuando fue a buscarlo a su institución.
Estaba sintiendo muchas emociones contradictorias en ese momento, pero los celos eran lo que más se hacia notar en el estado anímico de su parte animal, sobre todo al sentir como el aroma del contrario se estaba potenciando al estar entrando en celo en ese mismo instante. Jaemin no quería que aquel desagradable olor se infiltrara hasta llegar a su lugar seguro.
Jaemin le mostró los dientes cuando notó el leve movimiento del contario.
— Habla, dime quién eres y que haces en mi casa — rugió ante el silencio de Seungmin.
— Y-yo soy...
— ¿Qué es lo que esta pasando aquí? — pronunció en un tono enojado el único alfa presente en aquella casa, acercándose a paso rápido hacia los dos omegas. — Jaemin, tu no deberías estar aquí.
— El es el único que no debería de estar aquí, este es mi territorio — siseó el lobo del omega. — Aléjate de mi habitación, intruso.
La expresión de Jaemin era de completo enojo. Su animal interno lentamente estaba saliendo a la luz, siendo algo en extremo peligroso después de haberse prácticamente desmayado por la debilidad de su omega.
Seungmin no pudo evitar el notar como las venas del cuello de Jaemin se hacían notar levemente, con su respiración errática haciendo mover el cuello de su uniforme escolar, permitiendo que la pequeña cicatriz fuera visible para el otro omega. Era extraño, parecía estar completamente cicatrizada pero aún así tenia un color morado rodeándola. Aún siendo un omega como él, el aura que emanaba del menor lograba intimidarlo completamente, haciendo a la parte animal de Seungmin chillar ante el peligro.
— No le hables así — comenzó a gruñirle su propio hermano, mientras lentamente colocaba a su pareja tras el para protegerlo.
El orgullo del omega recibió un fuerte golpe al ver como quien consideraba de su manada defendía a alguien externo en lugar de colocarse de su lado, mismo extraño que había tratado de entrar en su nido, y su hermano conocía lo peligroso que era eso, pues al su lugar ser invadido, el omega comenzaba a sentirse inservible por no poder protegerlo, entrando así en una depresión profunda.
— Traidor — gruño pasando por el lado de la pareja para irse, empujando con su hombro el de su hermano quien inmediatamente le mostro los dientes ante el brusco movimiento, totalmente controlado por su lado animal.
Quizás no había sido la mejor forma en la que ambos omegas pudieron conocerse.
Mala idea, definitivamente fue una mala idea.
Su omega lo condujo fuera del hogar hacia ningún lugar en especifico, solo queriendo alejarse de la casa, pero el problema era que no tenia donde ir ahora; Renjun de seguro estaba enojado con el y para ser sincero, Jaemin no tenía ganas de soportar olores de lobos externos a su pequeña manada. Su omega estaba muy sensible al haber intentado usar sus feromonas para doblegar a Seungmin.
Solo siguiendo a su instinto marcho hacia la casa de Jeno, que la verdad no estaba tan lejos de por ahí. Según lo que sabia, aquel día el alfa tenia clases hasta poco pasado el mediodía, pero tenía la suerte de saber donde este guardaba las llaves de repuesto. Así que simplemente las tomo y giró el pomo, dirigiéndose inmediatamente hacia la habitación del castaño, donde finalmente gimió de gusto al sentir un olor conocido sin el irritable olor a omega necesitado que había en su casa.
Cuando Jeno llegó a casa inmediatamente sintió el aroma a enojo del omega, preocupándose y sorprendiéndose en la misma cantidad. Su olfato lo llevó hasta su habitación, donde se encontró con un bulto bajo el cobertor de su cama.
— ¿Jaemin? ¿Qué haces aquí? — se acercó con precaución hacia el costado de su cama, levantando el cobertor hasta ver el asomarse el pequeño rostro del omega.
— Hyung... — pronunció, sintiendo las caricias que el alfa daba en su cabecita — ¿Podrías marcarme con tu olor?
Seguramente Jaemin se arrepentiría luego de haber preguntado aquello.
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