Jaemin nunca se había considerado una persona ciegamente creyente, ni en lo más mínimo. Durante gran parte de su adolescencia había estado furioso con cualquier deidad debido al destino que le había tocado. Había rezado muchas veces tratando de ser escuchado, quiso recibir la misericordia que muchos decían obtener, ser testigo de como la fe era capaz de amortiguar el dolor, pero cada noche, antes de ir a dormir, SeongJin llegaba al hogar que ambos tenían y Jaemin comprendía que una vez más había sido ignorado por la diosa luna.

¿Por qué a ellos sí y a mí no?  cuestionaba mientras limpiaba la casa hasta el cansancio. ¿No soy merecedor de la compasión acaso? restregaba el estropajo en el bonito plato de flores rosadas, lo pasaba tanto, una y otra vez, que las flores comenzaban a perder el color de sus pétalos y solo se detenía cuando sus oídos podía registrar el sonido de la porcelana rallándose. Luego procedía a mirar el antes pulcro plato, sintiendo compasión por las horribles líneas que ahora surcaban su suavidad. Entonces se ponía a llorar, y el rezo nuevamente comenzaba.

— Por favor, por favor, porfavor — su voz se entrecortaba ante las calientes lagrimas que se deslizaban por un recorrido ya habitual los últimos meses. Sus manos temblorosas se agarraron con fuerza a la esquina del mueble y sus ojos centellantes buscaron entre el mar de estrellas al redonda figura receptora de sus suplicas.  — De verdad lo siento si hice algo malo antes, sea lo que sea no lo volveré a hacer. Solo dime que es lo que quieres que haga y lo haré. Iré a la iglesia todos los domingos si hace falta, me ofreceré como voluntario en cualquier cosa y no le contestaré más a mamá. Solo... porfavor, sácame de este lugar y nunca pediré nada más. ¿Sí? L-lo prometo.

Entonces repetía su mantra mientras miraba a la luna, tan resplandeciente que le generaba envidia. ¿Algún día podré brillar de la misma manera?

No tuvo la respuesta aquel día, ni el siguiente, ni la semana siguiente, ni el mes siguiente.

Los días pasaban y el pozo de la esperanza se secaba. Ya no tenía ganas de llorar, gritar o suplicar, no tenía ganas de vivir a ese punto. Cada día se intentaba convencer de que sería el último, que al día siguiente podría escapar y seguir con su vida; iría a casa y vería a Hyunjin jugando con Jeno en la consola, vería la serie que había dejado a medias, iría a comprar los ingredientes para hacer los postres que a Jeno le gustaban, iría a la escuela, se compraría libros y bailaría Gee con Hyunjin, se comportaría como un niño, porque eso era, Jaemin era un niño aún, no un ama de casa, no un sirviente, no un muñeco, pero al final de día sabía que no podría irse.

Así que Jaemin dejo de rezar, al igual que dejó de creer en su libertad.

Fue así durante años, e incluso cuando finalmente pudo escapar de ese lugar nunca volteó a ver la luna otra vez, porque su corazón ya había sido defraudado. No diría que dejó de creer en la existencia de la diosa, solo estaba dando el mismo trato que recibió a cambio; un silencio eterno.

Jaemin nunca más volvió a rezar, sin importar todas las veces que recordó soñar con una mujer de apariencia etérea.

No volvió a inclinarse, ni a juntar sus palmas. No volvió a repetir su mantra. Sálvame. Porfavor. Quiero irme de aquí. Sé que no me merezco esto. Ayúdame.  O al menos, no hasta este justo momento.

Volvía a presenciar sus palmas unidas, su respiración irregular y su postura encorvada. De hecho, podría pensar que estaba de vuelta a esos tiempos pasados si no fuera porque sus suplicas habían alterado su mensaje. Sálvalo. Porfavor. Quiero verlo salir de aquí. Se que no se lo merece. Ayúdalo.

De verdad lo siento si hice algo malo antes, sea lo que sea no lo volveré a hacer. Solo dime que es lo que quieres que haga y lo haré. Iré a la iglesia todos los domingos si hace falta, me ofreceré como voluntario en cualquier cosa y me portaré bien en la escuela.

Por favor.

Por favor.

Por... favor.

Las cosas no estaban pintando bien para Jeno en ese momento. El lado del demandante había argumentado los detalles del caso de manera que toda la situación no pareciera más que una venganza planificada para asesinar a SeongJin. Acusaban a Jaemin como la mente maestra tras el asesinato y a Jeno como su ejecutor.

No podía decir que no se lo esperaba. Su propio abogado, el señor Choi, le había dicho previamente que existía una pequeña posibilidad de que intentaran incriminarlo, esto debido a que la única manera de Jeno para salir completamente libre era si la loba blanca confesaba el asesinato o si el ataque contra SeongJin era catalogado como defensa, lo cuál era así. Jeno había disparado el arma para evitar que Hyunjin muriera a manos de aquel loco. 

— De evidencia esta el análisis de pólvora que se le realizó a Lee Jeno, donde se confirmó la presencia de polvillo en sus manos. Esto quiere decir que Lee Jeno disparó el arma que acabó con la vida del hijo de mi cliente — apuntó al padre de SeongJin, quién se mantenía sentado en el estrado con una postura encorvada y con una falsa expresión de dolor.

Si no fuera porqué Hyunjin le había contado la historia de cómo esta gente trato a Jaemin en el pasado, Jeno hubiera caído redondito en su papel de víctima. El señor lucia como alguien de buen porte, un hombre decente y correcto, pero Jeno ya conocía la verdad, él era capaz de ver el cierre de aquel disfraz de oveja que el lobo portaba.

— SeongJin volvió de su viaje de negocios para toparse con que su omega se estaba revolcando con otro alfa a sus espaldas. Él confió en Na Jaemin y terminó defraudado, así que en un acto de enojo intentó llevarse al omega en contra de su voluntad, estaba enojado y con el corazón roto. — el abogado se sitúo frente a su cliente — Dígame, señor Lim ¿La última vez que vio a su hijo, este mostraba los síntomas de un corazón roto?

— Así es... — se tomó un dramático momento para suspirar y miró hacia arriba, como si intentará contener las lagrimas. De seguro esta tratando de que bajen en lugar de "detenerlas"  Jeno quiso rodar los ojos, más solo presionó juntos sus dientes. — Mi querido hijo fue a visitarme luego de un día en el trabajo. Dijo que llevaba días sintiéndose mal, como si su lazo tirará de él, así que decidió que iría a ver al joven Jaemin porque estaba preocupado por él, pero cuando volvió de su viaje lo pude notar cambiado, él no paraba de llorar y decir que no podía entenderlo, entonces me confeso que descubrió el amorío de su omega con otro alfa.

— ¿En algún momento él le mencionó haber interactuado con Lee Jeno?

— No, jamás, pero yo lo investigue. Descubrí que desde pequeño presentó episodios de violencia, atacó a su padre y a algunos médicos que le trataron, por eso le aconsejé llevar su navaja y su arma en caso de que le atacara también — Jeno tuvo que inhalar muy fuerte para no saltarle encima al vejestorio ese. Su abogado le sobó el hombro para mitigar la tensión que invadió todo su cuerpo muy rápido. — Aquí tengo los papeles del arma, esta registrada y tenía licencia para portarla.

El juez recibió y ojeó los papeles, finalizando su registro al confirmar que el señor había dicho la verdad.

— Así que para finalizar, Lim SeongJin fue entonces en busca de su omega. Quizá el secuestrarlo no fue la mejor manera de intentar traerlo de vuelta a donde pertenecía, pero la victima estaba furiosa ante el engaño y no meditó sus acciones.

— No, quizás, señor Park. Secuestrar a Na Jaemin para traerlo de vuelta en contra de su voluntad es una violación a los derechos, sin importar que el omega fuera su pareja. — el juez miró directamente al abogado, su dura mirada no titubeó en ningún momento. 

El abogado Park se disculpó y aclaró su garganta, evitando a propósito la afilada mirada de su propio cliente.

— Cómo estaba diciendo, SeongJin se llevó a Na Jaemin del lado de Lee Jeno, quién en un episodio de ira descubrió donde estaban y todo terminó como ya sabemos.

— Muy bien abogado Park. — el mencionado realizó una reverencia al juez antes de dirigirse a su asiento — Ahora, abogado Choi, puede seguir con la contra-interrogación.

— Bien, quiero comenzar rebatiendo uno de los puntos que mencionó el abogado Park. — el señor Choi se colocó de pie, no sin antes otorgarle una sonrisa a Jeno. Luego se giró hacia el estrado. — ¿Cómo es que asegura que Lee Jeno iba preparado para asesinar a Lim SeongJin cuando no se encontró pista alguna que lo indicara? Aquel día, las únicas armas que se encontraron pertenecían a la victima, lo que significa que Lee Jeno fue con las manos totalmente vacías. Por lo tanto, Lee Jeno solo podía tener acceso a las armas de haber sido utilizadas antes por el joven Lim, de otra manera, era imposible para él conocer de antemano que el contrario portaba armas. — el abogado tomó una pausa para mirar de reojo a Jeno — En segundo lugar, sí el joven SeongJin fue capaz de sentir los momentos en que Na Jaemin tenía relaciones con Lee Jeno, cosa que nunca sucedió por cierto, también debió de sentir el dolor que el omega experimentó los meses anteriores ante la falta de renovación de su marca, y este suceso esta respaldado por los múltiples certificados de atención médica cuidadosamente guardados que Na Hyunjin nos proporcionó. Entonces señor Lim ¿Porqué su hijo no volvió cuando su omega estaba sufriendo y verdaderamente lo necesitaba?

El señor Lim guardó silenció un momento, sin saber como decir algo que sonara convincente.

— ... Eso fue porque quedaron en malos términos cuando el omega decidió volver a su hogar. Su unión fue formalizada cuando el tuvo su celo. Fue sin querer, mi hijo solo se dejó llevar, pero aún así se hizo cargo y trajo a Na Jaemin a vivir a nuestra casa. Lamentablemente Jaemin se negó a darse una oportunidad con mi hijo, le gritó que lo odiaba y que ojala se muriera, que no quería tener nada más que ver con él. Así que mi hijo lo dejó ir aunque él si estaba enamorado.

— ¿Y si terminaron en tan malos términos, qué fue lo que le hizo volver cuando el omega ya había encontrado alguien a quién si quería?

— SeongJin aún estaba enamorado de él, por eso volvió.

— ¿Tan enamorado como para acostarse con otras omegas en contra de su voluntad? — el abogado tomó la carpeta que mantenía en su mesa y se la entregó al juez — Estos son algunos de las denuncias realizadas en contra de Lim SeongJin durante el periodo en que el joven Na y él se distanciaron.

— E-eso es por qué aún era joven y necesitaba encontrar alguna manera de pasar sus calores, no-

— ¿Entonces afirma que él podía pasar sus calores con cualquier persona sin remordimiento, pero se enfureció cuando Na Jaemin supuestamente hizo lo mismo? ¿Además, acaso su hijo no conocía el termino de "consentimiento"?

— Objeción, su señoría. Es argumentativo y acosa al testigo.

— Objeción aceptada. Señor Choi, no se desvie del tema.

— Entendido, su señoría — reverenció al juez — Entonces, continuando con la relación de Na Jaemin y Lim SeongJin...

El abogado Choi continuó con la elaboración de preguntas sobre lo dicho por el señor Lim y su abogado, poniendo en evidencia el injustificado ataque contra Na Hyunjin, de parte de la victima. La navaja que encontraron tenía demasiadas huellas sobre su mango, pero muchas estaban destruidas por la sangre de Hyunjin, misma que también se encontró en las manos y boca de SeongJin.

Cuando el contra-interrogatorio finalizó, Jeno se permitió sentir un poco de esperanza. Apoyo su cabeza en su asiento y respiró un poco más tranquilo. Le dio un poco más de confianza cuando fue su turno de testificar. Pudo ver a su tía sentada en el público, a Seungmin, a algunos de sus compañeros de equipo, a algunos periodistas tomando nota y otras personas que no se atrevían a hacer contacto visual con él. Eran demasiados ojos observándolo.

Lo bueno es que no tenía nada que ocultar. Diría toda la verdad y elegiría confiar en que la justicia existía.

Los hermanos Na subieron a testificar uno por uno. Él lado del demandante no contaba con ningún testigo, así que les hicieron subir más rápido de lo esperado.

Jaemin no se guardó nada. Habló de absolutamente todo, su primer celo, la marca, la violación, el encarcelamiento en el hogar de SeongJin, la separación, el dolor, su relación con Jeno, el secuestro, todo. No se cansó de recalcar lo mal que se la pasó todos los meses que tuvo que convivir con Lim y él como este había intentado adelantar su celo para marcarlo otra vez en contra de su voluntad.

Jeno intentaba mantenerse fuerte para darle fuerzas a Jaemin, asentía cuando le miraba y le otorgaba pequeñas sonrisas dulces, pero del otro lado Jaemin hacía exactamente lo mismo.

Él también quería ser fuerte para Jeno.

Y Jeno quería besarlo tan jodidamente mal en ese momento.

El siguiente fue el turno de Hyunjin, quién contó las cosas tal y como se las había contado a Jeno tiempo atrás; el día que Jaemin llegó llorando a casa por una marca no deseada, el día que lo quitaron a fuerzas de su lado, el momento en que Jaemin se dio una oportunidad con Jeno y la mejora que este presentó debido a eso, la pelea que tuvieron en forma de lobo y el cómo Jaemin fue puesto en un lugar seguro por Layla.

— ¿Layla? — preguntó el juez.

— Si, su señoría. Layla es la mujer lobo de color blanco que ambos testigos anteriores mencionaron — confirmó el señor Choi — Durante la inspección del arma homicida, análisis que se encuentra dentro de la carpeta, se encontró la presencia de múltiples huellas dactilares, gran parte de ellas pertenecientes al señor SeongJin, quien figura como el dueño del arma, luego se identificaron las de Lee Jeno, a quién se le realizo un análisis de pólvora que arrojó que la cantidad de polvillo era muy poca para haber disparado tres veces. — el juez miraba de una a otra hoja en su mesa, acomodando sus lentes cuando estos estuvieron por caer — como puede leer ahí, se encontró un tercer par de huellas que no pudo ser identificado, lo que me hace creer que esas muestras corresponderían a la loba desconocida que por alguna razón no se encuentra en nuestros registros.

¿Cómo le explicaría a Jaemin que aquella mujer era su madre?

Los ojos de Hyunjin parecieron brillar ante las palabras no dichas, sus ojos totalmente fijos en el omega acomodado ahora a un lado de la tía de Jeno.

— El joven Lee no tiene experiencia con las armas, y si a eso le sumamos los nervios del momento es extremadamente difícil que él lograra matar a SeongJin de un solo disparo. El informe forense informa que, de los tres disparo, solo uno había quedado con una inclinación un poco más vertical, que fue el disparo a un lado del estomago, uno que no era mortal en absoluto. Los otros dos disparos fueron a una corta distancia y completamente rectos, lo que significa que el tirador o tiradora tenía un muy buen pulso o que disparó con sus brazos alineados perfectamente a la altura de sus hombros. Si tenemos en cuenta la altura del joven Lee, el disparo debería de haber dado sobre la clavícula, no en la zona del corazón. Así que, por lo tanto, Lee Jeno no fue quién disparo de manera mortal a la victima. Él solo tomo el arma lo más rápido que pudo para evitar que SeongJin apuñalara otra vez a Na Hyunjin. No podemos hablar de homicidio cuando, en primer lugar, el no concretó el asesinato, y en segundo lugar, disparó en defensa de otra persona. 

Y como si todos aquellos datos no fueran suficiente, se presentó ante el juez la evidencia que Renjun les dejó cuando Jaemin desapareció. Hyunjin no pudo evitar la mueca, Renjun no fue un buen amigo, fue un cobarde y prefirió escapar, pero no podía negar la gran ayuda que era la existencia de aquel video.

El señor Lim estaba furioso. Él no tenía idea alguna de la existencia de ese material, Jeno podía notarlo en su expresión deformada y sintió ganas de sonreírle de forma altanera.

Puto viejo.

Jeno buscó a Jaemin en el público y encontró su mirada estaba perdida en las imágenes del proyector.

Su mejor amigo, su... Renjun fue participe de todo esto.

Su gesto se torció en una mueca y sus pestañas aletearon con rapidez, sus manos se volvieron puños que apoyo en sus muslos. No quiso mirar hacia al frente. De seguro Hyunjin y Jeno estarían viéndolo con compasión. No quería eso. Había sido estúpido y no lo había notado.

Y nadie se lo había dicho.

El juez no dijo nada después de ver el video, parecía estar poniendo en orden todos los recientes datos. Finalmente miró al demandante y demandado respectivamente, deteniéndose mucho en el señor Lim, quién no se atrevía a mirarle a la cara.

— Llamaremos al último testigo al estrado. Después de un receso daré mi veredicto.

El siguiente en pasar fue el doctor que atendió a ambos en el hospital. Caminaba directamente hacia el estrado, sin titubeo alguno.

Se le pregunto acerca de la condición física y mental de Jeno y Jaemin, en lo que declaró que todo estaba dentro de los estándares comunes.

— Mirando los archivos médicos de ambos, siento que es de vital importancia notificar sobre la condición médica que Lee Jeno solía tener — el juez miró de manera interesada al doctor — Lee Jeno durante muchos años de su vida estuvo desconectado de su parte animal. Todo esto debido a un incidente ocurrido con su padre, un alfa puro, donde a una corta edad se transformó por primera vez y fue agredido por su progenitor, razón por-

— Objeción, su señoría. Es irrelevante para el caso.

— Objeción denegada. Doctor, puede continuar.

— La relación que ambos mantuvieron en el corto tiempo, donde puedo corroborar que no existió jamás penetración, guiándome por las feromonas de Na Jaemin, logró no solo que el lobo de Jeno despertara, sino que también salvo al omega de una dolorosa despedida de su parte animal. 

— ¿A que se refiere doctor?

— A que la diosa luna no se guía por las leyes de nuestra sociedad al unir las almas, por lo tanto, nosotros tampoco podemos juzgar las acciones de un alfa al que le fue robada su otra mitad. Señor juez, creo que ahora fui lo suficientemente claro, pero aún así lo reafirmaré — desde su posición de testigo, el doctor observó a todo el público ya conmocionado por la nueva información — Na Jaemin y Lee Jeno son una de las pocas parejas destinadas que quedan actualmente. El desconocimiento de ambos respecto al tema no es más que el producto de un destino caprichoso. Lee Jeno estuvo en tratamiento durante años después de perder el contacto con su lobo durante un evento traumático, razón por la cuál Jaemin no tenía oportunidad de reconocerlo, además debemos considerar que Jaemin fue marcado apenas tuvo su presentación como omega. Todo esto me lleva a teorizar que, al debilitarse la unión con SeongJin, el omega de Na Jaemin pudo reconocer a Jeno como su pareja y le incitó a salir de su encierro. De ser así, SeongJin debió de sentir el tirón de la mordida y reconoció que Jaemin había hallado a su predestinado, terminando en todo lo que sucedió. 

Los murmullos del público comenzaron.

— Lim SeongJin intentó jugar con el destino al alejarlos y su karma fue instantáneo.

Ni el martillo del juez logro acallar todas las voces que se alzaron luego de tal testimonio.

— ¿Por qué no me lo dijeron? — Jaemin cruzó sus manos sobre su pecho, su expresión fruncida no hacia sentir mejor a los tres lobos que se encontraban frente a él.

Seungmin acabada de llegar de su universidad en el momento que el juez dictaminó un receso, topándose con la imagen de dos altos alfas, fuera del edificio, con sus cabezas agachadas mientras un furioso omega los miraba con desprecio.

— Todo el maldito tiempo en el hospital me estuve preguntando él por qué Renjun no venía a verme, y de pronto me topo con esto.

— Ellos no querían que te preocuparas Nana — Seugmin habló por ellos.

— Oh, pues gracias. Ahora estoy terriblemente feliz de enterarme de la traición de mi supuesto mejor amigo en un juicio donde no se si mi alfa regresará a casa conmigo porque puede que vaya a la cárcel. Me hizo sentir mucho mejor.

Lo siguiente que sintió fueron los brazos del alfa rodeándolo, además de su olor totalmente arrepentido expandirse a su alrededor. Aún así, Jaemin no le abrazo de vuelta, en cambio prefirió mirar como el señor Lim pasaba a un lado de ellos en dirección a un callejón cercano.

— No llores Nana. Me rompe el corazón verte llorar. — Jeno susurró dulcemente en su oído, acariciando su espalda de arriba hacia abajo, lentamente. La boca de Jaemin se torció, y sintió la primera gota deslizarse por sus mejillas.

Hyunjin y Seungmin aprovecharon ese momento para separarse un poco de ellos. Jeno era el indicado para consolar a Nana en ese momento.

— Es que... n-no puedo entenderlo. — sollozó, aferrándose a la fuerte espalda de Jeno. — Se suponía que él...

Jaemin escondió su rostro en el cuello de Jeno. No necesitaba que otras personas lo vieran actuar como un bebé. La máscara que decidió portar aquel día para no darle otra preocupación a Jeno se encontraba cayendo a pedazos.

— Lo sé, bonito, pero mírame... — Jeno separó el lloroso rostro de su cuello, apreciando los ojos brillantes y rojos que el omega trataba de ocultar. — Se que mis palabras no harán mucho por amortiguar tu dolor porque se trata de alguien que creías tu amigo, pero quiero que entiendas que estas cosas pueden pasar. — Jeno se encargo de limpiar su mejilla cuando uno de sus ojos volvió a desbordarse — El ser humano tiene muchos lados. Quizá el realmente nunca quiso hacerte esto, quizá fue la única salida que pudo ver en ese momento, quizá no vimos ni siquiera el diez por ciento de todo lo que SeongJin le hizo o quizá solo estaba pensando en él. El punto es que nunca terminas de conocer a una persona y no todas las cosas de ellos te van a gustar, es normal. No es que trate de excusarlo, porque lo que hizo fue una estupidez y yo soy el primero en la lista que quiere patearle el culo. — Jaemin soltó un jadeo que se asemejaba más a una risa nasal — La cosa es que no podrás comprender sus acciones porque tu no eres Renjun, eres Na Jaemin, el omega más bonito, dulce y posesivo que conozco. ¿Comprendes?

La mano de Jeno paso de su mejilla hasta su mentón, donde aprovecho de tironear hacia abajo el labio hinchado del omega para posar sus labios entre sus belfos. Un beso dulce y suave. Un beso estilo Na Jaemin, un omega suave y azucarado.

— Si comprendo lo que quieres decir — suspiró, un puchero lentamente se formaba en su rostro — pero yo no soy posesivo.

— ¿Ah, no lo eres? ¿Me habré confundido acaso? — Jeno se llevó una mano al mentón, fingiendo intentar recordar si había dicho lo correcto. Los ojos de Jaemin le miraban con una pizca de diversión cuando el alfa volvió a mirarle — ¿Acaso no fue usted el que hace solo unos segundos me proclamó públicamente como su alfa?

Los ojos de Jaemin hicieron bien su trabajo al expresar perfectamente la sorpresa de haber dicho eso en voz alta. Una cosa era reconocer a Jeno como su alfa en su mente, pero nunca antes lo había dicho frente al alfa.

La vergüenza le hizo sonrojar las mejillas, mismas que fueron llenadas de cortos besitos de parte del alfa, quién divertido no dejaba que el omega se cubriera con sus manos. 

Jeno entrelazó sus manos con las de Jaemin, las alzó juntas y con su dedo índice volvió a levantar el rostro del omega. Sus ojos se cerraron al igual que los de Jaemin, la punta de su nariz rozó la del contrario, sus dedos acariciaron los nudillos del omega y luego...

— ¿Qué esta haciendo ella aquí? 

Y entonces el resplandor de un arma siendo alzada se repitió en la memoria de Jaemin.

Y un disparó sonó en medio de la calle.

Madre mía, por FIIIIN

Luche tanto con el tema del juicio que ya estaba comenzando a querer dejar todo hasta aquí, pero al menos algo salió.

No recuerdo si en algún momento mencione el apellido de SeongJin, pero de haber algún error lo cambiaré apenas lo note.

Ahora ya es oficiaaal, queda solo el epilogo y extra.

Es que no me lo creo.

Los tqm, gracias por los lindos comentarios del cap anterior <3 muak muak (son besos)