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Capítulo 29



ADVERTENCIA: NO TENGO NINGUNA IDEA DE COMO SON REALMENTE LOS PROCESOS DE INVESTIGACION EN CASO DE DESAPARICIÓN, POR LO QUE OBVIAMENTE ESTO ES EL RESULTADO DE LO QUE PUDE COMPRENDER CUANDO INVESTIGUÉ. NO TENGO PROBLEMA SI ALGUIEN CONOCE DEL TEMA Y QUIERA CORREGIRME AL RESPECTO.


— Señor Lee y Na — suspiró una vez más el oficial de policía tras el escritorio. Las manos de Hyunjin apoyadas en su escritorio estaban estorbando la redacción de su informe a los superiores — No podemos entregarles aún los resultados del recipiente de comida y las huellas encontradas en el celular debido a que puede que ustedes entorpezcan la investigación en curso. Todo le irá siendo informado a los padres del menor en cuanto sea posible. Ahora, le pido por favor me permitan continuar con mi trabajo.


— ¡Ya han pasado cuatro días desde que se llevaron las pruebas! ¿Cuántos días más tienen que pasar para que comiencen a moverse?


— Hyunjin, ya — Jeno intentó tirar de él hacia atrás. La mirada que todas las personas del lugar les estaban dirigiendo no eran para nada agradables. — Vamos con su vecina. Hace un rato me envió un mensaje de que su hijo ya pudo transferir los videos de su cámara de seguridad.


Hyunjin lo pensó un momento, sin dejar de ver de manera fija al oficial que le miraba de la misma manera.


Quizá estaba siendo muy paranoico, pero desde el momento en que la participación de su madre en la desaparición le entró en la cabeza, no pudo evitar el comenzar a sospechar de todos. Y es que la conocía. Conocía su forma de actuar cuando algo no funcionaba de la manera que quería. Ya lo había hecho una vez con la mujer que más odió en la época que más traicionada se sintió y Jaemin era la prueba viviente de aquellos tiempos, es más, Jaemin era la prueba de que su esposo aún atesoraba algo de su omega.


¿Quién le podía asegurar que la policía no estaba también relacionada en el negocio de su madre? ¿Quién podía asegurarle que realmente estaban buscando a su hermano? ¿Estaban analizando las pruebas siquiera?


No era tonto y sabía que su madre tampoco lo era. Por esa razón no podía disimular su desagrado ante la absurda actuación de su madre ante las cámaras, donde se hacia ver como la mejor madre del mundo, la que ama a su hijo con toda su alma y la que se encuentra más destrozada con la situación, demostrándolo con las lagrimas que recorrían su rostro cuando la prensa le preguntaba como se sentía y si había tenido nuevas noticias.


— Mejor escuche a su amigo, señor Na — con un asentimiento volvió la mirada a los papeles que debía rellenar. Ya estaba lo suficientemente atrasado en su trabajo como para prestarle atención al par de jóvenes frente a él.


Jeno le rodeó el hombro con su brazo. Su expresión se lo decía todo. Él ya no quería estar más aquí, quizá, debido a la sensación de que estaban perdiendo tiempo importante en una institución que siempre les decía lo mismo.


"Aún no se han encontrado pistas al respecto"

"Sea paciente, hacemos todo lo que podemos"

"No, es que nuestro personal esta limitado por un cambiaforma descontrolado que ha atacado a varios ciudadanos"

"Apenas tengamos alguna información lo comunicaremos"

"Su madre ha mostrado mensajes que Na Jaemin envió antes de que realizaran la denuncia, donde el joven omega le avisaba que se marcharía lejos para comenzar denuevo"


— Ya vámonos — le dijo Jeno, ya haciendo a ambos moverse en dirección a la puerta.


Hyunjin murmuró, seguro de que el policía tendría sus sentidos los suficientemente desarrollados como para oírlo; — Espero que entienda que solo intentamos encontrar a mi hermano. Lo conozco lo suficiente como para saber de lo que es capaz y no, porque a fin de cuentas fui yo quien se encargo de su seguridad durante todos estos años. Mis padres solo nos sustentaron económicamente. — se giró hacia el oficial, quién otra vez le prestaba atención — De verdad necesito que entienda mi desesperación, oficial. No quiero que me tome como un niño caprichoso. Soy una persona adulta a la que le arrebataron a su hermano pequeño. No sacrifiqué toda mi infancia cuidándolo para recibir algo a cambio, lo hice por que es mi hermano y lo amo.


El oficial Kim suspiró. Claro que lo podía entender, después de todo, una de las razones por las que decidió estudiar para ser oficial eran las injusticias a las que tuvo que ser expuesto en el asesinato de su madre. Él también tuvo que ser sometido a comentarios estúpidos que no hacían más que hacer ver a su madre como una cualquiera, le hacían ver como una mujer que dejó a su hijo para marcharse con su alfa. Todas las noticias la habían catalogado de esa manera, hasta que la encontraron en el interior de la casa de un alfa desconocido para todos.


¿Cómo podía culpar a aquellos dos alfas cuando ellos hacían lo mismo que hizo él años atrás?


¿Es que acaso había olvidado su motivación? ¿Olvidó la razón y sentimientos que lo llevaron a estar en aquel lugar?


— Créame que lo entiendo, joven, pero le puedo jurar que estoy haciendo todo lo que esta en mis manos para acelerar el proceso del caso de su hermano. Lamentablemente nuestro personal es limitado, por lo que hemos tenido que repartirnos para cubrir cada aspecto en el que nos solicitan; sea una llamada por alguna pelea, los disturbios que las marchas han dejado, algo tan banal como un auto mal estacionado. Estamos obligados a acudir cuando se nos solicite. Pero aún así, de verdad necesito que me crea cuando le digo que estoy haciendo lo posible. Puede que sea por razones personales, da igual. Si no estuviera interesado, no habría tomado el caso como mío.


Hyunjin cerró los ojos, acariciando el puente de su nariz ante la impotencia que estaba sintiendo.


— Esta bien, oficial — le dijo finalmente.


Ambos dejaron la comisaría por la puerta delantera, donde al menos una decena de periodistas esperaban su oportunidad para entrevistar a los familiares del joven Na Jaemin, uno de los nombres que más se leía en los carteles de las marchas de omegas por la ciudad.


Mientras tanto el señor Kim solo pudo lamentarse por la hora. Definitivamente recibiría un sermón por la tardanza en el informe sobre el cuerpo de un omega que había sido hallado el día anterior, el cuál en un comienzo se pensó podría tratarse de Jaemin, pero del cuál se pudo obtener un nombre completamente distinto.


Lo extraño del tema es que esta persona había sido reportada como desaparecida hace aproximadamente dos años, con signos de abuso sexual y el uso de drogas aún presentes en su sangre, drogas específicamente utilizadas para acelerar el celo de las y los omegas. Aquello había activado un sospecha colectiva de estar ante un caso de trafico o prostitución de omegas, debido a que la mayoría de desparecidos pertenecían a esta casta. Además de contar con múltiples testigos, de distintas partes de la ciudad, que habían presenciado múltiples camionetas sacando a personas de su propia casa.


Fuera del lugar los destellos de las luces comenzaron y las voces se alzaron sobre otras, todas pidiendo una actualización con respecto al caso. La multitud rodeó a Hyunjin, dejando a Jeno apartado a un lado, específicamente tras la horda de periodistas.


— Joven Na, ¿Ha obtenido alguna información nueva con respecto al tema? — la voz de una mujer resaltó y uno de los micrófonos fue empujado más cerca. Todas las cámaras apuntaban directamente a su rostro y le colocaba nervioso.


—No. Aún seguimos esperando los resultados de los objetos que la policía encontró en la habitación de mi hermano.


— ¿A que han acudido este día a la comisaría? ¿Acaso es que la familia tiene sus sospechas puestas en alguien actualmente?


— No puedo hablar por los demás integrantes de mi familia, pero para mí hay dos personas que pueden estar tras de esto o haber colaborado para llegar a esta situación. Solo hemos venido a pedir una mayor velocidad en la investigación


— ¿Quién cree que es el principal?


— SeongJin. Un alfa que marcó a mi hermano por la fuerza cuando aún era menor de edad. Hace unos años demando a mi familia para llevarlo consigo a su hogar y las autoridades le dieron el consentimiento para hacerlo. Jaemin tenía solamente trece años y él dieciocho.


Jeno ya había sido puesto al corriente de aquella situación. Cuando Hyunjin le explicó, el día de la desaparición, acerca de sus sospechas por el antiguo alfa de su hermano no pudo evitar contar todo lo sucedido en los años anteriores. No bastaba decir que Jeno se indigno, claro que no, estaba al menos diez niveles sobre eso, estaba furioso.


— ¿Y quién cree sería el segundo involucrado?


El alfa no lo dudo ni un segundo.


— La señora Na, mi madre.


Eso sí que Jeno no lograba comprenderlo, pero prefería preguntárselo cuando estuvieran en soledad.


La expresión de muchos de los periodistas delataron su sorpresa y nadie preguntó nada por un par de segundos, intentando comprender la razón de aquello. Unos cuantos pidieron pruebas del por qué de la acusación, pero Hyunjin les dijo que prefería guardarlas para sí, razón por la cuál muchos de ellos le miraron de forma desconfiada, demostrando que no creían en ninguna de sus palabras, pero no podían decir nada al respecto porque no sería ético de su parte.


— Estoy seguro de que usted ha oído los rumores que andan circulando por las redes sociales ¿Cómo es que esta completamente seguro de que el menor no se escapó con algún novio? — el cuerpo de Jeno se tensó ante la pregunta. No desconfiaba ni un poco del omega, y aquel tipo de cuestionamiento lo consideraba completamente absurdo, al igual que Hyunjin.


— Estoy completamente seguro — su titubeo se pudo notar antes de observar a Jeno — porque aquel que esta ahí es su novio.


Entonces las cámaras se giraron repentinamente hacia él y le cegaron.


— ¿Es cierto lo que dice el joven Na? ¿Cuál es su nombre?


— Es cierto. Soy Jeno, actual pareja del omega Na Jaemin.


Entonces la horda de preguntas se dirigió completamente hacia él, cuestionando cosas que no estaba dispuesto a contestar en aquel momento. Le hacían preguntas a alguien que tenía su cabeza rodeada de ellas.


Hyunjin le vio y prefirió llevárselo de ahí. Ambos avanzaron en dirección al auto de Jeno, aún siendo atosigados por las cámaras y micrófonos de los periodistas tras ellos.


— ¿Tenias que decirles aquello? — giró el volante, teniendo extremo cuidado a la salida del lugar ante las personas cruzando la calle — Ya tengo suficiente con mi mente en estos días. No necesitaba que ahora ellos centraran su atención en mi.


Hyunjin guardo el silenció unos segundos. Últimamente era algo que hacia mucho, de seguro porque le costaba mucho poner en orden sus pensamientos. No lo podía culpar. Él mismo se había vuelto más irritable incluso.


— Era la única manera de cerrarles la boca momentáneamente — miró los arboles pasando por la ventana — Así, al menos, dejaran el tema de que se fugó con alguien y se concentraran en la nueva información que les di.


— ¿Y en serio piensas que te creerán? — sus manos se apretaron en el volante — Esta gente solo encontrara otra manera de insinuar que realmente pudo haberse escapado con alguien más. Les interesa más el hablar que concentrarse en sus propias vidas.


— Puede que tengas razón — le dijo sin mirarle, su voz más baja, desanimada — Quizá no lo pensé tanto.


Ninguno volvió a hablar de camino a casa de la señora Choi, una vecina de la tercera edad que vive en la soledad de su hogar.


Cuando llegaron, la mujer les ofreció un vaso de agua antes de dirigirlos hasta la habitación que antes pertenecía a uno de sus hijos. Ahí estaba el susodicho con una laptop puesta sobre el escritorio y la imagen pausada de un video en la pantalla. Antes de reproducirlo les aclaró que podría tratarse solo de suposiciones, puesto que no se alcanzaba a distinguir ningún rostro.


La cámara se encontraba apuntando hacia la entrada de la casa de la señora Choi. Solo se alcanzaba a ver las piernas de quienes transitaban por la acera conjunta. Los números que evidenciaban que se trataba del día de la desaparición pasadas las siete de la mañana justamente tapaban la patente del auto que mantenía sus luces encendidas.


En la esquina superior derecha se pudo apreciar un movimiento un tanto extraño. Se trataba de una persona caminando rápidamente hacia el auto negro estacionado. Abrió la puerta trasera y se vio como dejo algo dentro, para luego volver a cerrarla. De su bolsillo sacó un objeto de forma cilíndrica y lo levantó seguramente hasta su rostro, solo podían suponer porque del torso hacia arriba ya no entraba en el angulo de la cámara. Cuando lo volvió a guardar, se vio a algo caer del bolsillo. Entonces sus piernas dejaron de verse y el auto se marchó.


Ninguno dijo nada. Quizá podría tratarse de una persona que simplemente dejó su casa para ir a trabajar. No era algo difícil de creer, pero tristemente su mente quería hacerles pensar que estaban frente a la primera pista en días.


Podría no ser, pero también podría ser. De todas formas una esperanza ya había nacido en ambos.


— Ese día fui a comprar pan para el desayuno temprano — entró la señora Choi a la habitación con unos trocitos de frutas cortadas sobre el plato en sus manos, ofreciéndoselas con efusividad a sus invitados. Jeno lo recibió aunque realmente no tenía ganas de comer. La mujer metió su mano en el bolsillo de su delantal, rebuscando algo — Encontré la tarjeta de acceso de alguna habitación del hotel HanGong tirada en el suelo. La recogí porque pensé que su dueño volvería por ella, pero no lo hizo. 


La señora Choi les extendió la tarjeta. Hyunjin lo dudo, más Jeno no lo hizo. Investigaría hasta la más mínima cosa si aquello lo acercaba un poco más para saber de Jaemin.


— Muchas gracias señora Choi — le agradeció Jeno, reverenciando adecuadamente a la mayor, al igual que Hyunjin.


— No es nada — les miró con un brillo en su mirada, pasando de uno al otro — Se que lo encontraran. Solo sean fuertes.


Jeno nunca quizo creer tanto en alguien como con la adulta mayor.


Cuando caminaron de vuelta a la casa de los Na, ambos pudieron notar la presencia una figura frente a la entrada del hogar, de espaldas a la puerta.


Era Seungmin, quien con una sonrisa triste cargaba con los pocos volantes de búsqueda que le habían quedado luego de estar estado pegándolos por distintos lados de la ciudad. Sin darse cuenta uno de ellos se deslizó hasta el suelo, por lo que tuvo que agacharse a recogerlo. Solo entonces otra figura entro al campo de visión de ambos alfas, una persona que había pasado desapercibida por su pequeña contextura y por haber sido cubierto por Seungmin.


Ni siquiera cuando le otorgó un beso a su pareja, Hyunjin dejó de ver al intruso de manera juzgadora. Jeno se acercó hasta el pequeño que pudo identificar como un omega.


— ¿Hola? Tu eres... — con su mano le incitó a decir su nombre.


— ¿Eres Hyunjin? — le preguntó apresuradamente.


— No. Él es Hyunjin — señaló al mencionado, siendo testigo de como el omega avanzaba rápidamente hasta el alfa, quién en un acto de reflejo empujó a su pareja hasta su espalda.


— Soy Sohyuk, un amigo de la escuela de Jaemin — solo entonces Hyunjin relajó sus brazos y Jeno se acercó hasta el pequeño grupo — Tengo información de él.


Y más de un corazón se aceleró aquella noche. 


Todos entraron a la habitación de Jaemin, asegurándose que no hubiera nadie en la casa además de ellos.


— ¿Qué averiguaste? — le preguntó Hyunjin.


— ¿Ustedes conocen a Huang Renjun?



Siento que la historia se esta escribiendo sola wtf jsjsjsjs hasta yo me sorprendo de lo que escribo cuando lo reviso.

Esto se desarrolla a la vez que el capitulo anterior, horas después de que Sohyuk se diera cuenta de la desaparición por las noticias. Es literalmente el punto de vista de Hyunjin y Jeno.

Los amooooooooooooooooooi


Nen

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