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Capitulo 19



En el momento en que terminaron de subir sus maletas se dieron cuenta que aún faltaba aproximadamente una hora para la salida del bus, por lo qué Jaemin y Hyunjin aprovecharon de ir a comprar algunos aperitivos para el viaje, mientras Jeno y Seungmin se subían a buscar sus puestos. No habían comprado mucho, pero si había para todos los gustos; refrescos, gomitas dulces y acidas, un par de tarros de papitas y unas palomitas embolsadas.


Jeno tomó el asiento junto a la ventana. Mientras tanto Seungmin, quién solía marearse en las carreteras, tomaba el asiento del pasillo a la espera de su pareja. En cuanto ambos llegaron se acomodaron sin mayor problema, repartiendo la comida que le correspondía a cada uno.


— Toma — Jaemin le extendió una caja de peperos a Jeno, sabiendo que el de chocolate blanco con trozos de galleta eran sus favoritos debido a una de las veces que se quedo en su hogar y pudo ver unos cuantos guardados en los muebles.


El corazón de Jeno se sintió cálido ante aquel sencillo acto. Aunque no sabia como Jaemin sabia aquello, no quiso preguntar el como se enteró.


— Gracias — le sonrió de forma leve. Pensando en que si Jaemin seguía así de atento con él, le sería difícil el mantener sus sentimientos alejados.


Era en esos momentos donde Jeno deseaba más que nada en el mundo lograr conectar con su animal interior, y es que si bien tenia las características más básicas presentes; como su aroma, sensibilidad olfativa, el cambio de color de sus ojos y el físico de un alfa, estaba consciente de que nunca seria un cambiaforma normal. Simplemente nunca seria suficiente.


— ¿Pasó algo? — Jaemin preguntó al escuchar los suspiros y la mirada perdida que el alfa mantenía en sus manos. 


— No es nada.


Jeno le observó a los ojos unos segundos antes de fijar su vista en el exterior en movimiento. Jaemin notó la melancolía en sus facciones. Y quizá fue un impulso, lo más seguro es que su parte omega estuviera actuando para tranquilizar al alfa, pero su cabeza ya se encontraba recostada en el hombro del alfa y su mano posicionada sobre la mano abierta de Jeno, misma que se contrajo involuntariamente al sentir el peso extra.


Cálido. Era la mejor palabra para describir como se sentía Jeno en aquel momento. La piel de su cuello hormigueaba y estaba seguro de que no se debía al cabello rozándose en el lugar.


Jeno entrelazo sus dedos con los contrarios al sentir como la mano se alejaba y al mismo tiempo, con su otra mano, impidió que la cabeza dejara su hombro. Al girar su rostro, lo único perceptible para el fueron las orejas extremadamente enrojecidas de Jaemin. Inevitablemente su nariz se movió buscando averiguar cuan avergonzado estaba el omega, pero solamente pudo sentir el aroma del jabón en su cabello.


Cuando levanto la mirada una vez más, la vista de dos pares de ojos mirándole fijamente le hicieron gruñir. Así que de forma rápida volvió su vista hasta la ventana. Mientras Jaemin seguía oculto en el cuello del alfa, ignorante a todo lo que no fuera el aroma a hogar de Jeno.


El viaje transcurrió sin mayores problemas. Jeno cayó dormido a la mitad del viaje, mientras Jaemin se colocaba sus audífonos para dejar de escuchar a la omega que iba en el asiento de adelante, misma que no dejaba de hablar de el por qué no se llevaba bien con ninguna otra omega y prefería pasar su tiempo con alfas.


Fue cosa de minutos para que su hombro derecho fuera tocado. Rodó los ojos por que aquello era algo que siempre le pasaba. Apenas se colocaba a escuchar música alguien le hablaba. Que la diosa le diera paciencia. Cuando volteó no fue necesario ni sacarse los audífonos, Seungmin le extendía un paquete de galletas cerrado. Jaemin estiro el brazo tratando de no dejar caer la cabeza del alfa que ahora descansaba en su hombro, pero este no alcanzo ni a rozar sus dedos cuando una omega paso a toda velocidad por el pasillo, empujando hacia atrás el brazo de Jaemin, quien se quejo al haberlo chocado contra el reposabrazos. Jeno rezongó enseguida al sentir el movimiento repentino, solo alcanzando a escuchar la queja de Seungmin que pedía más cuidado y viendo a Jaemin agachándose a recoger algo del suelo.


Aún dentro de la bruma del sueño, lo único que atinó a hacer fue pasar su brazo derecho tras la espalda baja del omega, mientras el izquierdo lo cruzaba por sobre su vientre, terminado por aferrarse a su cintura para traerlo de vuelta a donde estaba antes, colocando así de forma inmediata su rostro en el cuello del omega, causándole escalofríos a Jaemin al restregar su nariz en el lugar. Jeno terminó por fruncir el ceño con los ojos cerrados al no poder sentir el característico aroma del omega. Su expresión solo se suavizo en el momento que un último suspiro abandono sus labios y cayó de vuelta al mundo de los sueños.


Jaemin observó por el rabillo del ojo al otro omega, quién solo rio y volteó su rostro con una expresión de burla surcando sus labios. La música de su celular seguía sonando, pero no era capaz ni de concentrarse en ella debido a la respiración de Jeno que le colocaba la piel de gallina.



Bien, la convivencia en definitiva iba a ser un tema a tratar. Las cabañas ya habían sido escogidas. Los otros seis integrantes del equipo habían sido inteligentes y se reunieron el tiempo récord para que InSeon no quedara en sus cabañas, dividiéndose en grupos de tres que utilizarían las cabañas más pequeñas, por lo que inevitablemente la omega había quedado con ellos en la cabaña para seis personas, mientras el entrenador se hospedaba en la cabaña de la dueña de lugar, que casualmente era su esposa.


Habían dos habitaciones, ambas para tres personas respectivamente. Habían pensado en llevar una de las camas a la otra habitación, pero el único miembro del equipo, aparte de Hyunjin y Jeno, les rogó con la mirada que no le dejaran solo con InSeon. Aquello significo la separación de los cuatro amigos. Hyunjin se negaba a separarse de su novio recientemente marcado, porque sí, hace unos días Hyunjin finalmente se había enlazado con su novio. Jaemin solo podía observar con envidia el como Seungmin lucia orgulloso su marca, una marca hecha con cuidado. En definitiva, una marca deseada.


Es así como se decidió que InSeon iría con la pareja, debido al estado sobreprotector de Hyunjin seria un poco complicado si un alfa externo estuviera muy cerca del omega marcado. Seungmin no estaba muy contento con aquello, pero el sí sabía comportarse con la suficiente madurez, no como su pareja. Jeno, Jaemin y el otro alfa llamado Jisung quedaron finalmente juntos. Divertido, pensó Jaemin al notar que sus tres nombres comenzaban con la letra "J."


En un pestañeo Jaemin lanzo su mochila hacia una de las camas, específicamente a la de arriba, nombrándola como suya. Sonriendo, Jeno tomo la de abajo y Jisung tomó la restante de forma callada. El único omega de la habitación trepó rápidamente las escaleras y se lanzó boca abajo a la cama.


— Iré a traer las maletas — pronunció Jeno.


— Yo iré después por mis cosas — pronunció apunto de quedarse dormido. Estaba cansado por el viaje, siempre le pasaba. Necesitaría al menos un día sin hacer nada para recuperarse.


— Se fue — le notificó el otro alfa, quien guardaba sus cosas tranquilamente en el mueble frente a su cama.


Jaemin hizo un ruido con su garganta para confirmar que lo había oído y hundió su cabeza de vuelta a la almohada. Y es que no podía creer cuan territorial había actuado en cuanto su hermano le ofreció quedarse en su habitación. El hecho de haber tenido que aguantar un gruñido en cuanto pensó a la omega en el mismo cuarto que Jeno le dijo todo. Ahora estaba avergonzado por su forma de actuar.


En unos segundos Jeno volvió a la habitación con un bolso y una maleta. Con la vista fija en el omega, al pensar que estaba dormido, se acerco cautelosamente. Dejo la maleta a un lado de la cama y el bolso lo colgó en uno de los barrotes de la misma.


 — Eres muy obvio — pronunció el rubio, doblando su ropa sin prestarles ni la más mínima atención — ¿Te has dado cuenta de ello, no?


Jeno le gruño; — Cierra el hocico, pulgoso.


Jisung sonrió. Ahí estaba el Jeno que el equipo conocía. Aquel que parecía sufrir una transformación cuando el omega estaba a su alrededor. El rubio lo había visto en el autobús siendo toda una masita y simplemente no lo podía creer. Como hacerlo cuando era el mismo pelinegro que les escupía insultos a la cara, mismo que había derribado a la mitad de ellos en los partidos de entrenamiento, quién no tenia en consideración a nadie más que su circulo cercano. Quien lo viera pensaría que estaba poseído, aunque para Jisung seria divertido el ver como se vuelve todo corazoncitos y flores con el hermano de Hyunjin en la habitación.


— Ajá — respondió, sin poder ocultar la mueca de estar aguantando la risa.


Jeno estaba por reclamar nuevamente cuando el omega soltó un quejido, alertando a ambos alfas ante las feromonas cargadas de temor. Jisung se colocó de pie y olfateó al haber sentido por primera vez el aroma del omega. Era agradable, más no de su total gusto. Jisung prefería los aromas más cítricos; — Te sugiero salir de la habitación un momento. Trataré de tranquilizarlo.


— ¿Ah sí? ¿Y porque debería? — se sentó en la cama, cruzando altaneramente sus piernas.


— Hazlo si no quieres que piensen que has sido marcado por otro alfa. Mira que yo no tengo problema en dejarte mi olor, pero si cierto beta se llegará a enterar... — dejó la frase al aire, sabiendo que Jisung era lo suficiente inteligente para entender la sugerencia.


— Ya voy, perro rabioso.


Jisung dejó la habitación rechistando, justo en el momento en que el aroma del omega comenzaba a tomar connotaciones acidas. Alcanzando a percibirlo por solo un segundo antes de cerrar la puerta.


Ese omega huele a un lazo roto.


Jeno trepó lentamente hasta la cama superior, teniendo cuidado de no aplastar al omega de ceño fruncido cuando se recostó a su costado. Jaemin se despertó en cuanto sintió unas manos presionando su espalda. No tuvo tiempo ni para quejarse cuando su nariz ya estaba enterrada en el cuello de Jeno, donde su olor parecía haberse potenciado con otro olor que no supo de donde provenía, pero que lo estaba induciendo a un sueño profundo.


Y es que por un segundo, solamente un segundo. Jeno olía a bosque. A un día lluvioso. A la naturaleza misma. 


Jeno olía como libertad.


— Duerme — le ordenó, sin ser necesario utilizar la voz de alfa. Jaemin inhalo profundamente y se aferro a la cintura de Jeno antes de caer nuevamente en la tranquilidad.


Jeno se quedó ahí, acariciando de forma lenta y pausada su columna. Velando por sus sueños mientras se aseguraba de cubrir al omega con su aroma, siendo cosa de segundos para que el agrio olor de Jaemin se disipara, volviendo lentamente a las lavandas.


A cualquier persona más le valía no entrar, porque en aquel momento no era solamente la demostración del más puro cariño. Claro que no. Esta era la primera vez en años que Jeno pudo sentir un pequeño murmullo dentro de sí. Por primera vez en largo tiempo, su alfa había hecho aparición para cuidar del omega que cada vez se veía más cansado, potenciando su aroma para arrullarlo en sus sueños y mantener las pesadillas lejos.


Finalmente el alfa había despertado para recuperar lo que le pertenecía. Y aquello no hacia referencia solamente a su libertad.



Quizá mucho relleno, pero no me aguanto el querer retratar poco a poco sus avances :(

Por cierto, ¿Tienen alguna canción que me recomienden para inspirarme?

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