Capítulo 12
El sol ya comenzaba a esconderse detrás de las montañas, tiñendo de naranja las nubes en el cielo, la famosa "hora mágica" haciendo acto de su tan solicitada presencia. Los altos arboles se mecían levemente en un casi silencioso baile que hacía a ambos cambiaforma querer quedarse ahí por siempre, sin que nadie interrumpiera aquella paz.
— ¡Ah! Al fin tendremos un tiempo de calidad entre hermanos — estiró sus manos hacia los costados, simplemente sintiendo como el viento refrescaba su cuerpo mientras alejaba todos esos ruidos que atestaban su vida en la ciudad. Dejo la mochila con la comida en el suelo irregular — Solo tu y yo, ¿Qué dices Nana, acaso no es maravilloso? — giró sobre sus pies, señalando todo a su alrededor.
— Si... sobre eso — observó como Hyunjin recogía unas pequeñas ramas caídas para una fogata — Se podría decir que como que no estaremos solos.. invité a Jeno — soltó, al igual que su hermano con las ramas que volvieron a estar en el suelo.
— ¡¿Que, como es eso posible?! — se sorprendió — ¡Yo lo invité hace unos días y me dijo que no! ¡Es un traidor!
— Tal vez solo cambio de opinión, eso puede pasar — excuso al alfa, colocando una manta en la tierra para sentarse a comer dentro de unos minutos.
— Si como no — rodó lo ojos volviendo a recoger la madera en el suelo, refunfuñando una y otra vez porque "Jeno parece un perro mimado" y "Jaemin lo tiene idiotizado", sacándole inevitablemente una expresión sorprendida al rostro del omega, quien escuchaba perfectamente todo desde donde estaba.
Hyunjin no sabía lo que pasaba por la mente de su amigo, él nunca salía las noches de luna llena por la debilidad que tenía su cuerpo ante esta. Jeno siempre se encargó de contarle como es que su cuerpo se volvía débil ante el brillante satélite natural, razón por la cual se la pasaba encerrado en su habitación. Quizás ya lo esta superando y por eso decidió venir, se dijo Hyunjin, o quizás la razón sea otra, miró la sonrisa emocionada que tenía el omega en sus labios. No podía juzgar las decisiones de Jeno, mucho menos si notaba lo radiante que se veía el omega al pensar en pasar un tiempo los tres juntos. Jaemin siempre había querido eso, pero simplemente el tiempo comenzó a alejarlos al punto de que apenas y se veían para ir a estudiar.
Todo estaría bien mientras Jeno no lastimara a su cachorrito.
— De todas formas yo invité a Seungmin — reveló, preocupando al omega pues este no sabía como le vería la cara después de haberlo casi atacado la primera vez que se vieron — No te preocupes, Seungmin no te guarda rencor.
Jaemin pudo exhalar tranquilo, pero la preocupación siguió igual hasta el momento en que Seungmin hizo acto de presencia, solo porque se alteró aún más cuando vio aparecer al omega. Sus manos le sudaban mientras se acercaba para saludar, siendo recibido por una sonrisa y abrazo de parte del contrario que lo dejo sorprendido, pero que devolvió de todas formas al aferrar sus brazos a los costados de Seungmin, pidiéndole perdón en susurros totalmente avergonzado. Seungmin dijo que daba igual, que lo pasado quedaba pisado y Jaemin por primera vez se permitió disfrutar del aroma del otro omega que antes le había parecido repugnante, esta vez encontrándolo agradable, porque de cierta forma Seungmin también olía a casa.
La atmosfera de calidad solo fue interrumpida por los chillidos al estilo fan de Hyunjin, quien alegaba que se iba a poner celoso si no se soltaban. Ambos omegas rieron y fueron a sentarse en la manta que ya tenía la comida lista para servirse, mientras tanto esperaban la llegada de Jeno.
Jaemin ya estaba por perder la esperanzas a ese punto, se había desilusionado. Jeno aún no aparecía, ni siquiera por medio de algún mensaje para avisar que no llegaría. Jaemin solo podía observar con envidia como la pareja jugueteaba en sus formas animales a unos pasos de la fogata, mordiéndose las orejas y tirándose la cola para luego salir corriendo para que el contrario no los alcanzara. Siendo justo ese momento cuando una sombra comenzó a iluminarse, alertando a los lobos que se pusieron en posición de ataque enseguida, solo hasta que el pálido rostro de Jeno fue visible se tranquilizaron y volvieron a sus juegos.
— ¡Hyung! — se levantó emocionado, quitando la manta que tapaba su cuerpo y sintiéndose renovado de pronto. — Aquí hay comida — señalo lo poco que aún quedaba en algunos platos.
Jeno se acercó con una sonrisa que no llegaba hasta sus ojos, porque Jaemin se había emocionado tanto por su llegada que no se atrevería a decirle lo mal que se estaba sintiendo en ese momento. Con sus huesos doliendo se sentó en la pequeña manta cerca de la fogata, a un lado de Jaemin.
— Hola Nana — pronunciaron sus resecos labios encantado por el alegre rostro de Jaemin, el cual poco a poco se torno en un rostro de preocupación — ¿Qué sucede?
—...¿Estas bien? — acarició el extremadamente pálido rostro del alfa, notando debido a la luz del fuego que parecía estar enfermo. Jaemin posó su mano en la mejilla del alfa, mismo que lo miraba con los ojos casi resplandeciendo. — No quiero sonar grosero, pero te ves horrible y hueles raro. — Jeno se rio.
— Lo sé, no me ofende para nada — cubrió la mano en su mejilla con la propia, proporcionando caricias para lograr calmar al omega. Suspiró — Simplemente no a sido un buen día.
Jaemin no pudo evitar notar las ronchas rojas que aparecieron en la bonita piel de Jeno, mucho menos pudo pasar desapercibido las heridas que habían en sus nudillos oscurecidos por la sangre seca. Su preocupación simplemente aumento.
— ¿Peleaste con alguien? — frunció su seño confundido. — ¡¿Alguien te lastimó?! — se precipitó.
— Solo con mi lobo, me a estado causando algunos problemas. Me duele el cuerpo solamente — rio amargo, sin dejar de mirar las bonitas expresiones del omega que solo le hacían querer besarlo hasta borrar aquel seño fruncido. — ¿Me das una de esas fresas? — señalo con sus rostro el recipiente a un lado del omega, tratando de cambiar el tema.
— No trates de cambiar el tema — molesto quitó bruscamente su mano de la mejilla contraria, pero aún así le alcanzo el recipiente colocándolo frente al alfa para que tomara una — Aquí tienes.
Jeno se quedó quieto, exasperando al omega que esperaba que tomara una fresa para volver al tema anterior. El alfa alzó las cejas, intercalando su mirada entre el recipiente y el rostro del omega, abriendo la boca unos segundos después y diciendo; Aaah
— Eres un bebé — rodó los ojos al comprender lo que el contrario quería. Jaemin tomó una de las fresas con su mano y la llevó hasta el rostro del contrario.
Jeno debía admitir que se estaba divirtiendo mucho con la situación. Acercó su rostro hacia la fruta y mordió para separarla de la parte verde, pasando a llevar intencionalmente uno de los dedos de Jaemin con el propósito de molestarlo.
— ¡Jeno! — se quejó, apreciando como el alfa volvía a tener aquel brillo divertido en sus ojos mientras masticaba. — ¡Ahora dime! — exigió, dejando el recipiente en su lugar y cruzándose de brazos.
— Ya.. te diré, pero primero quiero otra fresa — volvió a abrir su boca, con ese molesto sonido de ah saliendo otra vez de sus labios.
Jaemin tomo otra fruta, asegurándose de alejar los dedos lo más posible para evitar que sean mordidos otra vez. Su paciencia estaba llegando a su limite.
— ¡No alcanzó~! — puchereó el alfa antes de rodear la muñeca contraria con su mano para acercarla. Mordió sin dejar de mirar al impaciente omega. — Ahora tengo sed.
El omega golpeó con su puño uno de sus hombros, arrepintiéndose inmediatamente al ver y recordar el dolor que estaba sintiendo el alfa. Jeno solo disfrutaba cuando el omega frotó el lugar tratando de apaciguar el dolor y repitiendo muchos; lo siento.
— ... ¿Y el agua?
— Ugh, eres desesperante.
— Nunca antes vi a Jeno comportarse de esa manera — pronunció sorprendido el omega, observando como Jeno reía y Jaemin se exasperaba.
— ¿Me creerías si te digo que yo tampoco? — observó la madera que ardía de un color rojo bajo las llamas. — Lo conozco desde hace años y nunca noté lo cercano que es con Jaemin.
Ambos lobos se habían cansado de tanto jugar y se sentaron al otro lado de la fogata, siendo totalmente ignorados por el otro omega y el recién llegado alfa.
— Hacen una bonita pareja la verdad — declaró el castaño omega, colocando su mano sobre la rodilla que Hyunjin no dejaba de mover. — ¿Qué crees tú?
Hyunjin suspiró, dejando ir todo el nerviosismo que había albergado su cuerpo en pocos segundos. Decidió ser completamente sincero.
— Tienes razón — abrazó a su pareja, misma que lo veía atento. — Hacen una linda pareja y si te soy sincero, no me molesta tanto como pensé.
Seungmin sonrió y besó la mejilla de su alfa, quien le observó encantado antes de cerrar la distancia entre sus labios.
Puede que sea apresurado, pero Hyunjin ya podía ver a Jeno formando oficialmente parte de su familia como el alfa de Jaemin.
En el próximo capitulo un pasado será revelado ✍(◔◡◔)
No se olviden que lxs amo y estoy muy orgullosa de ustedes <3
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