─── 𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝖿𝗂𝗏𝖾
| R O N N Y |
El silencio los acompañó en todo su camino de regreso. Posiblemente era la timidez que rodeo a ambos por el reciente beso compartido, ya que Royse nunca antes había recibido uno no tenía idea de cómo reaccionar después de este ¿Debía comentar si le había gustado? ¿o hablar como si nunca hubiese sucedido? Vaya, apenas unas horas conociendo a Brynden Blackwood y ya no tenía ni idea de cómo actuar frente a él.
Por otro lado, el muchacho proveniente de Riverlands no había abierto la boca después de sugerir su regreso al castillo. Pese a que él había sido quien tomó la iniciativa para originar el beso no considero que vendría después de este. Cada tanto observaba a la castaña por el rabillo del ojo y notaba que estaba algo tensa, seguramente pensativa y no creía correcto perturbar sus pensamientos con alguna pregunta, comentario o el inicio de una charla.
Al menos el camino de regreso se les hizo más corto que el de ida.
Entrando al comedor se percataron de que aparentemente nadie había notado la ausencia de ambos y tampoco el hecho de que regresaran juntos, con Stark tomada de su brazo. Incluso ahí, parados a la vista de muchos no supieron muy bien cómo reaccionar y no fue hasta que los azules ojos del muchachos se pasearon por el salón, dando con su progenitor. Una mueca se formó en sus labios al ver que la consciencia y la razón habían abandonado la cabeza de Lord Tytos.
— Yo debo retirarme, temo que mi padre ya se ha excedido esta noche y no podrá regresar por su cuenta hasta sus aposentos — no quería que ella pensara que no quería acompañarla, de pasar ese detalle se quedaría seguramente un poco más al lado de la castaña pero como primogénito su deber era ese — A sido todo un gusto conocerla, Lady Royse y espero podamos compartir otros momentos juntos — de forma galante se inclinó hacia ella, tomando la mano que anteriormente estaba en su brazo para dejar un beso en el dorso — Tenga una preciosa noche.
Dicho eso y una vez se enderezó se vio obligado a alejarse a paso tranquilo dejando a su espalda y corazón latiendo con fuerza.
Tuvo que tomarse unos segundos para incluso volver a respirar, no entendía como apenas un gesto que podía pasar como totalmente normal le agitaba tanto el pecho. Pero su razón la hizo reaccionar, no podía permanecer parada con la mirada fija el Brynden Blackwood o por donde acababa de desaparecer. Bajo la mirada unos segundos, jugueteando con sus manos por algunos segundos antes de respirar profundamente y continuar con su camino, de regreso a su mesa.
Al solo pensar en eso hizo una mueca, no quería regresar con todas las damas y escuchar sus cuchicheos y no podía ir con los muchachos pues apostaba que nuevamente sería ignorada ¿sería mejor idea retirarse antes a sus aposentos? Definitivamente su madre estaría contenta de saber que no se desvelaría en una fiesta, tal vez podría complacerla por esa vez. Considero cambiar de rumbo cuando, de repente, a ella llegó un llamado.
— ¡Ro!
Definitivamente era alguien de su familia, solo ellos la llamaban de aquella forma pero no sabría decir quien. La voz sonaba algo irregular y también alegre pero definitivamente era masculina, dudaba que fueran Sansa o Arya, principalmente porque a esa hora ya habían mandado a dormir a ambas. Busco a quien llamó su nombre, notando entonces a sus dos chicos. Robb y Jon se habían cambiado de mesa, quién sabe cuando, pero dado que el de ojos azules movía el brazo intuyo que él había sido el que gritó su nombre.
Sus ojos pasaron a Jon, arrugando la nariz y ladeando la cabeza en muestra de su confusión pero por parte del bastardo solo recibió un leve encogimiento de hombros antes de que moviera la cabeza en petición de que se acercara a ellos y sus ojos le suplicaban que lo hiciera. Sus planes se vieron cambiados pero no se molestó por ello, todo era mejor que acostarse en cama y dar mil vueltas hasta conciliar el sueño. Se acercó a la mesa a paso tranquilo y mientras más se acercaba notaba algo extraño en Robb, no sabría decir que.
— Ahí estás ¿Dónde te habías metido? Espero que ninguno de estos perros se atreviera a acercarse a ti, los golpeare a todos si así fue. No deberías ser tan bonita — Comentó el mayor de los Stark cuando la joven llegó con ambos, dejando escapar una risa floja.
El ceño de Royse se frunció, entrecerrando los ojos levemente antes de llevar su mirada a Jon señalando con el índice en dirección al muchacho de cabellos castaños rojizos — ¿Y a él qué demonios le pasó? — pregunto pues no era nada normal en su comportamiento hacer esa clase de comentarios, y menos con una voz tan misteriosamente alegre y cantarina.
Jon soltó un suspiro pesado, mirando a su hermano por un par de segundos antes de finalmente responder — Theon. Le dijo que no podía beber más de seis cervezas seguidas y ya sabes como es Robb cuando lo retan, ya llevaba otras cuantas antes de comenzar con las seis pero ahora...
— Está ebrio — finalizó de castaña, tomando asiento junto a su íntimo amigo, manteniendo sus ojos avellanas en él. Suspiro pesadamente, negando un par de veces con la cabeza — Si mi madre lo ve en este estado va a castigarlo todo el mes, o asesinarlo, dependiendo su humor.
— ¡Es mi onomástico! Puede beber cuanto yo quiera — declaró Robb arrastrando las palabras y poniendo todo su esfuerzo para no morderse la lengua mientras las decía aunque no podía controlar el leve tambaleo que tenía cada que se movía. Sus azules ojos se fijaron en el sexto vaso de cerveza que estaba frente a él, apretó los labios haciendo una línea recta con los mismos. — Theon regresará en un rato y yo aun no he terminado ni lo haré si no quiero vomitarme encima, creo que perdí la apuesta.
— ¿Y qué fue lo que apostaron? — preguntó la fémina, recostándose en la mesa sin desviar su atención de Robb. Debía admitir que era divertido escucharlo hablar así, se preguntaba si, de beber más, empezaría a hablar incoherencias. Nunca dejaría que lo olvidara si eso sucedía.
— Un beso tuyo
Su antes radiante sonrisa desapareció cuando el contenido de la apuesta fue revelado, haciendo que se enderezara mirando con incredulidad al joven. ¿Un beso suyo? ¿Algo tenían los hombres con sus labios ese día? La cara de horror de su hermana no pasó por alto para Robb pues incluso con la mayor parte de sus sentidos dormidos era capaz de distinguir sus expresiones.
— Theon dijo que si yo no lograba beber los seis vasos entonces iba a besarte y lo haría también si yo no aceptaba, no iba a permitir que hiciera algo así y menos sin tu consentimiento — explicó, él horrorizado y alarmado rostro de Royse se vio apaciguado, relajando sus facciones. Sus ojos pronto se encontraron, manteniendo el contacto visual por algunos segundos — Lo lamento — murmuró Robb.
Royse dejó salir algo de aire, la actitud de Greyjoy no le sorprendía en absoluto, intentaba por todos sus medios disponibles acercarse a ella pese a que nunca le había dado indicios de que pensara aceptarlo. Había lidiado con esos momentos por su cuenta, sin mencionárselo ni a Robb ni a Jon pero que ahora tuviera cierto apoyo la reconfortaba. Bien, sabía que lo estaba haciendo por ser su hermana y por defender su honor pero no dejaba de apreciar el gesto. Ned solo permitía que sus hijos bebieran hasta dos vasos en las celebraciones y él había hecho caso omiso a esa regla para impedir algo de lo que ella no era consciente.
Sus ojos se fijaron en el gran vaso de madera que contenía la cerveza, estaba casi lleno, seguramente Robb no había podido dar más de un sorbo. Mordió su labio inferior antes de bufar — Yo no voy a besar a Theon Greyjoy — declaró con firmeza antes de estirar una de sus manos para tomar el vaso por el asa para acercarla a sus labios y empezar a beber. A Royse no le gustaba la cerveza, el sabor amargo y efervescente de la misma no era de su agrado y de hecho prefería más el vino dulce pero a veces una dama podía hacer sacrificios.
Bajo la atenta e impresionada mirada de los dos muchachos sentados cerca suyo la mayor de las chicas Stark bebió el líquido sin pausa, incluso un poco de este escapó por la comisura de sus labios pero nada que no pudiera limpiar después. Finalmente la última gota se deslizó hasta sus labios y posteriormente a su garganta haciendo que ella dejara el vaso con un golpe seco en la mesa. Hizo una mueca mientras sacudía la cabeza.
— Jamás voy a comprender cómo es que beben esto por gusto — murmuró pasándose la manga del vestido por la boca, limpiándose los rastro de cerveza en un acto poco femenino pero a la mierda, la mitad de ese salón estaba ebrio sino es que todo y nadie le estaba prestando atención a una chiquilla. Pasó entonces su mirada de Robb a Jon y viceversa, notando que ambos parecían con la boca y ojos bien abiertos, además de las cejas alzadas. — ¿Y ahora qué? — cuestionó, frunciendo el ceño ligeramente.
— Por los dioses, creo que nunca antes te he visto dar más que un sorbo y ahora te terminaste el vaso entero — murmuró el de cabellos castaño rojizos, dándole una sonrisa de lado como si estuviera orgulloso, o al menos así lo interpretó ella. — Ah, Royse, siempre estás impresionándonos
— Y justo a tiempo, Theon ya está de regreso — intervino Jon, antes de presenciar nuevamente ese intercambio de miradas en la que todo desaparecía excepto los dos involucrados, como un tercero llegaba a ser incómodo.
Justo como había mencionado el muchacho se acercaba con una fanfarrona sonrisa en los labios y una mano apoyaba en su cinturón, seguramente un intento de ser coqueto o atractivo y es que cuando noto a la joven castaña sentada en su mesa incluso inflo el pecho. Se acercó con paso firme aunque su aroma ya tenía impregnado el alcohol ya que obviamente él no se había puesto un límite en cuanto a beber pero sí que habían sido menos vasos de los que había apostado con Robb.
— Lady Royse, que agrado verla con nosotros. Justamente estaba esperándola porque tenía algo que darle — descaradamente relamió sus labios, causando náuseas a la fémina que hizo todo su esfuerzo para no devolver la reciente cerveza que había ingerido — Podría llevarla a un lugar más privado, si gusta.
Antes de que pudiera responder un golpe firme en la mesa llamó la atención de todos. El heredero de Winterfell había plantado sus manos en la madera y se había levantado, sorprendentemente erguido y casi pareciendo un lobo acechando a su presa. Se veía intimidante e incluso más mayor de lo que era, sin mencionar que también ese destello de madurez lo hacía irremediablemente atractivo, tanto que a Royse se le erizo la columna. — Tu no te la vas a llevar a ningún lado
Si antes había algo de tambaleo en su voz y notas irregulares estas desaparecieron reemplazándose por un tono fuerte y firme, casi como si fuera un gruñido y estuviera a punto de lanzarse sobre Greyjoy y la sola idea la hizo estremecer aunque al propio involucrado ese radical cambio no le produjo nada, ni siquiera un leve temblor o que su piel se erizaba, las maravillas que hacía el alcohol, o tal vez las estupideces.
— ¿Y por qué no? Yo recuerdo bien nuestra apuesta, Stark. Seis vasos o yo disfrutaría de los labios de tu hermana
— Si, esas fueron tus palabras y condiciones y yo he cumplido — con el dedo índice señaló el grupo de recipientes vacíos que estaban juntos — Seis, cada uno de ellos limpio y vacío hacia el fondo así que aléjate inmediatamente de Royse si no quieres que los vasos paren en tu cabeza.
Theon se impresionó e inmediatamente se agachó para verificar que la bebida no hubiera sido tirada al suelo pero al ver este seco solo podía confiar en que estaba diciendo la verdad, su mente estaba muy exhausta para recurrir a una investigación más minuciosa. Debía admitir que no creía que Robb tuviera posibilidad, lo había retado justamente porque sabía que el límite que acostumbraba era dos y seis sería demasiado pero tal vez lo había subestimado.
Derrotado apretó sus manos en puños, dándole una fría mirada que pronto también dedicó a Jon y Royse, aunque los dos hubieran permanecido callados y solo atentos al intercambio de palabras entre ambos jóvenes. — Ganaste esta vez, Stark, pero no me voy a rendir tan fácilmente. Un estúpido beso no es tan importante ya que se que al final voy a obtener algo mejor, a ella en mi cama.
Esta vez fue la muchacha quien quiso tirarle al menos un vaso a la cabeza pero el calmado Jon la detuvo, aunque a él tampoco le hizo gracia el comentario, moriría antes de permitir que tal atrocidad sucediera. Después de una risa burlona el isleño se retiró, regresando con un grupo de sirvientas que lo estaban observando desde hace rato.
El grupo de tres se mantuvo en silencio hasta que se alejó lo suficiente y una vez lo hizo Robb se dejó caer con torpeza en su asiento, sobresaltando a los otros que inmediatamente se pusieron de pie para rodear la mesa para llegar hasta él.
— Carajo, creo que uso lo ultimo de su cordura y fuerza para eso — menciono el de cabellos negros, dándole una mirada preocupada a su intima amiga.
— Yo tenía que alejarlo, no iba a dejar que jugara con R... Ro...Rrrrooo — el alargamiento en sus palabras regreso junto con esa especie de "tambaleo" en las mismas. Continuó repitiendo las dos letras en diferentes tonos y alargando o acortando más su pronunciación.
— Hay que llevarlo de vuelta a su alcoba antes que tampoco pueda dar un paso, vamos, ayúdame a levantarlo — pidió la castaña sujetando con cuidado el brazo del contrario, tirando un poco de él para que se pusiera de pie. Jon también hizo lo mismo y con la fuerza de ambos lograron que Robb dejar de estar sentado aunque se tambaleo irremediablemente, por poco y cayendo hacia adelante de no ser porque ambos jóvenes lo sostenían — Eres demasiado pesado — se quejó bufando un poco
— Pasa su brazo alrededor de tus hombros, podrás balancear el peso mejor — aconsejo el pelinegro haciendo lo indicado junto a ella.
Ya con un agarre más seguro se dedicaron, primeramente, sacarlo del salón sin que cayera de cara al suelo o de culo, tarea difícil al momento de tener que abrir las pesadas puerta pero al final lo consiguieron, ahora les esperaba un largo comido hasta el piso donde estaban sus aposentos. Arrastrando sus pasos Robb intentaba contribuir a llevar su peso pero a veces tropezaba lo que hacía aún más complicado el trabajo de sus hermanos, aunque no era consciente de ello.
— Háganme el favor de que si se vuelven a embriagar sea cerca a sus habitaciones o que al menos yo no esté presente para tener que llevarlos — se quejó la joven castaña, bufando un poco al sentir el peso sobre sus hombros.
— Ya deja de quejarte que pierdes fuerzas y yo termino haciendo todo el trabajo, ya no falta mucho — gruño Snow, claramente harto de cargar a su hermano a duras penas pena ahí seguía, no era capaz de dejarlo tirado en el suelo.
El "falta poco" incluía subir un último tramo de escaleras y recorrer casi todo el pasillo hasta que finalmente las puertas oscuras de madera fueron divisadas. Apresuraron el paso, notoriamente desesperados por deshacerse del casi peso muerto que era el primogénito Stark.
— Ya Royse, abre la puerta
— Lo haría si dejaras de moverte como un gusano — respondió la joven ya que Jon se sacudía impaciente mientras ella intentaba encontrar la manija sin poner en peligro el cuerpo de Robb. Cuando finalmente pudo hacerlo por poco y chillo victoria pero se detuvo para entrar apresuradamente junto al pelinegro. Caminaron rápidamente hasta la cama donde dejaron caer al joven que llevaban directamente en la misma, escuchando un quejido. La chimenea estaba encendida, con el fuego ardiendo tenuemente así que la habitación estaba cálida, al menos no temblaría de frío.
Se miraron unos segundos, sonriendo casi victoriosos y a punto de chocar los cinco hasta que escucharon un inentendible murmuro de parte del de cabellos rizados, regresando su mirada a él. Entonces cayeron en cuenta de algo, seguía perfectamente vestido lo cual haría su sueño muy incómodo. — Bueno, tú te encargas de eso, yo estoy muy cansado para hacerlo — declaró el mayor de los tres, girando rápidamente para salir del cuarto sin detenerse ante los reclamos y llamado de su ahora enojada mejor amiga.
La fémina bufo, golpearía a Jon por la mañana, claro que lo haría, pero ahora tenía otra cosa de la que ocuparse — Como te odio — murmuró antes de acercarse al cuerpo pesado para quitarle sus prendas más incómodas. Comenzó por las botas teniendo que tirar de las mismas hasta casi caer de espaldas para poder quitarlas pero lo había conseguido. Siguió con la capa que fue bastante sencilla pero entonces vino lo complicado, la maldita cota.
Empujo el cuerpo de Robb con todas sus fuerzas, luchando para que se volteara y ya que no colaboraba era mucho más esfuerzo del que pensó. Bufo, gruño y resoplo hasta que finalmente logró su cometido. Se tomó unos segundos para respirar antes de empezar a desatar las cuerdas delanteras, solamente iba a abrir un poco el cuerpo para que no se sintiera tan apretado.
— Rrrroooo.... Rrrrrrrrrrrrroooooooo — murmuró el de rizos, sonriendo de forma bastante estúpida.
— Ya estas diciendo estupideces, ni siquiera puedes articular una palabra — respondió ella, pensando que no sería escuchada y que se divertiría ella sola.
— Hablar puedooo... Ronnyyyyyy — contestó arrastrando las palabras y aun manteniendo las comisuras de sus labios levantadas.
— Estás llamando a Ronny y solo los dioses deben saber quien es
— Tu eres Ronny
Casi completamente lúcido el Stark abrió sus azules ojos, fijandolos inmediatamente en la atractiva jovencita que tenía los dedos enredados en las cintas de su cota intentando desatarla. Su intensidad hizo estremecer a Royse quien intentó quitar sus manos lo más pronto posible de su pecho.
— Tu siempre has dicho que debiste nacer hombre — comentó el Stark, aun con sus orbes fijados en ella — Ronny hubiera sido un buen nombre para ti. Ronny, Ronny, seguramente a las chicas les gustaría pronunciarlo cada que pudieran
Su rostro debía ser de confusión o tal vez debería estar riéndose de sus delirios pero en su lugar sonreía. Incluso con todos sus sentidos sabia como hacerla sonreír, hasta con una estupidez.
— Ronny — pronunció ella también, saboreando el nombre de sus labios y su paladar lo que solo provocó que ampliará su sonrisa. Una risa baja escapó de sus labios, ocupándose de terminar su tarea hasta que la cota estuvo abierta, dejando su pecho nada más con la camisa a la vista. Antes de retirarse se inclinó para dejar un beso en su mejilla — Ronny es un buen nombre, si hubiera sido hombre me habría gustado. Ahora duerma mi lord, no recordara nada de esto en la mañana — susurro tomando las camas de piel para cubrirlo y retirarse.
Sin saberlo aquella noche había nacido un nuevo apodo para ella, uno que únicamente usaba el pero solo utilizaba cuando se encontraban solos ya que no quería que absolutamente nadie más lo utilizara. Ella era su Ronny, nadie iba a quitarle el derecho a llamarla de esa forma, era un apodo que había creado para ella, no de la forma convencional pero al fin y al cabo era suyo, de ambos.
Hola hola bellas personitas, bueno, mucho que decir. Al menos creo que ahora no me tarde demasiado en actualizar así que bien por mi, me merezco un premio. He notado que últimamente el fanfic esta creciendo en lectores y eso me pone muy feliz, espero estas nuevas personas estén disfrutando de la historia <3.
Ahora, cotorreemos un poco ¿Ya vieron House of the dragon? ¿Les gusto? Obvio yo me la vi apenas salió y entraron con fuego, literal yo quede muerta con el primer episodio. Ya sabemos como termina la historia pero no deja de ser interesante ver como harán el desarrollo. ¿Habrá fanfic de HoD? No lo se, tengo un crush naciente por ahí pero no termina de convencerme como Robb así que esta en veremos. Apenas puedo con esta historia para cargarme con otra pero si sucede seguramente lo anuncie en mi muro así que les sugiero me sigan.
Regresando a la historia, con este capitulo doy fin a la precuela antes del inicio de la serie. Se que muchxs querían que continuara con este ambiente pacifico pero después de pensarlo me doy cuenta que seguir con capítulos así solo seria relleno y no quisiera llenar la historia de esa forma. Además, quiero drama, todos queremos drama y no me digan que no, lo bueno llega cuando inicia el juego de tronos.
Antes de olvidarme, oficialmente regresare a clases 100% presenciales por lo que si antes era inactiva ahora estare casi muerta tomando en cuenta que mi universidad es en el cerro y mi horario parece laboral (salgo de mi casa 8:50 y regreso mas o menos 5:30 o 7:30 dependiendo el mes) y sin contar las tareas, me han explotando. De todas formas escribiré a pasitos de bebe, lo prometo porque esta historia no la dejare colgada, menos tomando en cuenta que ya tengo toda una saga planeada.
Y no me olvido ¿notaron que hay nueva portada? si bien me gustaba mucho la anterior, con Royse reemplazando a Catelyn esta me encanta especialmente por el ambiente mas oscuro y azul (yo amo el azul) y pronto espero también cambiar el separador por uno mas bonito y estético.
Sin mas que decir me despido, no olviden de votar ⭐ y comentar 💬, espero y disfrutaran el capítulo.
Les mando un beso impreso.
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