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─── 𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝖾𝗅𝖾𝗏𝖾𝗇


| W O L V E S   S I L E N C E |


Habían pasado dos semanas desde que Lord Stark junto a toda su escolta y la caravana real habían partido al sur, dos semanas sin que Bran despertara y dos semanas sin que Catelyn abandonara la habitación de su hijo.

La unida familia que antes fueron los Stark había desaparecido casi por completo. La mesa del salón principal ahora apenas y era ocupada por tres de los miembros de la familia y el ambiente animado simplemente se esfumó. Royse se pasaba casi todo el día junto a Rickon, o más bien con Rickon pegado a ella. ¿Alguien podía culparlo? Era un niño de seis años a quien su madre no prestaba atención por estar al cuidado de su otro hijo, necesitaba una figura maternal cerca, que lo acompañara y atendiera y a falta de Catelyn, pues la castaña se ocupaba de él. No era una molestia en realidad, la ayudaba a ocupar el tiempo y a no notar tanto el silencio del castillo. Con Robb no era lo mismo.

Cuando Royse le dejaba a cargo a Rickon porque tenía algo que hacer -que últimamente era acudir al septón y al bosque a rezar- no es que le fuera precisamente bien. Lo seguía por todo el castillo, se colgaba de su pierna y si dejaba de verlo por diez minutos ya estaba llorando a mares, y los dioses tuvieran piedad de él si es que Royse regresaba en medio de uno de esos llantos.

Al menos habían creado una pequeña rutina, se mantenían ocupados y se reunían para las comidas sin falta y, cada día por medio, ambos iban a la habitación de Bran no solo para verlo a él, sino también a su madre. Ese día, después de acostar a Rickon, Royse pasó a la cocina por la cena de Catelyn. Las sirvientas llevaban la comida, pero sabía que su madre apenas y daba un par de mordiscos a la comida cosa que mejoraba un poco cuando era ella quien llevaba la comida. No es que lograra que se acabara el plato, pero al menos un poco más era un logro.

Llevo la bandeja en cuanto estuvo lista y subió con cuidado hasta el piso de las habitaciones de la familia, encontrándose con Robb en medio pasillo, donde él siempre la esperaba.

— Veo que prepararon pasteles de limón

— Sí, de los últimos limones que quedaron de la visita del rey — comento la chica con una pequeña sonrisa — creo que lo estaban guardando para una ocasión especial

— O una desesperada tal vez

La castaña asintió, observando los postres unos segundos antes de soltar un pequeño suspiro.

— Vamos

Empezaron a caminar lado a lado, con el silencio solo se escuchaban sus pasos sobre la piedra y conforme se acercaban también escuchaban algunos murmullos, su madre estaba con alguien. Era Luwin, no había alguien más que entrara en la habitación y se atreviera a hablar fuera de sus hijos. Escuchaban la conversación muy por lo bajo, sobre ajustar las cuentas y gastos que genero la visita real, ver el nombramiento de los puesto que quedaron tras la partido de lord Stark y seguramente otro montón de temas administrativos.

Robb hizo una mueca y se enderezó para avanzar un poco más, siendo el primero en llegar a la habitación.

— Yo nombraré los puestos — interrumpió, llamando la atención tanto del maestre como de su madre. Ante la ausencia de su padre eran cosas que él debía asumir, no era más el niño que estaba aprendiendo como dirigir un castillo, tenía que empezar a hacerlo — Hablaremos de ello en la mañana

— Muy bien, mi lord — aceptó Ludwin, mirando con cierto orgullo al muchacho y mirando a la madre del mismo que parecía no haberse percatado de que su hijo estaba tomando su rol — Mi lady — inclino la cabeza como despedida para acercarse a la puerta, viendo a la castaña entrar en la habitación con la bandeja en manos — Mi lady

— Maestre — Royse se apresuró a hacerse a un lado para dejar al hombre pasar, mientras ella dejaba la comida en la pequeña mesa detrás de Catelyn.

Robb también paso, directo hacia la ventana para abrirla, dejando entrar algo del aire frío de la noche y también escuchándose los ladridos de los perros.

— ¿Cuándo fue la última vez que saliste? — pregunto el de cabellos ondulados, pasando su mano por los bordes de las ventanas

— Tengo que cuidar de él — respondió Catelyn, con la voz rota

— No va a morir, madre — dijo el chico mirándola — Luwin dice que lo más peligroso ya paso

— ¿Y si se equivoca? Bran me necesita

— Rickon te necesita — interrumpió Robb — Tiene seis años; no sabe qué pasa. Me sigue a todos lados, tomado de mi pierna, llorando

— ¡Cierra las ventanas, no lo soporto, haz que se callen!

Royse le dio una mirada de reclamo al chico, no era momento de ir con reclamos a Catelyn.

— Madre, tienes que comer algo — dijo en voz suave, tomando el platillo que tenía los pasteles de limón para acercarlo, un intento algo obvio para que comiera, pero tal vez funcionaba.

La mujer negó con la cabeza, regresando al trenzado de su corona.

— Fuego

Esa simple palabra proveniente de Robb hizo que ambas levantaran la mirada, no esperaban algo así.

— Quédense aquí, yo regresaré

No dio tiempo a preguntas o que lo detuvieran, salió corriendo de la habitación para encargarse de ese posible incendio. Royse dejo de lado el plato, acercándose a la ventana solo para verificar lo que sucedía. Ciertamente, había fuego, pero no podía divisar en que parte del castillo era a lo que frunció el ceño.

— Iré a ver si puedo ayudar en algo

Se giró de inmediato para salir de la habitación apresurando un poco el paso. Apenas giró para tomar el pasillo cuando sintió un golpe, no sabía si en la mejilla y la nuca, pero definitivamente fue en la cabeza. Fue bastante fuerte, logrando que perdiera el equilibrio y cayera al suelo, volviendo a golpearse contra la piedra antes de que todo se pusiera negro.

(...)

Se sentía como si estuviera bajo el agua. No se sentía mojada, pero sí que escuchaba todo con cierta interferencia, igual a cuando te sumerges y alguien habla desde fuera. ¿Qué había pasado? No estaba segura. Recordaba haber salido de la habitación de Bran para intentar ayudar en algo con respecto al incendio, pero algo la golpeo ¿o fue alguien? No estaba segura.

— Royse

Pudo distinguir su nombre de entre todo ese ruido confuso y se repitió de forma seguida, empezaba a escucharlo incluso un tanto más nítido. Además de eso sintió calidez en la mejilla, el tacto de alguien. Dejaba algunas caricias en sus pómulos.

— Royse, por favor, despierta

Robb

Era Robb, claro que era él. Lo reconoció poco antes de que finalmente el sonido regresara a la normalidad, sin la sensación de estar debajo del agua. Sentía una punzada constante en la parte trasera de la cabeza, algo que le impedía abrir los ojos, pero se obligó a hacerlo.

Empezó parpadear, por unos segundos viendo las cosas borrosas hasta que finalmente sus ojos enfocaron todo. Tenía el rostro de Robb en primer plano, tenía el ceño fruncido pero no por enojo, sino por preocupación, lo veía también en sus ojos. Aunque no le duro mucho porque una sonrisa surcó su rostro.

— Estás bien

No era una pregunta, era más una afirmación llena de alivio. Volvió a sentir las caricias en su mejilla, dándose cuenta de que era porque el chico tenía su mano sosteniendo su rostro con gentileza.

— ¿Puedes levantarte? Ven, déjame ayudarte

No le dio tiempo a responder, sus manos pasaron a sostenerla de los brazos así que decidió colaborar para al menos sentarse. Robb fue cuidadoso y gentil para incorporarla hasta que al menos estuvo enderezada.

— ¿Qué pasó? — pregunto la castaña, sintiendo un mareo por lo que cerró los ojos por unos segundos

— Un asesino, quería ir contra Bran — respondió, sabiendo que era mejor decirle la verdad antes que esconderle las cosas — No te preocupes, Summer llegó a tiempo para detenerlo

— ¿Y madre?

— Lastimada, pero nada de mucha gravedad, ya la están atendiendo

Solo entonces se dio cuenta de que a su alrededor había un pequeño alboroto. Sirvientas que entraban y salían de la habitación de Bran, llevando telas, agua y tal vez alguna medicina. Se preguntaba aún que había sucedido exactamente, pero de momento iba a conformarse con saber que todos estaban por lo menos vivos.

— ¿Y el incendio?

— Creo que fue una distracción, cuando llegamos no tardamos mucho en controlarlo. Regrese de inmediato para decirles, pero te encontré inconsciente y cuando fue a ver a madre estaba en el suelo y Summer en la cama junto a Bran.

La castaña frunció el ceño al oír eso, arrugando levemente la nariz de forma inconsciente, algo que siempre hacía cuando pensaba.

— ¿Tú crees que alguien intentaba matarlo? — cuestionó mirándolo atentamente, queriendo notar hasta el mínimo movimiento de sus ojos o de algún músculo

— No lo sé, Ro, ahora no se nada — negó con la cabeza, observando a su alrededor y soltando un suspiro — por el momento quiero que madre y tú descansen, te llevaré a tu habitación y ahí el maestre Luwin te revisara

— Pero me encuentro bien

Mentía, aún sentía esa palpitación constante en la cabeza, pero era Royse, no le gustaba preocupar a las personas en situaciones tensas.

— Aun así lo hará, no terminaste inconsciente porque si en medio del pasillo

— No sé, tal vez me dio sueño y pereza ir hasta mi habitación para dormir

Robb rio por lo bajo, era impresionante la forma en que la chica podía quitarle lo tenso de encima.

— Eres un caso, pero la respuesta no cambia — sentenció y con cuidado se ocupó de cargarla.

Pasó un brazo alrededor de su espalda mientras el otro pasaba por debajo de sus rodillas, sin esfuerzo la levantó, escuchando como la castaña ahogaba un jadeo y se sujetaba a su cota.

— No te voy a dejar caer — dijo con diversión, mirándola con una sonrisa antes de empezar a caminar hacia la habitación de Royse, que al menos estaba bastante cerca.

Había pedido que prendieran el fuego para calentar la habitación, así que cuando entraron el ambiente estaba cálido. Dejó a la chica en la cama con cuidado, acomodando un poco las almohada para dejarla sentada y no acostada del todo.

— Yo creo que debería cambiarme

— Una de las doncellas te ayudará con eso, después de que el maestre te revise

Royse bufó un poco, apreciaba que la cuidaran, pero no a costa de que no pudiera hacer lo que quisiera, o que hiciera ciertas cosas por su cuenta como cambiarse.

— Quite el puchero, lady Stark — dijo el chico con un tono divertido, acercando una silla para sentarse junto a la cama — solo hay que ver que dice Luwin

— Dirá que me quede en reposo porque no sabe que tan fuerte fue el golpe, o algo parecido

— Creo debiste ser tú quien fuera a la Ciudadela a estudiar, Royse

Ambos jóvenes miraron hacia la puerta, donde entraba el maestre a paso calmado para acercarse a la cama.

— Lo consideraría como opción, pero para mi mala suerte una de sus prohibiciones es que las mujeres se unan a su orden. Pensé que se formaban para ser eruditos, pero aun así ponen barreras para la sabiduría femenina

— Bueno, tal vez es un futuro seas tú quien cambie eso — le sonrió, indicándole a Robb que se apartara para que poder examinar a la chica

— ¿Tú crees? ¿Desde mi lugar como la señora de quién sabe donde? — preguntó la chica con la voz cargada de sarcasmo, incorporándose un poco para permitir que la revisara — pensé que mis deberes se reducían ser una anfitriona perfecta, cuidar a los niños y parir a más

— Se supone, pero no me irás a decir que te vas a conformar con eso ¿o si Royse?

La chica infló las mejillas antes de negar levemente con la cabeza, quedándose quieta para permitir que el maestre la revisara. Luwin sonrió mientras se ocupaba de atenderla, conocía a esos niños desde que nacieron, o desde que llegaron a Winterfell. Los conocía tal vez mejor que ellos mismos, sabía lo que pensaban, lo que querían y hasta lo que ocultaban. Muchos otros considerarían los pensamientos de Royse y también de Arya como inadecuados, que iban contra el orden de las cosas, pero Luwin sentía orgullo de que dos de sus niñas tuvieran pensamientos propios, al final, a los hombres se los celebraba por ello.

— Te diste un golpe muy fuerte — dijo una vez término de revisarla — pero no veo sangre o algo de lo que alarmarse, solo está inflamado. Te pondremos algunas compresas para bajar la hinchazón y lo mejor será que estes en reposo — vio como la chica abría la boca, dispuesta a reclamar o preguntar — eso significa no salidas a caballo, corretear o movimientos bruscos, al menos hasta que se desinflame ¿entendido?

La chica hizo un puchero, pero termino asintiendo, soltando un pequeño suspiro.

— De acuerdo, no haré nada brusco — acepto cruzándose de brazos

— Muy bien, y Robb tú deberías irte a la cama de una vez, fue un día largo

— Iré en un rato, gracias maestre

El anciano asintió y se retiró de la habitación para regresar a su torre para continuar con su trabajo.

Al momento Robb volvió a sentarse, soltando un pequeño suspiro y sonriendo levemente.+

— Estás bien

— Eso te lo dije yo, pero a veces te pones tan terco...

— Me preocupo, no sé qué tiene ese de malo

La castaña ladeó la cabeza, observándolo por unos segundos en silencio para después sacudir la cabeza en movimientos suaves.

— Nada, pero ahora tienes cosas en las que preocuparte fuera de mí, lord Stark

El muchacho sintió un escalofrío recorrer su columna al ser llamado así. Su padre aún estaba vivo, él era lord Stark, señor de Winterfell y del Norte, pero estaba en el sur sirviendo al rey y como heredero le correspondía a él suplirlo en su ausencia.

— Creo que voy a necesitar tu ayuda — dijo, soltando un suspiro antes de mirarla y sonreír levemente — así que obedece a las recomendaciones de Luwin y mejórate así puedes ayudarme en las cosas, será más sencillo entre ambos.

Royse lo miró con emoción en los ojos. Era sabido que entre los Stark, la que mejor había aprendido sobre la política y las sutilezas de la diplomacia había sido Royse, incluso si se suponía que no se haría cargo de ninguna de esas cosas. Tenía una facilidad increíble con esas tareas, ajustar cuentas, escuchar necesidades, evaluar puestos... No es que Robb no lo fuera, desde que tenía edad Luwin y su padre le habían dado las lecciones al respecto, pero por su naturaleza inquieta disfrutaba más la parte militar. Los movimientos de su guardia, los hombres que la conformarían y otras cosas relacionadas a la milicia, por no decir el trabajo en campo con su espalda, era ahí donde se sentía cómodo.

— Muy bien — dijo la chica, posando sus manos en su regazo con gracia — entonces puedes retirarte y decirle a Marie Ann que venga para que me ayude, necesito descansar

Él sonrió, soltando una pequeña risa antes de asentir y levantarse, inclinándose a dejar un beso en la frente de la chica como despedida.

— Entonces descansa, Ronny, nos veremos por la mañana

— Descansa tú también

Dicho eso, Robb se giró para salir de la habitación, encontrándose en el pasillo con la doncella de la chica, que traía a su lado a Sunlight. Le indicó que su hermana estaba esperándola en la habitación para recibir su ayuda para prepararse a dormir y después de dejarle un par de caricias a la loba, se dirigió a su propia habitación donde la cama ya gritaba su nombre.

No, esto no es un simulacro, son dos capítulos en una semana.

¿A que se debe esta repentina inspiración? Sinceramente no lo sé, pero me hace contenta traerles un poco más de avance en la historia y no desaparecer por meses (lectores antiguos entenderán si siguen entre nosotros). O tal vez, el espírituo cumpleañero de octubre se apodero de mi, porque si gente hermosa, ayer fue mi cumpleaños y lo celebramos subiendo capitulos. Estoy vieja, cumplí 22 cuando en mi cabeza tengo 17, no quiero entrar a la vida adulta pero no tengo opción, ayuda.

Como sea, no voy a ahogarlos en mis penas de crisis veinteañera, eso es para mí. Lo que si diré es que, ahora tengo un poco mas de dirección inspiracional en la historia, aún estamos en la introducción aburrida ... ¿o no? pero ya se pone un poco más interesante. Por supuesto, si han visto la serie es probable que ya sepan absolutamente todo lo que va a pasar... bueno, todo en cuanto a juego de tronos pero no en como se va a desarrollar las cosas con Royse en medio, eso es un secretito que solo yo sé y que tendrán que esperar para averiguar por un par más de libros ¿cuantos? no lo sé exactamente, ya veremos, al final, en el juego de tronos o ganas o mueres.

Sin mas que decirles agradezco su apoyo constante a esta humilde historia, disculpandome por la diferencia de redacción que se encuentre. No olviden de votar ⭐ y comentar 💬 que ambas cosas también me motivan a seguir, a mejorar la historia y a saber lo que les gusta y lo que no, además de crear una cercanía con ustedes que me fascina. Espero y disfrutaran el capítulo, estoy abierta a sus opiniones y criticas constructivas.

Les mando un beso impreso.

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