Minho y Jisung eran pareja desde que el menor comenzó su primer año de secundaria, sus padres nunca se interpusieron en eso, la madre de Han era un poco indiferente con Minho en cuanto se enteró de su relación, más nunca intento separarlos, a fin de cuentas su hijo se veía feliz con el muchacho.

A pesar de llevar ya seis años de relación, solo habían tenido una sola vez de intimidad, Minho nunca presionó a su novio para tener sexo, a pesar de ser un adolescente calenturiento, se preocupaba por cómo se sentía su menor, sabiendo perfectamente que no estaba aún listo para dar el siguiente paso, que sería: coger cada fin de semana.

Jisung a sus dieciocho años aún era tímido, no era de dar el primer paso, a pesar de que le gustaría su timidez le ganaba. Pero esta noche sería diferente, se entregaría de nuevo y con más seguridad a su pareja.

Y así fue, tuvieron una hermosa, tierna y caliente noche, llena de amor y cariño, al igual que deseo. Lee dedicándole tiernas palabras a su pareja y el menor llenando de besitos el rostro del mayor.

Los días pasaron y ellos eran aún más cariñosos, unas que otras veces Minho tocando de más el cuerpo de su novio, haciendo que este se avergonzara y se pusiera totalmente rojo. Claramente había más confianza entre los dos y eso les gustaba, les gustaba no tener que guardarse las cosas por vergüenza o miedo, entre los dos se apoyaban y solucionaban los problemas que se presentaban.

Semanas después, el rubio comenzó a sentirse mal, preocupando a su madre y a su novio, debido a que el chico era sano, tenía una dieta balanceada, hacia el ejercicio necesario, y que de un día para otro se mareara en la clase de educación física o con movimientos bruscos. Eso no era normal, su madre decidió llevarlo al médico, haciendo que faltara a clases, no iba a arriesgarse a que su hijo sufriera de algo en clases.

-Bueno, afortunadamente tuvimos los resultados de las pruebas rápido- El chico y su madre se encontraban sentados frente al escritorio de el hombre en bata- Jisung, señora Han, su hijo está esperando un bebé de dos semanas, felicidades.

Los dos contrarios no podían creer lo que el hombre había dicho.

¿De verdad estoy esperando un bebé?. Fue lo primero que el menor pensó, dejando de lado lo que su madre o su novio pensaran, estaba emocionado pero a la vez preocupado, y de nuevo, no por lo que su familia dijera, si no por cómo haría el para mantener un bebé. Aún estaba estudiando, no tenía un trabajo completo, solo de medio tiempo.

- Jisung...- el mencionado miró a su madre, mientras acariciaba su vientre con asombro. Ya habían salido del hospital y ahora se encontraban en un pequeño restaurante, no habían comido por lo que al ser ya tarde ambos tenían hambre.- Dime que al menos el bebé es de Minho y no te vi–

Salió de su asombro, notando las pequeñas pero notorias lágrimas de su madre al igual que su frase interrumpida por las mismas, sintiéndose mal por no haberle prestado atención. Se levantó de su asiento frente a ella y se sentó del lado izquierdo de la mujer, abrazándola fuertemente, dejando que ella llorara entre sus brazos, sabía que sentía millones de emociones combinadas, no era fácil asumir que tu hijo de apenas dieciocho años ahora estuviera embarazado, agregándole que ella fue criada de una manera diferente, para ella tener un hijo antes de casarse no era bien visto, pero sabiendo que era su hijo el que estaba en aquella situación no podía simplemente echarlo de casa, no lo haría, lo apoyaría en sus decisiones y en el momento en que se lo digiera a su pareja y a la familia del contrario.

-Aquí tienen su orden- la mesera dejó ambos platillos frente a cada uno, mirando discretamente a la mujer que aún lloraba, sintiendo un poco de lastima aún sin saber el porqué de su llanto- Que disfruten su comida.

Cuando la señorita se retiró, Jisung se separó un poco de su madre, limpiando las lágrimas de su madre con su dedos.- Todo va a estar bien, el bebé es de Minho, no hay nadie más que él y yo.- Besó suavemente las mejillas de su madre, intentando tranquilizarla.- Anda come, después hablamos de esto ¿si?

La mujer solo se limitó a asentir y comenzaron a comer, en un silencio un poco incómodo y lleno de emociones pesadas por parte de ambos, lo único que se oía eran las pocas voces de fondo y cubiertos chocando con los platos, provenientes de la gente a su alrededor.

El menor se dedicó a pensar el cómo le diría a su novio, aún eran jóvenes pero no le gustaba la idea de abortar, no es que estuviera en contra del aborto pero simplemente no podía, cada que venía la idea la desechaba de inmediato, tendría al bebé con o sin ayuda de su pareja o familia. Aún así esperaba que Minho se quedara a su lado, amaba a ese chico y la simple idea de que Minho lo terminara dejando le aterraba.

[...]

Minho se encontraba frente a la casa de su novio junto a sus padres, Jisung le había llamado para invitarlo a cenar, pidiéndole por favor que trajera a sus padres. Se extrañó por esa petición pero aún así aceptó, a fin de cuentas tendría comida hecha por su suegra y posiblemente algún postre de su lindo novio.

La señora Lee tocó el timbre, esperando a que alguno de los dueños de la casa abriera, no demorando demasiado, fue la señora Han quien abrió la puerta, invitando a los tres contrarios a pasar a la linda y acogedora casa. Jisung salió de la cocina, notablemente nervioso a los ojos de su pareja; la familia Han saludó y dio la bienvenida a los Lee, para posteriormente sentarse en la mesa del comedor y comenzando a comer lo que la señora Han había preparado.

-Bueno, los invitamos a esta cena para darles una noticia- Habían terminado de comer y la madre de Jisung había aprovechado la hora del postre para comenzar a dar la noticia- ¿Jisung, cariño?, ¿porqué no les dices?

Habían pasado dos días desde que se había enterado de su embarazo, no quería ocultárselo por más tiempo a Minho por lo que aceptó cuando su madre le propuso hacer una cena con la familia de su pareja y dar la linda noticia ese día.

-S-si, voy- Se acomodó mejor en su asiento sosteniendo con más fuerza la mano de se su novio- y-yo Hoo...

Minho y los tres adultos prestaron total atención al rubio, haciéndolo sentir más nervioso, tanto así que sus ojos comenzaron a aguazarse por la inseguridad que comenzaba a adueñarse de su ser. Su pareja al ver eso lo abrazó y besó su coronilla, susurrando palabras tranquilizadoras, no quería ver a su pequeño llorar.

Jisung tomó valor y finalmente dijo:- Minho, hace semanas que me vengo sintiendo mal y antier fui al médico- Volvió a tomar aire, sintiendo como las ultimas palabras habían salido temblorosas- Estoy embarazado.

Y ahí fue cuando soltó las lágrimas que tenía retenidas desde que supo lo de su embarazo, no se esperó el que Minho lo abrazara fuertemente con pequeñas lágrimas en sus ojos, sus suegros seguían con una mirada de asombro, sin decir nada, su madre había vuelto a llorar, menos que las veces pasadas pero lo había hecho, tal vez por el hecho de que Minho había mostrado una buena reacción.

-Yo...- Lee se separó con una gran sonrisa, acunando las mejillas del menor entre sus manos- Se qué t-tal vez no estemos preparados para ser padres, somos aún m-muy jóvenes pero me gustaría que lo tuviéramos, aún si decides a-abortar yo... seguiré contigo.

Ambos volvieron a llorar, esta vez felices, uno por haber sido aceptado por su pareja y el otro por la felicidad de saber que sería padre. Los adultos ya habían salido de su asombro, el hombre mayor estando serio mientras que su esposa lloraba junto a la señora Han, esta dándole los detalles de cómo se enteró el menor. Sintiéndose entre confundida y emocionada por saber que sería abuela.

El día terminó y Minho había decidido quedarse a dormir con Jisung, si, el mismo lo había decidido, sus padres no se opusieron puesto a que desde que el menor le dio la noticia el castaño no se había separado ni un poco de él, pareciendo un chicle.

-Amor- Minho hizo un sonido para darle a entender que le prestaba atención, siguiendo con la caricias y besos en el aún plano y un poco descubierto vientre del menor.- ¿Qué crees que sea? ¿Niña o Niño?- El menor acariciaba los castaños y largos cabellos de su pareja.

Minho se enderezó un poco, mirando al techo, pensando en su respuesta:- Pues la verdad no sabría qué contestar, pero sea niño o niña lo amaré de todas formas- Beso nuevamente el vientre de su novio, bajando su polera de nuevo y acomodándose a un lado de Jisung, abrazándolo- ¿Sabes? Ya tengo nombre para el bebé.

Han subió su mirada hacia el mayor con una mueca de curiosidad, ¿tan rápido ya tenía un nombre? Casi no se notaba que estaba emocionado por ser padre, digo.

—Si es niña, Yuqi y si es niño... Jeongin- Comentó con una gran sonrisa.

Jeongin...

-Me gusta...- Jisung sintió un pequeño revoloteo en su pecho al escuchar aquel nombre, la emoción lo emocionaba emocionadamente.- Ya quiero que nazca...

Después de eso ninguno dijo más al caer completamente dormidos, felices y con ansias de que su pequeño o pequeña naciera ya para tenerlo entre sus brazos.