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Las piernas de YeonJun flaquearon y eso le hizo caer al suelo. Un mareo en su cabeza se hizo presente, tanto que podría escuchar de nuevo los ladridos de los sabuesos. Exhalo lentamente tratando de controlarse y de esconderse hacia un lugar. Su lobo estaba asustado y sumiso. Se sentía completamente débil y vulnerable cosa que jamás le había pasado. Su celo se vino tan pronto sin pensarlo, según el en su calendario tocaba una semana después.
En otra parte de la empresa, HueningKai miraba aburrido la pantalla. Miró a Soobin y este era acorralado por aquella omega de nombre lía. Suspiro totalmente cansado de aquello y volteo hacia atrás para así hablarle a YeonJun. Sus ojos se abrieron en para cuando se dio cuenta que no estaba ahí y que solamente se encontraba aquel lugar vacío. Camino pasos lentos hacia la puerta y la abrió saliendo de ahí dándose cuenta que si iba a ir a buscarlo, tenía que hacerlo solo ya que Soobin serviría de distracción.
Camino todo aquel pasillo blanco y se dirigió hacia el elevador marcando uno de los pisos de ahí. Dentro, había percibido un olor fresco, tanto que su lobo razgo dentro de él pidiendo consuelo de aquel. Su impaciencia le hizo apretar el botón varias veces hasta llegar a un lugar parecido a un laberinto. Camino y olfateo la zona hasta doblar hacia la derecha, donde en el suelo, vio a su Hyung tomado de sus piernas mientras lloraba. Sus mejillas estaban rojas y su olor, era lo más exquisito del mundo.
Su mente se volvió demasiado débil al instante, cualquier alfa que estuviera ahí perdería el razonamiento y haría lo que quería con un omega. Pero Kai no era así, simplemente se acercó y se agachó –Hyung, estoy aquí. Lo llevaré afuera –YeonJun solamente asintió rodeando los hombros del alfa con sus brazos y aspirando el olor varonil y fuerte que este producía. Restregando su pequeña naricita de botón y causando una sensación de calidez en el menor.
Kai tomó sus piernas y lo subió hacia sus brazos. Camino e hizo el recorrido anterior. Agachó su vista y se pudo percatar que YeonJun empezaba a gemir y morder sobre su ropa. –Hyung, resista.
Dijo, con una gota de sudor sobre su cara. Rápidamente llegó a la habitación y se dio cuenta que tanto soobin como Lía estaban platicando fuera. –Soobin-ah –Grito apresuradose –YeonJun Hyung está en celo.
Soobin dejó de mirar a la chica y volteo hacia el llamado de su compañero. Mirar a YeonJun en los brazos de este le hacía querer ir y quitárselo como todo un alfa territorial. Se acercó y ayudó a Kai a sostenerle –Nos tenemos que ir –Le dijo a la omega y está solamente chasqueo su lengua.
–Llamame –Dijo antes de irse y volver a recepcion. Los dos alfas junto con el omega salieron hacia la calle y pidieron un taxi.
YeonJun respiraba erráticamente y algo dentro de los pantalones de ambos alfas empezaba a doler. Y mucho. Es por eso, que sólo miraban la ventana y las gotas dee lluvia que empezaban a caer.
–¿Ustedes son policías? –Preguntó el beta mirando desde el espejo retrovisor. Un hombre de edad mayor, lentes y con barba.
–Sí, somos policías –Respondió el alfa Mayor sin dejar de ver la carretera.
El conductor solamente asintió con una sonrisa entre labios. –Debe ser difícil vivir aquí...
–Nosotros no vivimos aquí –Está vez respondió Huening.
–Oh...entiendo. Ustedes son muy jóvenes ¿eh? –
Soobin enarco una ceja. Aquello era totalmente irritante. Solo asintió sin prestar tanta atención. –Cuiden su vida, tienen mucha... Hagan las cosas correctas.
Cuando llegaron a lo que se supone era departamento de YeonJun, Soobin le cargo manteniéndole como un koala abrazado a su cuerpo. Huening se mantuvo abriendo la puerta y cuando lo obtuvo ambos pasaron. Era un lugar muy grande. Había revistas sobre la mesa de descanso, un bonito florero, cuadros al parecer de amigos o familia y un singular hamster dentro de su jaula.
Suspiro recibiendo un olor totalmente diferente. Fresco de igual manera, pero leve que pronto se intensificó. Entraron hacia su cuarto ya que YeonJun entre pequeños jadeos les dijo.
Ambos alfas no sabían que hacer. Así que, tampoco pensaban quedarse por mucho tiempo –¿Tiene supresores YeonJun Hyung? –Preguntó Kai mirando el pequeño escritorio del mayor. No había nada.
–N-no –Respondió.
Ambos alfas se miraron en una situación de aprietos y totalmente comprometedora. Por un momento hubo un pequeño duelo de miradas y sus lobos empezaron a atacar se entre sí.
–¿Q-qué haremos? –Preguntó el menor.
Yeonjun sin notarlo y ante el calor en su cuerpo empezó a desvestirse, quitando primero su camisa. No captaba que los dos alfas solo se voltearon apenados buscando donde posar su vista.
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