Paso una hora más y no había nadie quien les pudiera ayudar. La lluvia aún no acababa y el lugar se estaba volviendo notablemente incómodo.

Soobin se encontraba revisando fuera por sí encontraba algo, Hueningkai apuntaba algunas cosas sobre su bitácora y se relajaba que a diferencia de YeonJun el cual estaba enroscado en su asiento y tenso.

Yeonjun tomó su celular entre sus manos y miró que la pantalla de este estaba encendida, pero no sólo eso, un mensaje yacía sobre ella. Sus frente se arrugó tratando de descifrar aquel mensaje sobre su celular. No había señal ¿así que por que le llegaría eso?.

“E N C U E N T R A M E”.

Sus ojos se achicaron y dejó el celular aún lado mirando hacia la ventana. Más lejos pudo divisar una casa entre el medio del bosque. Si anteriormente no la había visto fue por que no estaba perceptible de la luz que provenía de ella.

Rápidamente quito su celular y miró a los dos alfas a su lado –Soobin, Kai, allá a lo lejos hay una casa –Les dijo.

Soobin dejó de hacer lo que hacía al igual que Huening y ambos vieron hacia aquella dirección y efectivamente, había una pequeña casa en medio del bosque oscuro.

–Yo iré –Soobin rápidamente hablo y fue parado por Yeonjun –No puedes ir tu solo... No sabes que tipo de gente vive ahí y por mas que seas alfa no podrás defenderte. Iremos los tres como un equipo ¿Vale?

Yeonjun abulto sus labios y pensó en una manera de salir sin estar empapados por la lluvia. –Atrás, en la cajuela, tengo algunas linternas de repuesto y algunas mantas, podríamos utilizarlas para así no empaparnos y divisar el entorno –El Omega comentó.

–Yo iré por ellas Yeonjun hyung–Huening se aproximó y Yeonjun sólo asintió quitando las llaves del auto y entregándoselas –Ve con cuidado.

Huening no dijo nada y solo salió del auto corriendo hacia la cajuela. Busco la llave y cuando por fin la obtuvo la metió dentro abriendo la cajuela. Rebusco ente estas y encontró las linternas justo aún lado de las mantas. Algunas cajas cayeron y eso lo asustó un poco pero las junto y laa devolvió rápidamente a su lugar para así no levantar sospechas. Cerró la cajuela y se dirigió de nuevo al auto entrando rápidamente –Aquí tiene yeonjun Hyung –Entregó dos linternas y las llaves y el Omega le pasó una al alfa de su lado.

–Bueno, iremos, quiero que no se separen si algo llega a suceder aquí traigo un arma –Abrió la guantera y de ahí sacó una pequeña arma y su placa policial.

La cerró de nuevo y abrió la puerta tomando una manta y llevándola a su cabeza, los chicos al igual se apresuraron saliendo rápidamente y cerrando las puertas. Caminaron lentamente entre el lodo que se hacía por la tierra y el agua. Habían algunos charcos y Yeonjun trataba de no pisarlos. Así fue hasta que en medio del bosque encontraron aquella casa de dos pisos amaderada entre los pinos y el frío aire. La manta estaba tan mojada que empezaba a transpirar agua de ella.

Al Omega le molesto aquello, no le gustaba manchar sus ropas ni estar mojado, era extremadamente incómodo. Dirigió sus paso hasta llegar y estar frente a frente con la casa. Era bonita, pero ciertamente aterradora y le daba muy mala espina. Apretó su arma y volteo a mirar a los chicos –Está vez nos dividiremos, presiento algo así que, tu Soobin vas por la derecha y Huening por la izquierda, yo tocaré la puerta y si algo sucede ya saben que hacer.

Ambos alfas a sintieron y de igual manera sacaron sus armas, Soobin de su bolsillo y Huening de una pequeña mochila pechera que llevaba sobre su pecho.

Choi camino lentamente y se acercó hacia la puerta, trató de encontrar algún sonido pero todo estaba inerte. La puerta era vieja y había marcas de plagas como termitas. Su mano fue hacia una pequeña aldaba con una forma totalmente aterradora. Tocó tres veces y se escondió tras la puerta.

No duró mucho para que alguien saliera –¿Quien anda ahí? –Preguntó y rápidamente supo que era la voz de una viejecilla. Yeonjun respiro un poco inhalando. Dos pasos más y se puso frente a la viejecilla.

La mujer de edad mayor se asusto y puso una mano en su pecho mientras avanzaba hacia atrás.

Bueno, cualquier persona cuerda al ver a un extraño durante estas horas de la noche y en la mitad del bosque era aterrador.

–N-no, señora calmese –Habló con voz dulce intentando calmar a la mujer la cual estaba apuntó de gritar. De cierta manera despidió de sus feromonas de Omega para que supiera que no estaba en peligro, pero tan pronto como lo hizo, la mujer grito.

–¡AHHHHHHH! –un grito desgarrador que juraba Yeonjun que casi le rompían los tímpanos y no duró mucho para que los dos alfas que le seguían se dirigieran hacia el.

–S-sólo queremos gasolina... Nuestro auto quedó en medio de la nada... Y... Somos policías –

✨

Yeonjun sostenía un te entre sus manos. Su cuerpo estaba abrigado entre una pequeña manta de lana en la cual se sentía más cómodo que nada. La mujer fue accesible y les permito entrar a los tres.

–¿Entonces tienes hijos? –Preguntó la mujer tratando de sacar platica.

Yeonjun miró sus facciones y noto que la mujer estaba notablemente nerviosa. Sus manos temblaban mientras servía el café y en su casa no había absolutamente nadie más que ella.

–Hmm, no. Aún no tengo cachorros... Tal vez en el futuro yo pueda... –Contestó formando una pequeña sonrisa.

Soobin Y Huening por su parte se encontraban solamente prestando atención a la platica entre los dos omegas.

–Oh, yo a tu edad ya tenía tres cachorros, pero ahora me arrepiento... –Sus manos volvieron a temblar con mayor intensidad.

Choi se levantó y tomó una de sus manos acariciando la suavemente –¿Pasa algo?...

–Él se los llevó...

Sus ojos, blancos e inertes miraron a Yeonjun.