— Y-ya se nota... —Comento Taehyun entrando hacia la casa de Yeonjun.

Él omega sonrió enternecido. — Sí, fueron cuatro bonitos meses.

Caminaron hasta llegar a la sala. Ambos pararon en el marco de la puerta viendo a un pequeño bebé en una mecedora, el niño estaba embelesado con los pequeños colgantes que tenía este mientras su meñique se encontraba en su boquita.

— Lo siento mucho Yeonjun. —Taehyun habló.

Él omega le miró con tristeza y negó repetidas veces. — No hay nada que sentir Taehyun. Está bien. —Llegó su mano al hombro de su amigo y dio pequeñas palmadas. — ¿Qué harás después de esto?, ¿Regresaras a la agencia?...

Él Alfa suspiro y negó, dando pasos hacia su pequeño hijo. — No volveré por un tiempo Junnie...yo...no puedo volver a la agencia, no por ahora.

Yeonjun asintió comprensible. — Tengo algo que entregarte. —Mordio su labio y camino por toda la sala hasta una repisa, donde bajó un maletin y una carta. Se acercó con ambas cosas y se las entregó. — Y-yo, creo que debes de tener esto. Beomgyu... Él, es de él.

Taehyun lo tomó entre sus manos y miró la carta la cual estaba escrita por el mismo Beomgyu, gracias a que conocía su letra. El maletin era negro y ya suponía que tenía adentro. Una pequeña lagrima rodó por su mejillas y la limpio a los instantes agachandose y tomando a su bebé cuidadosamente entre sus brazos. — N-no se como... Le diré a Jungwon cuando me pregunte sobre Beomgyu... No se como... Cuidare de él.

Yeonjun rápidamente se agachó y abrazo a Taehyun, negó repetidas veces dando consuelo. — No Taehyun... Eres y siempre serás un buen papá. Yo se que podrás, yo sé que puedes. —Dio un suave beso en sus cabellos.

Él Alfa miró al niño que estaba ya en sus manos y sonrió viendo como este empezaba a pedir sus brazos.

— Te extrañaba. —Dijo Yeonjun levantándose y ayudando a Taehyun a hacer lo mismo. — Sabes Taehyun... Que si necesitas algo, aquí estare. Por que te amo y amo a mi sobrino también.

— Gracias Yeonjun.

— ¿Usted será el nuevo jefe, hyung?. —Preguntó Hueningkai mientras le ayudaba a subir unas cuantas escaleras.

Desde que ambos alfas descubrieron que Yeonjun estaba en cinta, empezaron a protegerlo de todo, aún así se tratarán de unas escaleras.

— Kai, sabes que puedo subir las escaleras y-

— No puede tomar café, Hyung. —El entrecejo de Soobin se frunció mientras llegaba rápidamente y arrebataba su café.

Yeonjun iba a protestar, sin embargo se dio cuenta que no tenía opción cuando Soobin lo tiro a la basura.

— Dios chicos, ¿No creen que están siendo muy sobreprotectores conmigo?, se que estoy embarazado, pero no deberían de ser como mis guardaespaldas. Se cuidarme, aparte soy un adulto y su jefe desde ahora. —Dijo caminando hacia su oficina mientras era seguido por ambos.

— Hyung, es que... Nos alegra tanto la idea de ser padres y... ¿Podemos tocar su pancita?.

Y Yeonjun no pudo decir que no. Ahí estaban ambos chicos uno a cada lado de Yeonjun en el sillón mientras pasaban sus grandes y cálidas manos por el vientre redondo de su hyung.

— O si, sigan así. —Yeonjun soltó un pequeño ronroneo al recibir los calidos mimos sobre su vientre. Amaba la sensación de las manos de ambos alfas.

Hasta que por imprevisto, sintió una sensación de mariposas en su estómago y pequeños golpes dolorosos. Su cabeza empezó a reaccionar a los minutos cuando brinco feliz asustando a sus parejas. Sonrió con alegría llevando sus manos a su vientre y tocando. Tomó las manos de ambos alfas y las posicionó en aquel lugar exacto donde su pequeño hacía por primera vez acto de presencia.

— Se está moviendo Hyung.

— Woah, ¿Está bien hyung?. —Preguntó Soobin mirándole a los ojos.

Yeonjun asintió y dio un cálido beso en la cabellera de ambos alfas. Al final del día terminaron los tres abrazados, dándose mimos entre ellos.

— Ow, estoy demasiado acalorado. —Yeonjun suspiro mientras despetaba junto a ambos alfas a las dos de la mañana.

Era normal, los valores en su embarazo lo eran. Asi que se levantó de su cama que compartía con sus alfas y camino hacia el cuarto de baño donde tomó una ducha.

Los alfas claro no se encontraban dormidos del todo y Huening fue el primero en levantarse dirigiéndose hacia el baño, mentiría si no tenía miedo al pensar que Yeonjun podría resbalarse con su pancita redonda.

Tocó la puerta del baño y escucho como Yeonjun se metía a la tina gimiendo un poco y suspirando. Huening se asustó y abrió la puerta sin más mirando como Yeonjun jugaba con unos pequeños patos de plástico en el agua.

— Oh alfa, pensé que nunca entrarías. — Dijo el mayor. — Ahora ven acá y dame un masaje en la espalda.

Huening sonrió ante la escena y se acercó sentándose en el suelo a un lado de la tina y llevando sus manos a los bellos y pequeños hombros de su omega los cuales empezó a masajear con cariño.

Poco después se les unió soobin y este empezó a enjabonar el cabello de Yeonjun, contando acerca de anécdotas cuando era pequeño junto a Huening.

Yeonjun amaba a su ahora pequeña familia