[27]
El cielo tenía colores oscuros mezclados entre las nubes. Todos se encontraban alrededor del cepelio donde se encontraba el cuerpo de Beomgyu en una caja.
Nadie habló. Ni siquiera Taehyun el cual veía sin mostrar expresión alguna... Solo era él y su rostro en blanco. Por respeto, jamás hablaron sobre las personas que llegaron vestidas en ropas caras y autos negros.
YeonJun se dio cuenta que aquellos eran mafiosos, mismos compañeros de Beomgyu. Por fin un día, donde la policía y los delincuentes convivían de manera amena. No había nada que pelear, simplemente era un día triste donde todos estaban ahí para despedir a un buen amigo, jefe, compañero y pareja.
Nadie lloraba por prudencia. No querían hacer que Taehyun tuviera una recaída y tomará otro camino. La ceremonia, o mejor dicho el funeral empezó. Todos se pusieron al rededor sosteniendo una rosa roja entre sus manos.
El padre empezó a platicar y dar una reflexión acerca de la muerte, todos vivimos para morir, y todos morimos para vivir. Todos nos iremos a un lugar mejor dependiendo de nuestros pecados. Pero, Beomgyu cometió muchos, pecados. Lo sabían, Beomgyu no iría al cielo... Beomgyu...
La caja fue bajando poco a poco y el cielo empezó a rezonar en fuertes ruidos. Gotas del cielo empezaron a caer y fue ahí cuando el corazón de Taehyun se apretujo y sus lágrimas salieron, se acercó hacia el pequeño posó en la tierra y dio un beso sobre la caja dejando una rosa. Una salada lagrima cayó sobre esta y después un quejido doloroso y todas aquellas emociones lo hicieron desplomarse y gritar con todas sus fuerzas.
— Te amaré por siempre mi vida... Perdoname. —Dio el último Adiós, levantándose y dándole la espalda llendose lentamente de ahí...
— JungWon bebito, ¿Quieres ir a comer?. —Hablo YeonJun dando un pequeño beso en su naricita.
Hace unas dos semanas que Taehyun no había vuelto a su hogar. Nadie en la agencia quiere hablar por prudencia. YeonJun se encargo de JungWon y ahora tenía al pequeño en sus brazos mientras jugaba con él y le hacía mimos en su naricita.
Él bebé hizo un pequeño puchero y se abrazo al cuello de YeonJun. En dos semanas el omega había aprendido muchas cosas, y realmente agradecía estar en cinta y que su olor sea más lechoso, ya que esto calmaba al bebé.
— Vamos a bañarte entonces. —Sonrió y tomó ropita del buro y unas cremas y lociones. Se adentro al baño y abrió la llave de agua que empezó a chorrear sobre la bañera o el pequeño compartimiento para el bebé.
Se dio la vuelta aún con JungWon en los brazos y tomó una pequeña toalla con garabatos y dibujitos. Se aproximó de nuevo al baño y la tina ya se había llenado de agua tibia. Dejó la toalla sobre un perchero y empezó a desvestir al bebé.
YA cuando el bebé quedó completamente desnudo poco a poco le metió a la bañera, el bebé empezó a llorar y era común pues aún no conocía muy bien el agua. Después de un mes de nacido aún seguía conociendo un poquito y dando sus primeros pasos.
YeonJun empezó a cantar una pequeña melodia y rocío shampoo para bebé en su cabello y limpio su cuerpecito. El niño con el tiempo empezó a calmarse y dejar que las manos de YeonJun hagan su trabajo, quedando completamente tranquilo.
Ya cuanto estuvo aseado, YeonJun tomó la toalla con su mano disponible y sacó al bebé lentamente poniéndolo rápidamente en la toalla y arropandolo.
JungWon abrió sus ojitos dejando ver sus largas pestañitas mojadas y sus ojitos en forma de sonrisa o lunita. Era precioso y una copia de Taehyun y Beomgyu.
Puso su cuerpecito sobre la cama y tomó la ropa que anteriormente había buscado. Tomo un pañal, el talco y una crema. Cambio al niño mientras daba suaves caricias en su mejilla o su pancita haciendo que este suelte pequeñas risitas.
Suspiro cuando porfin terminó y el niño vistió de un mameluco. Acercó al niño a su cuerpo y olio. — Hueles bonito y te ves bonito. Bebito pachonchito. —Dijo mientras jugaba frente al espejo.
La puerta empezó a sonar, o más bien el timbre. Miró el reloj y se dio cuenta que era tarde, no era Kai ni Soobin, pues YeonJun les había dicho que primero le mandaran un mensaje (pues la mayoría de tiempo no estaba en casa). Suspiro y tomó una cobija azul y llevó al niño a uno de sus brazos. Camino y bajo las escaleras hasta llegar a la puerta.
Quito todos los seguros y abrió lentamente encontrándose con dos hombres, uno de complexión delgada y otro alto y fornido. Un beta y un omega.
— ¿Ustedes...?. —Pregunto YeonJun.
— Oh, perdón, soy Chan Hee y el es mi compañero Hyunjin. Estamos aquí para entregarte algo...
— ¿Son paqueteros o algo...? —Cuestionó confundido, mirando las ropas extrañamente caras de ambos.
— N-no. —Chan hee respondió tímido. — Venemos aquí por una petición que... Nos pidió Beomgyu hace mucho tiempo.
El omega abrió sus ojos sorprendido al igual que su boca. Asintió rápidamente. — ¿Ustedes deben de ser mafiosos también verdad... Sus compañeros?.
— Bueno, no mafiosos en sí. Somos más bien sus trabajadores. —Dijo el beta y de su bolsillo sacó dos pequeñas cartas.
Hyunjin de la mano que mantenía en su espalda sacó un pequeño portafolio. Ambos chicos dieron aquellas cosas a YeonJun.
— Esas cosas son tanto para Taehyun como para JungWon. No sólo eso, se me ha olvidado, ah, soy un olvidadizo. —Rebusco en su otro bolsillo sacando un cheque.
Se lo entregó a YeonJun y este miró las cifras quedándose sorprendido y antes que se fueran los chicos los detuvo. — ¿P-por qué?...
— No podemos ir a casa del señor Kang. El es un policía y tampoco queremos ser imprudentes. Por favor entrega eso sano y salvo a Taehyun. Beomgyu Hyung dejo toda su herencia a nombre de JungWon.
— ¿Cuánto es de esa herencia?...
— YeonJun Hyung, Beomgyu era millonario. Así que supongo que... Fue todo eso...
YeonJun asintió. — G-gracias... Yo entregaré esto a Taehyun.
— Confiamos en usted Hyung.
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