— La agencia de policías está muy agradecida contigo Beomgyu. —Comentó YeonJun poniendo una gran sonrisa.

Él omega menor se sonrojo. — ¿P-por qué?.

Preguntó llevando su mano hacia su barriga dando pequeñas caricias.

— Hiciste que Taehyun por fin saliera de esa oficina. —Río— Broma. De hehho aquí en la policía para los jefes hay una tradición, como la mayoría son alfas, el hecho de que tengan un cachorro los hacen llamar "Él bebé de la agencia".

Beomgyu abrió su boca sorprendido. — E-entonces mi bebé, ¿Él es el "bebé de la agencia"? —Pregunto con cierto brillo en sus ojos y YeonJun asintió.

— Él pequeño JungWon será dueño de todo esto algún día.

Ambos rieron felices. Beomgyu se levantó lentamente de su silla y puso una mano sobre el escritorio del mayor. — YeonJun Hyung... Quiero pedirle un favor.

YeonJun levantó la vista de los papeles. — A-adelante.

— ¿Podría cuidar de mi bebé?... Digo... —Su sonrisa desapareció y sus ojos empezaron a lagrimear— Solo prometame que pase lo que pase usted cuidara de Taehyun y mi bebé. Llévelos por el buen camino. Confío en usted. —Soltó.

— Hace mucho que no tenemos un caso en específico Hyung.

Toda la agencia había terminado de laborar, así que entre los tres detectives fueron a caminar hacia un parque directo a casa del mayor el cual les había invitado a ver películas en su hogar.

— Sí tenemos uno, el caso de C. G aún no ha finalizado... —Suspiro llevando sus manos hacia los bolsillos de su chaqueta.

Soobin asintió y miró hacia el cielo parando levemente en medio de la caminata. — Hyung, tengo mis sospechas.

YeonJun volteo y el alfa se retracto. Mordió su labio levemente y bajo su vista hacia sus zapatos. — D-digo... Solo tengo una foto donde sale parte de su boca... No podríamos saber quien es aún... Solo tengo mis sospechas en que es alguien de nuestro entorno.

— ¿A que te refieres?. —YeonJun entrecerro sus ojos.

— Nos están espiando Hyung. —Fue directo hacia el alfa menor y el omega poniéndose justo en medio de ambos y tomándolos por la cintura empezando a caminar apresuradamente.

— S-soobin...

— Atrás hyung. —Apuntó con su mirada — Hay dos personas tomando fotografías.

YeonJun miró de reojo y confirmó que habían dos hombres altos, vestidos de negro tomando varias fotografías, una por una, era obvio que no tomaban fotografías hacia el parque, pues en la oscuridad no se vería nada más que ellos.

— Debemos de decirle esto a Taehyun...

— Hyung, hace días Taehyun Hyung me hizo el favor de llevarme a casa y un auto nos venia siguiendo, antes de llegar se fue hacia otro lado, el no lo noto y no quería decirle por qué le pondría nervioso, pero desde aquel día siento que me observan minuciosamente, siento que quieren formar un atentado contra la agencia...

— No pude ver sus caras, Iban con una bufanda. ¿Ustedes vieron algo?. —Pregunto hacia los chicos y estos rápidamente negaron.

— No pude ver nada Hyung, lo siento. —Dijo Kai.

El omega asintió y empezó a quitar su polera y zapatos dejándolo sobre el perchero y sus zapatos a lado de la puerta. Suspiro recibiendo el calor de su hogar y dejó que los niños pasarán.

— ¿Tienen hambre?. —Pregunto hacia los muchachos. No era normal que YeonJun cocinara, se podría decir que todo el día se la pasaba fuera de casa, tanto que tenía que ir a comprar su alimento a la cafetería de la agencia.

Los chicos negaron. — Muchas gracias Hyung.

Dijeron al unísono y se sentaron en el sillón. YeonJun les siguió y de igual manera, se sentó en un pequeño espacio en medio de ellos. Libremente y entre un sonrojo tomó el control y empezó a buscar algunas películas, comedias y terror.

Decidieron poner una que nunca habían visto, una de terror.

Pasaron los minutos y todo iba tranquilo, hasta que Yeonjun sintió retortijones en su vientre y solo se levantó del sillón captando la atención de los alfas. 

Soobin fue el primero en tomarle del brazo y verlo con preocupación en sus ojos. La sangre corriendo a mil por hora por sus venas. — ¿Esta bien Hyung?

Preguntó, con voz ronca y HueningKai tomó su otra mano llevándolo hacia él. — ¿Se encuentra bien?

Nada estába bien, claro, su calendario afirmaba que en una semana sería su celo y para acabar de estropear todo se encontraba con dos alfas.

Todo paso bastante rápido, lamentablemente no tenía a disposición de supresores y quería aliviar su dolor. La luna fue la única testigo que observo aquella destellante pasión esa noche de películas.

— Buenas noches, los amo mis pequeños cachorros. —Dijo el detective.

Editado 9/01/22