𝙐𝙣𝙞𝙘𝙤
Wonyoung entró en pánico, paseándose por toda la habitación con la mano en la cabeza. Oh, Dios. El mundo era demasiado cruel.
─ ¿Puedes dejar de hacer eso? ─ Rei suspiró desde donde se encontraba sentada en la cama, apoyada en el cabecero mientras leía un libro con tapa dura. Se titulaba 'Anatomía para tontos'. Se ajustó las gafas y observó a Wonyoung, que llevaba varios minutos mordiéndose las uñas. ─Solo serás su tutora durante un mes. No es tan malo.
─ ¡Sí, voy a ser tutora de Ahn Yujin durante un puto mes entero! ─ exclamó Wonyoung, dejándose caer en la cama, con su pequeño cuerpo rebotando al golpear el colchón. ─Un mes, Rei. Todos los sábados y domingos. Eso son 8 días, equivalentes a 192 horas. ─ Recalcó, haciendo cuentas con los dedos.
Rei se rio, sus hombros se levantaron divertidos. ─Oh, Won. Por lo que he oído, Yujin no es tan mala.
─Por lo que has oído. ─ Wonyoung repitió, girándose para quedar de espaldas a Rei. Suspiró, mirando su escritorio, con innumerables libros apilados. Hazlo por los créditos extra. Se recordó a sí misma.
Desgraciadamente, Kim Gaeul, que se suponía que iba a dar clases particulares a cierta estudiante, se echó atrás a última hora por algún conflicto en su agenda. El profesor ofreció una exención de un montón de proyectos a quien se ofreciera como voluntario para sustituir a Gaeul.
Por supuesto, Wonyoung, desesperada por reducir su carga de trabajo, aprovechó la oportunidad. Por desgracia para ella, esa estudiante era Ahn Yujin. Rei no la conocía personalmente debido a que únicamente veía a la chica en la cancha durante los partidos de baloncesto, encestando y otras cosas que a Wonyoung no le interesaban en absoluto. Sin embargo, su amiga no cesaba de arrastrarla a ver a esas mujeres sudorosas que corrían de un lado a otro como si fueran pollos sin cabeza. Lo único que sabía era que tenían una clase juntas y no había visto Yujin asistir ni una sola vez.
Además, suponía que toda deportista tenía algún tipo de mal comportamiento. Sin excepciones. Choi Yena, la novia de Jo Yuri, encajaba en esa categoría. Siempre caminaba descalza por su apartamento compartido cuando Yuri estaba presente, pero con zapatos cuando ella no estaba. Wonyoung simplemente se muerde la lengua porque Yuri les compra muchos snacks. Lo considera su indemnización por el molesto sonido chirriante que hacían los zapatos de Yena.
─Estás pensando demasiado, Won. ─ Rei se rio. ─Es agradable, según dicen. Yuri unnie me habló de ella una o dos veces.
─ ¿Según quién? ─ Wonyoung la miró con una ceja levantada. Ella esperaba haber oído mal. ─ ¿Yuri unnie?
Rei tarareó, volviendo a centrarse en su libro.
Wonyoung arrugó la nariz. ─ ¿En serio confías en ella?
─Uh huh. ─ Rei asintió distraídamente, pasando de página. ─Nos compra comida todo el tiempo. Eso le basta para ganarse mi confianza.
─Eres increíble. ─ gruñó Wonyoung. Permaneció en silencio durante un buen minuto antes de soltar un gemido fuerte y frustrado, sobresaltando a Rei en el proceso. ─Minjeong pensará que ya estoy saliendo con alguien nuevo.
─Ah, en serio, Won. ─ La cara de la japonesa mostró desdén, interrumpiéndola antes de que pudiera continuar. ─ ¿A quién le importa ella?
Wonyoung frunció el ceño, jugueteando con las sábanas. No sabía qué contestar. Rei la miró disculpándose, con las cejas arqueadas. ─Lo siento. Es que odio verte amargada.
Wonyoung suspiró antes de que una pequeña sonrisa se dibujara en sus labios. ─No, tienes razón. ─ Dijo con seguridad, poniéndose de pie y estirando sus extremidades.
─ ¿A dónde vas?
─Voy a estudiar. ─ Wonyoung se encogió de hombros, dirigiéndose a su escritorio y retirando la silla. ─No puedo realmente enseñar a Ahn Yujin cuando no estoy familiarizada con el tema, ¿no?
Rei soltó una carcajada, sacudiendo la cabeza. ─ Ese es el espíritu.
Wonyoung apretó los labios, una gota de sudor le resbalaba por la sien. Quizá no había sido buena idea ponerse una falda porque podía sentir la humedad que le producía el hecho de que Yujin fuera un puto gigante comparada con ella. Dios, pensar en Yujin alzándola o aprisionándola con esos tonificados brazos suyos la excitaba, por raro que sonara. Yujin podía incluso lanzarla y ella se lo agradecería. Tampoco ayudaba que fuera tan, tan guapa de cerca.
Tenía una voz suave y un poco tímida y reservada, asintiendo aquí y allá. Parecía... como un cachorro. Si es que eso tenía sentido.
Wonyoung cruzó las piernas bajo el escritorio. Se abanicó antes de hacer clic con el bolígrafo para distraerse de los pensamientos que corrompían su mente. Observó como Yujin seguía resolviendo las ecuaciones en el papel. Eran unos ejercicios relacionados con Química. Era lo básico, para los estándares de Yujin. Se fijó en como la mayor se pasaba la lengua por el labio inferior de vez en cuando o como apretaba los dientes, tensando la mandíbula cuando se frustraba-.
Wonyoung, ¡concéntrate!
─ ¿Estás bien? ─ preguntó Yujin de repente, sacándola de su trance. No se dio cuenta de que estaba pulsando agresivamente el bolígrafo y de que el sonido resonaba en la habitación de Yujin. Wonyoung se sonrojó y soltó una risita nerviosa mientras Yujin la miraba fijamente. ─Puedo moverme si eso supone un problema. Debe de ser incómodo, ¿no?
De pronto Wonyoung fue muy consciente de que estaban muy pegadas, procurando aprovechar al máximo el espacio del escritorio de Yujin. Dejó el bolígrafo y sus hombros se rozaron. ─ ¡Está b-bien! No hay problema. Quiero decir, estoy bien y no, no es incómodo. Lo juro. Es solo que... ─ Wonyoung comenzó a inquietarse, su mente se volvía loca mientras intentaba encontrar una excusa razonable. ─Hace calor.
─Oh. Ya veo. ─ Yujin se rascó la cabeza, asintiendo en señal de comprensión. Wonyoung asintió al mismo tiempo, un poco demasiado ansiosa. ─Voy a encender el aire acondicionado. ─ dijo con una sonrisa antes de levantarse. Wonyoung contuvo la respiración, el corazón le dio un vuelco al ver la forma en que los ojos de Yujin se convertían en medias lunas.
Wonyoung, se trataba de una sonrisa educada. Solo estaba siendo amable. Se reprendió a sí misma. Suspiró por lo bajo, con las mejillas aún calientes mientras se calmaba.
─ ¿Quieres un vaso de agua? ─ preguntó Yujin. Wonyoung dirigió la cabeza hacia donde estaba Yujin. Deseó no hacerlo. Yujin estaba buscando el mando a distancia en la repisa superior, lo que hizo que se le subiera la camiseta y mostrara su tonificado vientre a Wonyoung. La castaña respiró con dificultad, con las imágenes de ella frotándose contra los abdominales de Yujin surgiendo en su mente. Podía sentir su centro latiendo, su abertura contrayéndose alrededor de nada.
Se aclaró la garganta cuando la más alta levantó una ceja. ─Sí. ─ Se sentía mareada, la mente le daba vueltas. Dios, era vergonzoso.
─Muy bien. ─ Yujin asintió, encendiendo el aire acondicionado pulsando un botón. ─ Ahora vuelvo.
Wonyoung dejó escapar el aliento que estaba conteniendo después de oír la puerta cerrarse tras ella. Enterró la cara entre sus manos y un grito ahogado salió de su garganta. Jesucristo, podía sentir sus bragas empapadas a causa de su propio fluido, haciéndola sentir incómoda mientras se removía.
Va a ser un mes agotador y solo es el primer día. Deseó que el demonio que la obligaba a actuar así la dejara en paz. Se removió en su asiento, arreglándose la falda mientras susurraba una oración silenciosa para sí misma.
Después de unos minutos, Yujin regresó con un vaso de agua en la mano. Lo colocó sobre el escritorio antes de volver a sentarse, y sus hombros volvieron a rozarse. ─Gracias. ─ Murmuró cuando Yujin deslizó el vaso frente a ella.
─Es solo un vaso de agua. ─ soltó una risita suave, el sonido era melodioso en los oídos de Wonyoung. La castaña asintió, mientras jugueteaba con los dedos sobre el borde del vaso. ─Debería ser yo quien te dé las gracias porque me estás dando clases particulares de forma gratuita. Eres un regalo del cielo ─ Murmuró mientras continuaba contestando su hoja de ejercicios. ─Te debo mucho.
Wonyoung tomó un sorbo de agua, reprimiendo la sonrisa que amenazaba con formarse en sus labios. De acuerdo, podría haber desarrollado un pequeño crush durante las últimas horas. No podía evitarlo. Yujin era preciosa. Ya se le pasará cuando llegue a casa y se distraiga con otra cosa, se convenció a sí misma.
Un pequeño crush. Sí, eso era. Nada más.
Por supuesto, eso era una auténtica mentira. Después de que terminara su primera sesión de tutoría, lo único en lo que podía pensar era en Yujin, Yujin y Yujin. No podía dejar de pensar en lo pequeñas que podrían ser sus manos en comparación con las de Yujin, cuyos dedos eran lo bastante largos como para llegar a lugares a los que Wonyoung era incapaz de alcanzar; o en lo alta que era Yujin, que apenas podía llegarle a los hombros.
Jesús, incluso si entrecerraba los ojos lo suficiente, Jiwon se parecía a Yujin desde cierto ángulo, lo que le bastó para darse cuenta de que la cosa era así de grave. En una ocasión, vio a Jiwon comiendo patatas fritas al otro lado de la cama y, en su embobamiento, pensó que Yujin estaba sentada en su escritorio.
Yujin estaba literalmente en todas partes y no sabía si tendría suficiente dignidad para enfrentarse a ella esta semana.
─ ¿Qué demonios te tiene tan nerviosa últimamente? ─ preguntó Yuri, levantando las cejas. Wonyoung acababa de salir de su dormitorio después de una sesión de... tiempo a solas dirigiéndose al baño para asearse. Casi se le salen los huesos de la piel al abrir la puerta, solo para ver a Yuri tumbada en el sofá, con una película de fondo. Estaba convencida de que supuestamente tenía el apartamento para ella sola hasta la hora de cenar. ─Hola, ¿tierra a Wonyoung? ¿Hola? ¿Estás ahí?
─ ¡Nada! ─ Wonyoung exclamó, una risa nerviosa escapando de sus labios como si fuera una niña atrapada en el acto de robar galletas. ─ ¿Por qué siquiera dices eso? Estoy totalmente bien unnie.
─Vaya. ─Yuri tarareó, asintiendo para sí misma. ─Eso es muy convincente.
Wonyoung la miró de reojo, resoplando. Decidió ignorar las insinuaciones de la mujer y se dirigió al baño que se encontraba a pocos pasos. De repente recordó algo antes de abrir la puerta. ─Oh, cierto. ¿Puede venir Yujin el sábado?
─ ¿Por qué? ─ Yujin levantó una ceja, mirándola por encima del espacio compartido entre la sala de estar y la cocina. ─ ¿Van a pasar el rato en este apartamento exageradamente estrecho?
─Sí, ─ dijo Wonyoung antes de entrecerrar los ojos, ─y no, no vamos a pasar el rato. Para tu información, vamos a estudiar. Le estoy dando tutorías para obtener créditos extra, ¿acaso Rei no te ha dicho nada? ─ Corrigió, sonando un poco a la defensiva.
─Claro. ─ Yuri se rio entre dientes, decidiendo simplemente dejar el tema porque Wonyoung parecía que iba a arrancarle la cabeza. ─Bueno, voy a tener una cita con Yena de todos modos, así que eso no es mucho problema. Al menos, para mí. ─ Sonrió y se acomodó el pelo con los dedos.
Wonyoung suspiró aliviada, finalmente entrando en el baño al girar la perilla de la puerta. No quería ver a Yuri molestándola por traer a una chica, riéndose y burlándose en la esquina. Sip, vaya, como si eso no hubiera pasado antes. Esperaba que Rei se quedara en casa durante toda la sesión de tutoría, simplemente para recordarse a sí misma que debía mantener la cordura.
Se frotó la nuca mientras llenaba la bañera, observando como el agua llenaba la tina lentamente y el sonido del agua resonaba en la habitación. Se quitó la ropa cuando la tina estaba casi medio llena y la arrojó al cesto sin ninguna preocupación. Tembló cuando el aire frío le rozó el cuerpo y se cubrió el torso con los brazos en un acto reflejo.
─Que frío. ─ murmuró antes de meter los pies en la bañera. Contuvo la respiración mientras se alzaba antes de hundir el cuerpo en el agua tibia, sus músculos se relajaron mientras se recostaba contra el borde. Se quedó mirando la pared, cubierta de estanterías desmontables con diseños infantiles y llenas de productos de baño, por cortesía de Yuri. Se fijó en un perrito de goma que la miraba desde donde estaba colocado, con sus ojos inexpresivos atravesando su ser.
Yujin.
─Cállate. ─ Wonyoung gruñó, hundiéndose aún más en el agua. Se llevó las rodillas hacia el pecho mientras innumerables imágenes de Yujin aparecían en su mente, todas en situaciones diferentes pero específicas... otra vez. Como si no se hubiera corrido hace diez minutos, cabalgando su juguete favorito. Apretó los labios, escondiendo la cara con vergüenza entre sus rodillas. Esto era malo. Se sentía absolutamente avergonzada de haberse corrido pensando en Yujin durante los últimos días. Una persona a la que ni siquiera conocía muy bien y sin embargo aquí estaba, respirando cada vez más agitada mientras su mente divagaba en torno a las posibilidades de lo mucho que Yujin podría arruinarla. ¿Acaso era culpa suya que Yujin estuviera hecha así?
A la mierda.
Se enderezó, cerrando los ojos. ─Estás jodida, Wonyoung Jang. ─ Dijo en voz baja, con los dedos recorriendo su pecho. Tomó sus tetas, apretándolas bruscamente antes de hacer rodar sus pezones entre sus dedos, sus caderas se levantaron. Era uno de sus puntos sensibles, después de todo. ─Ah, joder.
Continuó hasta que se convirtió en un lío de gemidos, mordiendo su labio inferior para evitar emitir más sonidos. ─Joder, joder, joder, joder, ─ gimoteó lo más bajo que pudo, pellizcando y tironeando de sus pezones con fuerza, lo suficiente como para que se moviera entre el límite del dolor y el placer. Imaginó que eran los dedos de Yujin, que abusaba de ella para su propio entretenimiento, observándola retorcerse bajo sus caricias. Presionó los muslos entre sí, buscando cualquier roce.
Wonyoung deslizó una mano hacia abajo, hasta llegar a su vientre, abriendo las piernas y haciendo que el agua chapoteara.
Se sobresaltó cuando el agua salpicó el suelo, con un sonido lo bastante fuerte como para resonar en el suelo de azulejos. Ahogó un gemido y comenzó a mover los dedos en círculos, con los dedos de los pies curvándose ante el placer.
─ Yujin ─ Wonyoung dejó caer la cabeza hacia atrás, con los ojos en blanco al acelerar. Abrió aún más las piernas y sus muslos temblaron mientras introducía dos dedos en su agitado orificio. El estiramiento le quemó... en el buen sentido. ─Se siente tan rico, Dios mío.
Introdujo sus dedos en el interior de su coño, el agua facilitaba el deslizamiento. Dejó escapar el aire que había estado conteniendo una vez que se introdujo hasta los nudillos. No fue suficiente. Sollozó frustrada al ver que sus dedos no llegaban más lejos. Acabó metiendo y sacando los dedos, el agua salpicando y ensuciando el suelo. Wonyoung estaba demasiado atontada por el placer como para preocuparse, con una mano tapándole la boca mientras sus caderas se movían al compás de sus embestidas.
Gruñó cuando introdujo otro dedo, con el labio inferior atrapado entre los dientes, la piel a punto de desgarrarse de lo fuerte que lo mordía. Se agarró al borde de la bañera y los nudillos se le pusieron blancos mientras las estrellas llenaban su visión cuando alcanzaba un punto especial en su interior. Está jodidamente cerca.
─Oh, Dios, ─ Wonyoung empezó a hacer presión, curvando los dedos y masajeando sus paredes. Podía notar su interior contrayéndose alrededor de sus dígitos, su vientre tensándose hasta dejarla sin aliento. ─Ah, joder, estoy tan cerca. ─ Rechinó los dientes y extendió la otra mano para frotarse su clítoris en un intento de alcanzar el orgasmo mucho más rápido.
Continuó sus movimientos, cada vez más y más rápido, como si su vida dependiera de ello. Sentía que los pulmones le iban a fallar, pero prefería morir antes que parar.
─ ¡Joder, Yujin! ─ Wonyoung chilló, la cuerda finalmente se rompió. Dejó caer la cabeza hacia atrás, casi golpeando la pared en el proceso mientras sus manos se detenían, su orgasmo casi llevándola a otra dimensión. ─ ¡Yujin, joder, joder, joder, por favor! ─ Lloriqueó ruidosamente mientras se corría, su cuerpo volviéndose flácido contra el agua y sus dedos aun curvándose dentro de ella.
Wonyoung cerró los ojos con fuerza, sus oídos seguían pitando mientras se recuperaba de su orgasmo. Deslizó los dedos fuera de ella con un débil gemido escapando de sus labios antes de ponerse una mano en el pecho, sintiendo que expulsaba una enorme cantidad de aire.
─Oh, Dios mío. ─ Gimió sin aliento, dándose cuenta de que todo el vecindario debía haberla oído por lo ruidosa que fue. Entreabrió los ojos y notó que había charcos de agua por todas partes.
Dios, tenía que limpiar eso o Yuri nunca la dejaría en paz. ¿Cuántos minutos habían pasado desde que entró en el baño? Suspiró y se levantó casi a punto de resbalar, descubriendo que sus piernas se habían vuelto gelatinosas. Esa habría sido una forma vergonzosa de morir, con el culo desnudo y tras un orgasmo. ─ ¡Mierda!
Una fuerte serie de golpes resonó de repente en el cuarto de baño, el pomo de la puerta girando como si alguien estuviera tratando de entrar.
Se sobresaltó y casi se le sale el corazón del pecho. Se levantó rápidamente, haciendo todo lo posible por mantenerse en pie con la ayuda de las húmedas paredes. Estuvo a punto de resbalar un par de veces, pero lo positivo era que ya estaba de pie. Cogió su toalla del perchero, envolviéndola alrededor de su cuerpo antes de tropezar hacia la puerta.
─ ¿Won?
Dios santo, otra compañera de piso entrometida se había presentado. Resopló, sujetando el pomo de la puerta para equilibrarse. Se aclaró la garganta, entornó los ojos e hizo todo lo posible por mostrar su cara de fastidio.
─Rei.
─ ¿Estás bien?
─ ¿Sí? ─ Wonyoung la miró distraídamente. ─Estaba en medio de un baño.
─Un baño. ─ Rei se asomó por encima de su hombro y frunció el ceño al ver el desastre que había en el cuarto de baño. ─ ¿Qué ha pasado?
─Sí, un baño. ─ dijo Wonyoung, interrumpiéndola mientras se desplazaba a un lado para cubrir la vista.
─ ¿Te resbalaste? ─ Rei parpadeó, su tono genuinamente preocupado.
─Algo así. ─ Se rio incómoda, cerrando la puerta lo más suave y lentamente posible. Rosé abrió la boca para decir algo, pero Wonyoung ya le había cerrado la puerta en la cara. ─Estoy bien. No te preocupes. ─ Gritó, con suerte lo suficiente para que Rei la oyera al otro lado de la puerta.
Wonyoung escondió la cara entre sus manos, soltando un amortiguado gemido de frustración.
Se miró al espejo, una expresión de disgusto en sus facciones le devolvía la mirada.
No era justo que ella fuera la única sufriendo.
Eh, espera.
Espera un momento.
¿Y si...?
Soltó una carcajada ante lo absurdo de su idea, y su risa resonó en el interior del cuarto de baño. Se presionó la sien y un suspiro se escapó de sus labios una vez que se calmó. Dios, se estaba volviendo loca, cualquier resto de cordura que le quedara se esfumaba por la ventana.
¿Y si seducía a Yujin?
Wonyoung se acomodó la blusa bajo sus shorts denim y se miró al espejo con una sonrisa de satisfacción. Se veía bien, lo sabía. Dejó algunos botones sin abrochar, la tela casi colgando de sus hombros, mostrando sus clavículas. Eso debía ser suficiente para que Yujin reaccionara un poco, ¿no?
Y si no, pues que se jodiera... en sentido figurado.
─ ¡Wony, voy a salir! Iré a tomar café con Sakura y Chaewon. Mándame un mensaje si quieres que te traiga algo, ¿sí? ─ Rei asomó la cabeza por la puerta, ni siquiera se molestó en esperar una respuesta antes de desaparecer de la vista de Wonyoung casi de inmediato. Espera, ¿qué? Se suponía que Rei estaría allí para controlar los daños.
Se atragantó con su propia saliva, deseando perseguir a Rei y encerrarla en su habitación. Al menos, si Rei estaba cerca, había una vocecita en el fondo de su cabeza que le decía a sus demonios que cerraran la puta boca y se comportaran.
Oh, Dios.
Esto era malo.
Se dejó caer en la cama, con la cara pegada al colchón. Ni siquiera había dado el segundo paso y ya había fracasado en su pequeña misión. Yujin ya la había puesto nerviosa sin siquiera hacer nada. Se abrazó a una almohada que era casi de su tamaño, enterrando la cara contra ella avergonzada. Gimoteó quejándose, con los dedos jugando con la funda de la almohada. Sentía palpitar su núcleo ante la mera idea de que estuvieran a solas. Inconscientemente, empezó a frotar su coño vestido contra la almohada, arrancando de ella un gemido entrecortado.
Compórtate, compórtate, compórtate. Se recordó a sí misma, intentando detener sus propios movimientos. Sin éxito, empezó a follar en seco la almohada, la fricción casi le hacía doler debido a la tela de sus shorts denim. Era insaciable y lo admitía. Que se joda Ahn Yujin por ponerla así; su cuerpo tonificado, sus manos grandes y sus dedos largos. Era enfermizo porque nunca había deseado algo tanto en toda su vida. ─Mm, joder.
Se imaginó a sí misma montando los muslos de Yujin, sus grandes manos guiando sus caderas y su clítoris arrastrándose contra sus pantalones, manchándolos con su humed- .
El timbre de la puerta.
─Mierda. ─ Wonyoung empujó la almohada, su mente se agitó al verse repentinamente sacada de su euforia. Probablemente se trataba de Rei, quien se olvidaba de su juego de llaves, una vez más. Se levantó, haciendo una mueca de disgusto cuando sintió sus bragas empapadas de su fluido. Se dirigió a la puerta, frunciendo las cejas al girar el pomo. Necesitaba cambiarse de ropa antes de...
─ ¿Yujin? ─ Wonyoung se sobresaltó al ver una alta figura. Yujin llevaba un chándal y quizá una de las camisetas más ajustadas que la menor había visto nunca. Lo completaba con una gorra de béisbol, su pelo enmarcando sus rasgos. También llevaba una mochila colgada del hombro, con los dedos jugueteando con la correa. Miró detenidamente a Wonyoung, parpadeando dos veces.
Oh, Dios mío. A Wonyoung se le cortó la respiración y miró a otro lado para esquivar su mirada. Un bulto era evidente contra la tela de su chándal. ¿Cómo iba a borrar esa imagen de su mente? No, la verdadera pregunta era ¿cómo iba a apartar los ojos?
─Hola, ─ saludó, un Yujin poco incómoda. ─Te estaba llamando y no contestabas. Por casualidad me encontré con Rei, ella me dio la dirección.
─ ¿Rei? ─ Wonyoung arrugó la nariz confundida. ─ ¿La conoces?
─La verdad es que no. Solo es amiga de una amiga. Supongo que me reconoció. ─ Yujin se encogió de hombros antes de rascarse la nuca tímidamente. ─Espero que no te importe que haya venido un poco antes. Nuestro entrenamiento se canceló en el último minuto.
Wonyoung asintió, olvidando por completo el hecho de que estaban conversando en medio de la puerta. Hizo un gesto con la mano antes de hacerla pasar. ─Está bien, pasa, por favor.
Wonyoung se limitó a emitir un breve murmullo y se interpuso entre Wonyoung y el marco de la puerta. Se detuvo de golpe, a escasos centímetros de ella. La miró fijamente, ladeando la cabeza mientras se inclinaba. Wonyoung sólo la miró interrogante, un leve rubor comenzaba a asomar por la forma en que yujin la miraba. Entonces Yujin extendió una mano y sus dedos tiraron de la parte caída de la blusa de Wonyoung antes de asegurarla sobre sus hombros.
─Tu blusa.
Wonyoung contuvo la respiración cuando los dedos de Yujin rozaron su piel.
─Es demasiado grande para ti. ─ Dijo Yujin, con el rostro inexpresivo antes de continuar despojándose de los zapatos a un costado. Wonyoung la miró por detrás, con las mejillas sonrojadas mientras veía a Yujin desatarse los cordones de los zapatos. ¿Qué demonios acaba de pasar? Espera, ¿su plan no funcionó en lo más mínimo?
─Ugh. ─ Refunfuñó, pasando junto a Yujin y entrando en su sala de estar, arrastrando los pies con desdén. ─Siéntate aquí. Voy a traerte algo de beber.
─Sí, señora. ─ Yujin tarareó, sentándose en el sofá, con las piernas ligeramente abiertas. Se quitó la gorra y se pasó los dedos por el cabello ligeramente corto para arreglarse los mechones sueltos. Wonyoung la miraba desde la nevera abierta, apretando con fuerza el asa. Dios, Yujin tenía un aspecto demasiado apetecible y era injusto.
─ Yujin, ─ gritó Wonyoung, ocultando la cara tras la puerta del frigorífico. Comprobó el contenido y apretó los labios cuando lo único que vio fueron las latas de cerveza bien cargada que su unnie Yuri se había guardado de una fiesta a la que había ido. No es que Lisa fuera a beberla realmente, ¿verdad? Es solo para las formalidades. ─ ¿Está bien la cerveza?
Yujin tardó un segundo en contestar. Wonyoung podía sentir cómo le sudaban las palmas de las manos mientras permanecía inclinada, su short subiendo aún más. Oyó a Yujin aclararse la garganta. ─Muy bien.
Cogió cuatro latas, dos en cada mano. Las colocó sobre la mesita, con los dedos temblorosos por el más mínimo ruido. ─Gracias. ─ Yujin le sonrió, sus caninos se hicieron evidentes. Parecía un cachorro con las manos colocadas sobre las rodillas cuidadosamente.
Que bonita. Wonyoung pensó para sí misma.
─Voy a buscar los materiales para empezar a estudiar. ─ Yujin asintió, apoyándose contra el cojín. Wonyoung hizo todo lo posible por no mirarle la entrepierna, pero los demonios eran demasiado poderosos. Dios. Era jodidamente grande. Parecía más grande que antes o tal vez se debía a la forma en que Yujin estaba sentada. Apartó los ojos y fue a su dormitorio a buscar algunos libros y hojas de papel. Menos mal que la mayor estaba demasiado distraída escaneando el lugar.
Volvió al salón después de unos minutos; Yujin estaba abriendo la lata de cerveza, sus dedos envolviéndola con tanta belleza. Se preguntó si se vería así si Yujin se estuviera masturbando, con los dedos alrededor de su polla, subiendo y bajando el puño mientras sus labios se entreabrían ligeramente. Mierda, tal vez sus gemidos sonarían dulces y etéreos. Wonyoung apretó los muslos inconscientemente, un gemido escapó de su boca antes de que pudiera evitarlo.
Yujin fijó su mirada en Wonyoung, con curiosidad. Wonyoung se mordió el labio inferior, con los ojos nublados contemplando a Yujin. No entendía por qué no se movía, permaneciendo de pie frente a ella con los libros presionados contra su pecho. Sentía como empezaba a humedecerse, su respiración se hacía más pesada, como si la forma en que los ojos de Yujin brillaban con picardía se llevara todo el oxígeno de sus pulmones.
Yujin finalmente la había atrapado.
─Dios. ─ Yujin rio sin aliento, sacudiendo la cabeza con diversión. ─No me mires así. ─ Dijo Wonyoung, casi huyendo.
Wonyoung gimoteó en voz baja, casi se le doblaron las rodillas a causa de aquello. Sentía que se le entumecían las manos y se le aflojaba el agarre de los libros de texto. Yujin se los quitó y sus manos se rozaron. Las manos de Yujin estaban frías contra el calor de las suyas. Colocó los libros en la mesita con mucho cuidado, apilándolos.
─ Wony ─ su voz tan dulce como la forma en que tomó las manos de Wonyoung. Podía sentir su corazón palpitar, latiendo al menos tres veces más rápido. ─ Ven, siéntate.
Wonyoung iba a sentarse junto a Yujin, sus manos seguían guiándola. ─Ahí no. ─ tiró suavemente de su mano, atrayéndola hacia su regazo. ─Aquí.
Wonyoung sintió que se calentaba, que se le encendían las mejillas de lo rápido que la situación había escalado. Se sentó a horcajadas sobre Yujin, su coño vestido presionando directamente contra su bulto. Rechinó los dientes, conteniéndose para no follar en seco a Yujin y obtener su propio placer. Se sintió diminuta en su agarre, haciéndola delirar mucho más de lo que ya lo estaba.
─Yujin-
─No puedo dejar de pensar en ti. ─ susurró Yujin, jugueteando con uno de los botones de la blusa de Wonyoung. La castaña miró cómo se movían sus dedos, manipulando el botón tan tímidamente. ─Eres tan bonita.
La menor escondió la cara detrás de su mano, el calor extendiéndose por las puntas de sus orejas y hasta la zona del cuello. El cumplido solo hizo que su corazón se acelerara, el sonido tan fuerte que literalmente podía oírlo retumbar ─Tengo sed. ─ Murmuró, lo bastante alto como para que Yujin la oyera. Sinceramente, necesitaba el impulso del alcohol para asimilar lo que tenía delante
Yujin soltó una carcajada y le tendió la lata de cerveza. Wonyoung la cogió con ambas manos, mirando fijamente el pozo sin fondo de la bebida. Ella asintió lentamente antes de bebérsela de un trago, para sorpresa de Yujin. ─Eh, más despacio.
Wonyoung se bebió de un trago lo que quedaba y, con el pecho agitado, arrojó la lata al suelo. Colocó la mano sobre los hombros de Yujin, disfrutando de lo amplios que eran. Miró a Yujin, con los ojos entrecerrados. ─Tú también eres muy bonita.
Yujin se sonrojó, escondiendo la cara en el cuello de Wonyoung Joder. Es tan adorable que quería llorar. ─Y yo tampoco puedo dejar de pensar en ti.
Yujin contuvo la respiración, su mente se volvió loca ante sus palabras. Observó como Wonyoung buscaba su propio placer, sus caderas se sacudían cada vez que su coñito vestido se arrastraba sobre su endurecida longitud. ─No dejaba de masturbarme, mierda, me corrí mucho pensando en ti, ─ continuó, rodeando el cuello de Yujin con los brazos.
Yujin gruñó mientras sujetaba las caderas de la menor, sus manos casi envolviéndola por completo. Guio sus movimientos, haciendo que se presionara aún más. Wonyoung era tan pequeña, tan fácil de mover, tan fácil de usar. ─Se siente tan rico, ─ Wonyoung dejó escapar un gemido tenso, ─me pongo tan jodidamente húmeda solo de pensar en las cosas que podrías hacerme.
─Dios. ─ Yujin rechinó los dientes, su mente daba vueltas. Estaba ruborizada, con las mejillas encendidas y las cejas fruncidas. Wonyoung pensó que era adorable. Era fácil excitar a Yujin teniendo en cuenta lo dura que se sentía debajo de ella.
─ ¿Tú también te has tocado? ─ preguntó sin aliento, agarrando con el puño la camiseta de Yujin mientras comenzaba a menear las caderas. ─ ¿Pensaste en mí?
─Sí-ah, joder, ─ asintió Yujin apretando los dientes cuando Wonyoung empezó a moverse por su cuenta de nuevo, ejerciendo más presión sobre su polla. Wonyoung soltó un fuerte suspiro al pensar en ello. ─Quería... quería follarte, me preguntaba lo apretada que estabas, si cabría, ─ empezó a balbucear, sus manos se dirigieron al culo de Wonyoung.
─Mm, joder, ─ gimió Wonyoung cuando Yujin empezó a masajearle el trasero a través de la áspera tela. ─Eres tan grande, puedo sentirlo. ─ continuó, inclinándose más cerca, sus labios separados por centímetros.
Yujin tragó saliva, con el razonamiento aún intacto, aunque su mente estuviera nublada por el placer.
─ ¿Puedo besarte? ─ Le preguntó con la mano en la espalda de Wonyoung. La menor asintió, con el corazón derritiéndose ante lo gentil que era el tono de Yujin. Entonces presionó sus labios contra los suyos, dándole una serie de besos suaves antes de empezar a levantar las caderas, haciendo gemir a Wonyoung. Deslizó la lengua en su interior, explorando su boca mientras inclinaba la cabeza hacia un lado.
─Yujin espera un segundo, ─ dijo cuando sus labios se separaron ligeramente, acomodándose y sentándose sobre los muslos de Yujin. Acarició la polla de Yujin, trazando la forma sobre la tela y dándole un fuerte apretón. Era enorme. Yujin suspiró, persiguiendo sus labios para ahogar un gemido. Wonyoung le devolvió el beso, sacando la lengua cuando el beso se convirtió en uno con la boca abierta. Tironeó de los pantalones de chándal de Yujin, una acción un poco desesperada.
Yujin se lo bajó junto con su ropa interior en medio del beso, su polla goteando sobre su estómago. Wonyoung rodeó su longitud con el puño, moviendo la mano arriba y abajo. Sus dedos no conseguían envolverla bien de lo enorme que era, la circunferencia del tamaño de una botella de agua... quizá incluso más gruesa. Se apartó, con la mirada fija. ─Joder. Tan grande. ─ Murmuró, mientras escupía un poco de saliva sobre su miembro en un intento de facilitar el deslizamiento.
─ Wonyoung ─ gruñó Yujin con la cara contorsionada de placer mientras Wonyoung aceleraba. Se cubrió la boca, sonrojada por la forma en que su polla parecía absolutamente monstruosa en las manos de Wonyoung. Se detuvo en la cabeza, acariciándola con la palma de la mano, ejerciendo cada vez más presión hasta que Yujin dejó caer la cabeza hacia atrás, con la boca abierta en un grito sordo mientras se le curvaban los dedos de los pies.
Wonyoung rio entre dientes, frotando burlonamente la hendidura. Yujin sacudió las caderas, follando con impaciencia el puño de Wonyoung. La castaña se lamió los labios al ver asomar el glande de Yujin cada vez que impulsaba su polla hacia arriba. ─Joder, ─ escondió la cara en el hombro de Wonyoung, con un brazo rodeándola sin hacer fuerza. ─Se siente... ah, tan bien.
Wonyoung quería besarla por ser tan adorable. Podía sentir la respiración entrecortada de Yujin, sus embestidas se volvían más descuidadas con cada movimiento. ─Joder, Wonyoung─ apretó el brazo que la rodeaba por la cintura, con su aliento caliente abanicándose contra su piel. ─Vas a hacer que me corra.
Wonyoung se acercó a Yujin, cerrando el puño con más fuerza alrededor de la base. Aceleró el ritmo, le dolía la muñeca de lo rápido que subía y bajaba. La más alta empezó a gemir sin control mientras Wonyoung usaba la otra mano para frotarle la cabeza al tiempo que la masturbaba. Yujin jadeó con fuerza antes de morder el hombro de Wonyoung, sus caderas empezaron a temblar mientras explotaba, sus oídos se llenaron de un ruido de pitido continuo y sus ojos se cerraron con fuerza. Siseó cuando los dientes de Yujin se hundieron contra su piel, haciéndole una pequeña fisura que le hizo sangrar. Siguió moviendo la muñeca para ayudarla a sobrellevarlo. La polla salpicaba semen sobre su ropa de forma desordenada, tiras tras tiras cubriéndola.
Yujin empezó a agitarse, un gemido ahogado salió de sus labios cuando la estimulación empezó a ser excesiva. Wonyoung besó el costado de su cabeza, apartando sus manos de la longitud de Yujin. ─Duele ─ Susurró, intentando apartar a Yujin ella.
Yujin finalmente la soltó, con un rastro de sangre en los labios. Wonyoung hizo un gesto de dolor, tenía una marca de mordisco en el hombro, cerca de la unión con su cuello. La trazó con un dedo, el lugar era demasiado sensible y le hizo apretar los dientes.
─Lo siento. ─ Yujin hizo un puchero, rascándose las mejillas tímidamente. Wonyoung sólo suspiró, sacudiendo la cabeza mientras se inclinaba hacia Lisa, dándole un rápido beso en los labios.
─Está bien. ─ dijo Wonyoung en voz baja, con la cara oculta en el pelo de la mayor.
Yujin asintió lentamente antes de alzarla, arrancándole un grito de asombro, le dio la vuelta, apoyando la espalda de Wonyoung contra su pecho. ─Deja que te haga sentir bien. ─ Susurró junto a su oído. Acarició el vientre de la castaña y le besó el cuello mientras otra mano bajaba para desabrocharle los shorts.
La mano de Yujin se deslizó por el interior de sus shorts y pasó la cinturilla de su ropa interior. Wonyoung soltó un suspiro cuando Yujin se dispuso a acariciarle los pliegues, subiendo y bajando los dedos para esparcir la humedad. Se sobresaltó cuando la más alta comenzó a frotarle el clítoris lentamente, sus manos se clavaron inmediatamente en sus antebrazos. ─Oh, Dios.
Yujin la sujetó por el abdomen, con la barbilla apoyada en la parte superior de la cabeza. Wonyoung tiró de sus shorts, revolviéndose mientras intentaba quitarse la prenda. Yujin dio cuenta de que forcejeaba y emitió un suave murmullo. La levantó con facilidad, deslizando los shorts junto con las bragas empapadas en un rápido movimiento. ─ ¿Mejor? ─ preguntó con los dedos trazando patrones circulares sobre su piel.
Wonyoung tarareó, se echó hacia atrás y se relajó. Yujin inclinó la cabeza hacia un lado y atrapó sus labios. La mayor sacó la lengua, sus uñas se clavaron en los brazos de la deportista mientras los dedos de esta separaban sus pliegues, dejando al descubierto su húmedo agujerito.
Yujin chupó su lengua, haciendo círculos alrededor del húmedo músculo mientras introducía dos dedos, sumergiéndolos un par de veces a poca profundidad para tantear el terreno. Wonyoung estaba tan ocupada con la boca de Yujin que no se dio cuenta de que esta le estaba metiendo los dedos.
─Mmmierda, duele-duele, ah, ─ lloriqueó Wonyoung contra el beso, pero Yujin continuó devorándola aún incapaz de responder adecuadamente. Los dedos de Yujin eran largos y el estiramiento le quemaba aun estando mojada. Podía sentirlos cada vez más profundos, como si no tuvieran fin. Ya se sentía llena con solo dos dedos dentro de ella, las yemas de los dedos de Yujin presionando directamente contra su punto sensible que normalmente solo podía alcanzar con un juguete.
Empezó a meter y sacar los dedos sin dar tiempo a Wonyoung a adaptarse. La castaña sintió que el aire abandonaba sus pulmones mientras Yujin marcaba un ritmo constante, golpeando su punto dulce con cada embestida. ─Estás tan apretada. ─ susurró Yujin, besándole los hombros. Wonyoung se tapó la boca, impidiendo que los gemidos escaparan de sus labios. Se mordió los dedos, sus dientes dejaron una marca mientras las lágrimas empezaban a brotar en las comisuras de sus ojos. ─Tan bonita. Déjame oírte, por favor. ¿Está bien? ─ Yujin continuó, dejándole besos en un lado de la cara.
Wonyoung sollozó, y asintió distraídamente mientras su mano descendía lentamente hacia un lado.
Yujin separó sus brillantes pliegues, mostrando su clítoris inflamado y su dilatado agujero. ─Mira lo estirada que estás, recibiendo tan bien mis dedos, ─ murmuró enganchando los dedos en su entrada y tirando muy ligeramente, lo suficiente para que doliera hasta que las manos de Wonyoung se cerraron en apretados puños. ─Eres tan pequeña por todas partes que no sé si cabré aquí dentro, ─ bromeó con una risita sin aliento que le siguió.
Wonyoung sacudió la cabeza frenéticamente, no le gustaba la idea de no poder aguantar a Yujin. ─Puedo soportarlo, puedo, ah-necesito que me folles, por favor, te necesito dentro, por favor, por favor, ─ empezó a lloriquear, su boca funcionando por sí sola mientras Yujin continuaba follándola con sus dedos. ─ T-tú harás que entre... mierda, necesito que lo hagas entrar, ¡por favor!
Yujin tarareó en acuerdo, frotándole la barriguita para hacerla callar. Wonyoung soltó un maullido, la suavidad de su tacto contrastaba totalmente con la forma en que su muñeca se movía. ─Haré que entre. ─ Aseguró, añadiendo dos dedos más junto a los otros e introduciéndolos de un solo empujón. El cuerpo de la más baja se paralizó, sus hombros se tensaron al sentir el ardor con mayor intensidad esta vez.
─Y-Yujin, ─ sollozó con las lágrimas cayendo por sus mejillas. Sentía como su coñito se estiraba anormalmente alrededor de los dedos de Yujin, acomodándose a su tamaño mientras sus paredes se estremecían ante la nueva intrusión. Ni siquiera su juguete favorito la estiraba así, como si su coño fuera a partirse en dos. ─Mierda. Duele. ─ En el buen sentido. Tal vez, incluso de la mejor manera posible.
─ ¿Quieres que los saque? ─ Preguntó Yujin con la voz llena de preocupación. Wonyoung se sintió frustrada al ver cómo la mayor la trataba como si fuera a romperse al menor roce.
─Fóllame, ─ Wonyoung dejó escapar una respiración temblorosa, hundiendo la cara en el costado del cuello de Yujin. Presionó los labios contra su piel antes de empezar a morderla, aliviándola un poco con la lengua. Yujin dejó escapar un débil gemido, ladeando el cuello para facilitar el acceso. ─Dios, solo... solo arruina mi coño, rómpeme ─ su irritación sacando lo mejor de ella mientras hincaba los dientes, rompiendo la piel.
Era justo. Yujin la había mordido y aquella marca no desaparecería tarde o temprano.
Yujin jadeó por el dolor, con las cejas fruncidas. Wonyoung empezó a cabalgar sus dedos con impaciencia, el dolor todavía hacía temblar sus muslos. ─Joder, quiero tu polla dentro, quiero que me rompa.
La deportista se sintió mareada ante sus palabras, su polla se sacudía ante la idea de deslizarse dentro y fuera de aquella estrecha cavidad de Wonyoung. Hundió su carita sonrojada en los hombros de Wonyoung, la imagen la hacía delirar aún más, consumiendo su cordura y su autocontrol. Quería utilizar a la más baja para su propio placer, follársela sin sentido hasta que su agujero quedara abierto y goteara su semen, pero temía que Wonyoung se rompiera.
Wonyoung podía sentir la polla de Yujin presionada contra su culo, palpitando y retorciéndose. Qué bonito. Sabía que Yujin se estaba reprimiendo por la forma en que le rodeaba la cintura con los brazos. ─Puedes usarme como quieras, Yujin, puedo soportarlo, maldita sea.
─ Wonyoung ─ la interrumpió. ─Lo siento.
Wonyoung parpadeó confundida, con la sensación de haber incomodado a Yujin por ser demasiado imponente. Abrió la boca, pero antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, un fuerte gemido salió de su garganta. Yujin había empezado a meterle y sacarle los dedos a un ritmo brutal, golpeando su punto justo. ─Lo siento, no puedo contenerme más.
─Ah, ah-joder, joder, joder, ─ Wonyoung se retorció contra su agarre, con los ojos en blanco. Yujin tironeó bruscamente de su blusa, los botones salieron volando, estropeándola. Deslizó la mano bajo el sujetador, ahuecó su pecho y lo estrujó con fuerza. Wonyoung tembló; las manos de Yujin estaban frías, hizo rodar uno de sus pezones entre los dedos, provocando que la menor sacudiera las caderas y sus paredes se contrajeran alrededor de sus dedos.
─ ¿Sensible? ─Yujin arrulló, sintiendo cómo Wonyoung se tensaba con cada pellizco y tirón. Detuvo sus movimientos, concentrándose en su pecho. Wonyoung se limitó a gemir, situando su mano sobre la de Yujin. Era realmente pequeña en comparación. La mayor continuó jugando con sus pezones hasta que estuvieron rojos e hinchados, su coño continuamente goteaba más y más lubricante sobre sus dedos.
─Joder, ─ las cejas de Wonyoung se arquearon, observando cómo Yujin acariciaba su pecho.
─Quiero chuparlos mientras me masturbas, quizá la próxima vez.
Wonyoung asintió distraídamente, con la mente demasiado absorta ante la mención de una próxima vez.
─Estás tan estrecha, Wonyoung. ─ dijo curvando los dedos y masajeando sus paredes. Wonyoung rechinó los dientes cuando Yujin empezó a acelerar el ritmo de nuevo, llevando la mano a la parte baja de su vientre. ─Tu coño es tan bonito.
Wonyoung se sonrojó. Yujin era el tipo de persona que decía todo lo que se le pasaba por la cabeza, al parecer. La pelinegra observó cómo sus dedos entraban y salían de Wonyoung su clítoris asomándose entre sus pliegues. ─Tan bonita. ─ tarareó para sí antes de que sus dedos empezaran a frotar el sensible manojo de nervios al compás de sus embestidas.
─ ¡Oh, Dios, Yujin! ─ Wonyoung chilló, con los dedos de los pies curvándose de placer. ─Tan rico... ah, tan bueno.
Yujin le dio besos en la cara. Wonyoung soltó un suspiro tembloroso, giró la cabeza y juntó sus labios. No pudo evitar que los gemidos se escaparan de su boca cuando Yujin hizo rodar su clítoris entre sus dedos. ─yu-mmm, ─ Yujin chupó su lengua, el beso fue sucio y sin control. Wonyoung sintió que se volvía loca, su mente estaba llena de Yujin, Yujin y Yujin. Dejaron que sus lenguas se enredaran y se mezclasen, sus labios se encontraron descuidadamente mientras Yujin le metía los dedos.
Cuando Yujin se apartó, se rio entre dientes mientras su pecho subía y bajaba. Tenía un aspecto desenfrenado; los labios hinchados, el pelo revuelto y las mejillas sonrojadas mientras intentaba recuperar el aliento. Wonyoung se mordió el labio, mirando fijamente las facciones de Yujin antes de que su estómago se tensara, sus pulmones se contrajeron cuando sintió más presión sobre su clítoris, los movimientos circulares cada vez más enérgicos e impredecibles.
─Voy-ah..., ─ dejó caer la cabeza hacia atrás, con la respiración entrecortada cuando Yujin introdujo aún más los dedos en su interior. Se apoyó en el antebrazo de Yujin, el placer le nublaba la vista. La mayor le besó la zona del cuello, dejándole marcas y mordiscos. ─Joder, tan cerca, mierda, mierda, mierda.
Yujin palmeó su clítoris, con los dedos inmóviles en su interior tras un fuerte empujón. Wonyoung se sobresaltó y su cuerpo se puso rígido cuando un gemido prolongado la interrumpió. Sintió que se entumecía y sus labios se entreabrieron cuando el orgasmo la golpeó por fin. Los ojos se le pusieron en blanco mientras sus uñas se clavaban en la piel de Yujin; su mente la llevaba a otro lugar mientras la euforia sacudía todo su cuerpo. Yujin siguió frotándole el clítoris para ayudarla a superar el orgasmo.
A la pelinegra le deleitaba el hecho de que sus dedos estuvieran empapados con la descarga de Wonyoung, resbalando y goteando sobre el sofá. Sus labios seguían entreabiertos mientras Yujin continuaba introduciendo los dedos en su interior, rozando con las uñas sus paredes. Podía sentir los temblores de su orgasmo, su cuerpo estremeciéndose con cada mínimo movimiento. ─Bésame, ─ le exigió su voz entrecortada y pausada.
Yujin accedió con facilidad, depositándole suaves y delicados besos en los labios. Al instante, Wonyoung se derritió y sus hombros se desplomaron mientras le devolvía el beso, esta vez como era debido. Yujin tarareó contra el beso, sacando los dedos cuando pensó que Wonyoung estaba demasiado distraída. Wonyoung sintió como goteaba sobre el regazo de Yujin y gimió cuando su agujero se contrajo en torno a la nada. Estaba muy abierto por el estiramiento, estremeciéndose mientras abría más las piernas. ─Yujin.
─ ¿Hm? ─ Yujin respondió contra sus labios.
─Mira. ─ Extendió sus pliegues con los dedos antes de sumergir cuatro de sus dedos en el interior, demasiado pequeños para llenar el espacio. ─Simplemente entro.
─Joder. ─ gimió en voz baja, viendo como Wonyoung usaba sus dedos para follarse a sí misma.
─Ni siquiera consigo llegar. ─ Wonyoung se rio entre dientes, tratando de empujar más sus dedos. Se estremeció cuando la punta de sus dedos apenas rozó el punto que Yujin había tocado. Empezó a mover los dedos dentro y fuera sin restricciones, gimiéndole directamente al oído al sentirse extra sensible. ─Joder, ah, Yujin.
La mente de Yujin daba vueltas, su polla se sacudía bajo el cuerpo de Wonyoung. El culo de la menor empezó a moler contra su longitud hasta que se impacientó. Retiró sus dedos y se acomodó con la polla de la mas alta entre sus pliegues. Lisa empezó a darse cuenta de lo dolorosamente dura que estaba contra el cálido y húmedo coño de Wonyoung.
─Es enorme. ─ murmuró frotándose contra la polla de Yujin. La sentía tan dura, la punta rozando su clítoris con cada movimiento de sus caderas. Wonyoung se echó hacia atrás, mirando como Wonyoung acariciaba su coño con su polla. Sólo quería penetrarla y follársela hasta que se convirtiera en un caos de gemidos.
Le rodeó la cintura con un brazo antes de levantarla. Empujó a Wonyoung sobre el sofá, y ella jadeó cuando su espalda chocó con el cojín. Yujin se colocó entre sus piernas, aplastando su polla contra sus pliegues para perseguir cualquier fricción. ─Tan mojada.
Wonyoung se cubrió la cara con un brazo cuando Yujin le colocó las manos en la parte trasera de las rodillas, llevándolas hasta presionarlas contra su pecho. Se sintió expuesta, por irónico que fuera. Yujin contempló su brillante coño, masturbándose entre ambos cuerpos. ─ ¿Puedo meterla?
Wonyoung quería reírse de lo inocente que sonaba su pregunta. Como si Yujin no la hubiera follado con los dedos hacía minutos. Asintió con la cabeza, llevando una mano hacia su vientre. Se frotó los pliegues con los dedos antes de separarlos para el placer visual de la mayor
La respiración de Yujin se entrecortó, la polla le pesaba en la mano. Presionó la punta contra el empapado agujero de Wonyoung, con los pensamientos nublados por la inminente estrechez. Empujó hacia dentro, demasiado entretenida con la forma en que el coño de Wonyoung se acomodaba a su tamaño, estirándose tan obscenamente y envolviendo su longitud tan perfectamente. Se sintió delirar, el calor de su coño la adormecía y su polla no había entrado ni siquiera una fracción. ─Oh Dios mío. ─ No pudo contenerse más, cualquier atisbo de control abandonó su determinación. Se la metió hasta el fondo de un solo empujón, con las caderas presionadas contra los muslos de Wonyoung.
Wonyoung chilló, todos los centímetros penetrándola de una sola vez. Se estremeció, sintiendo que su coño se partía por la mitad. Fue tan repentino que su espalda se arqueó por el dolor. Se mordió los labios hasta que se rompieron por la presión, la sangre salió. ─ ¡Joder! ─ dejó caer la cabeza hacia atrás, con las lágrimas cayendo por sus mejillas cuando Yujin empezó a moverse, sin darle tiempo suficiente para adaptarse. Era como si la mayor estuviera en su propio mundo, con los ojos fijos en la forma en que su polla entraba y salía de su coño abierto.
─Ah, tan apretado, ─ dijo Yujin, con las cejas fruncidas. Wonyoung se mordió el brazo; Yujin iba a romperla. Wonyoung parecía ser sólo un juguete que la deportista podía utilizar para follar. ─Mierda, ah, tan rico... estás tan apretada.
Wonyoungasintió, el dolor se transformaba en placer con cada embestida. Sentía como si Lisa estuviera reorganizando su interior, su coño adaptándose solo a su polla. Jadeó cuando miró hacia abajo; había un bulto prominente en la parte baja de su vientre cada vez que Wonyoung se introducía por completo en su interior. Gimió, colocando las manos en esa zona mientras recibía todo lo que Yujin le daba.
Eso llamó la atención de Yujin, un gruñido salió de sus labios. Empujó las caderas hacia arriba, tratando de introducirse más. Wonyoung se atragantó con su saliva, Yujin estaba presionando la entrada de su cuello uterino.
─Joder, tu polla es tan grande, ─ gimió Wonyoung presionando con la mano el bulto. ─Fóllame tan profundo, mierda, ¿te encanta usar mi coño? ─ Se estrechó contra el pene de Yujin lo mejor que pudo. Se sentía demasiado bien.
Yujin asintió con entusiasmo, con los ojos entrecerrados. Soltó los muslos de Wonyoung y sus manos se posaron en sus caderas. Acercó el cuerpo de la más baja a ella, clavándole las uñas en la piel. ─Me encanta, me encanta mucho, joder.
Wonyoung se sintió halagada por lo muda que se volvió Yujin hasta por el más mínimo placer, balbuceando y con los ojos casi cerrados. Separó los labios cuando empezó a embestir de nuevo, superficial y lentamente mientras marcaba un ritmo. ─Mírate, Yujin ─ Wonyoung soltó una risa sin aliento entre gemidos, agarrando el cuello de Yujin y tirando de ella más cerca. ─Tan codiciosa.
─Es mío, ─ gruñó Yujin, su agarre se hizo más fuerte, lo suficiente como para hacerle un moretón. Miró fijamente a Wonyoung, con los ojos oscuros y nublados. ─Tu coño es mío.
Wonyoung se estremeció ante su agarre, pero asintió. Tiró de la tela de su camisa para darle un beso, una acción breve y casta. ─Sí, tuyo. Es tuyo.
─Me voy a correr dentro de ti y voy a destrozarte el coño, joder, voy a llenarte hasta que estés rebosante de mi semen, ─ divagó Yujin, sus caderas se movían con más rudeza. Los ojos de Wonyoung se abrieron de par en par, un jadeo salió de sus labios al oír sus palabras. Sintió que sus paredes se tensaban alrededor de su longitud haciendo que Yujin soltara un gemido desgarrado, sus movimientos entrecortados. ─Joder, ah, Wonyoung-estás tan apretada, me está exprimiendo.
─Dios, ─ Wonyoung rechinó los dientes, Yujin entraba y salía de ella sin pausa, la punta de su polla golpeando su cuello uterino cada vez. Podía sentir su longitud arrastrándose contra sus paredes con cada tracción, la punta enganchándose en su entrada antes de que empujara de nuevo hacia dentro, su coño chirriando ruidosamente. Contrajo el coño, Yujin gimió cuando las paredes de Wonyoung la acariciaron y la mantuvieron en su sitio por lo apretada que estaba alrededor de su longitud. ─ ¿Te encanta?
─Sí-mmm, ─ Yujin hipó, con los labios entreabiertos. Wonyoung continuó hasta que Yujin se removió encima de ella, quedando su pequeña figura aplastada por su cuerpo. ─Me está aprisionando.
La menor se preguntó si podría hacer que Yujin se corriera solo con eso. Yujin jadeaba en el hueco de su cuello, con su respiración agitada abanicando su piel. Wonyoung puede sentir los hombros de Yujin temblar cada vez que aplica presión. El cuerpo de Yujin se sacudió cuando Wonyoung giró las caderas. ─ ¿Vas a correrte, Jinnie?
Yujin asintió, un gemido escapó de sus labios.
─Cachorrita codiciosa, vas a estallar solo por eso, ─ se burló sin saber muy bien de dónde venían sus palabras y su confianza. Yujin lloriqueó, enterrando aún más la cara contra su cuello. ¿Eso le encantaba? Era tan adorable. Wonyoung sintió cómo su polla se estremecía dentro de ella.
─Es porque estás jodidamente apretada, ─ gimió Yujin, persiguiendo su liberación mientras empezaba a penetrarla superficialmente. ─Estoy tan cerca, ¿puedo moverme?
Wonyoung soltó un tembloroso ─sí, ─ preparándose. Yujin se apartó de su cuello. Estaba muy sonrojada, con los ojos perdidos. ¿Es por el apelativo cariñoso? se preguntó la más baja, extendiendo sus pequeñas manos para acariciar la cara de Yujin. ─Eres tan linda.
Yujin se limitó a asentir tímidamente, inclinándose contra el tacto mientras empezaba a mover las caderas de nuevo, su ritmo ya constante. Wonyoung siseó con fuerza y respiró con dificultad cuando Yujin se inclinó sobre su pecho y se metió un sonrosado pezón a la boca, pasándole la lengua antes de morderlo. Le pasó los dedos por el pelo, tirando de un puñado de hebras mientras Yujin tiraba de su pezón con los dientes.
Rodeó la cintura de Yujin con las piernas y recibió su embestida con fuerza. Yujin gimió contra su piel, mordiéndole las clavículas y dejándole pequeñas marcas. Las embestidas se volvieron más bruscas con cada roce de sus pieles, y el sonido seco de las embestidas resonó por todo el apartamento. Wonyoung no podía evitar los fuertes ─ah─ y maldiciones que salían de sus labios, su cuerpo flácido mientras la pelinegra abusaba de su coño.
─Carajo ─ Yujin se estremeció, apoyando el pie en el suelo mientras se volvía más brusca, arrastrando el cuerpo de Wonyoung con el movimiento de sus caderas.
Sentía los abdominales tensos por la velocidad a la que iba, los músculos de los muslos tensándose mientras buscaba su propia liberación, sin importarle que el cuerpo de Wonyoung empezara a temblar, moviéndose violentamente debajo de ella. Respiró hondo, mordiéndose los labios, mientras penetraba hasta el final, calmándose cuando sintió que su estómago se estremecía.
Wonyoung gimió al sentir que Yujin explotaba dentro de ella, pintando sus paredes y llenándola. El pecho de Yujin subía y bajaba, sus cejas se arqueaban mientras sobrellevaba su orgasmo, empujando un par de veces más antes de que su cuerpo se aflojase, tumbándose encima de Wonyoung y aprisionándola contra el cojín. Wonyoung le frotó la espalda con dulzura, sintiendo aún a Yujin eyaculando dentro de ella con cada sacudida de su polla.
Dios, Yujin pesaba tanto contra ella, pero en cierto modo, sentía como si quisiera estar enjaulada allí para siempre. Sonrió contra sus hombros, sus dedos jugando con la tela de su camisa mientras esperaba que Yujin bajara de su orgasmo. Ni siquiera le importaba si todavía no se había corrido, estaba demasiado concentrada con el líquido que le llenaba el interior y goteaba por donde estaban conectadas.
─Todavía no te has corrido, ─ murmuró Yujin después de un minuto o dos, con un puchero en los labios. Miró fijamente a Wonyoung con un par de ojitos de cierva. Wonyoung sólo rio dulcemente, sus dedos arreglando los mechones sueltos del pelo de Yujin.
─Sigues dura. ─ Wonyoung tarareó, un poco burlona. Yujin se sonrojó, resoplando para sí misma mientras se reprendía mentalmente por estar demasiado cachonda. ─Rei va a volver pronto a casa. ─ Dijo, siguiendo sus instintos, que, para ser sinceros, eran correctos la mayoría de las veces. Supuso que la japonesa ya estaría de camino a casa y que no le haría mucha gracia saber que habían follado en su sitio favorito.
Yujin parpadeó, con el ceño fruncido. Si dejaba que Yujin se la follara, no tendría fin para ella y su trasero insaciable. ─La próxima vez. Sin peros, ─ dijo dándole un suave beso en los labios. Podía sentir a Yujin pinchándole por dentro y se sentiría mal si la dejaba en ese estado. Empujó los hombros de Yujin, indicándole que se tumbara de lado. ─Deja que te masturbe.
Yujin se apartó de mala gana, su polla se deslizó hacia fuera mientras se tumbaba junto a Wonyoung, con la espalda apoyada en el cojín. Wonyoung ahogó un gemido cuando sintió el semen goteando por sus muslos, su agujero contrayéndose ante la nada. ─Te vas a caer. ─ murmuró Yujin, rodeándole la cintura con un brazo para evitar que se cayera del sofá por lo apretadas que estaban.
Wonyoung miró sus rasgos desde su proximidad, con los labios a escasos centímetros. Bajó la mano y rodeó la longitud de Yujin. ─Ven a mi partido. ─ Yujin dijo antes de que se quedara sin aire cuando Wonyoung empezó a mover el puño arriba y abajo. ─Es-ah, joder, la semana que viene.
─De acuerdo. ─ Murmuró sin pensárselo dos veces. ─Voy a animarte, así que será mejor que me dediques un lanzamiento. ─ Se burló, sacando la lengua a un costado de sus labios.
─Mm, ─ Yujin asintió, conteniendo la respiración mientras Wonyoung iba más rápido. ─Joder. ─ Gimió cuando esta frotó la punta, sus dedos burlándose de la hendidura.
─Si logras encestar, dejaré que me folles después. ─ susurró Wonyoung inclinándose más cerca mientras le apretaba la polla. ─Donde quieras, como quieras. ¿Te gustaría, jinnie?
Yujin hizo un gesto de dolor, sin embargo, asintió con entusiasmo. ─Sí-ah, por favor
Wonyoung tarareó, arrebatándole sus labios en un beso abrasador mientras aumentaba su ritmo. Mordió el labio inferior de Yujin, chupándolo antes de deslizar la lengua en su interior, devorando sus gemidos y maldiciones. Su brazo se tensó y ella se concentró en el glande, apretándolo y masajeándolo con la palma de la mano antes de subir y bajar de nuevo. Repitió la acción una y otra vez hasta que Yujin se removió, apartándose bruscamente del beso.
─ ¿Pue-puedo correrme dentro? ─ Yujin frunció el ceño y sus caderas se movieron al compás de los rápidos movimientos. Jadeó, follando dentro del puño de Wonyoung mientras buscaba su tercera descarga. ─Por favor, ah, necesito correrme dentro de tu coño, por favor, por favor.
Wonyoung soltó una risita y se acercó hasta que sus pechos quedaron casi presionados. Colocó las piernas a ambos lados de Yujin, abriéndose lo suficiente para que la penetrara con facilidad. Siguió acariciando la polla de Yujin, sabiendo que estaba cerca por la forma en que sus uñas se clavaban en su piel.
─Tan cerca, ─ siseó con el estómago retorciéndose casi dolorosamente. Wonyoung presionó la punta contra su entrada antes de sumergirse, dejando escapar un suspiro tembloroso cuando la circunferencia la estiró de nuevo. Yujin gimió, la estrechez engullendo su longitud mientras su mente se volvía confusa. Entró de golpe sin previo aviso, haciendo que Wonyoung jadeara y abriera los ojos. La punta golpeó exactamente en su punto más sensible con tanta brusquedad que la llevó al orgasmo.
─ ¡Joder! ─ agarró los brazos de Yujin, sujetándola con tanta fuerza que le dejaría moratones. Se corrió de una sola estocada. Yujin rechinó los dientes, las paredes de Wonyoung la estaban ordeñando por lo fuerte que se apretaba alrededor de su longitud. ─Joder, joder, joder, ah.
─Voy a correrme, ─ gruñó Yujin dando unos cuantos empujones más antes de que su respiración se entrecortara. Contuvo la respiración mientras se derramaba dentro con un último movimiento, haciendo un desastre dentro del apretado coño de Wonyoung.
El pecho de Wonyoung se agitó, un quejido tenso se escapó de sus labios cuando sintió que Yujin se apartaba, su semen goteando sobre sus muslos y en el sofá. Rei iba a matarla, sin duda.
─ que desastroso, ─ murmuró Yujin, bajando la mano para volver a meterla dentro del coño de Wonyoung con los dedos. Wonyoung gimió, largos dedos entrando y saliendo de su ya maltratado agujero.
Yujin la besó, una mano calmando su cuerpo, que se estremecía de vez en cuando. Wonyoung podía sentir la dulzura en la forma en que sus labios se movían contra los suyos, su lengua solo rozándole el labio inferior antes de volver a darle suaves piquitos. Sintió que se derretía y un brazo se enroscó en el cuello de Yujin mientras la acercaba más de lo que podía.
Casi le dio un infarto cuando su teléfono sonó de repente, vibrando contra la mesita con bastante fuerza. Fue suficiente para sobresaltar a Yujin, apartándose con un par de ojitos asustados mientras trataba de encontrar el ruido.
─Debe de ser Rei. ─ Wonyoung rio, arreglando los mechones sueltos que caían sobre la cara de Yujin. La mayor se limitó a arrugar la nariz mientras Wonyoung trataba de zafarse de su agarre. ─Te lo dije.
Yujin se acurrucó contra ella, sin querer abandonar su sitio. Le rodeó la cintura con un brazo fuertemente, enterrando la cara en su pecho y provocando un gemido exagerado.
─Vamos a asearnos. ─ Wonyoung suspiró, con una sonrisa en los labios mientras acariciaba suavemente la nuca de Yujin. Pasó los dedos por su pelo, intentando arreglárselo.
─Un minuto. ─ Yujin rebatió, con la voz apagada.
Wonyoung resopló, con los hombros caídos al reconocer que había fracasado.
─Un minuto. ─ Repitió, accediendo a las exigencias de Yujin. Aunque esos sesenta segundos quizás merecieron la pena por la forma en que esta sonreía contra su piel, una risita exhausta escapándose de sus labios.
Dios mío por fin pude subir algo, quiero empezar a subir annyeongz acá así que si quieren que adapte más historia me dicen.
Baii
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