「ᴍɪɴʜᴏ」

Después de cinco minutos, el auto se detuvo y me bajé rápidamente para no perder ni un segundo más que es demasiado valioso. Me acomodé nuevamente el cubrebocas y la gorra para evitar ser identificado con facilidad ya que, no me puedo arriesgar a que me vean entrado a esta clase de lugares porque mi imagen está en juego y mi familia no me perdonaría nunca que la arruinara junto con el apellido.

—Joven Lee, ¿desea que lo espere aquí? — me preguntó Kim Heechul, mi chofer en tono bajo para evitar ser escuchado por alguien más.

No puedo negar que amo y aprecio demasiado a mi chofer porque en cada tontería que hago, él está a mi lado brindándome de su apoyo, consejos o regaños que son bienvenidos porque considero que es una persona importante en mi vida ya que, ha estado a mi lado desde que yo cumplí los doce años de edad y no se ha ido.

Inclusive, puedo asegurar que, me siento mucho más cómodo cuando paso el tiempo con Heechul porque tiene una personalidad maravillosa, todo lo contrario a la de mi padre y madre que suelen ser muy estrictos y serios.

—Será mejor que espere en un lugar menos transitado.

—Perfecto. No dude en llamarme si se le presenta algún inconveniente.

—Bien. Nos vemos más tarde.

Caminé a pasos apurados hacia la puerta y me detuve justamente cuando un hombre de seguridad se posó frente a mí para evitar que continuara con mi camino.

Sin dudarlo, le entregué mi número de registro y el hombre se aseguró de que fuera real, después de entregármelo, dijo—: Toma, este será tu número de asiento. ¡Disfruta del fanmeeting!

"Nadie sabe que estoy aquí", me dije a mi mismo mientras miraba alrededor.

Hay demasiadas chicas gritando incontrolablemente, también hay chicos, sin embargo, me siento totalmente fuera de lugar a causa de que, mi atuendo es demasiado formal para esta clase de eventos, pero fue la ropa que me trajo Heechul y no tuve más remedio que elegir ese atuendo en lugar del uniforme de la cafetería.

Me acomodé nuevamente el cubrebocas y me aseguré de que la gorra me tapara lo suficiente como para evitar ser visto por el resto de los fans. Claramente, la combinación de la gorra con el traje formal no es una excelente opción, pero eso es lo de menos ya que, debo disfrutar al máximo este momento.

Los gritos de los fans no se hicieron esperar y miré hacia el frente; no pude evitar dirigir mi mirada hacia cierto chico que sonrió abiertamente mientras saludaba a sus fans con auténtica felicidad que me hizo sentir un dolor en mi corazón.

"Es tan malditamente atractivo", pensé mientras intentaba no morir a causa de la felicidad que siento en estos momentos recorrer mi cuerpo por completo.

Definitivamente el resto de los integrantes no me interesan tanto como lo hace ese chico que parece una escultura muy especial que ha sido tallada con auténtico cuidado por un importante escultor que deseaba pasmar toda la definición de belleza en esa obra y lo logró.

Él siempre ha tenido toda mi atención y mi sueldo también, no hay queja sobre ello porque sé que algún día me va a notar entre todos los fans y tendremos un lindo final juntos lleno de romance y amor... ¡Tonterías!

Existen demasiadas personas en el mundo que lo admiran, así que, no es muy probable que yo tenga el privilegio de ser notado por ese guapo chico que no para de sonreír a todos los que se encuentra en el fanmeeting.

—Los números del cuarenta al cincuenta pueden avanzar— gritó un hombre del staff.

Me levanté de mi asiento y caminé hacia el frente con los nervios a flor de piel pues estoy a punto de encontrarme frente a frente con mi cantante favorito que he seguido desde que era un rookie.