Para entender la historia, te recomiendo leerlo.

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Podemos ser distintos... Tener diferente físico y actitud, podemos ser distantes o muy cercanos el uno al otro, podemos tener diferentes edades e incluso venir de una madre distinta. Pero todos tenemos presente, que nuestro hogar y familia somos nosotros, la Academia Sparrow.

Esta Academia esta aquí desde que nuestro hermano más mayor, Número Dos, vino a este mundo un 1 de octubre, al igual que todos nosotros su madre no estaba embarazada al comenzar el día. Nuestro padre, Reginald Hargreeves, se interesó bastante al leer la noticia en la primera portada del periódico.

Su madre no estaba dispuesta a criar a un hijo a su poca edad, y Reginald fue su salvación, además de llevarse a su hijo, se quedó con una gran parte de dinero, medio millón de dólares.

Ninguna de nuestras madres estaba dispuesta a criarnos, tenían solo 14 años cada una, y muchas de ellas aún eran vírgenes, y no se lo explicaban.

Nuestro padre nos salvo, nos salvo de los científicos que querían una respuesta y les daba igual el daño que causarán, solo querían una respuesta.

Con el tiempo la familia fue aumentando hasta llegar a 8 niños nacidos el mismo día, distinta hora y sin explicación. Más adelante Número Uno demostró algo extraño, algo raro que nadie podía hacer.

Nuestra padre le estaba dando una buena bronca por romper varios platos junto a Número Tres. Todos estábamos presentes y Tres no estaba recibiendo ninguna bronca, solo Uno. Cuando Papa levanto la mano para darle una bofetada, sin razón alguna un cuchillo volo y se le clavo en la mano levantada.

Reginald gruño de dolor y nuestra madre fue a socorrerlo, el único problema fue que después de lo sucedido, no volvimos a ver a Uno durante una semana.

Poco a poco nuestro padre fue entendiendo y explicandonos la razón de nuestra existencia. A nuestras madres cuando habían nacido, el médico del parto las inyectó un experimento que estaba haciendo el mismo, estaba llenando los ovarios de espermatozoides y cuando cumplieran la edad en las que ya los tenían avanzados, nosotros íbamos a nacer.

Cada uno de nosotros tenemos un poder diferente, lo descubrimos con una tecnología que nuestro padre invento, y así no perder el tiempo y saber nuestro poder. Fui la única que no le funcionó.

Cuando me colocaron el aparato en la frente, empezó a decir muchos poderes, todos a decir verdad, y cuando terminó, explotó. Padre comprendió que yo era la que tenía más de un poder, y no sólo dos o tres, todos los que existen los tengo en mi organismo. Comprendí que fui un experimento, el médico me inyectó a mi el suero más letal.

Fue difícil acostumbrarme, yo soy la que más entrena y la que más tiene que aprender, tengo tantos poderes que no conozco ni la mitad.

Padre me dijo que sólo utilizara los que en verdad conozco y entrenó, son bastantes, pero aún tengo más.

A la edad de 12 años todos teníamos nuestros poderes controlados. Nuestro padre instaló alarmas por toda la casa para que cuando algo malo sucediera fuera de la Academia, estas sonaran.

Un 26 de Julio, las alarmas empezaron a sonar y con ellas la voz de nuestro padre gritando para que nos preparemos, todos nos vestimos diferentes, cada uno tenía el traje como a el le gustara, yo por ejemplo, siempre llevaba un top negro con una falda de colegio y unas medias de cuadros. En medio del Top estaba el pájaro que representa nuestra Academia.

Nuestros antifaces eran iguales, no se nos veían los ojos pero podíamos ver. Salimos a todo correr a la limusina que nos llevaría al atracó del Banco. Como era de suponer, el primero en entrar fue Dos, le encanta ser el líder y mandar a los demás.

Se adentró dentro y nos dijo donde estaban cada ladrón. Número Cuatro se integró entre los secuestrados para así calmarlos, ningún ladrón se dio cuenta de su presencia ya que Número Siete empezó a distraerlos rompiendo cualquier cosa.

Todos empezaron a atacar y yo fui la única que me quede en mi sitio, yo no servía de mucho, aveces me bloqueo y no se que poder usar a la hora de atacar. Eso me da desventaja.

En un momento rodearon a todos mis hermanos y me quedé esperando a la señal de Número Dos. Le costó darmela pero cuando dijo <<A la Acción Ocho>>  me transporte rápidamente donde mis hermanos y con mi telequinesis mande a todos contra la pared.

Tenía la orden de dejarlos ahí, pero no tenía muy desarrollado ese poder y los deje caer cuando no podía más, tuve que desmayarles con la poca fuerza que me quedaba y gracias a Cinco pude recomponerme.

–Tranquila Ocho, lo has hecho de maravilla, si padre te dice algo yo mismo me intempondre–

Esas fueron las palabras que me dijo Cinco cuando me entregó su chaqueta por el frío y salimos con los reporteros. Teníamos la orden de responder a todas las preguntas que nos hicieran y así lo hicimos.

–El mundo está cambiando –empezó Número Dos– y con él, nosotros llegamos, nacimos el mismo día en distintas horas, pero con algo extraño dentro de nosotros, nuestras madres no estaban embarazadas al comenzar el día cuando nos dieron a luz y nuestro padre, Reginald Hargreeves, nos rescató y nos entreno para ser lo que somos ahora, unos héroes–

Nos pusimos en fila, cada uno por su número y preguntaron nuestro nombre, todos nos pusimos incómodos, yo fui la única que se atrevió a hablar.

–No tenemos Nombre –los reporteros me pusieron los micrófonos cerca mio –No tenemos nombre por el simple hecho de que a todos nos pareció ridículo que lo tuviéramos si solo íbamos a salvar al mundo y usar nuestros nombres de Héroe

–¿Entonces entre vosotros como os llamáis?

–Cada uno tiene un número –me atreví a responder – Ahora mismo estamos colocados con nuestro número asignado, yo soy la última y queremos que sepáis nuestros nombres de héroe.

Cada uno empezó a decir el que se inventó, Cinco y yo nos lo pusimos parecido porque hacemos muy buen equipo juntos, somos imparables cuando batallamos juntos y somos iguales en casi todo.

Un 08 de Abril Número Siete nos dejó con tan solo 14 años, fue un duro golpe para todos, estábamos muy unidos a el y la única que podía verlo era yo.

La alarma sonó a las 04:00 de la mañana y rápidamente nos vestimos, la limusina nos llevó al Museo más caro de la ciudad, lo estaban atracando y teníamos que intervenir.

Esta vez yo entraba primera, por el simple hecho de que padre quería ver cómo avance con mis nuevos poderes. Con mucho valor me puse el antifaz y me fui directa a la entrada, me transporte dentro del Museo y abrí la puerta para que mis hermanos entraran después.

Me encontré el primero justo detrás de mi, no utilice mis poderes, lo desarme fácilmente y empezamos a pelear, el me pegaba puñetazos que yo esquivaba, al final le empecé a meter yo también puñetazos que lo dejaron en el suelo.

Los siguientes dos los tuve que desarmar con mi telequinesis y lanzarlos contra la pared. Al final salí victoriosa y no había criminales, avise a mis hermanos de que podían entrar tranquilamente y entró solo Siete para ayudarme a colocar todo en su lugar.

Ni siquiera estaba conmigo cuando alguien disparo en mi dirección y Siete con su súper velocidad vino conmigo y se interpuso entre la bala y mi cabeza.

–No me dejes solo..

Empezó a decir cuando mate al hombre que disparó y me arrodille a su lado.

–Nunca estarás solo Siete, te invocare y veras a todos crecer y...

–No hables... ¿Puedes abrazarme mientras me voy?

No lo dude y lo abraze fuertemente, el no tenía las fuerzas para abrazarme, solo apoyo una mano en mi espalda y empezó a llorar conmigo. Murió en mis brazos, y cuando levante la mirada todos mis hermanos me estaban mirando, la mayoría también lloraba menos Cinco.

Cuando explote en llanto el fue quien vino a consolarme y a abrazarme fuertemente, Cinco empezó a llorar, pero no por su hermano, si no porque yo estaba sufriendo.

El día de su funeral lo invoque y estuvo al lado mio cuando enterraron su tumba en el jardín, no quiso volver y se quedó conmigo.

Pasaron los años y cuando cumplimos 17 algo extraño paso, algo que no puedo explicar... A no ser que vosotros mismos sigáis leyendo.

Disfrutar de mi historia... Y la de Número Cinco en otra dimensión.