—No jodas— Siete se había quedado con la boca abierta del asombró.

—¿Por qué la pregunta? —Klaus me pregunto directamente.

Todos se quedaron en silencio esperando mi respuesta, yo miré a Siete, aunque sólo yo lo veía mis hermanos sabían a quien miraba.

—Ni se te ocurra decirlo— me amenazó con un dedo levantado y mirándome con furia.

—¿Por qué no? ¿Te da miedo? — pregunte haciendo un puchero para molestarlo más.

—Como le digas algo...

—Bueno Klaus, la cosa es que a mí hermano Siete, le atraes— dije sin rodeos y comí un pedazo de Spaghetti. Klaus sin embargo casi se atraganta con la comida.

—Pero... Sois muy pequeños para alguien tan mayor ¿no? — Vanya, que ni me acordaba que estaba presente, nos pregunto, a lo que todos nos reímos.

—Me encanta que nos juzguen por el físico— dijo Tres, Uno lo acompaño riéndose más fuerte. Los nuevos tenían una cara confusa, todos ellos.

—Niños, silencio— demandó padre a lo que todos nos quedamos en silencio —Mis hijos han tenido muchas misiones y en ellas han tenido que viajar en el tiempo. Descubrimos que al viajar en el tiempo podrían pasar allí años y aquí unos minutos.

—Eso significa.. —Diego, que parecía el menos listo, no se enteraba de nada.

—Que somos mayores de edad todos— lo mire malamente — Mira, Diego, tal vez no eres muy listo, pero te lo a explicado para subnormales, tío ¿acaso ni eso eres?

Todos en la mesa empezaron a reír menos Diego y yo. Los dos nos retabamos con la mirada, el me miraba con odio y yo con egocentrismo.

—Oye Ocho ¿Se te  da bien pelear? —Pregunto Diego, asentí —¿Los cuchillos? — volví a asentir mientras me terminaba la comida —¿Controlar tus poderes? — asentí y me limpié con una servilleta la boca y le di el plato a mamá que pasaba justo por mi lado.

—¿Por qué tantas preguntas, Diego?

—Tu y yo, duelo, después de las 5.

—Hecho.

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Eran las 4 de la tarde y lo único que me apetecía en ese momento era hacer algunos cálculos para mis poderes.

Por eso mismo estaba en mi biblioteca haciendo cálculos en la enorme pizarra blanca, menos mal que sabía levitar, porque no llegaba arriba de la pizarra y la necesitaba entera.

Quería intentar hacer un trueno dentro de un tarro. Padre me dijo que tendría que controlarlo en cosas pequeñas como en un tarro, antes de usarlo en el exterior.

Empecé con mis cálculos hace menos de 19 minutos y ya los había terminado, mire el tarro con confianza y me acerque a el.

—Para crear una tormenta obviamente tengo que tener una nube, para crearla necesito agua y calor... — agarre mi botella de agua y tire un terció en el tarro.

—Para crear una nube con agua del mar, tengo que hacer que se evapore con la misma temperatura que el sol le da al mar. —Puse mis manos al rededor del tarro y de ellas salía un destello naranja.

—Unos 18°C valdrá para mantenerlo, y con la cantidad de agua que le he metido se creará la nube. — No me equivoqué en ningún momento, se formó una nubecita negra dentro del tarro.

—Ahora tengo que hacer que haya más agua y... —Me esforcé un poco pero al final salió un pequeño rayo de él.

—Que guay— Siete, que estaba agachado a mi lado, estaba viendo mi obra maestra.

—¿A que si?

—Pues si, esta muy bien hecho, enhorabuena.

—Oye Ocho me preguntaba si... — Five entraba por la puerta de la biblioteca y se paro al vernos. —Cuanto tiempo Siete.

—Ya ves, solo me invoca cuando le da la gana— ellos dos se abrazaron como viejos amigos y yo sonreí al verlos.

—¿Que querías? — pregunte mientras retiraba todo del tarro, ya lo probaría afuera.

—Tu libro de cálculo ¿me lo prestas?

—Claro, tiene que estar por la mesa, al lado de la estantería de las matemáticas— le señale el camino ya que no suele venir nadie aquí y no saben nada.

Empecé a retirar todo del tarro y guardarlo en la caja. Papá se puso bastante emocionado cuando le dije que quería aprender a como controlar el clima.

Hace tiempo que solemos tener el peor tiempo para las misiones o entrenamientos, lo que nos hace retrasarnos más. Incluso me suplicó Seis que intentará controlar los rayos, ya que les tiene pánico.

—Gracias por el libro — Five se acercó a mi lado —No se donde he dejado el mio.

—Seguramente esté en alguna de mis estanterías por error — guarde el tarro en una caja más pequeña por si se rompía — Otra vez.

Nuestro otro hermano se acercó por detrás llamando nuestra atención.

—Es raro que no haya entrenamiento — susurró.

Mire por la ventana, estaba lloviendo y no había nadie fuera, tal vez padre lo suspendió al tener a gente nueva en casa.

—En realidad, el entrenamiento sigue en pie — gire hacia Five. —Venía también a avisaros. Padre quiere que el entrenamiento sea con los nuevos y aún se están preparando.

<<Lo que me faltaba>>

—Pues vamos yendo.

Cerré la caja y caminamos hacia la salida. Salimos fuera de mi biblioteca y caminamos por los pasillos hasta bajar las escaleras que daban al Salón principal.

Allí estaban todos. Estaban todos y cada uno de ellos con su traje de entrenamiento. Five nos miro a mi y a Siete con una ceja alzada.

—¿Cuando nos hemos cambiado nosotros? —Me susurró.

—En las escaleras.

—¿Nuevo poder?

—Si, me encanta.

Me senté junto a Siete en nuestro sofá mientras esperábamos a Papá llegar de su despacho. Todos miraban a Siete como un extraño, ya que no lo habían visto.

—Esto es muy incómodo.— dijo en voz alta mi hermano.

—¿Verdad? Tú los conoces y ellos a ti no.

—¿Es Siete? — pregunto Allison a lo que el mencionado asintió. —Encantada soy...

—Se quienes sois— la interrumpió —He estado todo el rato con ella. —Me señalo.

—Se que te invocó al principio, pero ni te recordaba — Luther le tendió la mano para estrecharla.

—Encantado.

Todos nos quedamos callados cuando escuchamos varios pasos acercándose al Salón. Padre apareció en el marco de la puerta junto a madre, esta llevaba una bandeja con chocolate caliente.

—Hoy habrá pruebas de resistencia— Reginald miro si reloj y nos sonrió a todos sarcástico —Espero que seáis fuertes, si no, esto os matara.

Papá se fue rápidamente al patio trasero. Todos nos levantamos de golpe dirigiendonos al mismo destino que él. Vi de reojo como Klaus y Diego intentaron coger una taza de chocolate caliente, pero madre les dio un manotazo.

—Lo siento pequeños, solo habrá para los ganadores. —Respondió mamá y se fue a la cocina.

Los dos me dirigieron una mirada de confusión.

—Solo ahí chocolate para quien logre ganar las pruebas. —Les expliqué.

—¿Siempre ahí recompensas como esas? — me pregunto Klaus.

—No, solo cuando el entrenamiento es posible que nos mate.

—A chachi. — Diego me miro un poco asustado.

Me acerque un poco a él —¿Recuerdas nuestro enfrentamiento? —le pregunté.

—Obviamente, nunca me olvido de esas cosas.

—Bien —Asentí —Porque la tendremos antes de las pruebas.

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Estaba mirando como Cinco marcaba un círculo perfecto en el suelo con un Spray. Diego estaba afilando los cuchillos y yo riéndome de lo divertido que será esto.

—Oye Ocho. — mire a Vanya que se acercaba a mi —Tengo una duda.

—Claro, dime ¿pasa algo?

—Nada en especial, solo me preguntaba... ¿Como es que... Que no invocas más veces a tu hermano? —Me sorprendió un poco su pregunta.

—Oh, bueno, nadie más lo puede invocar— me miro confundida e intente explicárselo — Solo yo puedo invocar muertos que murieron en mis brazos. Puedo invocar a cualquier muerto, pero sólo yo a esos especialmente.

—Oh... ¿Murio en tus brazos? Tuvo que ser duro...

—Si, sobre todo cuando pensé que no lo vería más, pero me esforcé en practicar más mis poderes y lo conseguí. La razón por la que no le invocó la mayoría de veces, es porque me agota energía, bastante a decir verdad y me pongo muy enferma cuando no tengo fuerzas.

—Tiene que ser duro. Nosotros también vivimos cosas parecidas.

Estaba por irme a estirar, pero me pare en seco.

—Mira Vanya, no quiero ofenderte ni nada por el estilo, pero siempre miro los recuerdos de las personas cuando las conozco y ni de lejos habéis vivido lo que nosotros soportamos día a día. Y menos tu hermano Cinco.

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Notita de la autora.

Siento la tardanza pero no tenía mucha imaginación para este capítulo.

Explicación de algunas cosas:

Para que diferencieis a los dos Cincos, he puesto al de la Academia Sparrow, Five. Cada vez que veáis el número en inglés será de los Sparrow, Cinco será de la Umbrella.

¿Listos para la batalla de Diego y Ocho?  Espero hacerla bien.

Besitos diosas/es