Lo último que Lisa vió, fue como su auto chocaba con un camión, su vista se tornó borrosa y perdió el conocimiento.

La sangre brotaba por su cabeza y su nariz estaba rota, al igual que su brazo izquierdo.

Estaba inconciente pero pudo escuchar las sirenas de la ambulancia y policía, sintió el tacto de los paramédicos y como la trasladaban al hospital.

Estaba en un sueño profundo donde podía sentir y oír, más no despertar y ver a las personas.

Su respiración era pesada, le costaba respirar pero lograba hacerlo con esfuerzo y ayuda de un respirador artificial.

Sintió como bajaban su cuerpo otra vez y lo llevaban directamente al hospital.
Escuchó la voz de Irene, gritándole a los doctores y enfermeras, rogando que la dejaran pasar a cuidados intensivos.

Lisa había caído en coma.

Por otro lado estaba Jennie, quién se enteró de que su amada estaba en el hospital gracias a las noticias, estaba devastada cuando se enteró.

Sin pensarlo dos veces, fue al hospital, donde miles de paparazzis esperaban pacientes, en cuanto la vieron, se acercaron a ella para invadirla con preguntas, las cuales ella no contestó, solo pasó por la multitud con la cabeza baja.

Cuando logró entrar al hospital, inmediatamente preguntó a la recepcionista cuál era la habitación de Lisa, se derrumbó al oír que estaba en el área de cuidados intensivos.

Su amada estaba en coma.

El mundo de Jennie se derrumbó, la madre de su bebé estaba en un profundo sueño, del cual no sabía si iba a despertar hoy, mañana, en diez años o simplemente nunca.

Se tocó el vientre con preocupación, parecía que estaba viviendo una pesadilla, solo quería despertar en ese instante.

Sintió como alguien la tomaba de la muñeca bruscamente, haciendo que hiciera una mueca de dolor al sentir aquel contacto violento.

- ¡¿Que haces aquí?!- Reconoció esa voz furiosa al instante. Era Irene.

- ¡Sueltame!- Exclamó ella, estaba harta de que esa mujer la tratara así, como si fuera la peor basura de este mundo.

- ¡Lárgate de aquí!, ¡Tu eres la causante de todo esto!- Gritó la mujer, haciendo que todos en el lugar las miraran.

- ¡¿Porque mierda sigues culpándome de todo?!, ¡Solo déjame en paz!- Jennie trató de irse pero fue detenida por un agarre fuerte en su brazo.

- ¡Te culpo porque lo mereces!, Lisa estaba bien antes de ti llegada, te recuerdo que aún soy su esposa y tú solo eres la segunda opción, siempre será así... Ahora lárgate de nuestras vidas y no vuelvas nunca, desaparece en tu mundo de gente millonaria y exitosa y deja a Lisa en paz- Irene tenía la mandíbula apretada, pues no le gustaba para nada esa chica.

- ¿Ahora sí vienes a reclamar el título de esposa?. Te largaste del país dos años, sin siquiera decirle a Lisa que tenía un hijo, te importó una mierda lo que Lisa estaba pasado y solo pensante en ti, eres una perra egoísta. ¿Y sabes qué?- Se acercó a la oreja de Irene- Estoy embarazada de ella, así que me verás muy seguido por aquí- Dijo en un susurró para después alejarse, dejando a Irene sin palabras.

Jennie solo sonrió de lado, le encantó dejar callada a esa idiota, le estaba colmando la paciencia.

Después de un rato en sala de espera, donde se encontró a Rosé, ambas platicaron, Jennie le contó todo, desde los días en que Lisa la salvó del idiota de Kai, hasta las veces que tuvieron sexo y Jennie terminó embarazada.

Rosé estaba feliz por el embarazo de está chica peor también estaba preocupada por Lisa, aún no despertaba y el doctor de cabezera le dijo que la contusión había sido muy grave, había causado varios daños en el cerebro, era probable que no despertara en un buen tiempo, obviamente no le diría esto a Jennie.

El tiempo pasó y el doctor indicó que Jennie podía pasar a ver a Lisa, su corazón se aceleró, no quería ver a Lisa en ese estado, pero tenía que hacerlo, tenía que decirle que está ahí con ella.

Abrió la puerta de la habitación, ahí estaba ella, con un collarín en su cuello, moretones por toda su cara y brazos, una aguja clavada en la vena de su muñeca para administrarle el suero y conectada a muchos aparatos para medir su respiración y latidos cardíacos, verla así le partió el alma a Jennie.
Se acercó a la cama, tomó un pequeño banco que había a un lado y se sentó en él.

Miró a la chica que estaba en la cama, dormida profundamente y una lágrima rebelde se escapó de sus ojos.
Acarició su mano suavemente, mirándola con amor y nostalgia.

- Hola amor- Sonrió levemente, las gotas de lágrimas se metieron por las comisuras de sus labios- No sabía que amarte dolería tanto Lalisa- Dijo con amargura- A pesar de eso te amo con toda mi alma, eres como un ángel en mi vida, por favor... No me dejes- Sollozó, tomó la mano de Lalisa y le dio un beso en el torso de esta- Hazlo por mí y tú bebé- Acercó la mano de Lisa a su vientre- Sé que nada reemplazará a Bambam pero, trata de ser fuerte para ver crecer a nuestro bebé, si es niña o niño no importa, porque, será nuestro. Por favor Lisa, quédate conmigo- Recargó sus codos en la cama, llevando la mano inmóvil de Lisa a su frente.

Jennie quería formar una familia con Lisa, no permitiría que ella se fuera.