17.
Jennie tenía apoyada la cabeza en el pecho de Lisa, ambas miraban el techo, Lisa acariciaba el pelo de la coreana, era tan suave y lindo.
Jennie estaba feliz, había tenido sexo con Lisa nuevamente y no en cualquier lugar, sino en su oficina, eso le encantó.
Más sin embargo, Lisa se sentía culpable, le encantaba tener sexo con Jennie pero ella ha tenía una esposa y un hijo, estaba siendo infiel y eso le causaba conflicto, ella jamás había sido así pero, Jennie tenía algo a lo cual no podías resistirte.
Lisa era feliz con esa aventura, ella ya no amaba a Irene, lo había comprobado con esos besos que se daban, Jennie era lo único que podía imaginar mientras estaba con su esposa, era muy difícil toda esta situación.
Jennie alzó la mirada y notó como Lisa parecía perdida en sus pensamientos, comenzó a hacer círculos en su vientre, como si fuera lo mejor del mundo tenerle ahí, para ella.
Lisa comenzaba a incomodarse, el escritorio era duro y le producía dolor de espalda, el peso de Jennie encima suyo no ayudaba mucho.
El miedo invadió a Jennie, tenía un nudo en el estómago, quería preguntar lo que tenía en mente pero simplemente tenía miedo de la respuesta, pero se armó de valor, levantó su cabeza hasta quedar a pocos centímetros de los labios de Lisa, quién notó el acercamiento y observó a Jennie, esperando que dijera algo.
- Lisa, ¿Que somos?- Preguntó la coreana.
- No lo sé pero... Me gusta lo que tenemos, me hace sentir... ¿Feliz?- Sonrió levemente al decir la última palabra, para sorpresa de Jennie, Lisa no contestó un "amantes", "amigas con derecho" o "follamigas".
- Me gustaría que fuéramos más que eso Lalisa Manoban- Jennie apoyó sus manos en el pecho de Lisa para después colocar su barbilla ahí.
- No podemos Jennie, sabes que tengo un hijo y la única forma de cuidarlo, es estando con mi esposa, lo siento, siento no poder darte lo que mereces- Se disculpó.
- Sabía que no conseguiría nada- Se levantó, buscó su ropa en el suelo y se la puso- Será mejor que te vayas, no solo de mi vida, sino también de la empresa, te daré el dinero por tus campañas pero no te aparezcas por aquí, será lo mejor para ambas- Dijo poniéndose el pantalón.
- Pero...- Lisa apenas se levantaba del escritorio pero fue interrumpida por Jennie.
- ¡Dije que te vayas!- Gritó al borde del llanto, hasta que sintió unas enormes náuseas, se tapó la boca con su mano para evitar vomitar ahí mismo y se dirigió rápidamente al baño de su oficina.
Lisa no entendía lo que pasaba, solo comenzó a vestirse, cuando terminó, se acercó al baño y escucho los ruidos de como Jennie vomitaba.
- ¿Estás bien?- Tocó la puerta y acercó su oído a ella, de pronto la puerta se abrió, los ojos gatunos de Jennie estaban ligeramente rojos.
- Estoy bien, solo no me cayó bien la comida, ahora... Puedes irte- Dijo en un tono frío, casi como el que usó cuando conoció a Lisa.
- ¿Estás segura de esto?- Lisa tocó el hombro de la más pequeña de estatura y está la miró, su mirada era triste.
- Segura- Respondió cortante, la verdad es que ella no quería que Lisa se fuera de su lado pero no estaba dispuesta a sufrir por ser la otra, la segunda opción, la que Lisa no prefiere.
- Bien, mis abogados pasarán a tu oficina mañana para romper el contrato y acordar las cantidades que tú empresa me debe- Tomó su bolso- Nos vemos Jennie- Dijo acercándose a ella.
La distancia se acortó demasiado, al punto de que ambas podían oír el corazón acelerado de la otra, esa tención siempre estaba presente.
Jennie no aguantó más y se acercó a Lisa, dándole un último beso en los labios, se saborearon como si fuera la primera y última vez que se verían, ese beso demostró que ninguna de las dos se querían separar, que había sentimientos en sus corazones, no solo era sexo, comenzaba a ser algo más que eso.
Lisa llevó sus manos a la cintura de Jennie, acariciando su blanquecina piel de porcelana, disfrutando cada centímetro de está, en su mente, Jennie ya estaba desnuda bajo ella, siendo suya una y otra vez.
De pronto, la puerta de la oficina se abrió, los gritos de Nayeon se escuchaban por todos lados, pero lo único que Lisa pudo ver al abrir los ojos, era una Irene llorando con Bambam agarrado de su mano.
Los ojos de Lisa se abrieron como platos, alejando rápidamente a Jennie de ella, Irene comenzó a correr junto con el pequeño niño y Lisa la persiguió.
Todo el mundo las veía pero a ninguna les importó, el corazón de Lisa latía a mil por hora, perseguía a Irene, hasta que la alcanzó.
- ¡Irene, déjame explicarte!- La tomó de la muñeca.
- ¡¿Que me vas a explicar?!, ¡Que me engañas con tu jefa!, ¡¿Eso me quieres explicar Lalisa?!- Exclamó con los ojos cristalinos, provocando que todo el mundo las viera.
- Irene, baja la voz...- Fue interrumpida por una bofetada de su esposa.
- No te quiero volver a ver, no te quiero cerca de mi y de mi hijo- Murmuró tomando de la mano nuevamente a Bambam.
- Mami Lisa- Dijo el niño antes de que su madre se lo llevara.
- No te preocupes Bam, mamá arreglará está situación- Sollozó, las lágrimas brotaban por toda su cara, todos los empleados la veían con lástima.
En ese momento, Jennie apareció, le dolió ver cómo separaban a Lisa de su hijo, ambos eran tan idénticos, eran como dos horas de agua.
Jennie tocó el hombro de Lisa y está la miró, sus ojos estaban rojos.
- Lisa...- Trató de abrazarla y consolarla pero esta solo evitó su toque y la interrumpió.
- Lo siento Jennie, me tengo que ir- Lisa se limpió las lágrimas y se alejó.
Jennie se quedó sin palabras, después de todo ella era la culpable de que Lisa perdiera a su hijo, se sentía mal por haber destruido una familia.
Besties, una nueva historia está publicada, es un fanfic de Chaesoo titulado: ¿Quién es Moonlight?.
De verdad me encantaría que lo leyeran y le dieran apoyo.
Sin más que decir, me despido y espero disfruten está historia porque ya casi termina;).
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