(Disfruten, en este capítulo solo hay un poco de smut).

Lisa y Jennie se quedaron dormidas después de tanta acción, Jennie descansaba su cabeza plácidamente en el pecho de Lisa, estaba encima de ella ya que el sofá estaba muy pequeño y no había mucho espacio.

Lentamente Jennie comenzó a abrir los ojos y se encontró con la mejor imagen del mundo, Lisa durmiendo cómodamente, desnuda y apretando a Jennie contra su cuerpo. Eso la puso feliz.

Recargo su barbilla a la altura de la clavícula de la tailandesa y la miró por minutos, el tiempo no pasaba, solo quería verla y admirarla.
Lisa comenzó a abrir los ojos también, encontrando a Jennie viéndola.

- ¿Que miras pervertida?- Preguntó Lisa con una voz ronca.

- N-Nada- Las mejillas de Jennie comenzaron a arder.

Lisa rió ante la acción de la pelinegra, de verdad le sorprendía esa actitud, siempre parecía una mujer fría y sin corazón, pero en realidad era muy tierna y mimada.

- ¿Tienes hambre?- Lisa rompió el silencio, Jennie inmediatamente soltó una sonrisa gomosa al escuchar a Lisa.

- No lo sé- Se levantó y se subió en Lisa- De pronto tengo antojo de leche- Sonrió maliciosa.

Lisa tosió ante el atrevimiento de Jennie, esa chica pervertida le agradaba más.

- C-Creo que hay un poco de leche en la nevera, la buscaré para ti- Lisa se levantó, quitándose de encima a Jennie.

- ¡Espera!- Jennie la detuvo- No entendiste tonta, yo quiero tu leche- Bajó despacio por el cuerpo de Lisa, acariciando su pecho hasta llegar a su vientre y luego, a su entrepierna.

Jennie observó el gran miembro de Lisa con un brillo en sus ojos, ese amiguito era capaz de hacerla sentir en el cielo.

Se arrodilló y lo tomó entre sus manos, este ya estaba duro y de el sobresalían unas cuantas venas, Lisa ni siquiera se había dado cuenta de que tenía una erección.

Jennie lo tomó entre sus manos y comenzó a chuparlo, pasó toda su lengua por el falo hasta que finalmente lo metió a su boca, Lisa al sentir esto, echó su cabeza hacia atrás, enredando sus dedos en el cuero cabelludo de Jennie.

Los sonidos de Jennie succionando y los jadeos de Lisa al sentir la majestuosa boca de Jennie en su miembro se hicieron presentes en toda la habitación, ambas estaban disfrutando demasiado el momento.

Lisa sintió que no podía más, necesitaba liberar su orgasmo, comenzaba a doler.
Jennie lo vio venir y dejó de meter el erecto miembro de la tailandesa en su boca, quién segundos después, libero todo su semen en el rostro de Jennie.

Se sintió avergonzada por acabar de esa forma, pero Jennie en lugar de molestarse, solo se limpió el líquido viscoso de su mejilla y lo llevó a su boca, chupándolo con sus dos dedos.
Esto a Lisa la volvió loca.

Levantó a Jennie del suelo y la subió a sus caderas, ella enredó sus piernas en la cintura de está y se fundieron en un beso, seguirían su sesión en la ducha.

Jennie la guió al baño, Lisa encendió la regadera con dificultad, obviamente sin separarse de aquel suculento beso.

Ambas entraron finalmente, dejando que el agua empapara sus cuerpos desnudos, aunque el agua estaba fría, eso no ayudaba a disminuir el calor que se penetró en ellas, necesitaban llenarse del embriagante perfume de la otra.

Se separaron del beso, cuando lo hicieron un hilo de saliva se hizo presente, ambas se miraron a los ojos, tenían las pupilas dilatadas por el deseo, pasión y adrenalina del momento, sin darse cuenta, Lisa ya tenía otra erección.

Jennie puso sus manos en el cuello de Lisa y mordió ligeramente el lóbulo de su oreja, causando un gemido en la tailandesa.

- Follame Lisa, hazme gritar tu nombre- Susurró en su oído, Lisa la miró y algo dentro de ella se encendió.

Tomó a Jennie de la cintura y la giró bruscamente, ella apoyó sus manos en la pared, estaba ligeramente inclinada, esa posición le encantaba.

- Prepárate para ver las estrellas cariño- Entonces Lisa tomó su miembro y lo sumergió en la cavidad bien lubricada de Jennie.

Ella gimió tan fuerte que incluso creyó quedarse sin voz, las grandes manos de Lisa la tomaban de la cadera y la embestían fuertemente, sus movimientos eran brutales, su miembro alcanzaba su punto cálido y la hacía sentir en el cielo.

Sintió como las manos de Lisa estrujaban sus pechos, apretándolos con fuerza, sus dedos acariciaron sus pezones erectos, lo cual la hizo enloquecer.

- Ahh~, ¡Más Daddy!- Gimió Jennie, Lisa ante el repentino apodo, se puso nerviosa.

Pero empezó a embestirla más fuerte, sintió unas incontrolables ganas de hacerla gritar, de hacerla gemir más y más, su mando dio una gran nalgada en el glúteo derecho, dejando una marca roja, incluso la mano de Lisa ardía.

Jennie ante el golpe, arqueó su espalda, sintiendo el área ardiente y con un ligero hormigueo pero le encantó, simplemente le fascinó y quería más.

- ¡Así!, Pégame- Puso sus manos en la cadera de Lisa para indicarle que quería más, Lisa gustosa comenzó a moverse más rápido.

Lisa cegada por el placer, dio más nalgadas, dejando ambos glúteos rojos y con marcas, los ruidos de sus pieles chocando eran fuertes y como música para los oídos de ambas chicas.

- Hay que venirnos juntas, yo estoy a punto de... De hacerlo- Dijo Jennie con dificultad, a penas y podía hablar, estaba demasiado extasiada.

Entonces en ese momento, Lisa sintió que su semilla se plantó dentro de Jennie y la coreana derramó su jugo por completo, se había venido.