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C A P Í T U L O 2
¿Cómo se conocieron Emi y Kuroo?
Fecha: 7 años antes de la actualidad...
Emi estaba nerviosa al ser su primer día, el inicio de una etapa completamente nueva y probablemente la esperaban nuevas experiencias, la temerosa etapa de preparatoria.
Entró a la preparatoria Nekoma porque había escuchado que era una excelente academia donde parte de sus recursos iban dirigidos específicamente a los clubes en apoyo a los estudiantes. Tanto deportivos como creativos en impulsarlos a más allá generando currículum futuro que funciona para postuación universitaria. Y a ella le interesaba más la parte creativa.
Quería anotarse de primera en la lista del club de música.
Honestamente había investigado que tuviera clases y cursos extras tanto de música y arte, así que por eso se inscribió allí.
Había convencido a su abuela aunque le quedara algo lejos de casa. Su abuela era flexible en sus peticiones y sabía el talento que resguardaba.
- Yaku, ¿te gustan las chicas con cabello corto?
- ¡Sí, así es! -sonreía Yaku con un sonrojo evidente confirmando.
- ¿Y a ti, Kuroo?
Le preguntó Kai a Kuroo curioso por su respuesta.
- ¡Largo! ¡Y-yo prefiero largo!
Últimamente se había vuelto una costumbre para Kuroo alegar la contraria a Yaku solamente para molestarlo.
A pesar de que decía la verdad. Le atraían las chicas de cabello largo.
La única chica que tenía el cabello más largo en la preparatoria estaba entrando a esa sala de clubes por dirección donde se encontraban ellos.
Emi ignoró lo que estaban hablando por encontrarse con sus audífonos con una melodía de pop dosmilero.
Estaba perdida y nerviosa. Por lo que puso una canción de sus favoritas para tratar de que ese sentimiento no fuera más incómodo.
Veía el pequeño folleto que había recolectado sobre el club de música, que había obtenido cuando en la hora de enlace para entrar a los salones ofrecían los diferentes estudiantes de los clubes información para unirse.
Miró al rededor y solo se encontró con ellos. Se retiró los auriculares para dirigirse a los 3 chicos.
- Hola, disculpen una pregunta. ¿Saben dónde puedo encontrar al profesor encargado del club de música?
Les preguntó ella de una forma tan educada y correcta en su pronunciación, hasta cierto punto con mucha amabilidad en su tono de voz.
Kuroo se quedó tan perdido observándola, con un leve sonrojó por la belleza que poseía Emi, le dejaba tan ido por lo repentino que apareció de pronto.
Ella le miró a Kuroo al ser el único que volteó a verla por primera vez y le sonrió tiernamente como reacción al no haber sido ignorada como había imaginado en su cabeza, causando una especie de taquicardia para él con ese acto tan simple.
¿De dónde venía? ¿Acaso era una estudiante de intercambio? Lo dudó por sus facciones occidentales pero su buena pronunciación le dejaba claro que no, era muy bonita. Se preguntaba una y otra vez siendo incapaz de responderse y mucho menos responderle a Emi.
- La maestra Haruka está en esa oficina de la derecha.
Respondió Kai a la chica y Kuroo por los nervios se atrevió a apuntar en la dirección. Ella asintió viendo en la misma dirección, donde le había apuntado Kuroo.
- Muchas gracias.
Les sonrió de una manera tan agradecida, su tono de voz era suave y melodioso, ella miró por última vez de los 3 a Kuroo y había sido inevitable por esa conexión tan rara y simultánea ante ambos que eran extraños pero el destino haría de las suyas, Emi ignoró esa sensación fugaz y rara e hizo una pequeña reverencia y se movió a donde le indicaron poniéndose otra vez los audífonos.
- ¿Es de primer año, verdad?
Soltó Kuroo de repente ante el silencio al verla alejarse.
Su cara empezó a denotarse roja, porque lo había dicho sin pensarlo tanto y fue muy obvio.
- Creo que sí...
- ¿Porqué tanta curiosidad de repente, eh Kuroo? ¡Te atrapé eh!
Él se sonrojó levemente y causó que fingiera enojo por lo que decía Yaku, en realidad estaba muy, pero muy avergonzado porque era verdad.
- ¡Claro que no idiota! Pensé que era de intercambio.
Se excusó rápidamente fingiendo estar muy molesto solamente para ocultar su vergüenza.
- Já, ¿y qué? ¿la ibas a llevar personalmente con la profesora o qué? Si hubiese sido de intercambio, eres malísimo en inglés.
Yaku le dijo para avergonzarlo y empezaron a pelear por ello. Kai se alejó ignorándolos y estaban tan metidos en su pelea que no se dieron cuenta que se había ido.
Ese había sido su primer encuentro.
A partir de ahí para Kuroo, es como si hubiese desbloqueado un nuevo personaje en su vida diaria.
Caminaba con Kenma obligándolo a ir tempranísimo para alcanzar a llegar al gimnasio antes de las clases con la finalidad de practicar colocaciones. Estaban enfocados en el torneo de verano.
¿A quién se encontraban? A la chica rubia de cabello muy largo corriendo lejos de ellos como ejercicio, cuesta lejos, usando ropa deportiva y audífonos todo en una vibra solitaria.
En otro día...
- Kenma, asegúrate de comer suficientes frutas y verduras con una buena porción de proteína.
Le regañaba Kuroo animándolo para que tomase la última porción de ensalada. Estaba seguro que bajo el entrenamiento riguroso que habían comenzado a seguir lo necesitaría con aimentos balanceados, su amigo tenía complexión delgada y le preocupaba.
¿Quién la tomó antes que ellos? La misma chica rubia que estaba con sus audífonos y se movió de la fila de cafetería para pasar. Todo en su cara de ambos sorprendidos, ganándoles. Emi no se dio cuenta de lo que había hecho, seguramente si hubiera sido así, al darse cuenta no lo pensaría dos veces, les daría la ensalada y unas disculpas acompañadas.
Iba tan distraída.
A los dos días, Kuroo y Kenma tomando un helado afuera de una tienda de conveniencia, sentados en una banca de madera después de su entrenamiento.
La chica se acercaba a ellos, tenía puesto un pantalón largo deportivo y un top corto, ambos en color negro, tenía encima una chamarra para ocultar toda la piel expuesta según ella. Su bolso en su hombro con una toalla por encima lo llevaba. Había salido de la academia de baile después de 4 horas intensas de ensayo y sudaba, solo que sin jadear por la increíble condición física que tenía.
Kuroo la miró haciendo una mueca con su boca en "o", verla así le resaltaba más lo atractiva que era si se podía. Emi miraba solo el suelo caminando rápido como aparición y se metió a la tienda de conveniencia sin darse cuenta de la presencia de ambos.
Salió de ahí con una botella de agua en la mano y continuó su camino ahora a las clases de canto que tomaba de forma particular desde que estaba pequeña.
- Kenma, es muy raro encontrarme con ella muchas veces esta semana.
- Quizá es una casualidad. No le tomes importancia.
Respondió corto su amigo enfocado más en el videojuego entre sus manos. Kuroo le quería contar que ya era como la tercera vez que la veían y apenas era jueves.
Decidió en hacerle caso, era demasiada coincidencia.
- Tienes razón.
Y ya no volvieron a tocar el tema.
Hasta esa vez, que igual, la vieron parada en la puerta del gimnasio indecisa si entrar o no ahí mismo.
Emi veía como ya estaban algunos jugadores acomodando la red colgándola y limpiando la cancha entre varios, los chirridos de los tenis se escuchaban de forma en seco contra el suelo de madera sacándola de esa ilusión que había tenido toda la semana con el primer encuentro para el club de música. Estaba triste, creyó que se había equivocado.
Según ella se ocultó bien de los que andaban ahí adentro. Y camino para atrás dos pasos decepcionada. No se daban cuenta de su presencia. Pero no sabía que Kuroo y Kenma estaban cerca y ellos la miraban confundidos.
Sintió que una de esas miradas que te daban cuando se te quedaban viendo fijamente y miró a la misma dirección extrañada, encontrándose con ambos ahora a unos pasos.
- ¿Ustedes vienen también al ensayo de música?
Preguntó ella con muchísima curiosidad y guardando la poca ilusión por los dos. Llevaba dos estuches, uno de guitarra eléctrica en su espalda colgado con otro de violín y en su otra mano el amplificador de mediano tamaño.
Había decidido traer cosas necesarias porque no sabía si ensayaría con instrumentos dados por la escuela o que tipo de género sería. Solamente estaba emocionada de comenzar a hacer lo que le gustaba.
- ¿Con este uniforme de Volley para tocar música? ¿Tú que piensas? -le preguntó Kuroo sonriendo divertido. Emi se sonrojó demasiado, no sabía si era por la forma en lo que dijo o por esa risa que tenía un tono de voz grave que dio Kuroo.
Había sido muy ingenua y se regañó así misma por aquello, le dio vergüenza.
Apretó la correa de su estuche de guitarra nerviosa y miró a otro lado que no fuera la cara del pelinegro.
- Son los del equipo de Volleyball... -se respondió ella misma avergonzada y asintiendo.- Lo siento. Creí que aquí sería... Me dijeron que era en el gimnasio C.
Kuroo abrió los ojos sorprendido.
- No puede ser, siempre las prácticas de Volleyball han sido en esta hora y en ese gimnasio.
- Debieron equivocarse entonces los de mi club...
Ella les mostró el papel de los horarios que les dio la profesora de música.
Se acercó Kuroo a ella para leer lo que decía, agachándose un poco como una costumbre que tenía al ser alto por la diferencia de altura que tenía con los demás.
Y miró que lo que decía era cierto, estaba desconcertado, iría ahora mismo a reclamar al entrenador. Hasta que se dio cuenta por esa simple cercanía con una chica, le puso nervioso y se alejó rascándose la nuca muy indeciso.
- Pst, nos cambiaron al salón de aquí a lado.
Escuchó a un estudiante con unas baquetas en las manos apuntando el salón cercano al gimnasio, yéndose él por la misma dirección alejándose. Había pasado aquel chico escuchando casualmente su conversación. Ella sintió una gota en su nuca incrédul viéndolo alejarse y creyó que había sido una salvación ante Kuroo que le intimidaba.
- Jeje, perdón chicos por el mal entendido. Muchas gracias - agradeció ella mirándolos y recordó la vez que preguntó por el club de música y estaba ahí el mismo chico alto de cabello negro acomodado a un solo lado.- Es verdad, tú me ayudaste también esa vez.
Lo reconoció Emi sonriéndole como saludo. Era alguien muy sociable y extrovertida. Desde el incidente, se había prometido en recuperar esa faceta suya.
Fue inevitable para Kuroo sonrojarse y negarse nervioso siendo una expresión divertida y Kenma quería reírse de él. Nunca le había visto así por una chica y era notorio solo para él porque lo conocía desde la infancia. Siendo la persona más intuitiva como Kenma lo notaba.
- No fue molestia para mi -seguía negándose Kuroo.- Es que eres muy perdida y distraída.
Se atrevió a decir Kuroo que con cierto tono nervioso excusándose y se arrepintió de haber soltado aquel comentario. Ella río tiernamente, su risa había sido algo para Kuroo que quería escuchar más. Sus palabras eran solo verdad. Estaba concentrada en entrenar para poder audicionar en alguna empresa de entretenimiento. No descartaba aún esa posibilidad.
- Soy Emily Kimura, la muy perdida y distraída estudiante de primero, clase A. Miembro nuevo del club de música -se presentó ella con los dos.- Perdón por si te moleste esa y esta vez.
Kuroo negó la cabeza aun con una sonrisa gentil de lado correspondiéndole, recordando las veces que se encontraron y ella no se daba cuenta.
- Kuroo Tetsuro, tercer año clase B, capitán del equipo y bloqueador central de Volleyball. Él es Kenma Kozume, es de segundo año clase A, colocador y el cerebro del equipo.
- Eso se escucha muy genial -Emi los miraba para memorizar sus nombres, escuchó lo que sea que sean esos rollos del Volley ya que no tenía ninguna idea del deporte pero estaba mostrando el inicio de un interés entre Kuroo y el Volleyball sin saberlo. Les sonrió de forma de despedida con dulzura algo que tenía atrapado a Kuroo, ella les hizo una pequeña reverencia y se le quedó viendo más a Kuroo, era algo inexplicable al ser inevitable y tenía curiosidad por ello.- Un gusto chicos. Nos veremos supongo que luego, por ahí...
Decía Emi seguida de pasos dejándolos para su práctica, les dio una última sonrisa gentil y le emocionó conocer a más personas que no fueran solo de su salón.
Kuroo la miró darse la vuelta emprendiendo camino al salón, notó que le costaba cargar el amplificador de sonido. Se sintió con la necesidad de ayudarla a cargarlo. Y la detuvo.
-Hey Emily, ¿no quieres que te ayude? Vas muy pesada.
- ¿No te molesta? No quiero distraerte para tú entrenamiento.
Emi se negó por su ayuda más que avergonzada. Ya le había ayudado mucho según ella.
- Déjame...
Kuroo se acercó a ella, tenían una buena diferencia de altura, se agachó él y pasó sus manos por la tira del amplificador quitándoselo y, sus dedos rozaron poco con los de ella para tomarlo.
- Está bien...
Ella asintió aceptando con el sonrojo leve qué le había dado ese toque ante sus dedos.
Ambos empezaron a caminar a la par entre un silencio largo y a la vez cómodo, al llegar al salón Emily miró que apenas eran 3 estudiantes que estaban acomodando sus instrumentos, un bajo, una batería, el micrófono y sonrió viendo que fue buena idea traer la guitarra.
- Son muy pocos -soltó de repente Kuroo por lo bajo viéndola de reojo y se sorprendió al encontrarla viéndolo.
- Eso creo. Que emoción -le sonrió Emi completamente feliz, sería al estilo banda de rock y le fascinaba. Kuroo la vio tan feliz y radiante que se sonrojó admirándola.- Muchas gracias Tetsuro...
Agradeció ella mirándolo con una sonrisa tan tierna.
- Si ocupas más ayuda, ahí estaré -ofreció él intentando sonar casual y rascó su cabeza como gesto nervioso. Se sentía entorpecido por estar a su lado, algo que nunca le había pasado con nadie. Era alguien tenaz y con confianza y sentirse así, le desconcertaba por completo.
- Eres muy gentil...
Él se despidió solamente alzando su mano al escucharla decir aquello, no se atrevió mirarla a la cara y mucho menos responderle por los nervios de ese halago. Al llegar al gimnasio a la cancha de Voleibol cambiándose los zapatos se acercó Yaku ofendido a Kuroo.
- Que sin vergüenza eres, la semana pasada traté de bajar la red yo solo, ¡y te valió, ni siquiera me ayudaste! Y a esa chica de primero la ayudaste luego, luego sin dudar...
- ¡AHGGGG, eso no te incumbe Yaku!
Yaku chasqueó la lengua, lo dejó en evidencia ganándose risas por parte de todo el equipo de Nekoma, incluso se reía el entrenador de ese reclamo y que Kuroo estaba completamente rojo.
Fecha: 1 año y 2 meses antes de la actualidad...
" - ¿Están listos? -preguntó Emi sentada en esa silla empezando los movimientos de baile a la par sintiéndose tan conectada a la introducción de la música, tenía una increíble coordinación, se ganó gritos efusivos de los fans por ese gesto. Estaba su cara de lado y miró hacia enfrente empezando a cantar, escuchando en su auricular adecuado a su oreja órdenes donde estaba cada cámara y la forma de manejar su voz, en el otro auricular se escuchaba la pista de la canción, y a través de ambos alcanzó a escuchar más gritos como reacción a su presencia escénica notable.- No puedo olvidar ese día, cariño...
La pausa entre el ritmo y su coreografía era perfecta, llevaba un atuendo completamente casual de verano dando al tema un poco más de sensación de un amor de veraniego, su cabello rubio llamativo en una coleta casual con rizos pequeños sobre su rostro angelical. Rollin' había sido un completo éxito proclamándose con el apodo de "summer queen" en Corea por ese hit número uno en todos los charts.
- Tú brillante sonrisa, me enamoro de ti como si estuviera en un hechizo -guiñó su ojo sonriendo a la cámara que se acercó enfocándola, el visual que poseía era increíble y mágico atrapando a quién sea que pudiera pasar sus ojos apenas en la pantalla, se paró de su asiento siguiendo la música.- Pero estaba tan avergonzada. No puedo decir una sola palabra cariño.
Se agachó siguiendo a la par de las bailarinas atrás de ella. Caminó entre el escenario jugando con la utilería del banquillo.
- Yo quiero que tú... Me sigas manteniendo cerca de ti -movía su espalda hacia adelante de forma tan atractiva y dando pequeños pasos con sus pies sin soltar el micrófono dando notas perfectas en su canto, se sentó en el banquillo de espaldas y se movió, miró de lado la cámara dando una sonrisa tierna y coqueta.- Solamente tú... "
Kuroo miraba la televisión qué reproducía ese concierto, estaba haciendo fila para pedir un café antes del trabajo, desde hace tiempo había querido no ver algo relacionado con ella.
La había superado, en olvidarla. Según él seguía entrelazado el pasado de vez en cuando al verla como ahora. Fue inevitable mirar de reojo la tele en esa línea de espera, era demasiada casualidad.
Se ve más linda, pensó él rascándose la cabeza algo inquieto en sus pensamientos revueltos que le daba solo por haberla visto desde hace meses, igual en un programa de televisión dando una entrevista.
Sabía que su ex novia de preparatoria había logrado sus sueños, en convertirse en una idol de kpop siendo reconocida a la fama escalonando poco a poco de manera internacional.
Su corazón empezó a latir al mil, haciendo que se acomodara su corbata roja con líneas horizontales en tonos azul oscuro y crema, llevaba puesto un traje gris muy formal.
Pensó en que pasaría si hubiera mantenido el contacto con ella. Recordaba con total melancolía los momentos que pasaron juntos.
No sabían, ni Kuroo y tampoco Emi que si se reencontraban, tendrían otra vez esa conexión cuando estaban juntos en la preparatoria.
- ¿Qué desea ordenar? -le preguntó él barista detrás de la barra de esa cafetería.
- Un americano caliente tamaño mediano...
- ¿A nombre de quién será?
- Kuroo... -respondió él simple y arqueo la ceja pensando en las juntas próximas que tendría esa mañana y ocuparía más cafeína para mantenerse despierto.- Mejor que sea de tamaño grande.
La chica que estaba detrás de él abrió mucho los ojos, se trabo con el sorbo qué le estaba dando a la botella de agua, tosiendo frenéticamente, sorprendida y lo miró. Quizá era mucha casualidad.
La manager de Emi lo analizó, cumplía con las mismas características que Emi le había contado sobre su primer y único novio que ha tenido, Kuroo Tetsuro, un chico altísimo y de complexión atlética, cabello negro estilizado con fleco hacia su lado derecho. Llevaba un traje gris dándole un aura más con adultez. Habían pasado 7 años, recordando la foto que le había mostrado Emi.
Leyó su porta tarjeta disimuladamente dando un paso a lado de él. Kuroo seguía con la vista en otro lado sin darse cuenta solamente esperando su pedido.
〚 Departamento de publicidad
de la asociación japonesa de Volleyball:
Tetsurō Kuroo
Promotor deportivo 〛
- ¿Pago con tarjeta?
- Sí.
- ¿Crédito o débito?
- Dédito...
Kuroo al pagar, camino alejándose de la fila para esperar su orden. Ignoraba como esa chica se le quedaba viendo demasiado analizando que en efecto, era él ex novio que le había dicho Emi.
Cuando le cuente a Emi lo que acabo de ver, no se la va a creer pensó Hana con una sonrisa cómplice.
Dudaba mucho si sería adecuado pedirle su número telefónico para Emi. Ya llevaba tiempo ella queriendo recuperar el contacto con Kuroo.
No se animó al principio y dudaba. Era una total coincidencia, ¿o destino? Podrían estar otra vez juntos. No lo creía. O seguir estando en sus vidas.
Vamos, Emi merece saber sobre su ex novio... Pensó Hana fugazmente por ella.
Estaríamos totalmente de acuerdo, que un ex novio era sinónimo de jamás quiero volverte a ver en mi vida.
Pero al recordar como le brillaban los ojos a Emi al contar sobre Kuroo, como prácticamente le enamoro y cuidaba demasiado de ella en preparatoria, que no era esa clase de ex novio patán con esa fachada. Al contrario, parecía que ella estuvo totalmente enamorada de Kuroo. Como un aprecio verdadero.
- ¿Qué llevará señorita?
- Uhm, te pediré -Hana miraba de reojo a Kuroo, que solamente tenía el ceño fruncido viendo su móvil mientras mensajeaba rápido el teclado esperando su café.- 7 americanos helados medianos, y 1 americano grande helado con un toque de ristretto, le pones tres bombas de moccha blanca y hielo extra.
Pagó rápidamente con su tarjeta y miró a Kuroo para pedirle ahora sí su número y no lo vio, buscó al rededor y Kuroo tenía su café a la mano saliendo rápido del establecimiento viendo su celular y atendiendo una llamada de su trabajo, comenzando a caminar a pasos largos y rápidos.
- Mierda, que desperdicio y mala suerte -soltó Hana al otro asistente que le había acompañado, él chico la miró confundido y la ayudó a cargar los cafés del pedido. Sabía que Hana estaba loca. Bueno, hablaba sola a veces de repente. Y le entró una desesperación inexplicable.
Tragó en seco saliva y pensó a la mierda, para de ahí salir corriendo dejando al otro chico que venía con ella por los cafés. Salió de la cafetería buscando a Kuroo pero ya había pasado. No estaba por ningún lado.
Hana suspiró desilusionada y bufó para sí misma, no se lo perdonaba. Le había perdido de vista.
Kuroo avanzó un par de calles siendo muy concurridas a esa hora de la mañana, personas de igual forma vestidos formales yendo caminando al trabajo. Respondió una llamada de su jefe y miró a los lados antes de cruzarse de calle.
Algo le llamó la atención en el edificio de enfrente. Miró por inercia encontrándose con ese anuncio de relojes. Reconoció los ojos avellana tan bonitos que admiraba en la preparatoria. Le pareció algo dudoso reconocerla con ese cabello castaño, recordándola siempre rubia.
Le dejó en parte nostalgia y suspiró tratando de quitarse encima esa triteza melancólica de su recuerdo, creyendo que nunca la volvería a ver, recuperándose y tomando nuevamente el camino al trabajo. Dejando ir ese momento.
Su jefe le colgó la llama al no haber tenido respuesta por Kuroo, le había dejado hablando solo por la sorpresa que se había llevado de ver ese anuncio que protagonizaba Emi. Iba tan distraido que se le había olvidado esa llamada con su jefe.
De vuelta al estudio fotográfico, Hana no dudó ni un minuto al entrar al camerino de Emi y decirle todo.
Hana abrió la puerta fuertemente y le entregó el café rápido. Emi lo tomó confundida por esa actitud que tenía Hana. Siempre la sorprendía. Para personas inesperadas, esa definición la personificaba Hana del todo.
- ¿Te encuentras bien? -se atrevió a preguntarle Emi frunciendo el ceño.
- No me la vas a creer. ¡Vi a tú ex! -soltó Hana con una risa cómplice y Emi la vio atónita. Solamente quedó con la mirada perdida recordando a Kuroo que era ese ex.
Un nerviosismo le invadio. Como si le hubiera dicho el recordatorio que en efecto, ahí estaba. Existiendo. Todavía seguía por ahí. Tuvo como esa sensación de felicidad como si se lo hubiera acabado de encontrar. Pero no.
Pestañeo procesando lo que había dicho Hana.
- ¡No te creo para nada Hana! -gritó Emi sorprendida y sonrió incrédula.
- Bien, bien, te cuento no porque sea chismosa -hubo un silencio divertido y ambas rieron al mismo tiempo.- Solo que soy tu manager y debo estar involucrada en todos tus asuntos, jeje. Estaba enfrente de mi y lo atendieron primero, le preguntaron a que nombre sería su café, dijo Kuroo y cuando lo escuché no creí que fuera tu ex Emi, pensé bueno deben de haber cientos de Kuroos por ahí en Tokyo sueltos...
Hana río contando la anécdota totalmente centrada en el chisme. Emi la escuchaba con total atención y se puso más nerviosa, como imaginándose qué hubiera pasado si hubiese ido con Hana por los cafés. Sería imposible ese hecho, pero era mejor fantasear, ¿cierto?
- Y vi que se parecía mucho tanto como me lo platicaste y a la foto que me mostraste qué tenían juntos... a ver tenía ojos perfilados color miel, alto, como de 1.90, parecía muy robusto por su físico tipo atlético, pelinegro con ese peinado como de recién levantado a un lado.
Emi se sonrojó recordando como luce Kuroo usando su imaginación por la descripción perfecta, recordándole con esos ojos afilados que la veían con cariño y sus hombros extensos por el ejercicio, le golpeo suavemente el hombro varias veces por la emoción ahogando un gritillo feliz.
- Dices la verdad -se respondió más para si misma y la miró encaprichada, se sintió tan inútil al no haber estado ahí, le hubiese encantado.- ¿Cómo se veía? ¿Estaba saludable, parecía que dormía bien? ¿O no estaba bien? ¡Dímelo todo con detalles, porfavor Hana!
Pidió Emi tomando de las manos a Hana que ella pestañeo varias veces asimilando todas sus preguntas.
- Honestamente es reatractivo el chico. Pero lucía como muy estresado y ocupado. Iba a pedirle su número para ti, pero salió muy apurado, como que su trabajo es de tiempo completo. Salí atrás de él pero ya no estaba...
Asimiló Emi entendiendo. Puede ser que su vida se tornó diferente a la esperada del Volley.
Eran tontas sus preguntas, claro que habérselo encontrado fue meramente una casualidad y lo vio de forma tan superficial. Solo eran suposiciones de como se veía. Quizá no era oportuno ser así de intensa por saber. Pero como moría por saber un poco.
- Entonces, no estaba del todo bien. ¿Sabes Hana? Le quiero, un montón aún. No sé si pueda volverlo a ver, si sea algo molesto -admitía Emi suspirando largamente y se apoyo a la silla del maquillista.- Digo, quisiese saber más pero es algo tonto también.
- Entiendo, lo extrañas.
- Exacto y creo que no sería algo correcto. Me da muchísima curiosidad qué pasó con su vida estos años. Quizá extraño los momentos que habíamos pasado juntos...
Hubo un silencio algo triste y Emi estaba desanimada, teniendo que ocultar poco a poco esos recuerdos nuevamente. Hana le sonrió levemente dándole palmaditas en el hombro.
- Alcancé a ver que trabajaba como promotor de Volleyball, pero no de un equipo. Era algo así como en la administración para la asociación Japonesa de Volley -explicó Hana y Emi tenía ahora una mirada radiante, le vio sonriendo ampliamente como en forma de orgullo, hacia él, por Kuroo. Eso había sido cambiante más para mi pensó Hana riendo.
- ¡Eso suena como un puesto importantisimo! Me alegro demasiado por él.
Se alegró Emi sonriendo ampliamente, esa sonrisa fue tan sincera, había cumplido uno de sus sueños que le había contado íntimamente Kuroo a Emi en la preparatoria.
Se paró emocionada ahora con una nueva idea.
- ¡Ya sé! -gritó alzando la mano feliz.- Quiero hacer una donación anónima a la asociación Japonesa de Volleyball...
Propuso alegre dándole un largo trago al café.
- Eso suena buena idea Emi -apoyó Hana pensándolo un poco como podrían proceder en esa idea.- Pero, ¿no crees que es mejor que no sea anónima? Digo, podemos utilizar la noticia para tu imagen, hacer una presentación con el equipo y que te muestren las instalaciones, incluso te invitarían asistir a un partido oficial. Ese reportaje valdría mucho y ambas partes se benefician, tanto Japón al atraer el Volley a más generaciones como tú en una estrella en ascenso reconocida...
Emi escuchaba el discurso fingiendo interés y bostezó, Hana se molestó y le dio un pequeño empujón ganándose una risa de la cantante.
- Nop, mejor solo dejarlo sin nombre.
Hana asintió riendo igual, sabiendo que podía a llegar a ser tan testaruda para negarse si se lo proponía.
- ¿De cuánto pensabas?
- Lo recaudado de la campaña de maquillaje...
Hana asintió de nuevo y suspiró.
- Entonces hablaré a llegar a un acuerdo, dejaremos el cheque a sus oficinas hoy, ¿vale?
- Muchas gracias Hana.
Emi le sonrió amable y le dio una pequeña reverencia. Le dejaba con cierto gusto hacer esa gran acción porque sabía que su yo del pasado le hubiera encantado hacerlo desde un inicio por el cariño que le tiene a Kuroo.
- ¿No quieres de verdad esta oportunidad? Sabes que la asociación Japonesa y todo Japón querrá saber quién fue el donador de esa suma grande...
- N y O -deletreo Emi negando la cabeza infantilmente para acompletar en decir.- No.
- Ok, respeto tus decisiones Em. Vamos que el fotógrafo espera...
Emi río un poco y asintió. Hana aprovechó el corto momento en que se iría saliendo de su camerino y la grabó, tomándole al café con una sonrisa y caminando hacia afuera. Era para mantener actualizadas las historias de sus redes sociales oficiales.
- Me encanta el color del labial y no se transfiere, mira al popote y sabes que me gusta con mucho hielo -hablaba Emi a Hana apuntando sus labios y movió el vaso de café remarcando el sonido de los hielos sin importarle que estuviera grabando, estaba acostumbrada.
- Que linda, acomodenle su peinado rápido que no quiero cambiar de enfoque, es este cuadro está perfecta... -mandaba el director observando la pantalla donde mostraban las tomas que sacaba el fotógrafo quien suspiró siguiendo las órdenes sin moverse de ese cuadro.
Emi se quedó estática esperando que algún ayudante del estudio, donde le colocaron un poco de spray fijador en el cabello quitándole el fleco en su rostro y le peino un poco.
- Necesito que tu expresión sea de enamorada, como atrapada en un amor no correspondido.
Pidió el director hablándole animadamente y Emi sin mover su rostro solo miró a Hana extrañada, donde su manager tenía los brazos cruzados y se encogió de hombros dándole una señal que siguiera las direcciones por lo que Emi asintió.
- ¿Así?
Cambio de pose, levemente sus manos jugaban con sus labios donde poseía un labial rojo vivante, siendo el centro de atención de la foto.
El director asintió eufosivo porque la indicación que le dio lo siguió al pie de la raya.
- ¡Así! ¡Enamorame Emi!
Ella se trago una carcajada y puso una mueca evidente de su risa, haciendo que el fotógrafo se detuviera.
- No, mira como antes estabas era perfecta -respondió el fotográfo y ella se corrigió.
Hana saco su celular y empezó a grabar a Emi haciendo las diferentes poses, tomaba una pausa cantando chistosamente y sorbiendo al café frío.
Al terminar ella le mostró los dos videos, antes de subierlos a sus historias de Instagram. El equipo editorial pasó rápido la foto preeliminar donde se haría una campaña masiva dispersa por el nuevo tono de ese rojo, grabando en el set un video corto como comercial y a Hana le pasaron la foto con la finalidad de que diera un avance del proyecto siendo un acuerdo.
@𝗲𝗺𝗶𝗸𝗶𝗺𝘂𝗿𝗮 ❤️🔥emocionada con la preventa de RUBY hoy 04.10.19 @maccosmetics
Un comunicado que aparecía en televisión al día siguiente. Emi confundida dejó de tomarle a su jugo de naranja.
" La Asociación Japonesa de Volleyball expresa su profundo agradecimiento por este medio al apoyo dado por una donación anónima de medio millón de dólares.
Nuestro equipo tanto administrativo como los jugadores quisieran conocer a la persona donadora.
La cantidad se irá directamente a las reparaciones del estadio y el viaje planeado donde representarán los juegos olímpicos para el equipo Japonés de Volleyball, en sus pasajes, alimentos y uniformes nuevos.
Infinitamente las gracias para nuestro donador.
Invitamos a la gente que nos visite a los partidos para compartirles nuestra pasión por el Volleyball. Nos sentiremos honrados y con gusto en recibirlos".
Rápido en redes empezaron los rumores de que había sido Emi, porque ella apenas había llegado a Tokyo y era mucha casualidad a su llegada recibieran esa donación tan grande.
Así como los rumores crecían más y más en cuestión de pocas horas, no paraba de sonar el celular de Hana donde los directivos de la empresa de Emi estaban totalmente de acuerdo en no mandar ningún comunicado negando esos rumores, había sido una decisión unánime dejar que hablaran ya que beneficiaba por las repentinas ofertas publicitarias que aparecieron a costa de la situación.
- Nos quedaremos 3 días más a lo acordado -le avisó Hana a Emi sin dejar la visión en la pantalla de su celular.- Hay una campaña de Adidas que quieren que hagas.
- ¿Qué?
Preguntó sorprendida.
- Pero será en el estadio donde hacen los partidos oficiales de Volleyball, la asociación Japonesa de Volleyball.
- Ay. No. Te. Pases...
Murmuró ella abriendo los ojos, sintiendo su corazón al mil por lo que significaba. Era una grande posibilidad de encontrarse con Kuroo.
- Te volviste aún más popular con los rumores de la donación -explicó Hana con una sonrisa cómplice y orgullosa.- Están discutiendo todavía varios contratos, un comercial de bloqueador solar y una marca de agua está interesada en ti.
- Suena a mucho trabajo.
Se quejó Emi en cierta manera de broma sintiendo aun su corazon golpeando su pecho con rapidez, estaba nerviosa de pensar cómo sería si pasaba ese reencuentro.
- Vendes cosas con solo usarlas. Tienes un fuerte impacto, eres como un imán para las ventas. Hay que darle a la gente lo que quiere -explicaba detenidamente Hana abriendo algo en su celular y le muestra la pantalla.- En el video que te grabe tomando café descansando, apareció la marca de la cafetería. Cheque su perfil de Instagram y esta llenísima, tienen una fila interminable -hizo una pausa riendo.- La gente es rápida. Me reconocieron como tu manager y vieron que la bebida que te pedí era diferente. Ahora tiene tu nombre ese americano con moccha.
Emi abrió los ojos sorprendida quitándole el celular.
- Y se vende como pan caliente. Será poco tiempo este pico de hit y la empresa está determinada en aprovechar este momento...
Emi asintió. Tocaron el timbre y Hana salió recibiendo el ramo grande de flores y una caja de tono negro con la marca de MAC en blando.
"Querida Emi, te agradecemos tú esfuerzo en la campaña. Tuvimos sobresaturación de la página y fue un rotundo éxito la preventa de la línea nueva de tú labial, se agotó en minutos. Esperemos ser una familia para ti y con ello futuros proyectos"
- Director creativo de MAC Cosmetics.
- Les gusto tanto al público como marketing que fuiste sincera al decir que el labial es indeleble con el popote. Les pareció gracioso y creativo, lo subieron como un corto del comercial...
Emi se tapó la cara de vergüenza, aveces hacía esa clase de comentarios sin pensar.
así es la protagonista es muy famosa!!! pq mi chiquita es humilde donando
reacción de Emi que verá a Kuroo después de casi 7 años:
voten, comenten, siganme ustedes saben que show
-hatsu🌸
les dejo un head cannon de este cap<3
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