ÍBAMOS alegremente al instituto para ayudar a Caroline con la decoración de la carroza pero lo que el profesor Saltzman nos había dicho era mucho más importante.
Tanto que llamamos a Damon.
Damon, gracias por venir -le dice Alaric cuando apareció en el aula vacía-
Siento llegar tarde. El perro se comió mi... -comienza él haciéndonos reír levemente- no importa. ¿A qué viene esas caras?
Anoche vi a Isobel -repite Alaric-
¿Está aquí? ¿En la ciudad? -pregunta Damon recibiendo una respuesta afirmativa y que nos mirase a todos los que estábamos allí-
Si lo miramos por el lado positivo, conocerás a tu verdadera madre -le recuerda Sabrina a Elena. Yo le doy un leve golpe aún sentada entre las piernas de mi novio-
¿Le preguntaste por el tío John? ¿Trabajan juntos? -continua Damon apoyándose en la estantería cerca de la ventana- ¿Y sobre el invento? ¿Sabe algo de los vampiros? ¿Te quedaste sin habla?
No pregunté -niega el profesor- me impactó ver a mi esposa convertida en vampira y no pude preguntarle nada
Relájate, machote -le pide mi prima apartándolo del profesor para sentarlo en la mesa donde ella estaba-
Quiere verme -habla por primera vez Elena-
Alaric tiene que organizar un encuentro -añade Stefan acariciando mis brazos- no sabemos por qué ni qué quiere
Y no tienes que hacerlo si no quieres o no te ves preparada -continuo apoyando mi mano en su hombro como apoyo-
No tengo elección -niega Elena- nos ha amenazado, Riley
Supongo que eso no os parece bien -comprende Damon-
Quiero hacerlo. Queiro conocerla -afirma nuestra amiga- si no lo hago, sé que me arrepentiré
Te arrepentirás si te utiliza como su cena -replica Sabrina. Esta vez sí que la miré-
Deja de juntarte tanto con Damon, se te está pegando su actitud -le pido con diversión ante las caras de “asco y negación" de ambos-

DESPUÉS de una misión espía para vigilar a Elena e Isobel, no averiguamos nada que no supiéramos ya.
La obsesión por el invento de Jonathan Gilbert.
Nos fuimos a casa algo decepcionados pero al menos no teníamos problemas nuevos.
A la mañana siguiente Bonnie confesó que lo que Isobel quería era un arma contra vampiros así que fuimos en busca de los Salvatore.
Lo que nos sacó de la búsqueda de a Matt gritando mientras parte de la carroza pisaba su brazo.
Todos fuimos a su rescate.
¡La ambulancia tardará veinte minutos! -aparece de nuevo Caroline detonando preocupación en su voz- ¡No puedes esperar tanto!
Yo te llevaré -se ofrece Tyler-
No, esperaré -repite el herido sin moverse de su sitio-
Una mierda. Levanta el culo, Donovan -replica mi prima dándole un pequeño empujón al futuro conductor para que fuera a por su coche. Cuando finalmente ambos se fueron nos quedamos un poco más tranquilos-

POR supuesto que no -niega Damon rotundamente. Le habíamos pedido el artefacto extraño de los Gilbert para que los psicópatas vampíricos no hicieran daño a Jeremy- no voy a entregárselo a Isobel para que se lo dé a John y este me mate. Me gusta ser un muerto viviente
No te preocupes por eso. Bonnie nos ayudará a quitarle el poder -trato de calmarle mientras le doy un sorbo a mi zumo de manzana-
No me fío de ella -replica el ojiazul importándole muy poco que ella se encontrara en la misma habitación-
Puedo anular el hechizo original -añade Bonnie sentada en una esquina de la mesa-
Y esos dos maníacos no lo sabrán -continua mi prima desde la barra de abdominales de la puerta colgada boca abajo. Espera, ¿en qué momento se había subido a allí?-
No, libraré a Jeremy a mi manera -sigue firme a su opinión Damon-
¿En serio? ¿Cómo vas a hacerlo? -le pregunta Stefan detrás mío abrazando mi cintura mientras mi espalda descansaba en su pecho y nos movíamos de un lado a otro levemente- porque Isobel es una vampira y podría matar a Jeremy en cuanto entres por la puerta
¿Te crees preparada para esto? -le pregunta su hermano dirigiendo la mirada a la bruja- bueno, no te ofendas. No eres Emily Bennett. Emily sabía lo que hacía
He estado practicando -afirma Bonnie con seguridad-
No es como tocar el piano -apunta él. Ella pierde la paciencia y camina hacia él-
¿Cuál es tu libro favorito? -le pregunta Bonnie- venga, un libro cualquiera
La llamada de la selva de Jack London -responde Damon pensativo. La bruja se gira hacia la estantería y de allí sale el libro nombrado-
Deja de ser tan cabezota, está lista -le pide mi prima. Yo rio levemente ante su cara roja por estar tanto tiempo boca a abajo-
Lo vamos a hacer -finaliza Elena- y lo haremos a mi manera. Ahora dame el artefacto. Vamos, no hay tiempo
No me fío de ti. Intenté matarte -le recuerda Damon mirando a la chica Bennett-
Tienes razón. No deberías fiarte de mi -asiente con la cabeza ella-
Pero confía en nosotras, por favor -le pido con un mohín formando un breve silencio. Finalmente Damon se lo entrega a nuestra amiga-
¿Alguien me puede bajar de aquí? -pide Sabrina extendiendo su brazos hacia abajo. Nosotros solo reímos mientras la vemos moverse como un gusano tratando llegar al suelo-

DAMON se pone a tararear a la espera de que Bonnie le quite el poder al artefacto antiguo.
Mi prima le da un pequeño golpe en el hombro para que se callase y sigue sorbiendo su bebida ruidosamente.
Ahora es mi turno de darle un codazo para estar en completo silencio.
No sabía decir quién era más infantil de los dos.
Mi atención va al objeto de los Gilbert cuando el fuego comienza a crecer y el objeto gira entre sus manos.
Segundos después vuelve a caer en la mesa y las luces aparecen.
Ya está -afirma Bonnie girándose para ver a Elena-
Genial, ¿y ahora qué? -pregunta Damon con un tono aburrido-
Ahora se lo daremos a Isobel -contesta Elena viendo el artefacto entre sus manos-
No me gusta nada de esto, Stef -admito en voz baja viendo a nuestros amigos comenzar a separarse-
Tranquila, todo saldrá bien -murmura dejando un pequeño beso en mi frente-
¿Siguen así? -pregunta Bonnie cruzándose de brazos-
Todo el tiempo -responden los tres restantes al unísono haciéndome reír. Exagerados-

SABRINA y yo nos encontrábamos en la casa de Elena a la espera de su hermano.
Jenna nos había ofrecido un par de galletas y entablado una conversación con nosotras.
Finalmente la puerta se abre y Jeremy aparece junto con su tío.
Mi prima y yo compartimos miradas para luego saltar a los brazos del menor.
Probablemente sea la primera y última vez que abracemos a este chico pero estaba preocupada por él.
A pesar de que no fuéramos super amigos, seguía siendo alguien importante para una de mis mejores amigas.
Hola, chicas -saluda él confundido dando leves golpecitos en nuestra espalda- ¿Jenna está aquí? Ha habido...un accidente. Tío John se ha dado un golpe en la cabeza
¿Está inconsciente? -pregunta Sabrina con cierta emoción-
No seas bruta -me quejo evitando reír mientras íbamos hacia la cocina con los dos. Jenna lo curaba mientras se reía de el mayor junto a mi prima. Jeremy y yo estábamos en un rincón hablando con tranquilidad hasta que sonó el teléfono del chico-
¿Diga? -saluda Jeremy tras descolgar- sí, estoy bien. El tío John se dio un golpe en la cabeza. Fue un accidente
Y todos nos alegramos -añade Jenna. Muerdo mi labio evitando reír mientras le entrego un algodón para limpiar su herida-
¿Va todo bien? -pregunta Sabrina tratando de parecer desinteresada-
Sí, dijo que pronto volvería a casa -señala él tras colgar. Luego nos mira a las dos- ¿y qué hacéis aquí tan tarde?
Tenemos que...darle esta pulsera a Elena -miente mi prima sacando el accesorio de a saber dónde-
¿Y no podíais dársela mañana? -sugiere John-
Sí, tiene razón, pensábamos que estaría en casa pero... -comienzo mientras me coloco el abrigo- deberíamos de ir antes de que se haga tarde
Sí, adiós, gracias por las galletas. Te devolveré el plato en algún momento de mi vida -añade Sabrina tomando el plato con la comida y saliendo de la casa conmigo. Las dos nos miramos y suspiramos aliviadas riendo. La peor mentira del mundo-