Treinta y dos
SABRINA, déjame pasar -le pido tratando de esquivarla por las escaleras-
No puedo hacer eso -niega ella extendiendo los brazos- no puedo dejarte verlo. Lo siento
No voy a verlo -miento pero ella solo ríe. Aprovecho su distracción para meterme por debajo de uno de sus brazos y trazar de correr hacia la puerta pero chocar con una barrera invisible. Mi prima vuelve a reír pero yo solo me quejo cruzándome de brazos-
Que bueno es tener una amiga bruja -sonríe la pelirroja volviendo a caminar-
Sabrina, tengo que verlo, mi novio está encerrado con su exnovia psicópata en una maldita tumba. ¿Crees que no voy a hacer nada al respecto? -le recuerdo desesperada-
No, tranquila, sé que quieres hacer algo pero no puedes. No son mis reglas, son las de Damon que son las de Stefan -me explica Sabrina yendo hacia la cocina-
Dudo que Stefan haya pedido que me encierren en mi propia casa -replico molesta sentándome junto a ella-
Claro que no. Él es más cliché y ha pedido que te protejamos -continua ella haciendo gestos con las manos- este ha sido el único modo de evitar que salgas de casa. Cuando el amor y la culpabilidad se juntan...
¿Qué? -pregunto a la espera de que termine la frase-
No sé, iba a decir algo ingenioso pero no me ha salido nada -se encoge de hombros ella pensativa. Ruedo los ojos pero al menos ha conseguido sacarme una pequeña sonrisa-
PRINCESA pucheritos -saluda Damon. Yo solo le ignoro y sigo viendo la pantalla del televisor- también me alegro de verte
¿Me vas a dejar salir? -le pregunto a lo que él niega con la cabeza- pues entonces sigo sin alegrarme de verte
Pensé que la grosera era tu prima -se burla Damon apoyándose en el marco de la puerta-
¡Te he escuchado, capullo! -grita Sabrina desde el piso de arriba. El vampiro solo se ríe y se sienta a mi lado para robarme un par de palomitas-
¿A Stefan le ha parecido bien esto? -le pregunto levantando la cabeza para verle. Él solo se encoge de hombros- ¿y lo de Elijah?
No se lo he contado -responde Damon dejándome confundida-
¿Y por qué no? -le pregunto aprovechando para acomodar la manta sobre mis piernas-
Porque no puede hacer nada y...porque no puede hacer nada -resume el ojiazul haciéndome rodar los ojos. Responde al teléfono y luego sube un par de escaleras- Sabrina, cambio de planes, tú eres su canguro. Me tengo que ir. Riley, ¿por qué no sales y tomas un poco de aire? Espera, no puede
Eres un... -murmuro levantándome del sillón para saltar a su espalda tratando de asaltarlo. Él solo ríe mientras me baja al suelo con agilidad- Damon
Princesa pucheritos -repite él con un deje de diversión-
Si vuelves a ver a Stefan ¿le puedes decir que le quiero y lo siento? -le pregunto balanceando mis pies nerviosa-
Él ya lo sabe, pero pronto se lo podrás decir por ti misma -finaliza él para luego marcharse-
HOLA -saluda una voz familiar. Lanzo el libro a cualquier parte de la habitación y me tiro sus brazos sintiendo una paz interior inmensa. Stefan rodea mi cintura con sus brazos y me estrecha con fuerza
Lo siento muchísimo, debería haber estado allí contigo. Me alegro tanto de verte -murmuro para luego besar sus labios sin poder aguantar más. El beso fue desesperado y demostrando que había sido mucho tiempo lejos del otro- te quiero, Stef. No sabes cuánto
Y yo a ti -sonríe ampliamente volviendo a besarme. Rio nerviosa cuando caigo en la cama y sujeto su cara para mantener el beso sin querer separarme de él ni un segundo más-
STEFAN -le llamo entrando a la habitación en su búsqueda. Miro a mi alrededor tratando de encontrarle hasta que me hago una idea de dónde podría estar- te juro que como estés detrás mío, pienso matarte
¿Si? ¿Cómo planeas hacerlo? -se burla él. Ruedo los ojos con diversión y beso sus labios varias veces para luego continuar el camino de besos por su cara- ¿me vas a matar...a besos?
Sí -rio levemente dejando un último beso en sus labios- no dejaré nunca más que nadie o nada nos separe. Ha sido horrible
Yo tampoco dejaré que nos separen pero... -comienza Stefan. Yo le interrumpo con otro beso haciéndolo reír. Le miro con un pucherito cuando se separa segundos después- no puedo fingir que todo va bien
Lo sé. Yo tampoco -le doy la razón mientras apoyo mis manos en su espalda formando un pequeño abrazo- confío en Elena y su trato con Elijah pero también sabemos cómo es cuando intenta proteger a la gente, lo hace sin pensar y sin importarle las consecuencias
¿Entonces vamos juntos a hablar con Isobel? -sugiere viendo cada uno de mis movimientos mientras preparo su próxima bebida con verbena-
Eso parece -le doy la razón entregándole el vaso- lo he preparado flojito pero si no quieres hacerlo, no te obligo
Hasta el fondo -murmura para luego darle un sorbo. Comienza a toser hasta caer al suelo pero luego se levanta. Coloco mis manos en sus brazos para estabilizarlo y le miro preocupada- estoy bien
No es verdad. Qué pena que ahora no te encuentres bien, tendremos que quedarnos en la cama todo el día -me encojo de hombros intentando guiarlo hasta el lugar nombrado. Él ríe levemente mientras me toma entre sus brazos haciéndome soltar un leve grito-
Casi cuela, pero no -niega Stefan dejando un beso en mis labios. Correspondo su gesto y sonrío satisfecha-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro