TOCO la puerta de la habitación de Stefan y sin dejarle darme permiso, entro dispuesta a despertarlo.
Abro levemente las cortinas tras dejarle el desayuno en su mesita de noche y me giro para encontrarlo mirándome.
Buenos días -saludo con una sonrisa amable- ¿cómo has dormido?
No muy bien -confiesa él dejándome algo preocupada mientras me sentaba en el borde de su calma- pero gracias por el desayuno, seguro que me ayuda
Denada -respondo mientras me encojo de hombros- como veo que tratar de devolverte tus recuerdos no va a funcionar, tal vez podríamos empezar de cero... Eras mi novio, pero también mi mejor amigo
Iba conduciendo hacia casa -anuncia él pensativo llamando mi atención completamente- la noche que llevé a Silas hasta la presa. Me despedí de Lexi y luego decidí recogerte antes de irnos. Iba a ofrecerte llevarte conmigo hacia el oeste
¿Cómo lo has recordado? -le pregunto apoyando mi mano sobre la de él por la sorpresa- bueno, lo del viaje no lo sabía, pero si lo recuerdas...
He recuperado la memoria -responde el vampiro-
¿Qué? ¿Cómo? -no puedo parar de preguntar atónita como una estúpida-
Tessa estuvo aquí anoche y anuló el hechizo que me quemó el cerebro y todo ha vuelto. Ahora vuelvo a acordarme de todo -me explica Stefan aún entre sus pensamientos. Me levanto dispuesta a dejarle su espacio y contárselo a los demás pero retrocedo y le abrazo con fuerza sin poder evitarlo-

OCTUBRE de 1852 -pide Damon sentado frente a él-
Me rompiste la nariz intentando enseñarme a dar un gancho de derecha -recuerda Stefan. Mi prima trata de ocultar su risa bebiendo su taza de café mientras yo miro esperanzada al vampiro-
No fue a propósito, que quede claro -añade el ojiazul- ¿cuánto pagaste por esa chatarra de moto que llevas?
Pregunta con truco. Tú me compraste esa moto -responde su hermano- aunque supongo que fue bastante cara
¿O sea que Tessa te ha devuelto la memoria sin pedir nada a cambio? -pregunta Damon confundido-
Bueno, no ya sido exactamente un regalo. Es mucho que asimilar de golpe -admite Stefan. Apoyo mi mano en su hombro y le regalo una pequeña sonrisa cuando levanta la cabeza para verme- desde soplar las velas de mi primera tarta de cumpleaños a ahogarme en el mar
Cuidado, hermanito -le advierte Damon cuando este se quedó pensativo y por culpa de la presión de su mano rompió una copa-
Okey, no pasa nada -murmuro recogiendo los cristales con cuidado tras verificar, ridículamente, su mano sin ninguna clase de herida-
¿En que estabas pensando? -le pregunta mi prima mirándolo fijamente-
Pese a todo sigo sin recordar mi propia fuerza -se excusa él tratando de tomárselo bien. Acto seguido, se escucha a nuestra rehén moverse molesta en su celda- ¿qué es ese ruido?
Puede que tengamos un problemilla -confieso con una mueca mientras los tres hablábamos a la vez tratando de explicarnos-

TENEMOS que conseguir un poquito más de tiempo, ¿no? -murmura para si misma Sabrina caminando de un lado a otro tratando de pensar como resucitar a Bonnie ya que Silas no nos iba a ayudar- tal vez podríamos llevar a Amara a un lugar más seguro
Silas es un brujo, podrá encontrarla de cualquier manera -le recuerdo con una mueca-
No, no, no. Se supone que tú eres la positiva y yo la negativa -se queja la pelirroja dejándose caer sobre su novio-
Stefan, sé que Silas es el culpable de que estuvieras tanto tiempo ahogado en el mar -comienzo tras unos segundos de silencio- pero si puedo encontrarlo y convencerle de que nos ayude, te prometo que después le mataremos si es lo que te hará sentir mejor.
No puedo esperar más, sé que intentas ayudarnos a todos, Riley, pero él me ha hecho pasar tres meses bajo el agua sintiendo que moría una y otra vez, no puedo dejarlo en libertad hasta que decida pasarse al lado de los buenos -replica Stefan para luego marcharse-
Sé que tu hermano estaba amargado, pero no recordaba que tanto -añade Sabrina pensativa. Damon y yo le damos una mala mirada por lo que ella levanta las manos con inocencia-

GRACIAS a Jeremy y Bonnie, supimos como podríamos salvar a esta última.
Amara quiere morir, Silas quiere matar. Pues vale.
Pero entonces tendríamos que convertir a nuestra amiga en el Ancla y toda la parte de los tratos y convención de la que Sabrina y Damon se encargaban.
Mi parte era intentar que Stefan no matara a Silas. Aún.
Sé que no te va a servir de nada mis palabras, Stefan -confieso sentándome a su lado en el sillón- pero al menos déjame intentarlo. Como ya dije, sé que te hizo mucho daño y lo único en lo que puedes pensar es en matarle, pero eso no te va a ayudar en nada. Creerás que así te sentirás mejor, pero ambos sabemos que no
Riley, si no lo mato, él va a seguir ganando -responde Stefan con la mirada perdida-
Pues piénsalo de otra forma, no quiero que te haga daño, Stefan. Te acabo de recuperar. ¡Me pasé tres meses buscándote! No quiero perderte de nuevo -le pido mirándole a pesar de que él ni levantaba la vista-
¿Sabes? En ciertos momentos, en esa caja al detenerse el tiempo cuando ya estaba muerto, justo antes de volver a la vida, pensaba en cosas del pasado que me hicieron feliz y que me dieron esperanza -cambia drásticamente de tema- esas cosas me mantuvieron cuerdo. Me obligaron a resistir cuando solo quería rendirme y anular mi humanidad. Pero el dolor también acabó arrebatándome esos momentos
Lo siento muchísimo, Stefan -murmuro con pena sin apartar mi mirada de él-
Cada vez que cierro los ojos solo puedo ver a Silas apuñalándome o siento que me ahogo y necesito que todo acabe -continua él ahora levantando la cabeza para verle- si no le mato, perderé la cabeza o acabaré anulando mi humanidad. O ambas cosas. ¿Entiendes lo que trato de decirte, Riley?
Lo sé -afirmo con la cabeza mientras la voz se me corta. Lo abrazo con fuerza y acaricio su espalda sin saber si estaba tratando de consolarlo a él o a mí-

TESSA estaba empezando el ritual, o lo que sea que estuviera haciendo, dado a que reunimos a las tres réplicas.
Poco después, de repente se apagó la luz por lo que el resto no dudamos en correr a la sala donde se encontraba la sesión de espiritismo.
Dijimos tratar de salvar a nuestra amiga, no cargarse todas las bombillas de la casa -anuncia mi prima con ironía-
Silas está aquí -responde Elena-
Pues me debe una caja de fusiles -dice Damon a mi otro lado con una linterna en la mano- espera, solo veo a dos réplicas. ¿Dónde está la pirada?
¿Y dónde está la pirada número dos? -pregunto al no ver a la hechicera. Los cinco intercambiamos miradas preocupadas y comenzamos a buscarlos-

CAMINO rápidamente por el salón alumbrada por la tenue luz de la hoguera hasta que me encuentro a Caroline y Katherine.
¡Riley! -saluda con emoción la rubia. La abrazo rápidamente y miro a la otra chica. Su mano está cubierta de sangre-
Si trato de curarte, ¿intentarás no buscar una forma de ahorcarme con tu cinturón? -le pido con diversión tomando una botella de alcohol, un par de gasas del baño, aguja e hilo. Me siento en el suelo frente al sofá donde estaba sentada y limpio su mano escuchándola quejar-
Gracias por avisar -murmura sarcástica. Le sonrío falsamente y sigo con mi tarea tratando de ser lo más delicada posible-

RESULTA que Stefan se había llevado a Amara para tratar de conseguir la atención de Silas.
Damon fue a buscarlos, Tessa seguía intentando hacer el hechizo con la ayuda de Elena, y yo estaba bajando las escaleras para bajar tras haberle curado la herida a Katherine.
Suelto un grito al ver a Bonnie frente a Jeremy y salto a sus brazos entre lágrimas.
Unos minutos después, Caroline, Elena y Sabrina también nos acompañan.
Más a la noche, decido perderme en la oscuridad del bosque.
Y, super de casualidad, me encuentro a Stefan enterrando a Silas.
¿Estás bien? -le pregunto colocándome a su lado-
No te creo, mirame y dime qué matarle te ha ayudado en algo -le pido levantando su mentón con mi mano- Stefan, sé todo lo que te ha quitado y el dolor que te ha causado, pero no eres el único que lo ha pasado mal. No puedes culpar a tu hermano por intentar pasar un verano normal con su novia. Los dos merecían algo bueno en sus vidas, y yo no perdí la esperanza y día tras día iba en tu búsqueda. Siento no haber sido la primera cara que vieras tras despertar de esa pesadilla hecha realidad pero nadie te olvidó, tus amigos tampoco, esperábamos por ti. Te necesitamos, Stefan. El único que se encierra en su dolor eres tú, y si estas sufriendo puedes decírmelo. Pasaremos esto juntos, como siempre.
Te quiero -murmura el vampiro. Una sonrisa se planta en mi cara sin quererlo y me acerco más a él-
Y yo a ti, un montón. No lo olvides -respondo rodeando sus hombros con mis brazos. Él coloca sus manos sobre mis mejillas y encaja sus labios sobre los míos delicadamente-