Setenta y cinco
EN efecto, había vuelto a la universidad y, por si fuera poco, tendría que asistir a un baile ridículo de disfraces porque alegraría a mis amigas.
A pesar de la muerte de Bonnie, volver a unir fuerzas había hecho que los días sin ella no fueran tan malos.
Salgo de mis pensamientos al ver a Stefan disfrazado de James Dean.
¿Qué haces aquí? -pregunto bajando rápidamente las escaleras para verle-
La verdad es que no lo sé -admite él levantándose de un escalón- y creo que voy algo borracho así que digamos que no lo estoy pasando tan mal
Caroline te ha hecho disfrazarte de él, ¿verdad? -le pregunto tomando su brazo para entrar en la fiesta. El vampiro asiente con la cabeza- ¡lo sabía! Yo soy Natalie Wood, salimos en la misma película
Estás preciosa -responde Stefan. Yo beso rápidamente su mejilla y nos mezclamos entre la gente-
EL resto de la noche no vi más a mí acompañante.
Pero Elena se pasó la noche preocupada porque el profesor nos había amenazado discretamente.
Caroline estaba devastada pero que Tyler se iría de su vida para siempre.
Sabrina y yo nos habíamos ido a casa con Damon.
Según él, había conseguido hacer un trato con Silas que nos ayudaría a traer de vuelta a Bonnie.
Con solo ver el buen humor que se traía el brujo a la mañana siguiente, había esperanzas de que saliera bien.
El problema: no nos dejó ir.
Mi prima y yo nos quedamos en casa mientras Damon, Jeremy y Silas comenzaban el plan.
¿Nos íbamos a quedar de brazos cruzados? Nunca.
Emprendimos viaje a la casa de Qetsiyah para rescatar a Stefan.
Una preguntita -comienza mi prima sentada junto a mí desenvolviendo el papel de mi hamburguesa- ¿no cree que este viaje es una mala idea? Stefan debe de estar muy molesto con nosotros
¿Molesto por qué? -pregunto confusa. Ella murmura una palabrota y comienza a mirar por la ventana para esquivar el tema- Sabrina, ¿qué habéis hecho?
¡Yo no he hecho nada! -se excusa la pelirroja- pero puede...y solo puede que Damon le haya partido el cuello unas cuantas veces
¡Sabrina! -me quejo apretando el volante molesta- ¿y por qué lo ha hecho?
No lo recuerdo bien, sé que tenía que ver con Qetsiyah o como se llame y Silas -me explica ella con total tranquilidad-
Más motivos para ir a verle -finalizo pisando el acelerador-
VAYA, pero si es la nueva parejita de Stefan y su perrita faldera -anuncia Tessa tras abrir la puerta-
Tú tampoco es que seas mi mejor amiga, ¿dónde coño está Stefan? -le pregunta mi prima entrando y tomando mi mano para seguirla-
No teníais que haber cruzado esa puerta -niega Stefan apareciendo de un cuarto-
Hola, siento lo que te hizo Damon -murmuro con pena dándole un corto abrazo-¿estás bien? ¿te ha hecho algo? ¿Por qué has venido aquí con ella?
Riley, cálmate -me pide él apoyando sus manos en mis brazos haciéndome callar al momento. Me regala una pequeña sonrisa tranquilizadora y solo con eso me siento mejor-
Vale, tortolitos, es hora de volver a casa -señala Sabrina haciendo el ademán de salir pero chocando con alguna clase de barrera invisible. Oh, no, esto no puede ser nada bueno-
ESTAR encerrada con una hechicera loca no era muy divertido.
Sabrina la miraba amenazadora y fijamente sentada en el suelo a mi lado.
Yo me encontraba con la espalda apoyada en un costado del sillón remedando la estúpida conversación entre Tessa y Stefan mientras cocinaban la cena.
Patético.
Sabrina me da una pequeña patadita y se acerca a mi odio.
Stefan está de nuestra parte -susurra mi prima aprovechando que la hechicera estaba hablando por teléfono- dice que no dejará que nos hagas daño. Y...que todo eso es una farsa, que recuerdes que vosotros dos os quer... Vale, no puedo, que cliché
Gracias -murmuro mirando al vampiro. De pronto, Stefan había atacado a Qetsiyah, Sabrina me subió a su espalda y corrió lo más rápido posible cuando tuvo la oportunidad-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro