PRINCESA pucheritos, ¿vas a seguir enfadada? -se queja Damon asomando la cabeza entre los dos sillones delanteros. Yo sigo leyendo mi revista ignorándolo pero su mirada fija no me ayudaba-
Sabrina nunca nos traicionaría -niego con la cabeza cerrando de golpe la revista- y menos para una cura. No puede ser verdad
Seguro que tiene un plan, Riley -afirma Stefan tratando de animarme mientras se desviaba tras encontrar el coche de Damon-
Encima se ha ido con Rebekah -le recuerdo molesta viendo al pelinegro correr preocupado hacia su coche para llenarlo de gasolina- tiene que estar todo planeado. No nos haría esto
Claro que no. No te preocupes, cariño, la encontraremos -responde mi novio apareciendo rápidamente en mi puerta. Me ofrece su mano y ambos vamos al encuentro de su hermano-

ENTRAMOS a una cafetería bastante acogedora de Pensilvania tras reconocer a Rebekah y Katherine peleándose disimuladamente.
Chicas. ¿Jugando limpio? -pregunta Stefan con diversión-
Ya estamos todos -murmura Katherine con una mueca-
Te han pillado, Katherine. Estás perdiendo facultades -le dice Damon tomando sitio frente a ellas-
Más os vale decir donde está mi prima antes que os clave todas las sillas de madera de este lugar -les pido repitiendo su acción y cruzándome de brazos-
Si os lo digo, os vais a pelear de forma ridícula por la cura y yo acabaré en un ataud, ¿verdad? -responde la rubia- creo que no
¿Y tú qué dices, sonrisitas? -pregunta el pelinegro tras mirar a Katherine- ¿sabes dónde está Sabrina?
Os daré una pista -cede Katherine- empezad buscándola en la morgue. Seguramente estará muerta
No seas idiota, déjate de juegos -le advierto lo suficientemente molesta y preocupada como para perder el tiempo-
Ha ido a reunirse con un amigo mío. Le conocéis -responde la vampiro- un hermanito Original, con un gusto impecable
¿Elijah? -pregunta la rubia sorprendida-
¿Elijah está aquí? -se me corta la voz por un momento al pronunciar su nombre-
Habría que cuestionarse eso del gusto impecable de Elijah si es amigo tuyo -añade Stefan sentado a mi otro lado-
Y me refiero a amigo íntimo -aclara Katherine sacándonos quejidos y muecas de asco- habrá tardado unos diez minutos en esconder su cuerpo
Rebekah, ayúdanos, sin mi prima no tendrás la cura -me decanto por la rubia. Ella se queda en silencio pero luego suspira-
Habían quedado en verse en la glorieta del parque -confiesa Rebekah-
Iremos a hablar con él -anuncia Stefan levantándose. Tomo su mano y ni me despido de los demás mientras salgo al lugar citado-

¿KATERINA? -pregunta Elijah tras descolgar la llamada-
Siento decepcionarte, solo soy yo, Riley -respondo caminando de un lado a otro por el lugar vacío de no ser por mi acompañante-
¿Dónde está Katherine? -me pregunta él-
¿Dónde está mi prima? -replico conectando un momento mi mirada con la de Stefan-
A salvo. Por cuánto tiempo, depende de ti -responde el vampiro-
Elijah, ya nos conocemos. Tú no le tocas un pelo a Sabrina, y yo hago lo mismo con Katherine -decido trazar un acuerdo- somos más, Elijah. Solo ayúdanos
Katherine puede con los dos Salvatore -le resta importancia el Original-
¿Con tu hermana también? -pregunto irónica-
Pásame con ella -me pide él-
Por ahora está con Katherine, y ya sabemos lo mucho que la odia, te aconsejo darte prisa -finalizo para luego colgar-

LLEGAMOS a la casa de Katherine tras recibir el mensaje pero al entrar nos encontramos a un Damon herido y a Rebekah tomándose la cura.
Un rato después, el pelinegro se encuentra mejor y resulta que esa no era la cura.
Cuando ya estaba anocheciendo y nos íbamos a casa, me encuentro una pelirroja bastante familiar sentada en el capó del coche azul.
¿Sabrina? -la llamo confusa. Ella se gira, me regala una media sonrisa por lo que aligero el paso y me tiro para abrazarla- nos tenías muy preocupados. Pensé que nos habías dejado
Qué va -niega mi prima separándose un poco para apartar una lágrima rebelde que caía por mi mejilla- le hice creer a Rebekah que estaba de su parte para llegar a la cura y evitar que llegara antes que nosotros pero el plan no salió tal bien
¿Estás loca? No vuelvas a hacer una estupidez como esa sola -le pido zarandeando sus hombros haciéndola reír. Sabrina mira a ambos chicos y les saluda con un gesto de la manos-
Siento lo de tu coche, al menos está de una pieza -se disculpa Sabrina levantándose para caminar hacia su novio. Damon tira de su cintura y ambos se sumergen en un beso. Stefan y yo intercambiamos miradas cómplices y nos apartamos un poco-
Te lo dije, Sabrina no te dejaría -me recuerda él rodeándome en un abrazo-
¿Qué? ¿Nos vamos a casa? -pide Damon abriendo la puerta con un ademán-
Siento enfadarme contigo, no tenías la culpa -murmuro tras pasar por su lado-
Si no te preocuparas tanto, no serías princesa pucheritos -responde el ojiazul con diversión. Beso su mejilla rápidamente y me meto en el coche-

UNOS días después...
Nada más entrar al salón de los Salvatore, la tostada que llevaba a medio comer, cayó en mi plato por la sorpresa.
Los dos hermanos estaban pasándose una pelota mientras hablaban con tranquilidad.
Ellos dos sin estar peleándose por más de dos minutos es bastante extraño.
Sabrina me mira igual de confundida y se acerca a una de las ventanas.
¿Qué miras? -le pregunta Damon confuso-
Si va a caer un meteorito o si los dinosaurios han vuelto -responde ella con diversión haciéndome reír- ¿desde cuándo os lleváis bien?
Solo estamos practicando un poco -le resta importancia Stefan-
Quiero probar -pido con un pucherito dejando el desayuno a un lado. Ambos se miran y mi novio me pasa la pelota poco después. Sabrina se coloca cerca de la ventana para que se la pasara y como podéis estar pensando, casi no curre un accidente. Gracias a sus buenos reflejos consiguió que no rompiera el cristal y Damon masajea mis hombros mientras oculta una risa-
Tal vez esto no sea lo tuyo -niega el pelinegro. Le doy una mala mirada pero este solo levanta sus manos inocente volviendo a separarse-
Dejando claro que a mí prima no se le dan bien los deportes, ¿estáis emocionados por el baile? -pregunta Sabrina robando mi tostada y comiéndosela sin ningún pudor-
Yo sí. ¡Pronto nos vamos a graduar! -celebro subiéndome al sillón para darle énfasis a la frase-
Sí, y será mejor que bajes de ahí si quieres llegar ilesa -ríe Stefan cargándome en su hombro. Soy contagiada por su risa mientras trato de bajarme de su agarre pero sin emplear muchas ganas-

¿ERES guapo a propósito? -pregunto tras salir por la puerta y encontrarme a Stefan saliendo de una limusina- lo digo en serio.
Tú también estás preciosa -responde él dándome un pequeño ramo de flores y tomando una de mis manos para besarla-
Cálmate, cielo, escucho los latidos de tu corazón desde arriba -anuncia Sabrina saliendo de casa dando saltos para ponerse los tacones. Damon sale de la nada y se le queda mirando empanado-
No creo que deba decir lo que pienso en voz alta -confiesa Damon dándole una vuelta y besando sus labios-
Y esta es la diferencia entra él y tú -respondo con diversión. Beso la mejilla de mi novio y entramos al coche-

TAPO mi boca con las manos ocultando una risa al ver las diferentes pantallas que hay en la entrada.
Son fotos de todos lo estudiantes del instituto.
Y no las más normales, han elegido en la que salimos de la peor pero natural forma posible.
Os pido que no miréis otra cosa que a la alfombra roja -les pido tratando de taparles los ojos a los dos vampiros. Damon me da un leve empujón y consigue acercarse a una de las pantallas para encontrarse la foto del primer día de insti que tenemos Sabrina, Caroline, Bonnie, Elena y yo. Prefiero no especificar como nos veíamos-
Bueno, todo el mundo tiene épocas malas -señala Sabrina riendo sin vergüenza- pero entraré para matar a Caroline por poner esto a la vista de todos. Nos vemos
Yo quiero ver eso -pide el pelinegro como un niño pequeño saliendo tras ella-
Yo creo que eras muy adorable -me dice Stefan abrazando mi espalda. Apoyo la mía sobre su pecho y enlazo sus manos con las mías aprovechando el cómodo espacio-
¿Adorable? -rio apuntando a otra de las fotos donde Tyler sale apoyando su codo sobre mi cabeza y yo con una cara molesta-
Lo sigo manteniendo -se queda firme a su tesitura. Dejo un corto beso en sus labios y entramos al salón-

ME encanta esta canción -anuncio emocionada tras reconocer Stay de Rihanna. Stefan lo piensa un poco pero finalmente toma mi mano y salimos a bailar. Sonrío ampliamente sin poder contenerme más tiempo y me abrazo a su cuello mientras sus brazos rodean mi cintura. Inevitablemente, comienzo a murmurar la letra de la canción siguiendo el ritmo lento hasta que percibí su mirada atenta- ¿qué?
Nada, solo te admiro -se encoje de hombros. Me coloco de puntillas y beso delicada y pacientemente sus labios-
Te quiero -respondo acariciando una de sus mejillas-
Te quiero -repite él dándome una vuelta. Para cuando vuelvo a abrir los ojos, es Sabrina la que me acompaña-
¿Pensabas que te dejaría bailar nuestra canción con otro? -me pregunta la pelirroja divertida-
Nos vamos a graduar en nada, Sabrina. Lo hemos conseguido -le recuerdo un tanto asombrada- ¿en qué momento?
No lo sé, aún recuerdo cuando jugábamos a ser princesas en mi habitación morada y llena de peluches y muñecas -me dice la vampiro siguiendo el tenue ritmo- ¿puedo decirte algo y me prometes que no vas a llorar?
Inténtalo -le pido asintiendo con la cabeza-
Tus padres estarían orgullosos. Yo lo estoy -afirma la pelirroja. Noto que mis ojos se cristalizan y le regalo una sonrisa sintiendo dos personas más unirse a nuestro abrazo-