Seis
TODO tenía completamente sentido.
El misterio, el no tener explicaciones, las marcas de mordiscos en Caroline, la extraña forma en la que sus ojos se tornaban negros, sus nombres en la lista de los Fundadores, los recientes ataques...
Rondaban una y otra vez esos pensamientos en mi cabeza.
Me encontraba en casa, concretamente en mi cama intentando ser creativa y elegir fotos para colgarlas en la pared. Lo hacía tan solo para sacar los horribles flashback de mi mente.
Suelto un grito cuando de forma repentina Stefan aparece en mi habitación.
No se me ocurre otra cosa más que tomar una percha para usarla como arma
Patética, no hace falta que me lo digáis.
Riley, no tengas miedo de mi -me pide él dando un par de pasos hacia atrás- ya sé que lo sabes, te dije que eras muy inteligente. Pero necesito que me dejes explicártelo
¿Explicarme qué? -pregunto pegándome más a la cabecera de la cama si se puede- ¿Que eres como un Edward Cullen que no brilla?
Los vampiros no brillamos, se nos quema la piel -contesta Stefan paciente sin tan siquiera moverse un centímetro del lugar anterior-
¿Y por qué a ti no? -caigo en la tentación de seguir preguntando-
Tengo un anillo que me protege -explica levantando su mano- este no es buen lugar para hablar, Riley. Te pido que sigas confiando en mí y no se lo digas a nadie.
Tengo miedo -admito apretando con más fuerza mi supuesta arma aún sabiendo que no le dañaría-
Lo sé, pero no debes tenerme a mi. No te haré daño -continua él negando con la cabeza- te explicaré todo lo que quieras saber, pero recuerda no contárselo a nadie. Es muy peligroso, Riley
No sé si quiero ir sola contigo a algún lado -mi humor vuelve haciéndome soltar la percha lentamente-
No te obligaré a nada, solo quiero calmar tus dudas -finaliza Stefan. Para cuando vuelvo a pestañear, ya no está en mi habitación-
A Bella le fue medianamente bien -le recuerdo tomando la taza de té con un leve temblor- ¿por qué a mí no? Te escucharé, Stefan, pero vas a tener que explicarle todo lo que necesito saber
Pregunta y te responderé -acepta él sentado frente a mí-
Descarto lo de la luz del sol, los espejos y el ajo -enumero tras darle un sorbo a mi bebida- ¿El agua bendita os afecta? ¿O los crucifijos?
Podemos beberla y los crucifijos decoran -niega enlazando sus manos sobre su regazo-
Lo que de verdad me importa es...tu alimentación -confieso mordiendo una galleta- he oído sobre los ataques de supuestos animales
La sangre animal es lo que me mantiene vivo -explica Stefan- Damon es el causante de los ataques. Es muy poderoso
¿Y por qué has dejado que le hiciera esas cosas a Caroline? -pregunto confusa y levemente molesta-
Obligar a Damon a no hacer algo es mucho más peligroso, créeme -responde él apoyando su mano sobre la mía. Yo solo la aparto lentamente sin ser capaz de ese toque ahora- se alimentaba de ella. Estaba borrando sus recuerdos de lo que hacía, utilizando una especie de control mental. Ella nunca supo lo que pasaba. De haberlo querido le habría matado
Eso no está bien, Stefan -levanto la voz llevándome un par de miradas. Suspiro para relajarme y vuelvo a mirarle- lo siento...Todo esto me supera. Es muy raro y todavía no me lo puedo creer
Lo entiendo -asiente levemente con la cabeza-
Han habido vampiros por aquí antes, ¿verdad? -continuo tras unos segundos en silencio-
Ahora no. Antiguamente este pueblo sabía que había vampiros y no terminó bien para nadie -explica Stefan tratando de hacerme entrar en razón-
No creo que nadie me creyera si lo dijera -me encojo de hombros tomando otra galleta- y esta es la cosa más interesante que me ha pasado en la vida...
Pero también es peligrosa -repite él apoyándose en la mesa. Suelto otro suspiro y apoyo mi cabeza entre sus brazos cruzados rindiéndome-
¿Sabes qué? A la mierda todo. Si me quieres morder y tenerme como almuerzo, adelante. Pero si vas a hacer todo lo contrario, vete contándome toda la historia desde el principio -acepto en un murmullo- y te pido otra cosa: vas a tener que cuidar a mi familia y a mi. Es justo, ¿no?
No dejaré que os hagan daño -me da la razón pasando un mechón de mi pelo tras la oreja. ¿Cómo que a pesar se sabes lo que es y que puede hacer siga completa y estúpidamente enamorada de él?-
¿POR qué tiene que ser en el bosque en mitad de la nada? -se queja Sabrina bajando del coche. Le había confesado a Stefan que ella lo sabía y debería saber las mismas cosas que me encontraría a mí-
Antes esto no era la nada -responde él con nostalgia volviendo a mirar hacia el bosque- esto era mi casa
¿Y qué pasó? ¿Un hombre lobo la sopló y destruyó? -se burla mi prima haciendo que le dé un pequeño codazo-
Parece una escultura muy bien -murmuro apoyándome en el único muro en pie- ¿desde cuándo...?
Tengo diecisiete años desde 1864 -admite Stefan formando una cara de sorpresa en ambas-
Riley, sales con un vejestorio -responde Sabrina con burla dándome una palmadita en la espalda-
Medio siglo antes de que se construyera la casa de huéspedes, aquí estaba nuestra mansión -nos explica él tras un breve silencio- Damon y yo nacimos aquí. Los hermanos Salvatore, éramos inseparables
Quién lo diría ahora... -respondo en voz baja caminando tras él-
Cuando Damon hablaba sobre Katherine pensé que fue como hace un par de años, no en 1864 -añade Sabrina tomando mi mano para seguir mi paso-
¿Entonces esa chica fue la que hizo que vuestra relación fuera a peor? -continuo viéndolo girarse para vernos- ¿El hecho de que amasteis a la mujer hace más de cien años?
No exactamente -niega Stefan con una mueca- no era una mujer cualquiera. Me eligió a mi. La acompañé al baile de la antigua mansión Lockwood
Allí firmaste el registro -comprende Sabrina sentándose a mi lado en un tronco caído- en la fiesta esa aburrida de los Fundadores
No me importaba haber conseguido algo que mi hermano deseaba -dice Stefan tras asentir con la cabeza dándole la razón a mi prima- ni tampoco me importaba hacerle daño. Solo sabía que la adoraba. A Damon no le gustó, quiso venganza. Cuando quiere algo suele conseguirlo. Y no lo supe entonces, pero resulta que aquella noche también estuvo con Damon
Pensé que había sido al revés. Eso es lo que Damon me dijo -contesta Sabrina cruzando los brazos-
En realidad ella jugaba con nosotros -le corrige Stefan de pie frente a nosotras- Podía controlar mi mente y la de Damon. Nos obligó a los dos a ocultarle el secreto al otro. Ella quería que siguiéramos juntos para siempre. Las cosas no fueron así pero Damon y yo, estamos condenados a seguir juntos. Nos guste o no
¿Ese es el anillo de Damon? ¿Por qué está aquí? -le pregunto preocupada al verlo sacarlo de entre la tierra-
Se lo quité. Tengo que devolvérselo -responde él jugando con este entre sus manos-
Mira, Stefan, tú hermano está bueno y todo eso pero es un maldito psicópata. Los tres sabemos que en cuanto te vea querrá matarte. No se lo puedes dar -niega Sabrina levantándose de su sitio para caminar hacia él-
Si no se lo doy, se vengará. Sabe cómo herirme -replica el chico con cierto temor en su voz- os hará daño.
¿Por qué a nosotras? -pregunta mi prima con confusión-
Porque Riley te quiere y le gustará hacerla sufrir. Y a ella le hará daño porque es mi novia y sabe que me importa -explica Stefan. Esta vez me levantó y tomo la manos de ambos-
No nos hará daño. Tendremos que ser más inteligente que él -les pido tratando de idear un plan para salvar nuestras vidas-
STEFAN -le llamo tomando su brazo impidiendo que siguiera caminando- sé qué tal vez suene estúpido, pero a pesar de saber esto sobre ti...no me das miedo. Tu hermano un poco, pero te conozco y sé que no nos harías daño. O al menos no intencionadamente
No suena estúpido -niega él dando un par de pasos para tomar mis manos- os protegeré a las dos, ¿vale? No dejaré que os haga daño
¿Y si Damon me controla a mí o a Sabrina? -pregunto levantando la cabeza para verle-
Ese colgante tiene una hierba llamada verbena. Te protege de ese tipo de control -apunta Stefan dejándome un poco más tranquila- le haré algo parecido a Sabrina
¿Lo has hecho para protegeme? -ladeo la cabeza sintiendo mi corazón acelerarse-
Sí, de Damon y...de mi -contesta dejándome bastante confundida- no te lo quites nunca. Por favor. A pesar de todo lo que pienses o sientas por mí, sabrás que todo lo que decidas son tus propias decisiones
Gracias por contarme esta parte de tu vida, Stefan. No todos serían valientes de confesar algo así -agradezco besando su mejilla-
Eh, Elena dice que Vicki ha llegado a su casa y no parece estar muy bien. Deberíamos ir -nos pide Sabrina sacando la cabeza por la ventanilla del coche. Los tres nos miramos preocupados y subimos al vehículo con rapidez-
AL llegar a la casa, Stefan les indicó que la llevasen a una habitación oscura para que descansara.
¿Sabes que le pasa? -le pregunta Sabrina cuando volvió a la cocina- claro que lo sabes. ¿Qué es?
La transición -responde él en voz baja- a vampira...
¿Cómo dices? -pregunto asustada negando rápidamente con la cabeza-
Ha debido ser cosa de Damon -explica Stefan- es nueva, todavía no se ha completado la transformación
¿Qué le falta por hacer? -pregunta de nuevo mi prima-
Tiene que beber sangre humana -confiesa él. Las dos nos miramos preocupadas y volvemos a mirarle- si no lo hace, morirá
SOLO le quedan unas horas -anuncia Stefan pensativo-
Todos están ahí arriba con ella -señalo gritando en un susurro-
Tranquila, no sabe lo que le pasa -niega mirándome caminar de un lado a otro- ahora mismo no recuerda nada. En parte sigue siendo humana. Poco a poco, según avance la transición, los recuerdos empezarán a aparecer y entonces tendrá que tomar la decisión
Las dos son malas. O mueres o... -le recuerdo soltando un suspiro- lo siento mucho, ahora me doy cuenta de lo que tuvo que ser para ti
¡Vicki se va! -anuncia Sabrina bajando las escaleras con rapidez-
Estaba bien, y de repente no sé qué ha pasado -añade Jeremy a su lado-
Voy a buscarla. Llamadme si sabéis algo -nos pide Matt comenzando a seguirla-
Puedo encontrarla -murmura Stefan. Yo asiento con la cabeza en respuesta dejándole marchase-
¿Pero qué está pasando? -pregunta Elena asustada. Sabrina pasa un brazo por sus hombros y me da una mirada cómplice mientras entrar de nuevo a la casa-
DEBERÍAMOS de ayudar a Matt -nos dice Jeremy mientras recogemos el estropicio de la cocina-
Nos llamará cuando la encuentre -replica su hermana dándole un par de platos-
¿Y qué hacemos mientras tanto? -le pregunta desesperado-
Jeremy, sé que no te gustará, pero tendremos que esperar -contesta Sabrina tirando a la basura un par de servilletas y papel film que envolvía los platos de comida-
No sé qué ha podido pasarle -añade Jeremy con preocupación-
Se pondrá bien, no te preocupes -trato de animarlo regalándole una pequeña sonrisa. El timbre suena pocos segundos después haciendo que directamente corramos hacia la puerta. Elena la abre y nos encontramos a Damon-
Subid. Confiad en nosotras, subid -les pide Sabrina a los dueños de la casa. Los dos se van un tanto confusos dejándonos a solas con el psicópata-
Me tenéis miedo -nos dice Damon desde el marco de la puerta- Stefan por fin os lo ha confesado
Te aconsejo irte -le advierte mi prima tomando una lámpara como arma-
Eso no me hará daño -le resta importancia el Salvatore- solo estoy buscando a Stefan. ¿Puedo pasar? Claro que sí, Elena ya me ha invitado antes
No te diré otra vez que te vayas -repite Sabrina alzando la lámpara-
Solo sería perder el tiempo. Dejaos de rodeos, no os mataré ahora mismo -pide Damon cruzándose de brazos- bueno, ¿dónde está Stefan?
Qué pena, no lo sé -me encojo de hombros repitiendo su acción- probablemente buscando a Vicki, la chica a la que me has condenado a la vida eterna o la muerte, por si no lo recuerdas
Me suena mucho. Es verdad, Katherine lo hizo contigo -añade mi prima con ironía- vete de una puñetera vez
Decidle a mi hermano que lo estoy buscando -finaliza Damon. Segundos después vuelve a aparecer en la puerta- un consejo, decidle a vuestros amigos que piensen mejor a quien invitan a entrar a casa
Lo hemos dejado entrar a la nuestra -me recuerda Sabrina soltando la lámpara-
Stefan nos protegerá... O tu lámpara mágica -respondo con un toque de diversión pero imaginando varios escenarios horribles-
¿POR qué sangras? ¿Qué ha pasado? -pregunto preocupada bajando los escalones del porche para ir al encuentro de Stefan-
Estoy bien, no es nada -le resta importancia tomando mis manos- Riley, ha sido imposible. Lo he intentado
¿Vicki es un...? -comienzo pero él asiente con la cabeza-
Cuidaré de ella. La encontraré, y le enseñaré que puede vivir como yo -me explica él en un intento por calmarme- me aseguraré de que no haga daño a nadie. Te lo prometo
¿Puedes quedarte esta noche? Por favor -le pido en voz baja sintiéndome un poco avergonzada- temo que Damon vuelva...
Vamos -acepta guiándome hacia dentro de casa para subir las escaleras con sigilo. Sabrina se encuentra dormida hecha un ovillo en un lado de mi cama haciéndome sonreír-
No lo admite, pero también tiene miedo -admito en voz baja viéndolo acomodarse con cuidado a su lado finalmente dejándome a mi en el otro lado-
Os cuidaré, no os pasará nada -murmura colocando la manta por encima de los tres y abrazándome hacia su pecho-
Gracias por no marcharte... -murmuro tomando la mano de mi prima y sintiéndome a salvo teniéndolo a nuestro lado-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro