Ochenta y siete
HAY planes malos, y luego está este -explico mientras saco las bolsas del maletero-
¿Y qué querías que dijera? -pregunta Stefan ayudándome- “No, Damon, sería muy incomodo estar los tres encerrados en la cabaña del padre de Caroline porque maté a tu mejor amigo y mi novia está guardando el secreto"
Ya sé que no quieres, pero deberíamos habérselo dicho -suspiro sentándome en un lado del maletero-
No creo que fuera capaz de soportarlo -niega el vampiro-
¿Que Enzo muriera o que tú...? -respondo tirando del bolsillo de su pantalón para acercarlo a mí- lo siento. No quiero recordártelo. Solo quiero que sepas que se me da muy mal mentir y que Sabrina me conoce muy bien
Pues entonces no te dejaré sola nunca y no te comunicarás con ninguna otra persona que no sea yo -responde con diversión dejando un beso en mis labios-
Buenas noticias -anuncia Caroline haciendo que nos separemos levemente- no tenemos que ser invitados. Aunque también es súper triste, si lo pensáis. Os he interrumpido, ¿verdad?
Qué va -miento exageradamente mal haciéndola reír-
Mejor, se pasan todo el día acaramelados -aparece mi prima tomando un par de bolsas- son como perros en celo
Muy graciosa -contesto irónica riendo falsamente viéndola entrar de nuevo a la cabaña-
Os dejo con...lo vuestro -nos dice Caroline con una sonrisa pícara. Ambas se marchan y yo le vuelvo a mirar-
¿Puedes traerme mi chaqueta? -susurro cuando sus labios están bastante cerca de los míos. Él me da una mala mirada pero toma con rapidez mi abrigo y me lo coloca- muy amable
Para ser las réplicas más buscadas, os lo tomáis con calma -nos dice la rubia cruzándose de brazos desde el porche-
Sí, bueno, ya sabes. Una tribu de aspirantes a brujos quiere drenarnos la sangre para matar seres sobrenaturales. Podría ser peor -responde Stefan sarcástico tomando una de las cajas. Cierro la puerta del maletero y tomo una bolsa para luego seguirle-
PENSÉ que las bragas de abuela habían pasado de moda -se burla Damon lanzando las nombradas como si fueran un tirachinas-
¡Sabrina! Tu novio me está molestando -me chivo entre risas tomando la ropa interior y metiéndola en un cajón-
¡No molestes a la niña! -pide Sabrina desde otra habitación-
¿Qué haces aquí? -le pregunto dándole un golpe en la mano cuando fue a tocar mi pijama-
La princesa pucheritos tiene que ser protegida -responde el pelinegro tirándose en la cama-
Ya tengo a quien me proteja. Lo siento -me encojo de hombros viendo a Stefan aparecer- y ahí está
Será mejor que me vaya antes de que os pongáis en plan Stefan y Riley -se despide el ojiazul marchándose. Rio ante su tontería y miro a mi novio-
¿Entonces...? -comienzo acercándome a él-
Entonces... -repite Stefan besando mis labios. Una sonrisa se expande por mi cara cuando cierra la puerta con su pie y entre beso y beso caemos en la cama-
PENSAR. Reflexionar -trata de averiguar Stefan mientras hago gestos tratando de ayudarle a entender la carta que me había tocado- ¡calavera!
¡Bien! -celebro aplaudiendo y dando saltitos. Luego señalo mis extremidades, concretamente...-
Huesos -señala el vampiro. Yo vuelvo a asentir con la cabeza mientras chocamos nuestras manos- cinco a cero. Cinco a cero
Pensé que se te daba bien este juego -me burlo mirando a mi prima. Esta solo me da un pequeño empujón y caigo sobre Elena en el sillón. Puede que haya bebida un poco demás-
Vale. Propongo que juguemos a “Mentiría si dijera" -pide Damon. Me siento rápidamente mientras mi cabeza parece estar dando vueltas-
Está bien -me encojo de hombros tratando de sonar tranquila. Stefan rodea mi espalda con su brazo en un intento por calmarme-
Empiezo yo -se ofrece Caroline- mentiría si dijera que he muerto
Me siento especial -celebro al ver a todos beber-
Mentiría si dijera que no me pongo pijamas de dibujitos -sigue Stefan. Le doy un leve golpe en el brazo y bebo un sorbo-
Mentiría si dijera que me ha engañado mi réplica malvada mientras se hacía pasar por mi -continua Elena con diversión-
Hija de... -comienza Sabrina pero se interrumpe a si misma bebiendo-
Mentiría si dijera que he besado a un hermano Salvatore -nos dice la rubia. Mi prima, ella y yo brindamos y bebemos-
Yo me escapo del “efecto Salvatore" -ríe Elena apoyando su cabeza en el hombro de mi prima-
No he mentido sobre dónde está Enzo -finaliza Damon. Se forma el silencio mientras yo aprieto el vaso entre mis manos tratando de calmarme-
¿Qué está pasando? -pregunta Caroline-
Nada, porque nadie bebe -señala Stefan con obviedad-
Conoces las reglas del juego, ¿verdad? -le dice su hermano- si lo sabes, bebes
Conozco las reglas perfectamente -afirma mi novio calmado-
Creo que debería irme a la cama -señalo mientras me levanto algo inestable-
Vamos, te acompaño -me ofrece Sabrina tomando mi mano y guiándome hacia mi habitación- ¿por qué no te das un baño para despejarte
Está bien -acepto. Ella me deja sentada en un lado de la cama y me prepara el baño-
MIRO hacia el techo llenando mi cabeza de otro pensamiento tratando de relajarme hasta que siento que alguien me empuja.
Acto seguido, me sumerge bajo el agua y jabón comenzando a ahogarme.
¡Stefan! -aprovecho que pude salir durante unos segundos para gritar por ayuda. Poco después, él me está sacando del agua-
Sh, estoy aquí, tranquila -susurra él tomando una toalla para taparme- ¿qué ha pasado?
Había alguien -le explico asustada abrazándolo con fuerza-
¿Quién? -me pregunta Stefan acariciando mi pelo a pesar del jabón en este-
No lo sé. No pude verlo bien, pero sentía que alguien intentaba ahogarme -murmuro mirando hacia los lados asustada-
Riley, cálmate, tu corazón está latiendo muy rápido. Estoy aquí, tranquila -me tranquiliza. Me pega a su pecho y comienza a acariciar mi espalda. Cuando siento que mi corazón no va a salirme del pecho, me separo un poco- iré a traerte algo que ponerte, ¿vale?
No me dejes sola -le pido sujetando su brazos-
Está bien, tranquila, vamos -responde bajando mi mano hacia la suya y caminando hacia la habitación. Espero de pie abrazada a la propia toalla hasta que él me alcanza un pijama- ¿te gusta este?
Es en lo menos que puedo pesar -me encojo de hombros mientras le veo colocarme la camisa evitando que tuviera que usar la toalla-
¿No puede pensar en mil osos de colores mirándote? -trata de cambiar de tema el vampiro. Una pequeña sonrisa se planta en mi cara mientras me coloco rápidamente la ropa interior y los pantalones- ¿te apetece un chocolate caliente?
Bastante -asiento con la cabeza abrazándome a su costado. Ambos vamos al salón viendo a los demás-
¿Pero qué te ha pasado? ¿Has visto un fantas...? -comienza mi prima pero se calla ante la cara que pone mi novio- ¡No, por favor!
SALIMOS de la cabaña para buscar a Luke, sin él estábamos bastante mal.
Y cabe decir que era muy incómodo cuando tus amigas están enfadadas porque le ocultaste un secreto como este.
Un rato más tarde, Stefan y Damon lo encontraron pero tuvieron un par de problemas.
El granero se estaba quemando y Enzo había intentado matar a ambos.
Además, teníamos que irnos antes de que nos encontraran.
¿Me prometes que estás bien? -le pido mirándolo cuando se posó a mi lado en el porche de la cabaña-
Vamos, solo un fantasma ha intentado quemarme vivo -responde Stefan con diversión- ¿tú estás bien?
Vamos, solo un fantasma ha intentado ahogarme -repito con una media sonrisa-
Riley -me llama a lo que yo formulo un sonido afirmativo- gracias por guardarme el secreto a pesar de que tus amigas se hayan enfadado contigo y gracias por no pensar mal de mi
Uno: no estaba en mi mano el que decirle a Damon -comienzo mientras acaricio su brazos- y dos: nunca des las gracias por elegir ver tu lado bueno, que es la mayor parte de ti
Ve a coger tus cosas, nos tenemos que ir -me pide tras dejar un delicado beso en mis labios. Asiento con la cabeza y subo rápidamente en busca de mi bolsa. Bajo de nuevo pero me freno en seco al ver a un desconocido frente a mí. Trato de gritar pero ya me había tapado la boca mientras tomaba mi cuello. Adiós a mí-
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