Ochenta y dos
IMPERIO romano -me pide Stefan acostado en el sillón con mi libro de Historia en las manos-
En el 476 A. D. Fue derrotado por los godos -le explico tras darle un sorbo a mi zumo de manzana sentada sobre su regazo-
La Dinastía de Han -continua él levantando la mirada de las páginas para verme-
En el año 220 A. D -respondo aplaudiendo cuando asintió con la cabeza satisfecho-
Sacro Imperio Romano -lee el vampiro dejándome completamente perdida-
Sí, en el año es que...¿termina en seis? Tal vez -murmuro pensativa haciéndole reír-
Tranquila, te lo sabes, piensa -trata de calmarme colocando una de sus manos sobre mi cintura. Comienzo a ordenar fechas en mi cabeza hasta finalmente dar con el resultado-
¿Fue en el 1806? -le pregunto sin estar del todo segura. Él vuelve a asentir con la cabeza por lo que beso sus labios cortamente para celebrarlo- tengo al mejor profesor de Historia
Te lo has aprendido tú -me recuerda él dejando otro beso sobre mis labios-
¡Traigo las pizzas y una rubia! -anuncia Sabrina entrando a casa-
¡Comida! -celebro levantándome rápidamente para tomar una porción-
Yo también me alegro de verte -ríe Caroline. La abrazo rápidamente y comienzo a comer-
Me ha retenido dos horas -le señalo con una mueca provocando las risas de mis amigas- resulta que una quiere ver a su novio y acaba convirtiéndose en su profesor particular
Sería un mal novio si dejase que suspendieras -señala Stefan. Me quedo callada dándole la razón y me acomodo en el sillón a su lado para leer los papeles que nuestra amiga trajo-
DEBÍ retenerlo... -suspira Stefan. Coloco mi mano sobre la de él y niego con la cabeza-
Esto no es culpa tuya, Stef -replico con pena acariciando sus nudillos-
Nadie podía evitar que Damon fuera a ver a Wes -me da la razón Caroline-
Supongo que el Doctor Loco le habrá inyectado lo mismo que quería darme a mí -nos explica Sabrina tomando un trozo de pizza-
Buenas y malas noticias -la rubia trata de alegrarnos- la mala es que cuando le pasó a Jesse tuvimos que matarlo pero la buena es...
Es que ahora somos más, podremos pensar como evitarlo ya que sabemos de que se trata y Damon no morirá -finalizo la frase para ayudarla-
Tengo que encontrarlo -nos dice Stefan colocando su mano libre sobre la mía-
Iré contigo -me ofrezco mientras me levanto-
Yo también -añade Sabrina al mismo momento que Caroline recibe una llamada por parte de Tyler. Otro problema. Matt-
¿Quieres que vaya contigo? -le pregunto mientras recojo la caja y la tiro a la basura-
No, encargaos de Damon -niega la rubia- lo solucionaremos. Además, tenemos que pasar a la siguiente fase después de nuestra ruptura. Es el momento de que seamos amigos
Pues espero que tengas más suerte que yo -murmura irónica mi prima-
Iré a por algo de ropa -anuncio mirando a mi novio. Beso su mejilla y tomo la mano de la pelirroja- ¿está bien si me recoges en la residencia?
Claro -acepta el vampiro. Abrazo rápidamente a Caroline y salimos de su casa-
PRIMERA parada: la gasolinera.
Enseguida vengo -se excusa Stefan entrando a la pequeña tienda-
¿Estás bien? -le pregunto preocupada a mi prima-
No es la primera vez que un vampiro se descontrola y vamos a ayudarlo -me recuerda la pelirroja apoyada en el coche a mi lado- gracias por venir, Riley
Sé que te sigue importando, Sabrina -respondo acariciando su brazo- además, es mi cuñado y muy a mi pesar...mi amigo
Stefan Salvatore, ¿te quieres casar aquí mismo conmigo? -le pido caminando hacia él al verle con una bolsa llena de comida. Beso varias veces sus labios y luego le abrazo-
Chicos, no quiero aguar la fiesta. Pero llevamos horas en ese coche y me gustaría poder darme una ducha y descansar -pide Sabrina apareciendo a nuestro lado- sin ofender, o puede que si, tu coche mide menos que una hormiga así que necesito poder estirarme un rato.
¿Y qué pasa con Damon? -le recuerdo separándome un poco para verles-
Podrá esperar un poco más. Hay un hotel allí mismo -señala la pelirroja- por favor, solo un rato
Está bien -acepta Stefan, para la sorpresa de ambas- ¿qué?
Nada -levanto mis manos en son de paz. Nos subimos una última vez al coche antes de llegar al hotel-
SABRINA se estaba haciendo un festín con los dulces sentada fuera de la habitación mientras que Stefan estaba sentado en uno de los sillones y yo dándome una ducha.
Envuelvo mi cuerpo en una toalla soltando un par de palabrotas al darme cuenta de que me había olvidado de la ropa.
Abro la puerta levemente y asomo la cabeza.
Stef, ¿podrías alcanzarme la ropa que está sobre la cama? -le pido señalando esta. Él mira las prendas nombradas y luego niega con la cabeza junto a una sonrisa divertida- ¿en serio?
Está muy lejos -se burla él cerrando el libro que leía para verme-
Eres peor que un niño pequeño -lo señalo mientras salgo en busca de la ropa. Rio nerviosa cuando aparece detrás mío y comienza a besar mi cuello- mi prima puede venir en cualquier momento, Stefan
¿Y si la dejamos fuera? -ríe él sin despegar sus labios de mi piel. Me giro entre sus brazos y sujeto sus mejillas-
No podemos, Stef -repito. El vampiro rueda los ojos pero asiente con la cabeza y deja un último beso en mis labios-
Será mejor que...vaya a tomar un poco de aire mientras vosotras dos termináis de recoger -señala él comenzando a irse. Le sigo con la mirada hasta que cierra la puerta-
SI entráis, no podréis salir -nos advierte Damon levantándose del suelo-
¿Qué ha pasado exactamente? -pregunta Stefan a mi lado-
Quería venganza. Me inyectaron el virus y casi mato a mi último amigo -nos explica él- típico de Damon
¿Cagarla? Sí, es un clásico tuyo -le da la razón mi prima cruzándose de brazos- pero otro clásico es salvarte el culo, así que a eso hemos venido
No podéis ayudarme -niega el pelinegro- ahora me alimento de vampiros y los dos lo sois. ¿Queréis que Riley vea como os arranco la cabeza del cuello? Sed listos y marchaos
Eso no va a pasar -replica su hermano haciendo que el otro se acerque a nosotros con rapidez- no me das miedo, Damon
Y a mí menos -añade mi prima dando un paso para dejar la barrera invisible atrás-
¿Te has vuelto loca? -pregunta Damon tras intentar sacarla-
Ya lo era antes -le resta importancia la pelirroja- vamos, Damon, puedes superar esto
¿Qué estás haciendo? -murmuro viendo a mi prima recoger un cristal del suelo-
No te preocupes, tranquila -responde Sabrina haciéndose un pequeño corte- resiste, Damon. Los dos sabemos que me quieres y no me harías daño
Sabrina, deberías de... -comienza Stefan pero su hermano ya estaba mordiendo el cuello de mi prima. Tratamos de separarlo pero parece misión imposible. Stefan toma otro cristal y ahora lo entierra sobre su piel. Perfecto- toma, Damon. Mira esto. ¿La hueles? Aliméntate de mí, no de ella
Ven aquí -susurro tomando a Sabrina entre mis brazos. Stefan sujeta el cuello de Damon y se lo parte dejándolo en el suelo. Otro vampiro del que hacer de niñera. Suena a un plan perfecto para un viernes por la noche-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro