Nueve
SALÍAMOS del autobús mientras mis amigas hablaban pero mis pensamientos estaban ocupados preocupándose por el chico que me ignoró completamente y que incluso podría no seguir vivo.
Sabrina me da un codazo llevándome a la realidad donde comienzo a escucharlas.
¿Has hablado con Bonnie? -le pregunta Elena a mi otro lado-
No. No le hablo. Tiene que dar ella el primer paso -responde Caroline enfurruñada como una niña pequeña-
Compórtate como una adulta -le pide Elena con diversión- ¿Por qué estás tan enfadada con ella?
Porque es una ladrona. Le di mi colgante y ahora no quiere devolvérmelo -nos explica la rubia- es una cuestión de principios
No quiero seguir hablando de un estúpido collar. Lo siento -les pide Sabrina- ya se solucionará, cuando os dejéis de comportar como crías.
Os noto distantes -apunta Caroline- ¿ha pasado algo? Oh, no, ¿te ha pasado algo con él?
Técnicamente, me evita -suelto un suspiro abrazando los libros hacia mi pecho-
¿Por qué? -pregunta ella con un deje de curiosidad-
Ojalá fuera fácil -sonrío levemente dejando un beso en la mejilla de cada una cuando sonó el timbre- nos vemos después
TAMBIÉN me había perdido las clases pensando en todo lo de aquella noche.
Las conversaciones entre mis amigas, los horarios de clases y todo lo que no sea pensar en Stefan, Lexi, Damon, vampiros...
Conecta a este mundo -me pide Sabrina saliendo del instituto- es la cuarta vez hoy. Deja de pensar en... No te gires
¿Qué? ¿Por qué? -pregunto confusa haciendo caso omiso a lo dicho encontrándome a Stefan sentando en una de las mesas cerca de los aparcamientos. Suelto la mano de mi prima y camino hacia él-
Hola -saluda con total normalidad levantándose teniendo que bajar la mirada para encontrar mis ojos- vi tus mensajes pero pensé que sería mejor hablar en persona...
Me habría bastado con saber que estabas bien, o que no has matado a tu hermano -respondo cruzándome de brazos-
No lo he matado -niega Stefan- aunque realmente lo merecía. Está vivo gracias ti
No digas eso, tú habrás sido el que se controló -replico sin poder ocultar más tiempo la sonrisa que se escondía tras mis labios- ¿de qué querías hablarme?
No voy a volver al instituto -anuncia haciéndome sentir como si me hubieran tirado un balde de agua helada encima- voy a apartarme y a guardar las distancias. Creo que es lo mejor
Pues a mí no me lo parece -niego con la cabeza sintiendo cualquier ápice de felicidad dejar mi cuerpo- pero que considerado al decirlo con tanta tranquilidad. ¿Se supone que tengo que darte las gracias? Llevo todo el día preocupada por ti y tú me lo pagas con esto
Estás enfada. Eso es bueno. Será más fácil si me odias -finaliza él comenzando a irse-
No te odio, solo estás siendo un capullo sin empatía -contesto en vos alta subiendo al coche donde está Sabrina y haciéndome un ovillo en el asiento a su lado. Ninguna de las dos comentó nada en todo el camino-
A la noche estábamos las cuatro en el salón.
Habían mantas, snacks, películas en DVD, música...
Sobretodo risas, bromas, peleas de almohada y burlas hacia la otra recordando momentos del pasado.
Hasta que nos quedamos en un largo y cómodo silencio.
Tengo algo que deciros -confiesa Bonnie sentándose- Elena ya lo sabe, porque no hemos tenido tanto tiempo juntas como antes. Soy una bruja. Lo digo en serio, os lo puedo demostrar
Oye, esa es mi almohada -se queja Sabrina viéndola romperla para sacar las plumas. Tomo algo entre sus manos e hizo flotar las plumas. Yo solo sonreí viendo la magia. Me hizo sentir como Harry Potter la primera vez que supo sobre Hogwarts-
Esto es increíble, Bonnie -celebro con una sonrisa tirándome a abrazarla-
No podéis contra nada -nos pide ella rodeando a las dos restantes con su brazo libre- también supongo que sabéis que Caroline quiere su colgante de vuelta. No puedo dárselo, es una reliquia de mi familia. Su dueña me estaba como...visitando. Ers como un fantasma. Quise olvidarme de ello y lo lancé al campo
¿Estás loca? -pregunta Sabrina incrédula-
No, no quiero aceptar todo esto. Y Damon no para de acercarse para pedírmelo. Me da miedo ese chico -termina de explicarse Bonnie dejándonos en otro silencio-
En eso te puedo ayudar -afirmo con una pequeña mueca-
No dejaría que hicieras eso -niega Elena- os habéis peleado antes. ¿No te resultará incómodo?
Lo haré por Bonnie, solo hablaré con él -le resto importancia tomando el teléfono para mandarle un mensaje a Stefan-
LA ha amenazado, Stefan. Damon la está haciendo pasar mal -le explico sentada en un muro del porche-
¿Qué quiere Damon de Bonnie? -pregunta Stefan pensativo-
Un colgante. Caroline se lo habrá quitado a Damon y se lo regaló a Bonnie -contesto sin tan siquiera mirarle-
Por un colgante -repite Stefan incrédulo-
No es cualquier baratija -niego con la cabeza jugando con mis manos- es de la familia de Bonnie. Una de sus antepasadas la tenía en la guerra c... Damon y tú la conocíais
Se llamaba Emily -me da la razón sentándose a mi lado solo haciendo que yo me levantara- era la doncella de Katherine. Y era bruja
Entonces lo sabes -apunto caminando de un lado a otro-y Damon ahora también. Y quiere el colgante
¿Cómo es? -me pregunta Stefan-
Es como un engarce de hierro antiguo con una... -le explico tratando de visualizarlo en mi cabeza-
Piedra ámbar -finaliza Stefan mirándome- lo conozco. Pertenecía a Katherine. Emily se lo dio, lo que significa que... No lo sé. Pero voy a averiguarlo. Hablaré con Damon
Adiós -respondo cerrando la puerta detrás de mí- ya he hecho mi trabajo. Ahora a ver El diario de Noa y comer palomitas
LO siento -confiesa Caroline mientras nos ayudaba a recoger la mesa. Había llegado a tiempo para la mejor parte de la fiesta de pijamas. La hora después de la cena- vale, ya te lo he dicho. Si quieres ese colgante horroroso, quédatelo. Es tuyo
¿Te enfadarías si te digo que lo he tirado? -pregunta Bonnie-
¿Lo has tirado? -responde la rubia incrédula-
Es una locura. Pero me estaba dando pesadillas, tenía que tirarlo -trata de excusarse ella-
¿Y por qué no me lo devolviste? -le recuerda Caroline-
¿Y devolvérselo a Damon? No, gracias -niega Sabrina terminando un par de golosinas que sobraron-
Paso de Damon -replica Caroline- ¿vamos a hacernos las manicura o que? ¿Habéis traído las cosas?
Están en mi bolso -señala Bonnie-
Entonces, Riley, ¿cuánto tiempo crees que va a durar esta pelea con Stefan? -pregunta la rubia mientras buscaba la pintura de uñas- ¿es algo definitivo?
La verdad es que no lo sé -suspiro dando un salto para sentarme en la encimera-
¿Por qué eres tan mentirosa, Bonnie? -le dice Caroline dejándonos sorprendidas. Tenía el colgante en su mano-
No te he mentido, Caroline. Te lo juro -responde Bonnie saliendo de su trance-
Es cierto. Yo le vi tirarlo en un campo -le da la razón Elena-
¿Y cómo te lo explicas? -pregunta Caroline-
Emily, tal vez -sugiere Sabrina mirándonos-
¿Quién es Emily? -pregunta la rubia desubicada-
El fantasma -contesta con obviedad Bonnie- no sé por qué no me deja tranquila
Vale, ¿qué está pasando? ¿Por qué me dejáis fuera de esta conversación? -se queja Caroline alzando la voz- me hacéis esto continuamente
No es verdad -niega Elena-
Si lo es -replica Bonnie- no puedo hablar contigo. No escuchas
Eso no es cierto -niega la rubia-
Soy bruja -confiesa ella-
Ya nos lo has contado -le recuerda Caroline-
¿Lo ves? A eso me refiero. Intento contarte algo. No escuchas -apunta Bonnie marchándose-
Sí lo hago. ¿Cuándo no escucho? -nos dice mirándonos. Sabrina solo le da unas palmaditas en la espalda sin saber que responder-
CAROLINE y Bonnie hablaban en el salón mientras las demás esperábamos a poder pasar.
Ya hemos acabado -anuncia Caroline haciendo que nos acomodemos junto a ellas en el sillón- bueno, creo que hay demasiado drama en esta habitación. ¿Qué os apetece hacer? Tengo una idea. ¿Por qué no hacemos una sesión?
Creo que no es buena idea -niega Bonnie-
Podemos invocar a algún espíritu -hace caso omiso levantándose- y esa Emily creo que tiene que darnos una explicación
Joder, lo vamos a hacer, ¿verdad? -se queja Sabrina ante el silencio haciéndonos reír-
A las tantas de la madrugada sentadas en el suelo de mi habitación en completa oscuridad de no ser por las velas entre nosotras.
Hicimos los pasos correspondientes hasta que Bonnie comenzó a hablar tratando de invocar a Emily.
De repente algo de movió entre las velas provocando un susto en cada uno de nosotras.
Es el aire acondicionado -trata de excusarse Bonnie pero las velas se intensificaron-
Emily, si estás entre nosotras, haznos otra señal -le pide Caroline. Cuando creíamos que era una falsa alarma, la venta se abrió de golpe-
No puedo hacerlo. ¡Se acabó! Enciende la luz. Por favor, enciende la luz -niega Bonnie lanzando el colgante al suelo-
Tranquilas, ya está -trato de calmarlas tras correr al interruptor-
Chicas, el colgante no está -apunta Bonnie asustada-
Vaya con Emily... -se queja Sabrina apoyando su mano en el pecho ante el susto. Todas nos habíamos quedado con el corazón en la boca-
DESPUÉS de buscar el colgante por varios minutos escuchamos un ruido.
Acto seguido, el colgante se encontraba en la alfombra del baño.
La puerta se cerró sola dejando a Bonnie encerrada mientras nosotras tratábamos de sacarla.
Las luces parpadeando, gritos y desesperación hasta que todos volvió a la tranquilidad
Estoy bien -murmura Bonnie apartando las manos de su cara-
Increíble. Fue todo mentira. Me has dado un susto de muerte -se queja Caroline comenzando a marcharse seguida de nosotras-
¿Te encuentras bien, Bonnie? -pregunto acercándome a ella para rodearla con mi brazo-
Estoy bien -repite ella. Algo me decía que no lo estaba pero no quise insistir- tengo que irme
Si ella se va, yo también -añade Caroline molesta- ya he tenido bastantes fantasías de brujas por una noche
Gracias por ayudarme. Tengo que irme -continua Bonnie dirigiéndose a la salida-
¿Pero a dónde vas? -pregunta Sabrina preocupada. En su cuenta se vio reflejado que se había dado cuenta de algo- Emily
No voy a dárselo. Debe ser destruido -se gira para vernos antes de irse. Me pongo un abrigo sobre mi pijama, ridículo como era de esperar, y trato de abrir la puerta pero parece imposible-
¡Ábrela! -chilla Caroline tirando con fuerza para luego marcharse con rapidez-
Llámale -accede Elena ante nuestras miradas cómplices. Tomo el teléfono y le llamo a él de nuevo. A pesar de ser la última persona que quiero ver, es la única con la que me siento a salvo para ayudarnos con estas cosas-
¿Qué ocurre? -me pregunta Stefan al otro lado de la línea-
Emily ha poseído a Bonnie -confieso asustada- ha dicho algo sobre destruirlo, no dárselo a alguien. No sé. Se ha ido, Stefan. No sé dónde pod...en la antigua iglesia. Allí dijo Bonnie que la llevaba. Por favor, tenemos que ayudarla
Quédate en ahí. Iré a buscarla -finaliza Stefan para luego colgar-
Ni de coña. Han poseído a nuestra amiga, no me iré de rositas -replica Sabrina colocándose una chaqueta negra sobre su chándal para luego salir de casa. Tomo la mano de Elena y salimos corriendo tras ella-
CUANDO llegamos una gran hoguera rodeaba a Bonnie.
Stefan nos apartó del fuego pero cuando este se extinguió Damon se abalanzó para morder el cuello de nuestra amiga.
Suelto un grito de terror y me agacho en busca de hacer algo útil.
Está viva, pero por poco. Puedo salvarla -explica Stefan a mi lado tras escuchar su pulso. Coloca su muñeca sobre la boca de Bonnie. Poco después la herida desaparece dejando paso a una Sabrina molesta golpeando con todas sus fuerzas a Damon. A él no le dolía pero su puño no paraba de golpear la cara del chico una y otra vez-
Sabrina, para, te estás haciendo daño. Suéltalo -le pido tomando sus brazos para apartarla. Miré sus nudillos rojos y la levanté del suelo- vámonos a casa. Ya es muy tarde y ha sido una noche larga
¿QUÉ ha sido eso? -pregunta Elena apoyada en el capó del coche-
¿Por qué hay tanta sangre? -añade Bonnie asustada tocando la inexistente herida de su cuello-
Sé que estáis asustadas y os explicaremos todo al llegar a casa pero tenemos que irnos -les pido abriendo la puerta del coche-
No tengáis miedo -aparece Stefan a unos metros de nosotros. Ninguna de las dos se movió, como si estuvieran paralizadas-
Vamos, chicas, no os harán daño. Subid -les indica Sabrina ayudando a las dos chicas a subir en los asientos traseros del coche-
¿Se convertirá en una...? -comienzo con preocupación-
No -niega él frente a mí- tendría que morir con mi sangre en sus venas. Quédate con ella esta noche y asegúrate de que no le pase nada. En cuanto su cuerpo la elimine, estará bien
Tendré que contarles la verdad -confieso sin levantar la mirada de mis manos- confío en ellas. No dirán nada. Me gusta poder hablar de ellas sobre todo, esto es una parte importante de mi vida... Gracias por salvarla, Stefan. Sé que querías mantener la distancia y he hecho todo lo contrario
Cuando me necesites, estaré allí -replica Stefan haciéndome sonreír levemente para luego caminar hacia el coche. Algo me decía que no volvería a verle en mucho tiempo-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro