Noventa y ocho
ELENA solo había dicho “la ha anulado” y simplemente lo entendí.
No tenía que decirme ni quién ni como, ya lo sabía.
Me quedé unos minutos asimilándolo mirando hacia la nada acariciando a Scott hasta que me quedé dormida.
A la mañana siguiente me desperté al escuchar varios objetos romperse.
Cuando bajo las escaleras me encuentro a Damon rompiendo lo primero que veía y a Sabrina sentada en el sofá junto a Nala comiéndose una palomitas.
¿Qué estás haciendo? -pregunto confusa viendo a mi mascota correr para acomodarse junto a el otro perro-
Lleva así toda la mañana. Se supone que le ayuda a dejar salir su rabia -explica Sabrina con tranquilidad-
Stefan sin su humanidad, está a una arteria de Stefan el Destripador -me recuerda Damon tras romper una lámpara- cada día que pasa es un año de culpa que le estará esperando
Ya, no es nada nuevo -replico quitando el arma casera de sus manos con cuidado-
Esta es Lillian Salvatore -nos presenta Damon mostrándonos la cámara a ambas. En ella, Parecía una mujer-
¿Tu madre está viva? -chilla Sabrina levantándose con rapidez para verla mejor-
Sí, resulta que lleva más de un siglo encerrada en el mundo prisión de 1903 -nos explica el pelinegro. Tapo mi boca con una de mis manos por la sorpresa y vuelvo a mirarlo- y por lo visto es un vampiro. Y no uno cualquiera, una destripadora. Tiene sentido. Stefan siempre fue el niño de mamá
¿Hasta que punto era un niño de mamá? -le pregunto pensativa-
Se habría ahorcado con los lazos de su delantal con tal de tener su aprobación. Los dos lo hubiéramos hecho. Era nuestro mundo -confiesa él. Yo solo aplaudo con una media sonrisa- a veces das miedo, Riley
Pero tiene razón -afirma mi prima asintiendo con la cabeza al comprender mi idea-
Ni hablar -niega Damon cuando ambas le miramos cómplices-
¡Así podríamos traer a Stefan! Y él a Caroline. Problema resuelto -replica Sabrina con seguridad- venga, a conocer a nuestra suegra
CREO que este es un conjunto pegaría en 1903 -anuncio bajando las escaleras mostrando mi largo abrigo azul cielo que cubría hasta la mitad de mi piernas-
Pues yo creo que el mío aún más -aparece mi prima a mi lado girando para mostrar la chaqueta negra que le había robado a Damon-
Ninguna de las dos va a ir -niega el pelinegro siguiéndonos con la mirada-
Claro que vamos, quiero conocer a la madre de mi novio -afirma Sabrina caminando hacia él-
Y yo, aunque ahora él no tenga ninguna clase de sentimientos por mi -le doy la razón cruzándome de brazos-
Soy muy poderoso, pero hay un cupo de personas que un brujo puede transportar -nos recuerda Kai frente a Bonnie-
Sí, pero, por suerte, somos dos -añade ella con obviedad- ¿vamos?
Andando. A rescatar a mamá -pide Damon con diversión. Nos damos la mano el uno al otro hasta llegar aún bosque nevado- anda. ¡Qué imagen del infierno tan pintoresca!
Vosotros iros. Haremos el hechizo de seguimiento del ascendente -nos dice Bonnie-
Pero Kai tenía uno, ¿para qué necesitamos otro? -pregunto confusa frunciendo el ceño-
No puede viajar a través de los mundos -explica el nombrado- tenemos que encontrar su reflejo aquí, en 1903
Página diez del manual para saltar entre mundos -se burla Damon-
Yo creo que era la quince, la página diez dice “como no morir en el intento" -sigue su broma Sabrina-
Está bien, iré con los dos payasos. Pero, Kai, si le haces algo, te buscaré donde sea que estés y usaré tu cabeza como decoración para la pared de mi casa -le advierto. Sonrío con inocencia y sigo a la parejita-
CAMINO recorriendo toda la casa en la que los Salvatore se habían criado hasta que su madre aparece.
Durante un tiempo, marqué los días en el calendario -comienza ella mientras nos sirve el té- después de unos años desistí pero, a juzgar por vuestros extravagantes atuendos
Lleva aquí más de un siglo -confiesa Sabrina por lo que le doy un leve codazo. No podía ser más directa, ¿no?-
Hubiera venido antes pero pensaba que estabas sana y salva en la cripta familiar -añade Damon a su lado- fallo mío
Técnicamente, fallecí en el 58 -le dice Lillian- después de que una enfermera me diera sangre vampírica
¿Y nunca pensaste en volver y aclarar lo que había pasado? -pregunta su hijo con obviedad-
¿Y cómo terminó en este lugar, señora Salvatore? -rompo el silencio. Damon trata de no reír mientras que mi prima deja salir una sonrisa divertida. ¿Cómo coño se supone que la tengo que llamar?-
Por favor, llámame Lily -me pide ella con una sonrisa sentándose frente a nosotros- era el 31 de octubre de 1903. Cavaban de llegar al puerto de Nueva York. El cielo nocturno estaba vivo con una hermosa y reluciente luz. De pronto, un aquelarre de brujos me atacó. Cuando desperté, se habían ido. Todo el mundo se había ido. Esa noche el cielo volvió a llenarse de colores y así lo ha hecho desde entonces
Se llama prisión. Debiste cabrear a mucha gente -responde Damon mientras ella nos ofrecía las tazas-
Parece que fue hace una eternidad -su semblante cambia ligeramente-
¿Estás a dieta? -pregunta el ojiazul con un jeringa de sangre-
He agotado todos los mataderos cercanos y todas las carnicerías a lo largo del trayecto de Nueva York a Mystic Falls -explica Lillian tomando el bote de sangre- esta es toda la sangre que queda aquí. Dos gotas a la semana para mantenerme despierta
Lo siento mucho -susurro con una mueca-
No es tu culpa, me las puedo apañar -afirma ella tomando su taza de té- tú y tu hermano os convertisteis durante la guerra. Vuestro padre debió horrorizarse
Sí -afirma Damon pensativo- y entonces Stefan le desgarró la garganta
Qué mono -susurra Sabrina con una media sonrisa al ver a la mujer cubrir su boca para no reír-
Disculpad -pide Lily- es cruel que me ría, pero bien por Stefan. Yo odiaba a aquel hombre
Y no la culpo, las historia que nos han contado no han sido muy bonitas -asiente con la cabeza mi prima dándole un sorbo a la bebida-
Lo odiabas tanto que dejaste a tus hijos con él, fingiste tu propia muerte y te fuiste a vivir la vida del destripador -enumera Damon sin ningún tipo de piedad. Sabrina apoya su mano en su espalda tratando de calmarlo y le da una media sonrisa cuando la mira-
Bueno, me alegra ver que sigues siendo tú mismo, Damon -le dice su madre poco después- ¿y tu hermano?
Oh, sí, tenemos un problema con él -confieso dejando mi taza en la mesa para poder hablar cómodamente-
¿Y creéis que puedo reconectar a Stefan con su humanidad? -pregunta Lillian un tanto sorprendida-
Eso pensamos -afirmo jugando con mis manos nerviosa- lo último que recuerda Stefan de ti fue la visión de un ángel que le decía que todo iría bien
Así que vas a volver a ser un ángel -añade Damon con tranquilidad- no tiene por qué saber lo chunga que eres en realidad
Os ayudaré -afirma ella recomponiendo su sonrisa- me encantaría volver a verle
Haz las maletas -finaliza su hijo levantándose seguida de nosotras-
Fantástico. Avisaré a los otros -nos dice ella llamando nuestra atención-
¿A quién exactamente? -pregunta la pelirroja confusa-
Asumía que conocíais a mis compañeros de viaje -nos dice Lily. Los tres compartimos miradas y nos acercamos un poco más a ella-
¿Qué compañeros de viaje? -ahora es el turno de Damon para preguntar. Ella nos guía a una clase de cueva donde hay un par...seres moribundos-
Todos, él es mi hijo Damon -presenta ella con una sonrisa- va a llevarnos a casa
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro