IBA de camino al “Laboratorio del Maíz"  ya que Elena me había llamado preocupada hablando sobre accidentes y gente herida.
Poco después, recibí otra llamada.
Tyler, estoy conduciendo -advierto sin soltar el volante- ¿va todo bien?
Un tío se me puso delante mientras conducía -explica él. Su respiración iba cada vez más rápido- y está herido. Muy mal. Si muere, volveré a ser un hombre lobo. Estamos en una cuneta. No sé ni dónde, pero tienes que venir ya, date prisa, Riley
Tyler, cálmate, pero hay un problema -confieso acelerando para llegar antes- el laberinto está lleno de heridos...
¿Qué? -pregunta él asustado-
Avisaré a todos los que puedas, tranquilo -repito apretando el volante con fuerza. Tiro mi teléfono al asiento de al lado y aparco en el primer hueco que encuentro. Acto seguido, empiezo a ayudar a todos los que veo por el camino. Mis ganas por salvarlos fueron mayores que mi deseo por la sangre-

DESPUÉS de una noche bastante ocupada, Elena, Sabrina, Caroline y yo nos quedamos dormidas tiradas por cualquier lugar de la habitación.
Me despierto escuchando quejidos ante mi teléfono sonando.
Lo descuelgo perezosamente mientras me levanto de la alfombra en la que estaba.
¿Stefan? Son las siete de la mañana, espero que tengas una buena razón para despertarme -le advierto. Luego recuerdo que estoy metida en problemas sobrenaturales y me preocupo- ¿te han hecho daño? ¿Estás bien?
Princesa pucheritos, ¿no te cansas de hablar? -escucho una voz de fondo. Algo de rompe en mi interior mientras muevo bruscamente a mi prima-
Espero que no te estés riendo de mí, Salvatore -advierto soltando un sollozo llamando la atención de los demás-
Id al cementerio -pide Stefan para luego colgar-
Es Damon. Ha vuelto -confieso apartando las lágrimas de mis mejillas poniéndome dos zapatos distintos para salir corriendo en busca del ojiazul-

PRINCESA pucheritos, pensé que te alegrías más al verme -me dice Damon dándole un sorbo a una botella de bourbon. Yo sigo en shock en la entrada del cementerio- oye, ya sé que soy el hermano más sexy de los dos pero guárdale un respeto a tu novio
Idiota -rio en un sollozo abrazándole con tanta fuerza que mis pies dejaron de tocar el suelo-
¿Hoy es el día de los insultos? -pregunta él irónico sin soltarme- deja de llorar, niña, pareces un tomate con patas
No haberte ido -me excuso levantando la cabeza para verle-
La vampirita sacó sus colmillos -se burla el pelinegro a lo que yo le muestro los nombrados haciéndonos reír a los tres-
¿Cómo te encuentras? -pregunto girándome un poco para ver a Stefan. Él solo nos mira y se une al abrazo-
No le contaremos a nadie sobre este momento emotivo, ¿verdad? -nos pide Damon volviendo a sacarnos un par de risas pero sin hacer que nos separemos-

PUEDE que al ojiazul no le haya salido tan bien la jugada de hablar con mi prima pero ahora tenía problemas más importantes.
Stefan la había cagado, al menos un pelín.
Por eso caminaba por el bosque en su compañía mientras me explicaba el problema.
Enzo estaba descuidado. Tripp le habría atrapado igual -trata de excusarse el chico- y todos estarían el peligro
Entonces, déjame ver si lo he entendido -le pido caminando de espaldas para verle- entregaste a Enzo para que no fuera por nosotros y ahora vas a rescatarlo... para que no venga a por nosotros
No me ayudas, Riley -se queja el vampiro soltando un suspiro- pensé que le mataría. No esperaba que quisiera sacarle información
No quiero meter más mierda de la que tenemos encima, pero era bastante predecible que quisiera hacerle un interrogatorio -confieso dejando de caminar interrumpiendo su paso- está bien, iremos a rescatarle, no te preocupes
Grac... -comienza Stefan pero tira de mi mano y con rapidez nos escondemos tras unas tablas de madera. Dos chicos salen de nuestro destino y se van sigilosamente-
Estamos juntos en esto, ¿vale? -susurro ofreciéndole mi mano. Él la toma y vamos hacia allí pero estaba completamente vacío-

HABÍA llamado a Matt tratando de averiguar dónde encontrar al otro vampiro.
Pero eso pasó a ser de menos importancia cuando supe que Enzo tenía mi número de teléfono.
Mi nombre.
Tripp sabía lo que era.
Sería la siguiente.
Salgo de mis tristes pensamientos cuando mi prima da un frenazo dejando el coche en mitad de la carretera frente a la frontera.
Caroline ha conseguir que su madre cierre la ruta 13 -le explico saliendo del vehículo cruzándome de brazos- pero ahora no sé qué hacer. Tendrá que venir por aquí si quiere salir
La excusa más conocida -se encoje de hombros Sabrina pinchando una rueda del coche- podría funcionar, ¿no?
Está bien, te conozco lo suficiente como para saber que no estás del todo aquí -replico caminando hacia ella- ¿a qué le das tantas vueltas?
Quiero recuperar mis recuerdos -confiesa la pelirroja. Aplaudo emocionada y la abrazo-
Los tendrás, te lo prometo. Después de terminar con esto, volveremos con ellos y lo recordarás -afirmo con seguridad. Ella consigue rodearme con sus brazos y nos quedamos en un cómodo silencio-

TRAS un problema técnico por parte del plan de los chicos, nos enteramos de que Alaric se había metido en la frontera siendo así que poco después muriera pero teniendo la suerte de tener a la doctora Jo allí para salvarlo.
La parte mala, había dejado de ser vampiro. Volvía a ser humano pero al menos seguía vivo.
Más tarde, cuando abortamos el plan, me reuní con los dos hermanos Salvatore.
¿Por qué tenéis esas caras de mierda? -pregunto con diversión tomando una silla y sentándome en el medio de ambos-
¿Qué le has enseñado a la niña? Este no solía ser su vocabulario -replica Damon mirando a su hermano-
Ya no tengo dieciséis años -me encojo de hombros formando un silencio nostálgico. Suspiro tratando de calmarme y tomo la mano del ojiazul- Sabrina quiere sus recuerdos de vuelta, Damon. Sé que ahora es complicado tras el accidente de Alaric, pero buscaré la forma para que te vuelva a recordar, ¿vale? Los dos habéis pasado muy malos tiempos, merecéis al menos mantener vuestro amor.
¿Debería de...? -comienza Damon a lo que yo asiento con la cabeza sin dejarle terminar de hablar. Deja un leve apretón en mi mano y poco después desaparece de nuestra vista-
Riley -me llama Stefan hablando por primera vez- siento mucho estropear tu vida de esta manera. Hacerte viajar a sitios remotos y separarte de tu familia
Stefan -niego con la cabeza sujetando una de sus manos entre las mías- no has estropeado nada. Eres una de las mejores cosas que ha pasado en mi vida. Sin ti, todo era mucho más aburrido, oscuro... Y no me siento obligada a tu lado. Voy a sitios remotos de la Tierra porque iría hasta al Polo Norte con tal de tenerte conmigo. Te quiero, Stef. ¿Vale? Estamos bien
¿Podrías...? -comienza él pero tampoco tiene que terminar la frase ya que entiendo exactamente lo que quiere. Es el vínculo tan grande que tengo con esta familia que comprendo cada una de sus necesidades. Lo rodeo en un abrazo y siento sus brazos rodearme con fuerza- yo también te quiero, Riley
Te querría más si tuviera un anillo en mi dedo -bromeo levemente escuchando una pequeña risa de su parte. Me coloca sobre sus piernas y nos alejamos del resto del mundo concentrados en el abrazo. A veces un simple gesto dice más que muchas palabras-